Los que me conocen saben que tengo cola grande y bastante tetas , casi siempre estoy con minifaldas, vestidos o licras, eso vuelve locos a todos a mi alrededor.
Mi auto se descompuso y tuve que usar transporte público, ese dÃa vestÃa una minifalda y una blusa escotada negra, obviamente era observada por todos, subà al subte d los que lo usan saben que esa lÃnea en las mañanas está a reventar.
Detrás de mi venia un tipo, gordo, feo de la cara, yo no soy muy fijada en el aspecto fÃsico pero este tipo estaba horrible, como pude subà al vagón, el subió detrás de mà y la gente nos empujó hasta el fondo.
Poco a poco este sujeto se fue pegando más a mÃ, hasta darme arrimones cada que podÃa, yo al principio me moleste, pero lo deje que disfrutara de mÃ, ya que vanidosamente supuse que nunca estarÃa con una mujer como yo, pero este tipo era un degenerado, con su mano me apretaba mi pierna y la metÃa descaradamente debajo de mi falda, me comenzó a apretar las nalgas, yo no decÃa nada, admito que me dio un poco de pena, pero las caricias que me daba, me estaban haciendo más ameno el viaje.
¡Pero fue subiendo de nivel, puso sus manos en mi ingle y comenzó a dirigirse a mi vagina! Yo totalmente nerviosa volteaba para ver que nadie se diera cuenta de eso, me hizo un lado mi tanga y me comenzó a meter sus dedos, ¡qué asco! Pensé en ese momento, querÃa golpearlo con toda mi fuerza, él se pegaba más a mÃ, ¡mi cuerpo poco a poco comenzó a rendirse y me comencé a humedecer!
Sus dedos jugaban mi clÃtoris, yo mordÃa mis labios para no gemir y toda nerviosa miraba a mi alrededor, ¡lo increÃble es que nadie se percataba de lo que sucedÃa!
Baje mi mano y comencé a acariciarle su pene, era normal, pero ya estaba totalmente duro, lo masturbe por encima de su pantalón, él estaba tan excitado que sentà como bajo su cierre ¡dios mÃo que vas a hacer!
¡Me hizo un lado la tanga y asà sin más me comenzó a penetrar! Yo miraba a todos lados, él se empujaba hacia mà y me la dejaba ir poco a poco, yo toda nerviosa mordÃa mis labios para no gemir, la adrenalina estaba a tope, me daban ganas de golpearlo y al mismo tiempo de moverme más, él estaba gozando, los movimientos del subte ayudaban a la penetración, ¡yo miraba a mi alrededor y nadie se percataba de lo que sucedÃa! sin contar que estaba re lleno el subteÂ
No aguante más la excitación y comencé a mover suavemente mis caderas, disimuladamente me pegaba a él, el ya sudaba me apretaba la nalga, sentà como se llenaban sus testÃculos, ¡dios mÃo se iba a venir dentro de mÃ! QuerÃa quitarme, ¡pero también querÃa recibir su lÃquido!
¡El me apretó las piernas y comenzó a llenarme de su leche! Yo me mordÃa mis labios y también escurrà un poco, se quedó pegado hasta que llegamosÂ
, ¡el muy infeliz me la saco y se limpió con mi pierna!
El salió primero yo me esperé un poco para limpiarme el semen, salà y el solo me miro me sonrió y se fue.
Ese dÃa llegue al baño de mujeres de la empresa y casi casi me bañe, aunque admito que fue una experiencia maravillosa.
Mi auto se descompuso y tuve que usar transporte público, ese dÃa vestÃa una minifalda y una blusa escotada negra, obviamente era observada por todos, subà al subte d los que lo usan saben que esa lÃnea en las mañanas está a reventar.
Detrás de mi venia un tipo, gordo, feo de la cara, yo no soy muy fijada en el aspecto fÃsico pero este tipo estaba horrible, como pude subà al vagón, el subió detrás de mà y la gente nos empujó hasta el fondo.
Poco a poco este sujeto se fue pegando más a mÃ, hasta darme arrimones cada que podÃa, yo al principio me moleste, pero lo deje que disfrutara de mÃ, ya que vanidosamente supuse que nunca estarÃa con una mujer como yo, pero este tipo era un degenerado, con su mano me apretaba mi pierna y la metÃa descaradamente debajo de mi falda, me comenzó a apretar las nalgas, yo no decÃa nada, admito que me dio un poco de pena, pero las caricias que me daba, me estaban haciendo más ameno el viaje.
¡Pero fue subiendo de nivel, puso sus manos en mi ingle y comenzó a dirigirse a mi vagina! Yo totalmente nerviosa volteaba para ver que nadie se diera cuenta de eso, me hizo un lado mi tanga y me comenzó a meter sus dedos, ¡qué asco! Pensé en ese momento, querÃa golpearlo con toda mi fuerza, él se pegaba más a mÃ, ¡mi cuerpo poco a poco comenzó a rendirse y me comencé a humedecer!
Sus dedos jugaban mi clÃtoris, yo mordÃa mis labios para no gemir y toda nerviosa miraba a mi alrededor, ¡lo increÃble es que nadie se percataba de lo que sucedÃa!
Baje mi mano y comencé a acariciarle su pene, era normal, pero ya estaba totalmente duro, lo masturbe por encima de su pantalón, él estaba tan excitado que sentà como bajo su cierre ¡dios mÃo que vas a hacer!
¡Me hizo un lado la tanga y asà sin más me comenzó a penetrar! Yo miraba a todos lados, él se empujaba hacia mà y me la dejaba ir poco a poco, yo toda nerviosa mordÃa mis labios para no gemir, la adrenalina estaba a tope, me daban ganas de golpearlo y al mismo tiempo de moverme más, él estaba gozando, los movimientos del subte ayudaban a la penetración, ¡yo miraba a mi alrededor y nadie se percataba de lo que sucedÃa! sin contar que estaba re lleno el subteÂ
No aguante más la excitación y comencé a mover suavemente mis caderas, disimuladamente me pegaba a él, el ya sudaba me apretaba la nalga, sentà como se llenaban sus testÃculos, ¡dios mÃo se iba a venir dentro de mÃ! QuerÃa quitarme, ¡pero también querÃa recibir su lÃquido!
¡El me apretó las piernas y comenzó a llenarme de su leche! Yo me mordÃa mis labios y también escurrà un poco, se quedó pegado hasta que llegamosÂ
, ¡el muy infeliz me la saco y se limpió con mi pierna!
El salió primero yo me esperé un poco para limpiarme el semen, salà y el solo me miro me sonrió y se fue.
Ese dÃa llegue al baño de mujeres de la empresa y casi casi me bañe, aunque admito que fue una experiencia maravillosa.
11 comentarios - nuevamente gozando en el subte , pasa por llevar minifalda
exitarme
mi primera vez fue con una paraguaya yo chico y ella mas grande que yo no les importa nada las amo