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La Tetona ( . )( . ) mujer de mi amigo😈9

el final del último post:
No dije nada.
Se oyó la cisterna en el baño, Raúl estaría a punto de salir. Entonces cuando cesó el ruido de la cisterna Eva añadió:

- O igual te pido a ti que me hagas algo, quién sabe... todavía te debo que te corras como tú me pajeaste ayer... - añadió mirándome para luego apartar la vista y hundirse en su lectura.


Continuación:
Después de que me dijera aquello a mi me entró un cosquilleo tremendo por la polla. Esta tía era capaz de ponérmela dura en un segundo. Y eso que me había vaciado bien a gusto el día anterior. Ahí leyendo estaba como para tumbarla bocabajo y hacerle un trabajito, o más de uno.

Yo miré la tele y Raúl apareció en el salón de nuevo diciendo que vaya tela con su mujer y ese libro. En fin, nos pusimos a ver una peli y seguimos bebiendo cerveza, él y yo. Al cabo de unos veinte minutos Eva dijo que se iba a la cama, que seguiría leyendo allí. Yo pensé que igual estaba salida por lo que leía y se iba a frotar bien el coño a base de tanto Grey, jeje.

A saber si mi amigo luego tendría su ración de sexo... o quizás no. Me quedaría con la duda, desde luego.

- Ey, oye... qué pasa? que te vas y no te despides de nosotros? - dijo mi amigo al verla casi desaparecer por el pasillo.

Ella se paró un momento, se giró rápido y sus tetas se movieron al unísono. Tremendas. Y dijo:
- Hoy paso de besos, que ya os tengo muy vistos a los dos.


La Tetona ( . )( . ) mujer de mi amigo😈9


Yo reí y mi amigo dijo:
- Pues espero que a mí me tengas más visto que a Rober, porque si no... a ver qué significa eso...

Ella sonrió y se acercó a mi amigo, se inclinó, le dio un beso suave en los labios y le soltó:
- Tú me tienes muy vista, cariño. Este de aquí al lado - dijo refiriéndose a mí, claro- sólo me vio las tetas el otro día.



puta


Nos quedamos en silencio. Ella emitió una risita y se fue con su libro al dormitorio.

La hija de puta estaba jugando de maravilla. Y estaba seguro de que eso a mi amigo Raúl también le estaba poniendo cachondísimo.

- Vaya tela mi mujer, con el librito de marras - dijo una vez Eva se había marchado.
- Aprovéchate, tío - le dije yo mientras me bebía ya mi quinta o sexta cerveza.
- Sin duda, a ver qué me puede caer esta noche, jeje.

Al cabo de unos diez minutos ya estaba soñoliento, y seguía cachondo, así que me despedí de Raúl. Durante el puente de diciembre no iban a salir de vacaciones a ningún sitio. No había pasta suficiente. Le dije que yo les podía prestar algo pero rehusó. la idea de que saliéramos de escapada rural o parecido a algún sitio me atraía, pero Raúl me dijo que querían ahorrar un poco para las navidades.

Me fui.
Pasó la semana y no le envié nada a Eva, ella a mí tampoco, ni un mensaje.
Llegó el puente y yo no me había tocado la polla pensando en que me invitasen a cenar un día y yo aprovechase para llevar varias botellas de vino, o resguardándome para Gloria. Pero tuve un par de días difíciles en mi trabajo, y además me tuve que pasar por él el jueves y viernes. Una mierda.

Ya el viernes por la noche, al volver a casa, me llamó Raúl diciéndome que si el sábado no había quedado con ninguna tía que me fuese a cenar a su casa de nuevo, que era el cumpleaños de Eva y vendrían unos amigos. Me disculpé por haberme olvidado, tambien le eché la bronca por no habérmelo recordado antes, y le comenté que había tenido unos días difíciles en el curro y que menos mal que no fuimos a ningún sitio, porque me hubiera tenido que volver.

Raúl le quitó importancia al asunto. Tenía que comprarle algo a Eva. Por suerte sabía de algunas tiendas que nunca cerraban por el pueblo y alrededores en festivos. Así que el sábado fui a comprarle un regalo: un perfume y una funda puntera para su móvil, jeje tetona

El sábado a las ocho de la tarde era la cita. Seguro que habría bastante gente. Así que me puse una camisa, chaqueta, unos vaqueros, en plan semi-informal, y zapatos para ocasiones así... especiales pija

Cuando llamé a la puerta se oía algarabía dentro. Eva cumplía 36, muy bien puestos, como conté al inicio de este relato. Me abrió uno de los hermanos de mi amigo. Le saludé, a él y al resto que salían al paso, había también críos de familiares y amigos, claro. En total unos 14 invitados, tampoco tantas. Yo había llevado e botellas de vino, además de los regalos, para no quedarme corto, jeje. Mi amigo puso dos botellas en la despensa diciendo que esas las abriríamos más tarde los dos, y una la abrió.

Pregunté por la cumpleañera y ella salió de la cocina, que estaba acabando de preparar unos canapés. Estaba increíble. Se había puesto un vestido ceñido, con un escote... no muy grande, pero que le dejaba entrever el canalillo, de sobra, y sus dos pechos, bien apretados y encajados en la tela. El vestido era azul, con dos tirantitos, y le llegaba un poco por encima de las rodillas. Por encima de los hombros se había puesto un chal color crema.



infiel

Me vio, vino hacía mí y dijo:
- Mi amigo Robeeer, ven aquíiiii.
Yo me acerqué, le tendí los brazos y nos fundimos en un abrazo de unos segundos. Por mi me hubiera quedado así varios minutos, jejeje. No era plan. Sentía sus tetas contra mi pecho, dos enormes bolas de carne sexual apretada... palpitantes.

- Feliz cumpleaños, cariño - dije mientras le tendía los regalos.
- Oh, que bieeeen, no debiste, gracias!

Los abrió y le gustaron mucho. Comenzaron a hablarme algunos de los invitados. Mi amigo entre ellos. Eva siguió en la cocina con una de sus hermanas y una amiga.

Me llenaron una copa de vino.
Mi idea era quedarme allí hasta que me echaran...



En diez minutos ya estábamos todos pululando por la mesa llena de aperitivos, había de sobra para todos. Charlamos de cosas rutinarias de unos y otros. Los pequeños corrían de aquí para allá como si aquello fuera un cumpleaños de un niño. Mi amigo había comprado incluso una piñata. En fin, al cabo de dos horas comenzaron a irse los primeros invitados. Del vino habíamos pasado a algunas cervezas, yo había visitado ya el baño un par de veces. Los demás también. Dos de las botellas que yo había traido continuaban en la despensa de la cocina.

A destacar unos comentarios que las mujeres hicieron sobre mí. Una de las veces que fui a la cocina a por más botellines de cerveza, ellas (Eva, una hermana suya y dos de sus amigas) estaban retirando algunos platos para poner alguna cosa más y preparar la tarta y al verme llegar una de las amigas de Eva, la que estaba más salida (y que ya me tiró los tejos en la salida nocturna de hacía un par de semanas), dijo:

- Hooolaaa. Pero mira quién ha venido a vernoooos.
- No creo que haya venido a vernos - dijo la hermana de Eva-. O sí?

Y se acercaron a mí jugando a intimidarme.
Como yo suelo seguir la corriente en plan broma (cosa que me ha funcionado muchas veces, jejje) dije:

- La verdad es que sí. Estáis todas muy buenas, y aprovechando que vuestros maridos están en el salón... he venido a echar un vistazo a esos escotes y delanteras que os calzáis - dije mientras cogía unos botellines y posaba mis ojos en sus delanteras, para acabar con la vista en la delantera de Eva, jeje.

- Anda, mira que tío más avispado! - dijo la hermana de Eva mientras me rodeaba con el brazo el cuello.
- Y no tiene novia! - dijo Eva.
- Pues será porque no quiere, no? - dijo una amiga.
- Digamos... - dije-, que estoy bien así. Apagando fuegos.

Y al decir esto miré a Eva, que apartó ligeramente la vista sonriendo y bebiendo de su copa de vino, que le estaba durando más de lo normal.

- uuuuhhh - exclamaron todas -. No veas si debe apagar fuegooooos!!
- Para eso hace falta una buena mangueraaaaa, aaaahh, jajaja - comenzó a reírse una de sus amigas.

Se rieron y uno de sus maridos se asomó por la cocina para ver qué estaba pasando. Aproveché para evadirme y le dejé con el grupito. A mí quien me interesaba era Eva, desde luego.

Una vez se acabó la tarta los últimos invitados empezaron a irse. Como prácticamente todos venían con críos y en pareja, y yo no... me quedé hasta el final, sobre todo porque mi amigo Raúl insistió en que me quedase alegando que abriríamos las botellas de vino. Yo estaba muy a gusto. Y además entre ver a Eva así, ser su cumpleaños, y las bromas de todas en la cocina... estaba bastante cachondo.

Habíamos comido bastante por la tarde, habían acostado al peque. De modo que a eso de las 11 de la noche apenas si teníamos hambre. Íbamos ya por la mitad de una de las botellas de vino de las dos que estaban guardadas y estábamos los tres en la mesa. Ya habíamos recogido entre mi amigo, Eva, una pareja que se fueron los últimos y yo la cubertería, vasos y copas, de modo que estábamos charlando tan normal Raúl y yo, ya más afectado que yo por el alcohol, cuando soltó:

- No le he regalado nada a mi mujer.

Eva había ido al dormitorio a cambiarse y ponerse algo más cómodo, hacía calor, tenían encendida la calefacción, y yo me asaba con el jersey de cuello vuelto que llevaba.

- Vaya, tío. ¿Y eso? - dije mientras bebía de mi copa.
- Lo hemos acordado así, Rober - dijo, y sonrió-. Ya verás.
- Ya verás ¿qué?
- Ahora, cuando venga Eva...

A mí me dejó algo descolocado.
- Has bebido demasiado, tío - le solté-. Yo ni la mitad que tú.
- Bah, aguanto bien.
- Ya, ya, pero no sé, quieres abrir luego la otra botella... y no sé yo ¿eh?
- La abriremos, te la bebes tú, joder -dijo dando un sorbo.

Cuando Raúl bebía más de la cuenta no se ponía pesado, apenas se le notaba físicamente, salvo por el sueño que le entraba. Que podía llegar un punto en que se quedase frito en la primera silla que pillara, jaja.

Cogimos las copas, cogí la de Eva, que bebía con nosotros, y pasamos al sofá. Entonces llegó ella. Se notaba que hacía calor allí, porque apareció con un camisón rojo, de raso, de verano, corto, por la mitad de los muslos. Unas medias negras, semitransparentes, hasta por encima de las rodillas. Iba descalza. Y el escotazo del camisón, que debía tener un relleno de realce, le hacía unos pechos como nunca antes los había visto.




cornudo




Tosí una vez mientras sostenía mi copa, fue una tos nerviosa. Como no dando crédito. Mi amigo miraba la tele, yo aparté la vista de Eva, que había aparecido en el salón y ni tan siquiera me había mirado. Vino hasta el sofá, se sentó a mi izquierda (recordad que yo siempre me siento en el centro) y subió sus pies al sofá, se encogió de esa forma y se abrazó las rodillas. Yo pensé de momento que si estuviera enfrente le podría ver las bragas, el tanga... o el coño, si no llevaba nada.





La Tetona ( . )( . ) mujer de mi amigo😈9
¿Dónde está mi copa? - dijo-. Ah, ahí.
Y alargó el brazo para cogerla de la mesilla. La miré de reojo y bebí de mi copa otra vez.

Luego hizo algo que no acabé de creerme. Mientras sostenía la copa con su mano izquierda, la derecha... la que estaba más pegada a mí, la bajó lentamente por su pierna, se la metió en la entrepierna mientras veía la tele y la movió allí, en el centro...
... ¡se estaba tocando el coño!
La miré. Mi amigo miraba la tele, como ajeno a todo.
Luego Eva subió su mano y se la acercó a la cara, a la boca. Se metió dos dedos... y relamió. Me llegó su olor, su olor a coño, y mi lengua recordó el sabor de su coño de hace una semana. Me empalmé al instante.

- Mmm... - dijo.
Luego me miró y sonrió mientras bajaba su mano al sofá.
Yo, sorprendido, giré bruscamente la cabeza y miré a mi amigo.
Y él, sin dejar de mirar la tele. Sonrió, se llevó el último sorbo de su copa a los labios, luego dijo:

- Voy a descorchar la última botella - y salió a buscarla a la cocina.



Una vez desapareció por la puerta de la cocina me giré hacia Eva y le pregunté agitado:

- Qué es todo esto, tía?
Eva sonrió y emitió una risita que ahogó en un segundo.

- Nada, nada, hijo - aclaró mirándome, estaba con el puntito del vino ya-, probablemente Raúl no te ha contado nada y me ha dejado a mí que te lo cuente.
- Que me cuentes qué?
- Le pedí un regalo de cumpleaños.
- Bien, eso es normal, es tu cumpleaños - dije sin saber muy bien adonde quería llegar, aunque se me pasaron mil cosas por la cabeza, y todas tenían que ver conmigo-. Cuál es ese regalo? qué has pedido?

Ella volvió a sonreir. Se llevó la mano otra vez a la entrepierna, entrepierna que mantenía cerrada y sólo la abría lo justo como para meter su mano en ella y tocarse el coño.

- Vas a ser testigo - dijo.
- Testigo - dije yo-... testigo de qué? no me pongas nervioso.

Raúl estaba tardando más de la cuenta en volver con la botella descorchada. EMpecé a pensar que lo hacía de forma premeditada.

- Testigo de mi deseo de la otra noche, esa en la que te tuviste que marchar por... la incomodidad que surgió aquí, en este salón.
- Joder, Eva... - exclamé mientras mi polla cobraba volumen dentro de los vaqueros.

Esta vez era yo el sorprendido, no me esperaba en absoluto nada de esto. No sabía qué demonios habían podido hablar entre los dos en los últimos días, Eva parecía más lanzada, no sabía si por todo en general, si por los tres libros esos de Grey que se había leído, por sus amigas o yo que sé. El caso es que estaba flipando sentado en aquel sofá donde tantas veces me había imaginado follándome a la mujer de mi amigo.

Bebí de mi copa, ya no quedaba nada. Ella lo hizo de la suya, y Raúl no volvía.

- En qué va a consistir mi papel en todo esto? - pregunté de un tirón.
- Lo tengo ya definido - dijo poniendo un tono de madame de burdel caro.

Luego depositó la copa ya vacía en la mesa y añadió:
- Raúl está de acuerdo, aunque a saber si va a poder, porque con lo que ha bebido... igual lo necesitaba. Yo mejor ya no bebo más, ya es suficiente por hoy -dijo, y se llevó el par de dedos (los que había tenido en la entrepierna hasta ahora) a la boca.

Luego me miró ¡y me los acercó a los labios! Empujó un poco y me los metió en la boca. Los relamí, sabían a su coño y a su saliva... mi polla se revolvió en mis boxers, deseando salir.

- me encanta esto - acerté a decir mientras ella me quitaba los dedos de la boca.
- Lo sé, y más que te encantan estas dos - y me puso las tetas delante, apretándolas con los brazos, juntándolas. Pero sin llegar a salirle los pezones.




puta
Luego rió y dijo:
- Esto que te voy a decir va muy en serio: no te atrevas a pasarte, ni un ápice, sigue mis instrucciones, y las de Raúl, eso si puede hablar, que a saber lo que se ha bebido esta tarde. Esta noche tú eres el sumiso. Si haces algo que me perjudique o nos perjudique... se acaba todo.

Yo asentí sin decir palabra, no es que estuviera nervioso o asustado. Simplemente no daba crédito.

- Voy a buscarle a la cocina - dijo mientras se apoyaba suavemente con una mano en el paquete abultado de mis pantalones, lo que hizo que me estremeciera aún más.

Yo estaba por sacármela... "hija de puta", pensé. Eso no lo había hecho nunca... Se levantó y se fue a buscar a mi amigo. Oí algo, estaban hablando. Me levanté sigiloso y me acerqué a la puerta de la cocina, estaba abierta. Sólo pude pillar algo:

"... (...) y ya está" - dijo ella.
"y lo ha entendido, no?"
"Sí... (... ) porque también podías haberle adelantado algo tú." - dijo ella.
" (...) tiene experiencia (...) ... con otras... (...), espero que lo cumpla"
"Sí, cariño (...)... sabes el morbo que me da... (...) No hará nada que no hayamos hablado" - acabó Eva.
"Le has calentado?" - preguntó él.
"Le he (...) y también rozado el paquete"
"No te habrás pasado...! porque... (...)"
"Nada más" - dijo ella.

Luego volví a mi sitio de puntillas, tenía la polla dispuesta a lo que fuera. No sabía del todo qué habían decidido, pero lo que me aguardaba no sería nada malo... y parecía que lo tenían todo planeado.

Me senté en el sofá, al cabo de un minuto escaso aparecieron. Mi amigo no traía la botella de vino. Ni siquiera pregunté por ella, ya no quería beber, quería disfrutar de lo que fuera.

Raúl se acercó y se sentó en su sitio. Eva se puso delante de nosotros y dijo:
- Rober, levántate y coge aquella silla de la mesa, girala un poco, de cara al sofá, y sientate en ella.
- Está bien - dije-. Y lo hice.

Luego fue Raúl quien habló, mientras su mujer se sentaba en mi sitio, a su lado. Y comenzaba a quitarle a él la camisa, botón a botón, y de vez en cuando me miraba.

- He decidido concederle a mi mujer un regalo de cumpleaños - dijo él.

Yo permanecí callado.

- Algo parecido... a lo que iba a tener lugar la otra vez que ella bebió demasiado. Aunque ahora soy yo el que ha bebido un poco de más, jaja.
- Aguantas de sobra, Raúl - dije sonriendo y dandole animos de alguna forma.
- El caso es... que ella quiere que tú veas... cómo lo hacemos. Que seas testigo, como en las bodas, jajaja, pero aquí. Y oye, he accedido por una cosa...
- Por qué? - pregunté directamente.
- porque según me ha dicho... - dijo mirándola mientras Eva ya se dirigía a la cremallera de los pantalones de mi amigo -, va a dejar que me corra en su cara y en su boca ¿verdad, cariño?

Eva me miró con cara de disfrute mientras ponía su cara a centimetros de distancia del paquete abultado de mi amigo, que ya asomaba por sus calzoncillos, los pantalones ya bajados, y la camisa abierta.

Cuando Eva me miró debió distinguir mi cara de sorpresa, de no dar crédito. Así que la muy puta sonrió abiertamente mientras pasaba su boca por los calzoncillos abultados de Raúl. Era su venganza, que viera cómo mi amigo, su marido, era el primer tío que se le corría en la cara y en la boca. Estaba sorprendido, cabreado y empalmado a la vez. No podía creer todo aquello, y que mi amigo hubiera accedido. Estaba claro que le iba el morbo, y que también confiaba plenamente en mí. No sabía a qué juegos se había dejado llevar por su mujer, sin duda Raúl iba in crescendo también por esa compañera de trabajo cachonda que tenía, Susana. Y tmb por todo lo que yo le había contado de mis andanzas de cama en los últimos años...

Pregunté:
- y yo qué debo hacer?
- Todo lo que te digamos - dijo Eva echada en el sofá, mientras se bajaba dos tirantes del camisón, sin dejar ver la totalidad de sus tetas aún.

No quise preguntar nada más, me moría de ganas de sacarme la polla y pajearme allí mismo, hasta que me digasen que la podía usar de otra forma... me moría de ganas de follarme a Eva, de oirla partirse a embestidas y gritos bajo mi empuje... pero no podía ni debía precipitar nada, y no preguntar. Así que me callé.

- Vas a empezar por mirarnos -dijo mi amigo, que estaba más afectado que Eva y que yo por el vino.
- Vas a ver cómo le saco la polla a tu amigo y le pego varios lametazos - dijo ella.





Continuará...

2 comentarios - La Tetona ( . )( . ) mujer de mi amigo😈9

Si-Nombre
Excelente Post muy bueno gracias por compartir