Hace algunos meses me fui de fiesta con unos amigos, buen ambiente, mucho alcohol, muchos hombres pero sobre todo buenas mujeres, por supuesto había para escoger, delgadas y gorditas, para todos los gustos, de entre todas una me llamo la atención bastante, gordibuena en pocas palabras, piel blanca, cabello castaño, piernas grandes y unas nalgas grandes y paraditas, sus senos muy grandes, linda de cara y su vestimenta muy entallada, el caso es que después de unas copas al ir al baño me la encuentro sentada en un sillón, le pregunté si había q esperar turno para el baño a lo que me contestó que si, una plática muy ligera y llega su turno, me dice: no te me vayas a escapar mejor sostén mi trago, por supuesto eso hice, aquí es donde la historia se pone interesante, seguimos la plática y los tragos se iban acumulando, ya eran las 8 de la mañana y quedábamos muy pocas personas en la fiesta, me pidió que la llevara a su departamento, sus amigas hacía tiempo se habían marchado y yo les había prometido llevar a su amiga sana y salva a casa, por supuesto no la iba a dejar que se me escapara, llegamos a su departamento y me pidió mi número de teléfono, por supuesto pensé que hasta ahí había llegado la historia de ese día, nos despedimos de un beso en la boca pero sin mucha relevancia, me fui de ahí y pase a comprar unas cervezas para el mal sabor de boca, fue cuando de camino a mi departamento suena el teléfono, era ella, me dijo que se había quedado pensando en mí y se le quitaron las ganas de dormir.
Me ofrecí a llevar las cervezas y botana para seguir con la plática, llegué y me hizo pasar, todo demasiado lento para mí gusto pero esta mujer me atraía mucho y no quería espantarla, la plática iba y venía de un tema a otro hasta que supe la razón de que se detuviera, tenía pareja aunque no me quitó dar muchos detalles, esta persona con la que tenía una relación estaba de viaje laboral, era una gran oportunidad de crecimiento y si funcionaba se iban a mudar a otra ciudad y a casarse, por supuesto eso me desilusionó pero esta chica era una gran conversadora, graciosa y nada penosa, me contó miles de historias, hasta las más picantes y descubrí que tenía experiencia con mujeres, quizás más de la que hubiera pensado.
El cansancio se había acumulado y el alcohol ya había hecho estragos así que decidí irme a casa, ella no me dejó hacerlo, me sugirió quedarme por seguridad, pero me ofreció el sofá, por supuesto me negué alegando que no quería incomodar pero termino convenciendome.
Llevaba unas cuantas dormido cuando desperté con necesidad urgente de orinar, había sido mucha cerveza y el problema real fue que el baño estaba dentro de su habitación, era un departamento pequeño y yo no podía aguantar mucho las ganas, toque la puerta pero nadie respondió, decidí intentar abrir y sin problema pude hacerlo, entre silencioso y directo al baño pero Adriana (si, ese era su nombre real) estaba recostada boca arriba solo con su tanga puesta, WOW!! Que cuerpo más maravilloso tenía, sus senos enormes y sus pezones rosados, tenía una de sus piernas flexionada y alcanzaba a verse algunos pelitos escapando de su tanga, quise arrojarme encima de ella y cogerla sin piedad pero no podía abusar de una mujer dormida y fue el momento que mi vejiga me recordó a qué había ido a esa habitación, dude pero finalmente entre al baño, intenté no hacer mucho ruido pero ya se imaginarán que no logré pasar desapercibido, casi terminaba cuando escuché la puerta del baño abriéndose, entro ella y me dice, me quedé dormida esperando a que entraras al baño, pero ya estás aquí y no te vas a ir tan fácil, que idiota fui!! Toda esa historia del amor de su vida me había impedido actuar, por supuesto ya no había marcha atrás, nos besamos frenéticamente, ella tomo mi pene con su mano y noto mi erección que no había tardado más de unos segundos en manifestarse como roca, abrió los ojos y separo sus labios de los míos para decirme: ya sabía que tú verga era grande, mis amigas y yo te habíamos visto en la fiesta y ese pantalón ajustado nos dio la pista, pero les gane a las pendejas y mira el pedazo de carne que me voy a comer.
Y así lo hizo, mamo mi pene de forma magistral, tuve que concentrarme bastante para no correrme en su boca aún con el efecto del alcohol, pero había llegado la hora, la levanté y la lleve hacia la cama, la arroje de espaldas sobre el colchón y me precipite sobre sus maravillosos senos, devoraba sus pezones rosados que para ese momento ya estaban completamente duros, WOW una delicia, con una mano acariciaba su teta libre de mis labios y con la otra calentaba su clítoris, estaba muy mojada ya para ese momento...
CONTINUARÁ...
Me ofrecí a llevar las cervezas y botana para seguir con la plática, llegué y me hizo pasar, todo demasiado lento para mí gusto pero esta mujer me atraía mucho y no quería espantarla, la plática iba y venía de un tema a otro hasta que supe la razón de que se detuviera, tenía pareja aunque no me quitó dar muchos detalles, esta persona con la que tenía una relación estaba de viaje laboral, era una gran oportunidad de crecimiento y si funcionaba se iban a mudar a otra ciudad y a casarse, por supuesto eso me desilusionó pero esta chica era una gran conversadora, graciosa y nada penosa, me contó miles de historias, hasta las más picantes y descubrí que tenía experiencia con mujeres, quizás más de la que hubiera pensado.
El cansancio se había acumulado y el alcohol ya había hecho estragos así que decidí irme a casa, ella no me dejó hacerlo, me sugirió quedarme por seguridad, pero me ofreció el sofá, por supuesto me negué alegando que no quería incomodar pero termino convenciendome.
Llevaba unas cuantas dormido cuando desperté con necesidad urgente de orinar, había sido mucha cerveza y el problema real fue que el baño estaba dentro de su habitación, era un departamento pequeño y yo no podía aguantar mucho las ganas, toque la puerta pero nadie respondió, decidí intentar abrir y sin problema pude hacerlo, entre silencioso y directo al baño pero Adriana (si, ese era su nombre real) estaba recostada boca arriba solo con su tanga puesta, WOW!! Que cuerpo más maravilloso tenía, sus senos enormes y sus pezones rosados, tenía una de sus piernas flexionada y alcanzaba a verse algunos pelitos escapando de su tanga, quise arrojarme encima de ella y cogerla sin piedad pero no podía abusar de una mujer dormida y fue el momento que mi vejiga me recordó a qué había ido a esa habitación, dude pero finalmente entre al baño, intenté no hacer mucho ruido pero ya se imaginarán que no logré pasar desapercibido, casi terminaba cuando escuché la puerta del baño abriéndose, entro ella y me dice, me quedé dormida esperando a que entraras al baño, pero ya estás aquí y no te vas a ir tan fácil, que idiota fui!! Toda esa historia del amor de su vida me había impedido actuar, por supuesto ya no había marcha atrás, nos besamos frenéticamente, ella tomo mi pene con su mano y noto mi erección que no había tardado más de unos segundos en manifestarse como roca, abrió los ojos y separo sus labios de los míos para decirme: ya sabía que tú verga era grande, mis amigas y yo te habíamos visto en la fiesta y ese pantalón ajustado nos dio la pista, pero les gane a las pendejas y mira el pedazo de carne que me voy a comer.
Y así lo hizo, mamo mi pene de forma magistral, tuve que concentrarme bastante para no correrme en su boca aún con el efecto del alcohol, pero había llegado la hora, la levanté y la lleve hacia la cama, la arroje de espaldas sobre el colchón y me precipite sobre sus maravillosos senos, devoraba sus pezones rosados que para ese momento ya estaban completamente duros, WOW una delicia, con una mano acariciaba su teta libre de mis labios y con la otra calentaba su clítoris, estaba muy mojada ya para ese momento...
CONTINUARÁ...
3 comentarios - Mi putita la lesbiana parte 1