Luego de un tiempito he vuelto escribir. Acá pueden leer mis post anteriores http://www.poringa.net/farachuchata/posts aunque este no tiene connotación con lo anterior sino que es una historia nueva.
Hace un mes aproximadamente asistí a un cumpleaños del hijo de un amigo. Era un evento familiar en una quinta a todo trapo. Una especie de mansión con pileta, cancha de fútbol, un quincho inmenso y unos amplios vestuarios masculinos y femeninos. Mas de una hectárea de verde puro.
Mucha pareja con hijos, un par de grupo de chicas y chicos de 30 años y mucha gente grande, padres, tíos, abuelos, etc. Ademas estaba el personal del catering, limpieza y los cuidadores de la casa. Y como no pierden detalle de nada a la hora de festejos, para dicha fiesta, los anfitriones habían decido contratar a una fotógrafa profesional. Una chica muy bonita, de pelo marrón rojizo, 1.60 mts y un cuerpito con unos pechos y cola muy interesante que engalanaban sus encantos.
Como les digo, no soy un tipo al que a simple vista te mueras por besarlo pero con el correr del tiempo empiezo a utilizar la palabra y la simpatía y logro un efecto muy interesante en el sexo opuesto.
La fiché al toque ni bien entré al lugar junto a una pareja amiga. Eramos de los primeros en llegar asi que saludamos a los pocos que habian con beso y abrazo, incluido la fotógrafa, que ademas era amiga de la esposa de mi amigo.
Luego de eso transcurrió un rato largo sin verla, luego me enteré que era porque estaba haciendo la sesión con el bebé, y en los pocos cruces que hubo, no se dio ni siquiera una devolución de miradas.
Pasaron las horas y el alcohol fue haciendo efecto en la gente, si bien no era un descontrol, dado que son bastante tranqui, había baile alrededor de la pileta, trencito y demás.
La fotógrafa vestía un short de esos cortitos, de jean claro, cortado casi al ras de su cola y una remerita suelta negra, que dejaba apreciar el vaivén de sus tetas en su caminar. Un espectáculo digno de una visión detenida.
Previo a eso, en un acercamiento a la barra me topé con ella, y ya habíamos charlado un rato, de lo lindo del día, de la fiesta, de los tragos, compartimos una humorada sobre los chetos que había en la fiesta, todo sin el mas mínimo rasgo de conquista sexual, hablábamos y reímos, pero ya se haba generado un vinculo de confianza efímera que me validaba la tirada de chistes y guiños cómplices en cada cruce posterior.
Al rato el alcohol seguía estragos y ya estábamos todos cantando a los gritos y haciendo pogo con temas de cumbia. La fotógrafa, llamémosla Micaela, se sumaba con nuestro grupo de chicos y chicas y filmaba con su cámara en alto.
En un momento medio que tambaleo para caer, debido al movimiento brusco de la ronda de saltos, y justo la abrace con una mano desde la cadera y parte de la cola y evité que se caiga de espalda al piso.
Por la velocidad del atrape, nadie noto la situación salvo nosotros dos. "Uhh casi me mato y hago un papelón, me salvaste" me dice al toque que se reincorporaba y me da un tierno beso en el cachete.
"De nada, perdón que te agarré así, pero pensé en vos y en la cámara jeje" tiré haciéndome el gracioso para minimizar la manoteada de orto en la atajada.
"Gracias a vos por agarrarme firme jeje. Uff si, vale una fortuna esta y es nueva. Te debo una". Me tiro al irse porque la llamaban para una foto con unos recién llegados. Maldije ese momento a pleno.
Quedé al palo mal con esa frase que me retumbaba y no imaginaba la situación para cobrármela.
Nos cruzamos un par de veces luego de eso y hubo risas y hasta un choeque de palmas, pero no más que buena onda.
Por suerte, los centros que te tira el destino son increíbles, porque un buen rato más tarde, casi al atardecer, justo cuando voy a agarrar una cerveza, me dice mi amigo que no hay más y que si por favor podía ir a buscar al freezer de la casa que se encontraba a 30 metros del quincho y la pileta.
Sali así como estaba, short y musculosa, en búsqueda de esa birra fría. Al entrar a la casa, me encuentro con Mica, que salía de uno de los cuartos donde había ido a buscar una lente especifica para su cámara.
"Hola, que alegría verte con vida" le digo a las carcajadas, ya medio copete, aclaro.
"Hola, ahora te cruzo en todos lados, será que tengo que pagarle al deuda a mi ángel guardián? jeje" me dice mientras se ríe y poniéndose de espalda apoya su bolsito sobre la barra de la cocina y deja caer un estuche.
Sabiendo que no tenía muchas otras oportunidades, puse primera y aceleré. Me acerqué desde atrás y la apoyé sutilmente, mientras al oído le dije "No se si soy un ángel, pero tengo ganas de cogerte toda y hacerte ver las estrellas". Ella se quedó un segundo inmóvil, y ahí pensé, se pudre todo acá y me tengo que volver a dedo 70 km, pero por suerte, ella entendió todo. Se paró, si dejar de estar apoyada por mi, y me djio tirándo su cabeza hacia atrás: "Haceme lo que quieras, te debo una", giró y me comió la boca apasionadamente. Mis manos empezaron un recorrido furioso por su cola, su espalda, sus piernas, ella no se quedaba atrás y me aferraba a su beso con su mano en mi nuca y me acariciaba la pija con la otra por encima de la malla. Todo ahí en la barra de la cocina.
En un rapto de lucidez, me avivó que estábamos ahí cerca de una ventana y le digo que agarre las cosas y vaya para el garage cubierto, que por cierto ahí estaba el freezer. La seguí al instante. Al llegar, cerré la puerta que conectaba la casa con el lugar y empezamos a tranzar desaforadamente, ella ya metía su mano por dentro de mi short y me sobaba la verga con ganas. Yo tenía una mano dentro de su pantaloncito, jugando con su tanga y la cola, y la otra por delante, desabrochando los botones y acariciando su hermosa conchita depilada.
Los gemidos eran intensos cuando dejaba de besarla y contemplaba el goce que provocaban mis dedos que entraban y salian de su cuevita y ya le habían robado un lindo orgasmo.
Mica ya había bajado mi short y me pajeaba con ganas, hasta que sin mediar palabra, se agachó de golpe y se metió mi verga de una en la boca. Me miraba socarronamente y le pasaba la lengua de arriba a abajo, con huevos incluidos. Se golpeaba en la cara, y se ponía muy contenta al ver que mi verga ya estaba dura como un mástil. "Que hermosa chupada de pija, putita" le decía yo mientras le hacia una colita en su pelo y la apretaba contra mi chota. "Mmm Si! Soy putita cuando se lo merecen" me respondía mientras hacia un intervalo de una gran garganta profunda. Era toda una experta en dicha labor.
Yo estaba a nada de acabar, entonces la levanté de los pelos y se lo hice saber. "Pará que te quiero coger y me vas a dejar seco", le decía con la voz ya desfigurada por el placer y la adrenalina de ser descubierto.
"Me encantaria tener todo esto adentro, pero ya tenemos que volver allá y no me quiero ir sin mi premio", me respondió bajando a chuparme la verga de nuevo, dejando al aire sus tetas y pajeándome con la lengua afuera. "Dame toda tu lechita, dale, Angel Guardián" con una voz de trola que me ponía a mil.
No demoré mucho en cumplir su pedido y le bañé la cara y parte de sus pechos con mi espesa leche. "Hummm, que buen premio me llevo" me dijo mientras se limpiaba con una franela naranja que había en una repisa del garage.
Al toque escuchamos un ruido en el comedor, reaccionamos rápido y ella se emprolijó y agarró sus cosas para dirigirse por la puerta del costado nuevamente hacia el sector del quincho, no sin antes decirme "Todavía te debo una".
Yo fui al baño, me pegué una lavada rápida, agarré el pack de birras del freezer y me dirigí nuevamente a la fiesta.
Si hubo algo más con la fotógrafa? Se los contaré próximamente...
Hace un mes aproximadamente asistí a un cumpleaños del hijo de un amigo. Era un evento familiar en una quinta a todo trapo. Una especie de mansión con pileta, cancha de fútbol, un quincho inmenso y unos amplios vestuarios masculinos y femeninos. Mas de una hectárea de verde puro.
Mucha pareja con hijos, un par de grupo de chicas y chicos de 30 años y mucha gente grande, padres, tíos, abuelos, etc. Ademas estaba el personal del catering, limpieza y los cuidadores de la casa. Y como no pierden detalle de nada a la hora de festejos, para dicha fiesta, los anfitriones habían decido contratar a una fotógrafa profesional. Una chica muy bonita, de pelo marrón rojizo, 1.60 mts y un cuerpito con unos pechos y cola muy interesante que engalanaban sus encantos.
Como les digo, no soy un tipo al que a simple vista te mueras por besarlo pero con el correr del tiempo empiezo a utilizar la palabra y la simpatía y logro un efecto muy interesante en el sexo opuesto.
La fiché al toque ni bien entré al lugar junto a una pareja amiga. Eramos de los primeros en llegar asi que saludamos a los pocos que habian con beso y abrazo, incluido la fotógrafa, que ademas era amiga de la esposa de mi amigo.
Luego de eso transcurrió un rato largo sin verla, luego me enteré que era porque estaba haciendo la sesión con el bebé, y en los pocos cruces que hubo, no se dio ni siquiera una devolución de miradas.
Pasaron las horas y el alcohol fue haciendo efecto en la gente, si bien no era un descontrol, dado que son bastante tranqui, había baile alrededor de la pileta, trencito y demás.
La fotógrafa vestía un short de esos cortitos, de jean claro, cortado casi al ras de su cola y una remerita suelta negra, que dejaba apreciar el vaivén de sus tetas en su caminar. Un espectáculo digno de una visión detenida.
Previo a eso, en un acercamiento a la barra me topé con ella, y ya habíamos charlado un rato, de lo lindo del día, de la fiesta, de los tragos, compartimos una humorada sobre los chetos que había en la fiesta, todo sin el mas mínimo rasgo de conquista sexual, hablábamos y reímos, pero ya se haba generado un vinculo de confianza efímera que me validaba la tirada de chistes y guiños cómplices en cada cruce posterior.
Al rato el alcohol seguía estragos y ya estábamos todos cantando a los gritos y haciendo pogo con temas de cumbia. La fotógrafa, llamémosla Micaela, se sumaba con nuestro grupo de chicos y chicas y filmaba con su cámara en alto.
En un momento medio que tambaleo para caer, debido al movimiento brusco de la ronda de saltos, y justo la abrace con una mano desde la cadera y parte de la cola y evité que se caiga de espalda al piso.
Por la velocidad del atrape, nadie noto la situación salvo nosotros dos. "Uhh casi me mato y hago un papelón, me salvaste" me dice al toque que se reincorporaba y me da un tierno beso en el cachete.
"De nada, perdón que te agarré así, pero pensé en vos y en la cámara jeje" tiré haciéndome el gracioso para minimizar la manoteada de orto en la atajada.
"Gracias a vos por agarrarme firme jeje. Uff si, vale una fortuna esta y es nueva. Te debo una". Me tiro al irse porque la llamaban para una foto con unos recién llegados. Maldije ese momento a pleno.
Quedé al palo mal con esa frase que me retumbaba y no imaginaba la situación para cobrármela.
Nos cruzamos un par de veces luego de eso y hubo risas y hasta un choeque de palmas, pero no más que buena onda.
Por suerte, los centros que te tira el destino son increíbles, porque un buen rato más tarde, casi al atardecer, justo cuando voy a agarrar una cerveza, me dice mi amigo que no hay más y que si por favor podía ir a buscar al freezer de la casa que se encontraba a 30 metros del quincho y la pileta.
Sali así como estaba, short y musculosa, en búsqueda de esa birra fría. Al entrar a la casa, me encuentro con Mica, que salía de uno de los cuartos donde había ido a buscar una lente especifica para su cámara.
"Hola, que alegría verte con vida" le digo a las carcajadas, ya medio copete, aclaro.
"Hola, ahora te cruzo en todos lados, será que tengo que pagarle al deuda a mi ángel guardián? jeje" me dice mientras se ríe y poniéndose de espalda apoya su bolsito sobre la barra de la cocina y deja caer un estuche.
Sabiendo que no tenía muchas otras oportunidades, puse primera y aceleré. Me acerqué desde atrás y la apoyé sutilmente, mientras al oído le dije "No se si soy un ángel, pero tengo ganas de cogerte toda y hacerte ver las estrellas". Ella se quedó un segundo inmóvil, y ahí pensé, se pudre todo acá y me tengo que volver a dedo 70 km, pero por suerte, ella entendió todo. Se paró, si dejar de estar apoyada por mi, y me djio tirándo su cabeza hacia atrás: "Haceme lo que quieras, te debo una", giró y me comió la boca apasionadamente. Mis manos empezaron un recorrido furioso por su cola, su espalda, sus piernas, ella no se quedaba atrás y me aferraba a su beso con su mano en mi nuca y me acariciaba la pija con la otra por encima de la malla. Todo ahí en la barra de la cocina.
En un rapto de lucidez, me avivó que estábamos ahí cerca de una ventana y le digo que agarre las cosas y vaya para el garage cubierto, que por cierto ahí estaba el freezer. La seguí al instante. Al llegar, cerré la puerta que conectaba la casa con el lugar y empezamos a tranzar desaforadamente, ella ya metía su mano por dentro de mi short y me sobaba la verga con ganas. Yo tenía una mano dentro de su pantaloncito, jugando con su tanga y la cola, y la otra por delante, desabrochando los botones y acariciando su hermosa conchita depilada.
Los gemidos eran intensos cuando dejaba de besarla y contemplaba el goce que provocaban mis dedos que entraban y salian de su cuevita y ya le habían robado un lindo orgasmo.
Mica ya había bajado mi short y me pajeaba con ganas, hasta que sin mediar palabra, se agachó de golpe y se metió mi verga de una en la boca. Me miraba socarronamente y le pasaba la lengua de arriba a abajo, con huevos incluidos. Se golpeaba en la cara, y se ponía muy contenta al ver que mi verga ya estaba dura como un mástil. "Que hermosa chupada de pija, putita" le decía yo mientras le hacia una colita en su pelo y la apretaba contra mi chota. "Mmm Si! Soy putita cuando se lo merecen" me respondía mientras hacia un intervalo de una gran garganta profunda. Era toda una experta en dicha labor.
Yo estaba a nada de acabar, entonces la levanté de los pelos y se lo hice saber. "Pará que te quiero coger y me vas a dejar seco", le decía con la voz ya desfigurada por el placer y la adrenalina de ser descubierto.
"Me encantaria tener todo esto adentro, pero ya tenemos que volver allá y no me quiero ir sin mi premio", me respondió bajando a chuparme la verga de nuevo, dejando al aire sus tetas y pajeándome con la lengua afuera. "Dame toda tu lechita, dale, Angel Guardián" con una voz de trola que me ponía a mil.
No demoré mucho en cumplir su pedido y le bañé la cara y parte de sus pechos con mi espesa leche. "Hummm, que buen premio me llevo" me dijo mientras se limpiaba con una franela naranja que había en una repisa del garage.
Al toque escuchamos un ruido en el comedor, reaccionamos rápido y ella se emprolijó y agarró sus cosas para dirigirse por la puerta del costado nuevamente hacia el sector del quincho, no sin antes decirme "Todavía te debo una".
Yo fui al baño, me pegué una lavada rápida, agarré el pack de birras del freezer y me dirigí nuevamente a la fiesta.
Si hubo algo más con la fotógrafa? Se los contaré próximamente...
6 comentarios - Fui un ángel guardián 📸😉