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Paola y la debilidad de su cola

Buenas, les quierocontar una historia real que me sucedió hace un tiempo y que es muy morbosa.


Hace untiempo garchaba con una piba con la que me paso algo raro, empecemos desde elprincipio para que se entienda la historia.


Resulta queyo soy muy amigo de un flaco que se llama Ramiro, nos conocemos del club y  pegamos onda desde adolescentes. Si bien éramos el agua y el aceite, siempre nos  llevamos bien. Rami era un pibe de guita, de una familia muy religiosa y suentorno era gente del palo de la religión. Yo siempre fui la oveja negra parala familia del flaco.
En fin lacuestión que Rami estuvo de novio mucho tiempo con una piba de la iglesia,según nos contaba era divina, pero cuando con Julio (otro amigo) hablábamos denuestros garches el abría grande losojos, y cuando le preguntábamos decía solo que la pasaba bien con ella, sin masdetalles.
Imagínense nosotroshablando de enfiestadas, minas que entregaban el orto sin problema y el pibe undía no pudo más y nos confesó que nunca había podido hacer un orto. Teníamos veintipicode años y el flaco no sabía lo que era hacer un culo. Le preguntamos si se lo habíapedido a su novia pero nos contestó con un “ustedes saben lo que piensan de esoen mi religión”.
La cuestiónes que el tiempo pasó y Rami se peleo con la piba, la familia enojaday obviamente me culpaba a mi de la separación. El flaco se empezó a soltar yahí conoció a Pao, una flaca con una pinta de putona terrible y un ojete queera un monumento. Era obvio que su plan era cumplir su fantasía, si bien unonunca sabe que esconde una mina en la cama Pao era una mina que daba a entenderque le gustaba más la pija que respirar y ese ojete parecía tener varias batallas,cosa que aseguraban en sus comentarios quienes la conocían.
Pero a medidaque avanzaba la relación, que había comenzado como un garche, se fueronponiendo de novios formalmente. La piba, de familia humilde, vio que teníafuturo al lado de Rami y se rescató. Ya no vestía tan puta, sacó todas lasfotos sexies de sus redes sociales y salía mucho menos, lo que no quita que enalguna salida conjunta luego de unos tragos se le escapara la perra, inclusocon nosotros. Nunca voy a olvidar la noche que bailando, mientras Rami se habíaido al baño, me restregó el culo en la pija que se me puso como una piedra. La llegadade Rami cortó ese hermoso momento al que le he dedicado más de una paja poraquellos tiempos.
Cuando ibanunos meses de relación nos juntamos a charlar con Rami y rápidamente salió eltema del sexo. Deseoso de verificar si ese hermoso culo comía pija, Julio tiró:“vos sí que no te podes quejar, cumpliste tu fantasía con el mejor culo delcondado, jaja”
Rami nosmiró serios y contestó “ojalá”. No podía ser cierto que ese culo fuera virgen,era un desperdicio imperdonable. “¿en serio?”, le pregunte. “si, es divina enla cama, pero no quiere saber nada de entregar el culo” se confesó Ramiro. La cosaquedó ahí, no quisimos indagar por piedad con nuestro amigo.
Unas semanasdespués Rami nos contó contento que si bien no había podido hacerle el culo, habíalogrado colarle dos dedos que habían entrado como si nada. Nuestro amigo creía irpor el buen camino, pero como cosa rara del destino ese comentario pareciócoincidir con el declive de la pareja. La piba cada vez que salían a bailar tomabade más y se ponía más cariñosa con los hombres. Si bien no lo dijo nunca, Ramise vio venir los cuernos y decidieron cortar la relación.


Pasaron variosmeses hasta que en una noche de soledad, luego de dedicarle una, se me ocurrióbuscarla en las redes sociales. Lo que encontré fue terrible, primeros planosde su orto entangado, fotos semi desnuda en la ducha, jodas por doquier. No lodude y le mandé una solicitud que acepto enseguida. Empezamos a charlar y meconfesó que aquella noche en el boliche había estado cerca de mandarse unacagada, que se recató porque Rami era un buen flaco. No tardé en invitarla asalir.
Al findesiguiente salimos a tomar algo bien lejos, no daba para que nos cruzara algúnconocido. No habían pasado dos birras y ya estábamos encarando para el telo sinsiquiera un beso de por medio, la mina era Shumager. Ni bien entramos a lahabitación me empujó en la cama, me bajó los pantalones y me la empezó a chuparcomo una experta, no tardó mucho en sacarme la leche que se comió como unareina. Siguió chupando hasta dejarme otra vez en condiciones y se me subió paracabalgarme. La verdad se movía muy bien mientras daba pequeños gemidos, pero nopasaron ni 5 minutos y así arriba mío como estaba me agarro la pija y se laenterró en el culo de una, sin ningún tipo de dificultad. Yo no voy a mentircomo muchos acá, no la tengo gigante ni nada por el estilo, pero cada vez quehice un orto (antes y después de esto) tuve que laburarlo bastante, besitos,lubricación y por supuesto mucha paciencia. Esta mina se lo mandó como si nadahasta el fondo. Pero no solo eso, una vez que la tuvo adentro se transformó. Semovía de forma endiablada, gritó como para que se enterar todo Buenos Aires yacabó reiteradas veces empapándome de flujo, aunque obviamente no aguantédemasiado y le llené el culo de leche.
La verdadno entendía nada, yo no soy un adonis como para que se haya entregado así soloa mi, y además ese culo era obvio que virgen no era. ¿Cómo era entonces que nose lo había entregado a Rami? ¿nos había mentido nuestro amigo?


Estas preguntastuvieron respuesta unas semanas después cuando luego de uno de nuestros garches,anales obviamente, me animé a preguntárselo. Pero mejor lo dejamos para un próximorelato.


Espero suscomentarios…
 

5 comentarios - Paola y la debilidad de su cola

Pervberto +1
Muy buena la narración y el final que nos deja con ganas de seguir leyendo.
jazdin34 +1
Muy buen relato, espero la continuación!
dtasat +1
Ojalá haya continuación y, porque no, alguna fotito...
Guilledelafate +1
Que intriga saber por qué no le entregó al Ex.
Bicasado2016 +1
Ya queremos saber mas de ese encuentro..vamos con 10 pumtos