Esa mañana de domingo sabría lo que en realidad mi santa madre, quejándose de un sorpresivo dolor de cabeza desde la noche anterior, iba a realmente a hacer ese día.
Mi padre había salido de casa para ir a misa como solía hacer todas las mañanas de domingo, yo dormía y mi madre se había quedado reposando, recuperándose de su repentino y preocupante malestar, al menos eso dijo que haría...
De repente una pesadilla me despertó y entredormida me fui a la habitación de mis padres. Dios, lo que vi ahí me impactaría para el resto de mi vida: a mi santa madre se la estaban culeándo duramente, el jardinero se estaba metiéndo una gruesa y venosa verga por la cola, y ella pedía más.
Yo miré, atiné a socorrerla pero enseguida me daría cuenta que mi madre quería eso y le gustaba mucho. Y me quedé viendo como esa masa de carne invadía a mi mami por el ojete, todo lleno de aceitito. "Rompéme el culo, soy muy puta, muy..." decía mi mami, "sssí, puta de mierda, te voy a romper el orto y llenártelo de leche" decía el jardinero Esteban.
No pude ver más luego de largos minutos de bombeo anal interrumpido de la colita de mi madre, y me fui a acostar, pensando en esa escena increíble. Luego de un rato, me dormí y al despertar horas después, por lo increíble de la escena que había visto bien temprano, pensé que lo que había visto no era más que otro sueño horrible.
Me fuí a lavar los dientes, me miré a la espejo un rato, pensativa, caliente y curiosa, llevé una mano por mis tetitas despacito hasta mi virginal concha, que ya había acariciado tímidamente con asiduidad desde un tiempo antes, pero siempre con mucha culpa, y pero ésta vez fui más allá y metiéndo mi mano por detrás, debajo de la bombacha, me acaricié ese pequeño agujerito. Saqué la mano de ahí, me escupí dos dedos y me acaricié la colita así de nuevo, traté de meter la yema del dedo mayor así ensalivado, en el ano, mientras me miraba al espejo, tan caliente como nunca lo había estado, "Dale, puta de mierda" me murmuré mirándome al espejo mientras me entraba por la colita con mis pequeños dedos.
Pídan, rueguen la continuación, jojo.
Es un relato viejo, lo encontré por ahí y espero que les guste.
Mi padre había salido de casa para ir a misa como solía hacer todas las mañanas de domingo, yo dormía y mi madre se había quedado reposando, recuperándose de su repentino y preocupante malestar, al menos eso dijo que haría...
De repente una pesadilla me despertó y entredormida me fui a la habitación de mis padres. Dios, lo que vi ahí me impactaría para el resto de mi vida: a mi santa madre se la estaban culeándo duramente, el jardinero se estaba metiéndo una gruesa y venosa verga por la cola, y ella pedía más.
Yo miré, atiné a socorrerla pero enseguida me daría cuenta que mi madre quería eso y le gustaba mucho. Y me quedé viendo como esa masa de carne invadía a mi mami por el ojete, todo lleno de aceitito. "Rompéme el culo, soy muy puta, muy..." decía mi mami, "sssí, puta de mierda, te voy a romper el orto y llenártelo de leche" decía el jardinero Esteban.
No pude ver más luego de largos minutos de bombeo anal interrumpido de la colita de mi madre, y me fui a acostar, pensando en esa escena increíble. Luego de un rato, me dormí y al despertar horas después, por lo increíble de la escena que había visto bien temprano, pensé que lo que había visto no era más que otro sueño horrible.
Me fuí a lavar los dientes, me miré a la espejo un rato, pensativa, caliente y curiosa, llevé una mano por mis tetitas despacito hasta mi virginal concha, que ya había acariciado tímidamente con asiduidad desde un tiempo antes, pero siempre con mucha culpa, y pero ésta vez fui más allá y metiéndo mi mano por detrás, debajo de la bombacha, me acaricié ese pequeño agujerito. Saqué la mano de ahí, me escupí dos dedos y me acaricié la colita así de nuevo, traté de meter la yema del dedo mayor así ensalivado, en el ano, mientras me miraba al espejo, tan caliente como nunca lo había estado, "Dale, puta de mierda" me murmuré mirándome al espejo mientras me entraba por la colita con mis pequeños dedos.
Pídan, rueguen la continuación, jojo.
Es un relato viejo, lo encontré por ahí y espero que les guste.
3 comentarios - Despertar adolescente, matinal y anal