Lo prometido es deuda. Nuestra noche con una pareja 😋👅

Las últimas horas de la tarde caían perezosas entre elarrullo de los últimos pájaros y el cantar de los grillos. Hacía calor, pero teníaescalofríos producto de la ansiedad y los nervios por los planes de mi AMOr. Yosabía que estaba organizando algo. Lo veía escribir insistente en su celular ypendiente de las respuestas. Esperaba que mi último post le hubiera gustado ypor ende, tener un premio; pero todo podía ser.
Después de cenar, subimos a nuestra habitación, y el me dijoque me ponga algo muy simple, que este casi desnuda. Yo opté por un pequeñobabydoll negro, únicamente, que aprobó con una sonrisa. Me indicó cómo debíaesperar: arrodillada sobre la cama, con los ojos tapados, y el vibrador para elclítoris (ese lindo juguetito que me regaló en navidad, tienen un post sobre él)prendido sobre mi. Pero también me dijo cuál era el plan: había llamado varioshombres para que me cojan. No estaba seguro de cuántos iban a venir, peroseguramente serían varios. EL sabe que esa situación me pone muy nerviosa, yesa es una de las razones por las que le gusta. También sabe que me encanta queme cojan y disfruta enormemente haciéndome coger y aún más cuando me puedefilmar. Para él, soy su actriz porno fetiche y su imaginación para crear escenasno tiene límite.
Mis manos empezaron a sudar y mi respiración estabaentrecortada. Mientras que él terminaba los preparativos, yo trataba decontrolarme y tranquilizarme, porque negarme no es una opción. Confiaba en que meconoce y sabe cuando la estoy pasando bien o nó, y siempre me cuida en estassituaciones.
El timbre sonó, y bajó a abrir la puerta. Yo luchaba porconcentrarme en la sensación del vibrador sobre mi clítoris para evitar pensaren cualquier otra cosa. Escuché débiles voces que subían desde el piso inferior,pero en vano intenté entender algo de lo que decían. Trataba desesperadamentede concentrarme en las vibraciones, pero apenas eran cosquillas comparadas conel placer que siento cuando estoy relajada y empapada.
Noté las presencias en la habitación, mi respiración se volviómás difícil. Mi AMOr, me presentó como Lucía, su putita y le indicó a uno delos visitantes que se acerque a mí. Cuando sus labios tocaron los míos,reconocí una suavidad especial. Su piel era sedosa y tersa y su perfume dulce yembriagador. Sus manos livianas me recorrían y acariciaban. Definitivamente,nuestro visitante no era un hombre, sinó una mujer. Me dejé la venda puestapara poder disfrutar de mis otros sentidos. La acaricié, recorriendo su cuerpomenudo entre mis manos y la besé saboreando la piel de una mujer. Hace muchotiempo que no estábamos con una pareja y eso era exactamente lo que me habíaregalado mi AMOr. Saboree sus pechos hasta que sus pezones se endurecieron conmis caricias y se irguieron al compás de mi lengua. Descendía por su cuerpo conavidez hasta llegar a su concha y devorarla entre lambetazos hasta que acabó enmi boca. Luego sentí la presencia masculina sumarse a nuestro dúo, era nuestroinvitado que me besaba y recorría con las manos. No sé cuánto tiempointercambiamos caricias y besos, antes de que él empezó a cogerse a ella, yluego a mí. Su pija entraba y salía de mí con un ritmo acompasado pero intenso,cada vez un poco más rápido, cada vez un poco más fuerte, cada vez un poco másadentro. EL recorrido era delicioso y configuraba un perfecto maridaje con losbesos y lambetazos de ella sobre mis labios y pezones. Me saqué la venda, los saludéy besé y me di vuelta, dándole acceso a mi culo a él, mientras yo le chupaba laconcha a ella. Entró despacio, abriéndome lentamente, hasta acomodarse dentromío y empezar a entrar y salir de forma cada vez más intensa y deliciosa. Ellagritaba producto de mis dedos y mi lengua, mientras que yo chillaba por la hermosasensación de la pija en mi culo. Acabamos juntas y terminamos abrazadas.Nuestro partenair descansaba mientras que nuestras caricias se reanudaban. MI AMOrnos observaba divertido, pero prefirió el lugar de observador. Ella se hundióentre mis piernas para chuparme la concha empapada, su lengua y sus dedos seenterraron en mi, con un placer que me subió por toda la espina dorsal, hastaexplotar en mi mente sobre excitada. Acabé de nuevo entre sus manos y lengua,para caer en un pequeño sopor adormecida entre sus brazos.


La noche continuó varias horas más, pero eso se los cuentoen otra ocasión…
😉


Espero que les haya gustado el relato. Como siempre, me encantanlos comentarios al pie del post y muchas gracias por todos los puntos.