Empezaré por contar que desde siempre he tenido deseos de ser cornudo, siempre había fantaseado con que otros hombres se cojan a mi esposa, mi mujer es atractiva y muy caliente, tenemos apenas poco más de un año de casados, es mi segundo matrimonio, ella tiene 30 años y yo 31, ella muy caliente y yo eyaculador precoz, rara vez aguanto más de cinco minutos aparte de que mi pene es muy pequeño y delgado, erecto mide solo como 10 cm, con lo cual es difícil complacer a mi mujer en la cama, esa fue la razón por la que me dejó mi primera esposa, pues no la satisfacía sexualmente, con mi actual mujer en un principio ella me decía que eso no era problema para llevar bien nuestro matrimonio, pero apenas un par de meses, ella comenzó a mostrar su insatisfacción, pues muchas veces ni se me paraba y cuando tenía erección solo aguantaba unos 5 minutos, un día ella frustrada por la situación explotó y me reprochó diciendo que no sabía cuánto tiempo más podría aguantar así, que a lo mejor dejarnos era muy probable, pues ella era una mujer muy caliente y nesesitaba un hombre de verdad que la hiciera llorar de placer en la cama y que yo era muy poco hombre, curiosamente sus palabras en vez de ofendeme hicieron que tuviera una erección, ella lo noto, y comenzamos a tener sexo, esa fue la primera vez desde que nos casamos que mi erección duró más de 20 minutos y por primera vez mi esposa logro tener un orgasmo, cuando terminamos mi esposa sorprendida me preguntó que me pasó, yo solo respondí que el que me estuviera diciendo que yo era poco hombre y también imaginarme que hombres muy vergudos se la cojieran eso hizo que me pusiera así, ella entendiendo que esa podia ser la solución me dijo, ” así que te gusta que te diga lo poco hombre que eres” ” soy mucha mujer para un pendejo como tu” ” de ahora en adelante seré muy puta con los hombres y te pondré los cuernos con muchos” y cosa increíble que antes batallaba para tener una erección escucharla decir eso me puso mi pequeña verguita bien dura a pesar de que acabamos de cojer y cojimos otra vez, desde ese día ella me empezó a tratar así cada que cojimos y nuestras relaciones sexuales mejoraron mucho, ella le fue agarrando gusto de “ofendeme” antes de cojer, me decía cornudo, impotente, poco hombre, pendejo, pito chico, maricon, y tantas cosas más, que despertaban mi libido y cojimos muy rico, aveces cuando ella llegaba de trabajar ( es secretaria) me decía ” ya llegué cornudo” ” hoy te puse los cuernos cuatro veces” eso no era cierto pero ese tipo de comunicación se había echo tan placentero para ambos, que los dos disfrutábamos hablarnos así, ya no solo cuando cojimos sino ya lo hacíamos siempre así, me dijo que uno muy vergudo se la cojio, que ese si era un hombre no como yo que ni pene tenía, me dijo es más yo creo que como ni verga tienes, tendrás que usar mis pantaletas y me ordenó ponerme sus pantaletas, cuando me vio con ellas puestas me dijo mira que bien te vez con pantaletas mariconcito, me dijo que al día siguiente me compraría muchas pantaletas por qué desde ese día sería lo único que usaría, que iba a tirar mis boxers, y que sólo usaría pantis pues yo no era hombre y así fue, dejé de usar boxers y ya solo use pantaletas, en mi trabajo nadie se imaginaba que debajo de mi pantalón llevaba calzones de mujer, un día hablando más serio con ella, le pregunté si ya me había puesto los cuernos y me respondió que no, que cuando me lo decia, solo lo hacía jugando, yo le propuse que por que no lo hacía dé verdad, ella me dijo deveras eso quieres? Yo le respondí que si, ella me dijo que muchos hombres le traían ganas de cojersela, entré ellos su jefe, y también el mio, también muchos compañeros de su trabajo, y más cercanos algunos de mis amigos, así como un hermano mio y un primo mío, también me dijo que el vecino ya le había pedido las nalgas varias veces pero que ella no había aceptado acostarse con ninguno, me dijo que desde que empezamos a jugar asi ella se empezó a portar coqueta con los hombres, mostrándose dispuesta, por eso es que ella se había dado cuenta de que todos los que me mencionó la pretendían y los mas aventados la acosaban y ya le habían pedido las nalgas pero que ella aún no aceptaba con ninguno, que primero lo quería platicar conmigo, yo me quedé sorprendido de enterarme de todo eso, de los avances que ya llevaba mi mujer, y le dije que no lo pensara tanto, que la vida es corta y que si ella lo deseaba lo hiciera, ella me respondió que si deseaba mucho cojer con otros y que si yo no tenía problema con eso ella empezaría a aceptar todas las proporciones, cambio hasta un poco su manera de vestir, ya vestia mas sexy, con ropa provocativa, yo solo le pedí que cuando se acostara con otros no tuviera ningún tipo de prejuicios ni inhibiciones, que fuera muy puta y se entregará sin ningún pudor, sincerarnos así le dio confianza a ella y así dimos el siguiente paso, ella empezó a llegar a casa bien cojida todos los dias al llegar a casa me decía mira cornudo lo que traigo para ti, lo que traía era su panocha llena de mecos del afortunado en turno, ella se soltó y en su trabajo su jefe se la cojia, también sus compañeros de trabajo, ella me dijo un día que se quería cojer a mi jefe, para el día del cumpleaños de mi mujer invité a mi jefe a nuestra casa donde no llego ningún invitado más, solo mi jefe mi mujer vestida muy provocativa y yo, tal y como lo planeamos fingi se me pasaron las copas y me quedé “dormido” mientras mí mujer seducía a mi jefe, desde donde yo estaba ” dormido” no podía ver mucho pero escuchaba todo, como mi mujer se ofrecia con mi jefe y como la hacía gemir, ya con más confianza ella empezó a cojer con gente más cercana, ya se la han cojido mi hermano, mis primos, casi todos mis amigos, varios vecinos, como que se corrió la voz de lo puta que era mi mujer que en el barrio donde vivimos todos se la quieren cojer, yo se que soy señalado por todos como cornudo, pero a mí no me molesta al contrario, me agrada sentirme señalado como cornudo, a pesar de que mi mujer se había acostado con muchos dandome una de las mejores satisfacciones de mi vida de ser cornudo, yo no estaba satisfecho del todo, pues todos sabían que yo era un cornudo, pero nadie sabía que yo estaba enterado de que se cojian a mi esposa, yo fantaseaba con que mi esposa me pusiera los cuernos delante de mi, que me tratara como poco hombre delante de su cojedor, sentirme muy humillado por ella y por el, así se lo propuse a ella, pero no quería yo que eso pasará con alguien que me conociera, ella me dijo eso quieres pendejo, quieres que te humille delante un hombre de verdad, que sepan que eres un mariconcito, pues si así lo quieres te lo tendras que ganar, me dijo que el vendedor de donde ella trabaja es un hombre maduro como de 50 años, que ella se da cuenta que la desea pero aunque ella se muestra coqueta con el, el es muy respetuoso y no hace caso de las insinuaciones de ella, que ella está un poco obsesionada con el por qué es un hombre negro y que ella siempre ha fantaseado ser cojida por un hombre negro y eso hombre negro grande, fuerte y musculoso hacia que se mojara cada que fantasea con el, que se imagina que tiene una verga bien grande, me dijo con el estoy dispuesta a complacerte en eso que quieres, pero con la condición de que tu cómo el poco hombre que eres, y como buen cornudo vayas con el y me ofrezcas con el y lo traigas a la casa , si logras eso yo me portare como tú quieras que me porte, me dijo me voy a meter a bañar mientras tú vas y lo convenses, ándale pinche maricon que esperas para ir por el, no me quedo de otra que dirigirme a donde trabaja mi mujer y hablar con el velador, cuando llegue el se mostró desconfiado pues no me conocía, le saludé y me presenté, le dije que era el esposo de Josefina la secretaria, al ubicarme se portó amable, yo no sabía cómo abordar el tema, y fui al grano soportando la vergüenza y humillación , le dije que mi esposa me había platicado de el, que el la veía con deseo, el me dijo que ella era muy atractiva pero que el nunca le había faltado al respeto, yo le dije que ella me comentó que fantaseaba ser cojida por un hombre negro y que estaba deseosa de ser cojida por el, el escuchaba sin interrumpir ni decir nada, yo le dije que yo tenía problema de erección y me era imposible satisfacer a mi mujer, prácticamente se la ofrecí, el dijo que si yo no tenía problema el con todo gusto le haría el favor, me preguntó que cuando y yo le respondí ahorita, dijo esta bien, cerró todo muy bien con llave y se subió a mi carro, yo de reojo lo veía, era un hombre enorme como de 1.90 muy musculoso, llegamos a mi casa, mi mujer no podía creer que lo convencí, mi esposa solo vestía ligueros medias y tacones como única vestimenta, todo lo respetuoso de ese hombre desapareció, y se mostró super dominante, le dijo así que la puta quiere verga negra, el se desnudó dejando ver una verga enorme, fácil más de 20 cm y muy gruesa y eso que todavía la tenía medio dormida, ella al ver la vergota, me dijo mira cornudo este si es un hombre, no como tú, me llamo a su lado y me dijo que me sacara mi verguita para que el viera que yo no era hombre, la verdad que me sentí bien humillado, pues una cosa es que ella me tratara así en privado y otra delante de él, tímidamente me acerque y bajé mi pantalón, el me vio con las pantaletas puestas y soltó una carcajada, más se burló de mi cuando baje la pantaleta y saqué mi verguita toda dormida por la humillación, ella me puso a un lado de el, su verga mas grande y gruesa que un pepino con unos huevotes enormes que le colgaban y yo a su lado con mi verguita bien chiquita y delgadita más chica que mi dedo meñique, era algo grotesco la comparación, el dijo que un niño de 8 años la tenía más grande que yo, ella cayó de rodillas frente a él y le pasaba la lengua por toda la cabezota de su verga, le lamía los huevotes negros yo a escaso medio metro viendo todo, ella fiel a su promesa de humillarme frente a el, me dijo mira cornudo maricon como me va a cojer un hombre de verdad, le pidió a él que me humillara y el muy obediente me dijo que yo era una basura, que siempre se le habían antojado las nalgas de mi mujer, que no entendía como una mujer como ella estuviera con alguien tan poca cosa como yo, ella disfrutaba escuchar como el me humillaba, el decía que mi esposa era mucha hembra y que el sería su macho, ella será mi puta decía yo solo decia sí señor así será, el me ordenó que le mamara la panocha a mi mujer para lubricarla para el, y ella me dijo que esperás pendejo que no oyes lo que él te esta ordenando,yo presuroso fui a lamerle la panocha a mi mujer mientras ella le chupaba la vergota a el, el dijo mira este pinche maricon se ve bien con pantaletas, pero se veria mejor con los labios pintados y con tacones como tú, le dijo a ella, entonces ella me dijo si oiste maricon en el cajón de mi cómoda hay medias y ligueros, también te pones un brasier y lo rellenas con algo, te pones una de mis pelucas y minifalda, y te maquillas te pintas los labios pues te quiero ver qué le mames la verga a el, obedecí y muy humillado me acerque a ellos como una mujercita, ella al verme se burló y me dijo pinche maricon serás una puta como yo, y le pediré a el que te coja, me obligó a mamarle la verga a el, el negro se cojio a mi mujer como nadie la había cojido, ella me hizo ponerme en cuatro y me enbarro un gel en el ano , el levantó la minifalda y me metió la vergota, yo hasta lloré de dolor, desde ese día ese negro se convirtió en el córneador de planta, mi esposa sigue cojiendo con muchos pero el es favorito y yo soy muy feliz de ser un cornudo sumiso.
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