El poder del vino y atracción | Parte 1

Era una tarde de noviembre y un amigo me llamó para ir a tomar unos drinks con dos amigas en un bar porteño.
Cuando llego a la dirección me encuentro con un bar al aire libre donde había muy buena energía.
En una de las mesas estaba mi amigo con su amiga Flor tomando un buen vino malbec importado. Estaba con un vestido rojo y escotada. Ella de cara realmente es una princesa aunque a mí físicamente a mi no me atraía. (Detrás de esa cara de princesa ya escondía cierta picardía)
Mi amigo va al baño y mientras comienzo a hablar con ella y me doy cuenta que me tiraba onda y por respeto a mi amigo, yo pregunto donde estaba la amiga?
- Está por llegar - Dice la princesa Flor
- Tenés una foto para ver cómo es?
- Si.. pero no le digas que te la mostré!
De repente me muestra una foto de su amiga Cami en ropa interior con unas curvas infernales y con cara de picarona. El dedito índice mordiéndoselo. (Ya me volvió loco!)
A los 5 minutos veo a la misma chica de la foto y con un vestido negro escotado. Si, ahí pude confirmar la belleza de sus curvas. Cuñando se está acercando a la mesa la invito a sentarse a mi lado. Me saluda con un beso muy cariñoso cerca del labio.
- Hola, soy Camila.. la amiga de Flor.
- Soy Luciano! Qué bueno que viniste.
El vino que habíamos pedido se acabo y decidí pedir otro. El alcohol empezó a subir la temperatura de la conversación y ya Camila empezaba a tocarme el brazo. Me contaba que estaba estudiando en la gran ciudad y le parecía increíble.. también, se sentía libre y se permitía hacer cosas que en su ciudad no.
Entre charla y charla, decidí proponer y a la casa de mi amigo para seguirlo más en privado. Cami y Flor accedieron. Pedimos un Uber y yo viajaba atrás con las dos. Mi amigo, adelante.
Cami ya empezaba a mostrar señales de que estaba con ganas, yo aprovechaba y le tocaba suave la pierna. Mientras me dice al oído:
- Lucho, sos terrible! Acariciame que me gusta.
- Mmm. Tu piel a mí también.
- Ay. Me encanta como sos!
Llegamos a la casa de mi amigo y en la entrada, el seguridad nos preguntó de todo. Un poco más y pedía el ADN! Creo que el motivo de pararnos era para disfrutar de las dos chicas que estaban acompañándonos.
Entramos al departamento y abro otro vino importado. Brindamos entre los 4, las chicas felices y nosotros también.

Continuará....