Nunca sabes de que eres capaz hasta que llega el momento en el que no hay vuelta atrás, llevaba días con una sola idea en la cabeza, quería que mi mujer estuviera con otro hombre, luego de quince años de matrimonio la idea llegó a través de unos vídeos porno que vi por curiosidad, nunca lo había pensado, porque en mi vida había querido compartir a mi mujer, eso de ser cornudo no es lo mio pensé, entré más vídeos vi más ganas tenía de intentarlo.
Había un gran problema como imaginaran, mi mujer nunca estaría con otro hombre, pues es una mujer devota del hogar y de las buenas costumbres, además con dos hijos nunca pondría en riesgo nuestra relación por una aventura, no encontraba la manera de que aceptara, sabía muy bien que la respuesta sería ¡No!
Luego estuve pensando en la manera de que no pudiera negarse y en un lapso de locura se me ocurrió fingir que estábamos siendo amenazados a cambio de dinero, compré algunos chips del celular mandar mensajes al de mi mujer y al mió para hacer parecer que en verdad teníamos problemas, utilizaba la aplicación de Uber para aparcar autos frente a la casa con el pretexto de que recogeríamos a una persona y luego fingía que cancela en el último momento a través de una llamada falsa o mensaje y le indicaba posteriormente al conductor que me llevará a otra parte para evitar sospechas.
No fue difícil hacer creer a mi mujer que estábamos en problemas reales, luego los mensajes se volvieron más amenazantes con información personal, yo fingía estar muy preocupado y hasta que un día desaparecí por unas horas sin avisar, le pague a un hombre (claro que pensaba que era una broma) para que me ayudara a hacer una llamada a mi mujer y le pidiera rescate por mi, no sin antes indicarle que no llamara a la policía, porque la estaban vigilando y con mi estrategia del Uber mi mujer estaba convencida de eso. El rescate consistía en hacer una transferencia bancaria en una cuenta y hacer varias recargas de saldo a diferentes números de celular, la cantidad no era muy grande, pero si algo significativa.
Luego de unas horas llegué a casa, mi mujer estaba muy angustiada y le conté que no fue un secuestro como tal, sino que un auto me detuvo y dos hombres se acercaron a mi auto, me dijeron que no hiciera ninguna tontería y que escuchará con atención, parecían policías le dije y estaban armados, aunque nunca se identificaron, me pidieron bajar del auto y me pidieron mis documentos, le dije también que se llevaron mi identificación, que me quitaron el dinero que llevaba conmigo y celular (aunque este me lo regresaron más tarde). Luego me pidieron que manejara hasta un estacionamiento de un centro comercial mientra me seguían y al llegar sólo me dijeron que esperara mientra hacían unas llamadas, después de unos minutos me dijeron que me fuera del lugar no sin antes decirme que esto era sólo una advertencia y que juntará una importante cantidad de dinero que por supuesto no tenía, le dije a mi mujer que me dieron detalles precisos sobre nosotros y nuestros hijos, además de darme sólo tres días para juntar el dinero.
Convencí a mi mujer de no llamar a la policía por las sospechas que tenía de que estos hombres eran parte de ella y me comprendió, pasados los tres días llamaron a mi celular (un desconocido al que le pague), me pidieron que buscara a mi mujer y que pusiera el altavoz, los niños no estaban así que momento perfecto (que coincidencia ¿no?). Bueno una vez que estábamos atentos el hombre misterioso dijo lo siguiente:
"Escucha con atención, somos gente peligrosa, pero no queremos hacerles daño, sólo estamos necesitando de su apoyo para poder mantener la organización ¿tienes el dinero que te pedimos?"
Conteste negativamente.
"Mira amigo, esto no es un juego, ya sabemos todo sobre ustedes y si no temen por ustedes, teman por sus hijos"
Rápidamente le dije que sólo pudimos juntar la mitad y que me diera más tiempo para vender el auto o algo más.
"No, no mi amigo, eso no se va a poder, bueno mira... ¿con quién estás ahora?"
Respondí que estaba con mi mujer.
"Bueno perfecto, pon el altavoz, mire señora no se preocupe que no va a pasar nada, ni a usted, ni a su marido y menos a sus hijos, pero tienen que cooperar ¿tienen el dinero o no?"
Mi mujer angustiada le contestó que no.
"Bueno, bueno veamos si nos podemos entender ¿tienen la mitad del dinero verdad? pues bueno hagamos esto... Yo le acepto la mitad del dinero y la otra parte la pongo yo para pagarle al patrón, pero eso no es gratis ¿me entiendes?"
Mi mujer preguntó que era lo que quería y la respuesta la dejó helada.
"Quiero tenerte para mí preciosa mientras tu marido te mira como la puta que eres ¿cómo ves? eso es todo y se acaba el problema, tiene mi palabra"
Mi mujer me volteó a ver y le pedimos tiempo para responder y sólo nos dio treinta minutos para ello, luego de ese tiempo volvería a llamar. Era un hecho no podíamos llamar a la policía y no podíamos juntar el resto del dinero, me encargué de que mi mujer fuera consciente de esto y le deje algo muy claro, amor no podemos dejar que les hagan algo a los niños, esto es serio. Mi mujer me dijo que pensaba aceptar y que la perdonara. El tiempo terminó y le dimos nuestra respuesta, nos dijo que nos vería en dos días y que el resto me lo diría directamente a mí y que mi mujer sólo debía acatar las indicaciones que yo le daría.
Las cosas fueron así:
1. El hombre me pidió que en la casa estemos presentes solamente mi mujer y yo.
2. Pidió que mi mujer usara lencería para la ocasión.
3. Que mi mujer estuviera arreglada.
4. Que el dinero estuviera listo en un sobre.
5. Que yo debía ser atado a una silla para evitar que hiciera alguna tontería.
Le comuniqué esto a mi mujer y sin darnos cuenta llegó el día y la hora acordada, me acerqué a mi mujer para corroborar que estuviera lista, ya estaba con su sexy lencería y estaba muy nerviosa. De repente se escuchó el timbre de la casa y comenzaba la pesadilla, me dirigí a abrir la puerta, deje pasar al chico (un chico que se dedica a dar placer a mujeres que contraté para la ocasión).
Nota: Le dije al chico que le contrataba para estar con mi mujer, que ella era sumisa y que en está ocasión tendríamos un juego de rol en el que yo experimentaría como tenían sexo duro con ella frente a mí, le dije que no se preocupara si mi mujer se resistía en momentos o salía alguna lagrima, porque era parte del juego y por increíble que parezca me dijo que esto era algo muy normal y que no me preocupara, mientras que a mi mujer le dije que me había dicho que si se resistía o no lo complacía lo pagaríamos caro.
Luego de mi advertencia procedió a atarme a la silla, debo confesar que esto fue para evitar que de verdad yo hiciera una locura, me daba mucho morbo la situación, pero odio la idea de compartir a mi mujer y todo este teatro lo arme para hacer realidad esa fantasía, aún si yo quería desistir al final, me obligué a mi mismo a terminar esto que empecé.
Mi mujer se acerco para sentarse en la cama para poder comenzar con esta aventura y finalmente yo no tenía más que hacer que presenciar en primera fila lo que pasaría con mi mujer.
El chico comenzó a recorrer el cuerpo de mi mujer con sus manos, esa hermosa lencería que nunca a usado conmigo ahora estaba siendo usada para satisfacer a un hombre que no conocía y yo sólo miraba expectante.
Mis ojos no podían creer lo que veían, un hombre estaba besando a mi mujer en los labios, no sé si aplica lo mismo para los hombres, pero ¿qué no se supone que las prostitutas no besan en la boca? y aunque le advertí a mi mujer que no se resistiera y que debía satisfacerlo no estaba seguro si lo estaba disfrutando.
Ahí estaba mi mujer con las tetas al aire siendo manoseado por un hombre que no conoce mientras yo la observo ¿cómo rayos llegamos a esto?
Había llegado el momento de mayor temor y encontrarme con mis demonios, sólo había dos caminos, me volvería loco de arrepentimiento por lo que he provocado y asumiría las consecuencias de mis actos o me volvería loco de placer ante tal acontecimiento. El chico empujo por sorpresa a mi mujer y le retiro las bragas para comenzar a penetrarla.
El chico se sacó el miembro mientras mi mujer esperaba, nunca pregunté por el tamaño cuando le contraté, pero el chico estaba bien dotado debo admitir.
Finalmente ocurrió, el chico penetró a mi mujer por primera vez, ella hizo tenues intentos de impedirlo, pero no se resistió y el chico la forzaba a clavarse el resto de su miembro al arrastrarla hacia él y yo seguía mirando, debo admitir que me hirvió la sangre, pero no hice nada, sentía mucha excitación al verlo, eso sí.
A partir de aquí observe como penetraban a mi mujer con fuerza, ella intentaba no gemir de placer por respeto a mí, pero no lo conseguía y no la culpo después de ver la fuerza e intensidad de las penetraciones y ese miembro que sin duda era más grande que el mio.
Imagino que al chico le voló la cabeza el cuerpo de mi mujer, porque se veía realmente excitado, ya que en ningún momento le pedí alguna interacción especial en este trabajo, pero de repente penetraba con fuerza a mi mujer y le dijo "Ahora eres mi puta" y siguió penetrándola con fuerza al tiempo que lo hacia cada vez con mayor fuerza.
La situación se estaba saliendo de control y por primera vez caí en cuenta de algo, yo estaba atado a la silla ¿qué podría impedir que este chico hiciera lo que quisiera con mi mujer y luego desaparecer para siempre? quiero decir, mi mujer nunca podría ganarle en fuerza y estaría completamente indefensa. El chico seguía diciendo "eres una puta, te gusta que te vean ¿verdad zorra?, grita zorra, grita, sólo para esto sirves" Ya la cosa estaba mal, comenzó a penetrarla con tal fuerza que por primera vez mi mujer le pedía que parara, le decía "para por favor, me haces daño" y él continuaba envistiendo a mi mujer hasta que levanté la voz y le ordené que parara y por fortuna lo hizo, se puede decir que volvió en sí.
Él siguió penetrándola, pero con mucho menos intensidad que antes y pasaron a otras cosas, aunque la noche no había terminado.
Mi mujer comenzó a mamar esa enorme verga y yo sólo podía imaginar su rostro mientras la miraba a la distancia atado en mi silla.
Luego de pulir el miembro del chico al máximo era momento de volver a clavar dentro de mi mujer toda esa carne y yo miraba y miraba.
La rutina era la misma, él clavaba su miembro en ella para luego que mi mujer le volviera a comer la verga para volverla a penetrar.
Así estaban las cosas hasta que decidió que era momento de que mi mujer cabalgará sobre su enorme miembro para que sea ella la que deba declarar que desea ser penetrada por un hombre que no conoce. Fue lo más extraño, mi mujer subía y bajaba para clavarse esa verga por voluntad propia mientras gemía con fuerza y yo al verla recibir más placer del que yo aparentemente le he dado mi hizo preguntarme si realmente estaba disfrutando esto.
Mi mujer volvió a succionar su miembro como un bebé hambriento, ansioso de beber leche.
Volvió a penetrarla en perrito durante algunos minutos para luego posicionar a mi mujer como al inicio y la penetraba con fuerza, casi la misma que cuando le hacía daño, pero ahora no hubo suplicas para que parara el chico su embestida, sólo gemidos de placer que razonaban por toda la habitación.
Finalmente mi mujer tomo la verga del chico, se propuso hacerlo venirse con unas mamadas y cuando finalmente lo consiguió el chico dejó que todo cayera en la cara de mi mujer.
Sin más que hacer mi mujer se sentó en la orilla de la cama y el chico se vistió nuevamente, cuando terminó le pedí a mi mujer que tomará el sobre con el dinero y que se lo entregará, luego el chico contó el dinero y se fue sin decir ninguna palabra, ya pasado todo mi mujer se recostó en la cama y no hablamos más, hasta que le pedí que me desatará, me dijo que me pedía perdón, pero que nada de lo que vi que ella hizo era real, yo le dije que estaba bien que le creía.
Sinceramente no sé si creer a mi mujer, pero por mi parte debo decir que fue un mar de emociones, ver a mi mujer por primera vez con un hombre mientras estoy atado sin poder hacer nada, ver la excitación del chico y la innegable de mi mujer es algo que me voló la cabeza, sin embargo, aunque realmente me provocó excitación no creo que ser un cornudo sea lo mió, luego de esto envié un mensaje a mi celular diciendo que no volveríamos a ver más a este grupo y sólo dejaron este mensaje le dije a mi mujer.
"Gracias por su apoyo"
Espero que les gusté este texto si es así dejen sus puntos y comentarios, agregar a favoritos para traer más contenido y les recomiendo ver los que ya he subido con anterioridad, ojo que tomó en cuenta los puntos y comentarios en cada post para hacer más o dejar estos temas.
Había un gran problema como imaginaran, mi mujer nunca estaría con otro hombre, pues es una mujer devota del hogar y de las buenas costumbres, además con dos hijos nunca pondría en riesgo nuestra relación por una aventura, no encontraba la manera de que aceptara, sabía muy bien que la respuesta sería ¡No!
Luego estuve pensando en la manera de que no pudiera negarse y en un lapso de locura se me ocurrió fingir que estábamos siendo amenazados a cambio de dinero, compré algunos chips del celular mandar mensajes al de mi mujer y al mió para hacer parecer que en verdad teníamos problemas, utilizaba la aplicación de Uber para aparcar autos frente a la casa con el pretexto de que recogeríamos a una persona y luego fingía que cancela en el último momento a través de una llamada falsa o mensaje y le indicaba posteriormente al conductor que me llevará a otra parte para evitar sospechas.
No fue difícil hacer creer a mi mujer que estábamos en problemas reales, luego los mensajes se volvieron más amenazantes con información personal, yo fingía estar muy preocupado y hasta que un día desaparecí por unas horas sin avisar, le pague a un hombre (claro que pensaba que era una broma) para que me ayudara a hacer una llamada a mi mujer y le pidiera rescate por mi, no sin antes indicarle que no llamara a la policía, porque la estaban vigilando y con mi estrategia del Uber mi mujer estaba convencida de eso. El rescate consistía en hacer una transferencia bancaria en una cuenta y hacer varias recargas de saldo a diferentes números de celular, la cantidad no era muy grande, pero si algo significativa.
Luego de unas horas llegué a casa, mi mujer estaba muy angustiada y le conté que no fue un secuestro como tal, sino que un auto me detuvo y dos hombres se acercaron a mi auto, me dijeron que no hiciera ninguna tontería y que escuchará con atención, parecían policías le dije y estaban armados, aunque nunca se identificaron, me pidieron bajar del auto y me pidieron mis documentos, le dije también que se llevaron mi identificación, que me quitaron el dinero que llevaba conmigo y celular (aunque este me lo regresaron más tarde). Luego me pidieron que manejara hasta un estacionamiento de un centro comercial mientra me seguían y al llegar sólo me dijeron que esperara mientra hacían unas llamadas, después de unos minutos me dijeron que me fuera del lugar no sin antes decirme que esto era sólo una advertencia y que juntará una importante cantidad de dinero que por supuesto no tenía, le dije a mi mujer que me dieron detalles precisos sobre nosotros y nuestros hijos, además de darme sólo tres días para juntar el dinero.
Convencí a mi mujer de no llamar a la policía por las sospechas que tenía de que estos hombres eran parte de ella y me comprendió, pasados los tres días llamaron a mi celular (un desconocido al que le pague), me pidieron que buscara a mi mujer y que pusiera el altavoz, los niños no estaban así que momento perfecto (que coincidencia ¿no?). Bueno una vez que estábamos atentos el hombre misterioso dijo lo siguiente:
"Escucha con atención, somos gente peligrosa, pero no queremos hacerles daño, sólo estamos necesitando de su apoyo para poder mantener la organización ¿tienes el dinero que te pedimos?"
Conteste negativamente.
"Mira amigo, esto no es un juego, ya sabemos todo sobre ustedes y si no temen por ustedes, teman por sus hijos"
Rápidamente le dije que sólo pudimos juntar la mitad y que me diera más tiempo para vender el auto o algo más.
"No, no mi amigo, eso no se va a poder, bueno mira... ¿con quién estás ahora?"
Respondí que estaba con mi mujer.
"Bueno perfecto, pon el altavoz, mire señora no se preocupe que no va a pasar nada, ni a usted, ni a su marido y menos a sus hijos, pero tienen que cooperar ¿tienen el dinero o no?"
Mi mujer angustiada le contestó que no.
"Bueno, bueno veamos si nos podemos entender ¿tienen la mitad del dinero verdad? pues bueno hagamos esto... Yo le acepto la mitad del dinero y la otra parte la pongo yo para pagarle al patrón, pero eso no es gratis ¿me entiendes?"
Mi mujer preguntó que era lo que quería y la respuesta la dejó helada.
"Quiero tenerte para mí preciosa mientras tu marido te mira como la puta que eres ¿cómo ves? eso es todo y se acaba el problema, tiene mi palabra"
Mi mujer me volteó a ver y le pedimos tiempo para responder y sólo nos dio treinta minutos para ello, luego de ese tiempo volvería a llamar. Era un hecho no podíamos llamar a la policía y no podíamos juntar el resto del dinero, me encargué de que mi mujer fuera consciente de esto y le deje algo muy claro, amor no podemos dejar que les hagan algo a los niños, esto es serio. Mi mujer me dijo que pensaba aceptar y que la perdonara. El tiempo terminó y le dimos nuestra respuesta, nos dijo que nos vería en dos días y que el resto me lo diría directamente a mí y que mi mujer sólo debía acatar las indicaciones que yo le daría.
Las cosas fueron así:
1. El hombre me pidió que en la casa estemos presentes solamente mi mujer y yo.
2. Pidió que mi mujer usara lencería para la ocasión.
3. Que mi mujer estuviera arreglada.
4. Que el dinero estuviera listo en un sobre.
5. Que yo debía ser atado a una silla para evitar que hiciera alguna tontería.
Le comuniqué esto a mi mujer y sin darnos cuenta llegó el día y la hora acordada, me acerqué a mi mujer para corroborar que estuviera lista, ya estaba con su sexy lencería y estaba muy nerviosa. De repente se escuchó el timbre de la casa y comenzaba la pesadilla, me dirigí a abrir la puerta, deje pasar al chico (un chico que se dedica a dar placer a mujeres que contraté para la ocasión).
Nota: Le dije al chico que le contrataba para estar con mi mujer, que ella era sumisa y que en está ocasión tendríamos un juego de rol en el que yo experimentaría como tenían sexo duro con ella frente a mí, le dije que no se preocupara si mi mujer se resistía en momentos o salía alguna lagrima, porque era parte del juego y por increíble que parezca me dijo que esto era algo muy normal y que no me preocupara, mientras que a mi mujer le dije que me había dicho que si se resistía o no lo complacía lo pagaríamos caro.
Luego de mi advertencia procedió a atarme a la silla, debo confesar que esto fue para evitar que de verdad yo hiciera una locura, me daba mucho morbo la situación, pero odio la idea de compartir a mi mujer y todo este teatro lo arme para hacer realidad esa fantasía, aún si yo quería desistir al final, me obligué a mi mismo a terminar esto que empecé.
Mi mujer se acerco para sentarse en la cama para poder comenzar con esta aventura y finalmente yo no tenía más que hacer que presenciar en primera fila lo que pasaría con mi mujer.
El chico comenzó a recorrer el cuerpo de mi mujer con sus manos, esa hermosa lencería que nunca a usado conmigo ahora estaba siendo usada para satisfacer a un hombre que no conocía y yo sólo miraba expectante.
Mis ojos no podían creer lo que veían, un hombre estaba besando a mi mujer en los labios, no sé si aplica lo mismo para los hombres, pero ¿qué no se supone que las prostitutas no besan en la boca? y aunque le advertí a mi mujer que no se resistiera y que debía satisfacerlo no estaba seguro si lo estaba disfrutando.
Ahí estaba mi mujer con las tetas al aire siendo manoseado por un hombre que no conoce mientras yo la observo ¿cómo rayos llegamos a esto?
Había llegado el momento de mayor temor y encontrarme con mis demonios, sólo había dos caminos, me volvería loco de arrepentimiento por lo que he provocado y asumiría las consecuencias de mis actos o me volvería loco de placer ante tal acontecimiento. El chico empujo por sorpresa a mi mujer y le retiro las bragas para comenzar a penetrarla.
El chico se sacó el miembro mientras mi mujer esperaba, nunca pregunté por el tamaño cuando le contraté, pero el chico estaba bien dotado debo admitir.
Finalmente ocurrió, el chico penetró a mi mujer por primera vez, ella hizo tenues intentos de impedirlo, pero no se resistió y el chico la forzaba a clavarse el resto de su miembro al arrastrarla hacia él y yo seguía mirando, debo admitir que me hirvió la sangre, pero no hice nada, sentía mucha excitación al verlo, eso sí.
A partir de aquí observe como penetraban a mi mujer con fuerza, ella intentaba no gemir de placer por respeto a mí, pero no lo conseguía y no la culpo después de ver la fuerza e intensidad de las penetraciones y ese miembro que sin duda era más grande que el mio.
Imagino que al chico le voló la cabeza el cuerpo de mi mujer, porque se veía realmente excitado, ya que en ningún momento le pedí alguna interacción especial en este trabajo, pero de repente penetraba con fuerza a mi mujer y le dijo "Ahora eres mi puta" y siguió penetrándola con fuerza al tiempo que lo hacia cada vez con mayor fuerza.
La situación se estaba saliendo de control y por primera vez caí en cuenta de algo, yo estaba atado a la silla ¿qué podría impedir que este chico hiciera lo que quisiera con mi mujer y luego desaparecer para siempre? quiero decir, mi mujer nunca podría ganarle en fuerza y estaría completamente indefensa. El chico seguía diciendo "eres una puta, te gusta que te vean ¿verdad zorra?, grita zorra, grita, sólo para esto sirves" Ya la cosa estaba mal, comenzó a penetrarla con tal fuerza que por primera vez mi mujer le pedía que parara, le decía "para por favor, me haces daño" y él continuaba envistiendo a mi mujer hasta que levanté la voz y le ordené que parara y por fortuna lo hizo, se puede decir que volvió en sí.
Él siguió penetrándola, pero con mucho menos intensidad que antes y pasaron a otras cosas, aunque la noche no había terminado.
Mi mujer comenzó a mamar esa enorme verga y yo sólo podía imaginar su rostro mientras la miraba a la distancia atado en mi silla.
Luego de pulir el miembro del chico al máximo era momento de volver a clavar dentro de mi mujer toda esa carne y yo miraba y miraba.
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Mi mujer volvió a succionar su miembro como un bebé hambriento, ansioso de beber leche.
Volvió a penetrarla en perrito durante algunos minutos para luego posicionar a mi mujer como al inicio y la penetraba con fuerza, casi la misma que cuando le hacía daño, pero ahora no hubo suplicas para que parara el chico su embestida, sólo gemidos de placer que razonaban por toda la habitación.
Finalmente mi mujer tomo la verga del chico, se propuso hacerlo venirse con unas mamadas y cuando finalmente lo consiguió el chico dejó que todo cayera en la cara de mi mujer.
Sin más que hacer mi mujer se sentó en la orilla de la cama y el chico se vistió nuevamente, cuando terminó le pedí a mi mujer que tomará el sobre con el dinero y que se lo entregará, luego el chico contó el dinero y se fue sin decir ninguna palabra, ya pasado todo mi mujer se recostó en la cama y no hablamos más, hasta que le pedí que me desatará, me dijo que me pedía perdón, pero que nada de lo que vi que ella hizo era real, yo le dije que estaba bien que le creía.
Sinceramente no sé si creer a mi mujer, pero por mi parte debo decir que fue un mar de emociones, ver a mi mujer por primera vez con un hombre mientras estoy atado sin poder hacer nada, ver la excitación del chico y la innegable de mi mujer es algo que me voló la cabeza, sin embargo, aunque realmente me provocó excitación no creo que ser un cornudo sea lo mió, luego de esto envié un mensaje a mi celular diciendo que no volveríamos a ver más a este grupo y sólo dejaron este mensaje le dije a mi mujer.
"Gracias por su apoyo"
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5 comentarios - Mi Mujer Era La Única Que Podía Salvarnos