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Esa noche, esa excusa

Finalmente el día había llegado.


Habíamos acordado que hoy pagaría una deuda por una falta menor o apuesta que nadie se acuerda cuál fue. Era todo una excusa, una dulce excusa para poder escaparnos de la rutina. Tanto de la del trabajo, como la de la vida mundana.


Si bien yo estaba soltero, jugaba bajo tus reglas de mujer casada, con su vida privada muy lejos del escrutinio de otros, pero pasando un mal momento de pareja. Cosas que suelen suceder...


Había pasado un tiempo desde que empezamos a acercarnos y ambos nos sorprendimos por lo que el otro aportaba fuera del ambiente de laburo. No nos teníamos así. No pensamos que hubiera piel... y las chispas y calor resultantes.


Miradas, caricias, chistes en 2do o 3er sentido fueron desplegando esas ganas que debían estar escondidas ante todos, y ante nosotros mismos, hasta que llegara el momento de confirmar todo y que explote el universo.


Este era el día. Esta era la noche.


Esa noche, esa excusa


Cerveza, pizzas servidas, la tele con alguna serie de Netflix para llenar algún hueco conversacional...


Después de risas, después de cenar, uno cerca del otro, nos sentamos en el sillón y cual película ochentera de adolescentes pase mi brazo por tu hombro, reclinándote sobre mí.


cama


Sonrisas y más risas fueron llevándonos por el buen camino, y solo necesitábamos una mínima chispa paraprender aquellos barriles de pólvora seca que habíamos juntado sin cuidado alguno, casi como queriendo que pueda suceder algún accidente.


placer


Ni bien hubo un roce, se concedió un beso, Netflix paso a un triste 5to plano de inacción, y los cuerpos se abalanzaron uno sobre el otro. Había tantas ganas restringidas entre tanto tiempo, con tantas excusas inventadas para no desatarlas, que finalmente surgió cual Vesubio encolerizado, quemando con su lava implacable todo a su paso.


sofa


Mis manos inquietas recorriendo la ropa, sondeando y reconociendo las curvas de tu cuerpo, tus manos en mi rostro, sujetándomelo mientras tu boca me come sin cesar, sin piedad.
Nuestra respiración se volvió violenta, agitada, ahogada por los movimientos de uno contra el otro,respondiendo a nuestros deseos desatados por fin.


fantasia


encuentro


La ropa va desapareciendo quien sabe a dónde, y así como estabas, sentada sobre mí, te sujeto de la cola,levantándote en el aire, caminando sin dejar de besarte, camino a la cama.


En la oscuridad y con el ruido indescifrable de aquello que originalmente mirábamos en la tele desde la otra habitación, nos deshicimos de los pantalones, de todo aquello que obstaculizara reconocernos y explorarnos a fondo.


Mi boca comenzó a besar la tuya, para escapar impune a recorrer tu cuerpo, partiendo desde el cuello, tus pechos, tu abdomen, tus muslos, condecorado con tus gemidos libres.


netflix


Mi lengua rozo jugando con tus labios, tus manos se apoyaron en mi pelo, y cuando mis labios se posaron sobre tu clítoris, los gemidos se detuvieron repentinamente y tus manos se aferraron a mi pelo. Lo bese tiernamente, para presionarlo suavemente, succionarlo y dejarlo deslizar muy despacio hasta liberarlo.


ficcion pero no ficcion


La tele seguia sola


Tus jadeos volvieron a la vida y tu rostro estaba ebrio de placer. Mi lengua en su totalidad lamio tus labios,hasta volver a tocar tu sensible clítoris, arrancándote un gemido más fuerte.


Los vecinos aplaudian


Tus manos ya sujetaban fuerte mi cabeza, casi forzándome a tu deseo de besarme, de pedirme más, de tenerme dentro tuyo.


Nunca fui de negarme sin razones,y no encontraba ninguna para resistirme a semejante espectáculo de mujer disfrutando de placer, sobre todo cuando yo era el culpable de ese placer. En un círculo vicioso, ese placer provocado, me otorgaba más placer...


Mi glande rozo tu punto débil,ese delicado punto, tu mojado clítoris, tentándote y sintiendo como represalia tus dedos hundirse en mi piel. Quizás alguna uña haya dejado marca... pero era más el placer que cualquier dolor que haya podido sentir en el momento.


Esa noche, esa excusa


Tu calor fue envolviéndome mientras que tu rostro se desdibujaba, tu gemido ahogado me hacía desbordar de locura y placer, suavemente mientras lentamente tus labios me recibían.


Tus piernas se envolvieron en mi cadera, y luego comenzaste a moverte en un ritmo que marcabas, poseyéndome. Vos dictabas las reglas nuevamente. Tu mirada perdida buscaba la mía mientras me cojias, mientras ambos volábamos de ese placer que nos estaba haciendo adictos...


cama


En esa cama finalmente nos encontramos, uno tendido al lado del otro, con los corazones latiendo frenéticos, relajados, contentos, cansados, entregados... riéndonos de nuevo luego de retomar el aliento, cómplices de esas noches donde nos encontramos y nos entregamos...


placer

4 comentarios - Esa noche, esa excusa

Lola0028 +2
Me encantó!! Me imaginé todo!
LucMatterhorn +1
Espero haya tenido el efecto esperado...!!! Gracias por pasar, por los puntos y feliz año hermosa!!!
Neegramilf +1
Uuuufffff
LucMatterhorn
Gracias por pasar, leer, los puntos y comentar hermosa!!! Feliz añoooo
Pervberto +1
Delicada reconstrucción de un crescendo imparable.
LucMatterhorn +1
Gracias por pasar y tomarse el tiempo en disfrutar!
Lujisex +1
Por favorrrrr...👏👏👏👏
LucMatterhorn
Muchisimas gracias seño... su aprobado significa la envidia de la clase 😉
Lujisex +1
@LucMatterhorn usted es muy aplicado!