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Una noche para el recuerdo – Parte I (A pedido)

Una noche para el recuerdo – Parte I (A pedido)


   Hace un tiempo me contactó Candy (@HardCaandy) para preguntarme si podía escribir un relato sobre una anécdota que vivieron hacía ya un tiempo y que les había encantado. No era el primer pedido que recibía por lo que decidí animarme. A medida que me iban contando el relato de lo sucedido, me entusiasmé muchísimo y me dejé llevar un poco por la imaginación para recrear dichas secuencias en mi mente. Así fui pasmando en un escrito todo lo que me contaron, con la idea de que ellos pudieran revivir su propia experiencia de la mejor manera posible.
   Esta historia le sucedió a ellos, a @HardCaandy y todas las fotos y gifs que se encuentran en el post les corresponden a ellos y son de su autoría. Pueden ir a su perfil y seguirlos, no se van a arrepentir. Son una pareja muy copada y caliente que los va a dejar con ganas de más.



Una noche para el recuerdo – Parte I
   Por alguna razón cuando salí de casa esa noche un escalofrío recorrió mi cuerpo a pesar de que la temperatura era elevada. Jony, mi novio, me propuso ir a cenar algo tranqui para salir un poco de la rutina de comer en casa y yo acepté pensando que iba a ser una noche como cualquiera, con una comidita elaborada en algún bar de la ciudad y con algo de alcohol para después llegar a casa y divertirnos un rato juntos. Lo que no me imaginaba era que los planes que había hecho en mi cabeza iban a terminar siendo completamente distintos a lo luego sucedió. Lo que no sabía era que esa noche iba a vivir una de las experiencias más excitantes y estimulantes de mi vida y que todo iba a ser completamente improvisado.
   Mi nombre es Candy, tengo 30 años y estoy de novia con Jony hace ya varios años. No voy a hondar mucho en nuestra relación ya que sería imposible describir todos estos años de noviazgo en tan solo un párrafo. Todos los abrazos, todas las conversaciones, todos los recuerdos, todos los besos, todas las peleas, todos y cada uno de los momentos atesorados son y serán parte de nosotros como pareja. Sin embargo esa noche nos definió para siempre. La historia que voy a contar a continuación sucedió hace ya cuatro años, pero la recuerdo como si hubiese sido ayer. Pues es uno de esos momentos atesorados que tengo junto a Jony y… Y bueno, ya se van a enterar!
   Jony me pasó a buscar esa noche por casa y lo recibí con un vestido negro bien ajustado y algo corto que dejaba volar la imaginación. A él le encanta cuando me visto de esa manera y es por eso que esa noche pensé en sorprenderlo con ese atuendo que apenas me llegaba hasta la cola. Su mirada lo dijo todo. Fuimos hasta el bar donde íbamos a comer esa noche, nos sentamos, pedimos algo para comer y tomar y dejamos que la noche calurosa se fuera apoderando del tiempo. Con Jony tenemos plena confianza y nos contamos todo, yo sé de sus locuras y él sabe de mis deseos más profundos. En todos estos años construimos una relación bastante firme y sólida que se basa sobre todo en la confianza, es por eso que cuando alguno de los dos desea algo, nos lo decimos con el fin de poder complacer nuestros deseos.


pete


   El primer deseo que surgió en nuestra relación fue uno que yo atraía desde hacía ya varios años, uno que no había podido cumplir a pesar de haberlo intentado en alguna que otra oportunidad: Tener un trío con otro hombre. A Jony la idea le generó dudas pero también le prendió algo en su interior que nos llevó a terminar viviendo una hermosa experiencia con otro hombre que fue más que complaciente para los dos. Desde ese entonces no pudimos parar y todos nuestros deseos empezaron a hacerse realidad, nos animamos a seguir ampliando nuestro abanico sexual y nos dejamos llevar por la lujuria hasta vivir momentos sumamente placenteros entre los dos. Esa noche recordamos algunas de esas experiencias sin saber que esa misma noche… Bueno, ya se van a enterar que pasó!
   Terminamos de comer bastante temprano por lo que en vez de volvernos a casa en ese momento como era planeado decidimos ir a otro bar a tomar unas cervezas y a jugar al pool. El ambiente era más caótico, la música sonaba más fuerte y el calor se hacía sentir en ese lugar. Jony compró unas cervezas y elegimos una mesa para juagar el primer partido. Ni bien entré al bar tuve la sensación de que algunos de los hombres presentes se daban vuelta para observarme, pero no fue hasta que me recosté sobre la mesa de pool para dar el primer tiro que comprobé que de verdad lo hacían para verme. El vestido negro se me levantó un poco dejando la parte baja de mi cola al descubierto y ni bien me di cuenta me lo acomodé sin antes mirar a mi novio y reírme. Él, en vez de ponerse celoso, alzó el pecho orgulloso de que su novia fuera de golpe el centro de atención.


auto


   El bar se iba llenando cada vez con más gente, el juego se iba poniendo más interesante, la música sonaba aún más fuerte y la cerveza empezó a pasar como agua. Entre tiro y tiro, Jony y yo intercambiábamos miradas que mezclaban competencia con algo de deseo. Entre la muchedumbre se escondían algunos ojos pícaros que me miraban y apreciaban como de a poco me iba liberando con cada sorbo de cerveza y como de golpe dejó de importarme que su vestido se levantara a cada momento. En un momento mi novio quedó parado exactamente detrás de mí y me atreví a refregar mi cola en su cintura y pude apreciar cómo frente a nosotros dos hombres me observaban sin ningún disimulo y como se les caía la baba al verme. De golpe tuve que contener el impulso de agarrarlo a Jony del cuello de la remera y de cogérmelo sobre la mesa de pool. Y menos mal que no me dejé llevar por ese impulso porque esa noche… Bueno, ya falta poco para que se enteren lo que pasó!
   Cuando nos dimos cuenta se habían hecho las dos de la mañana y ya empezábamos a notar los efectos del alcohol en nuestros cuerpos. El calor hacía que la ropa empezara a sentirse algo incómoda. Volví a pasar frente a mi novio pero en esa oportunidad le di un beso en el cuello bien largo y pronunciado, un beso húmedo que sin dudas lo volvió loco. Él me miró con deseo y me tomó por la cintura seguramente con intenciones de comerme la boca pero en ese momento lo detuve y le dije que tenía ganas de ir a bailar. Por suerte para mí, en frente del bar donde estábamos había un boliche conocido de la ciudad y tardamos tan solo unos segundos en cruzar la vereda para encontrarnos del otro lado.
   Lo primero que me di cuenta es que el alcohol había hecho bastante efecto en mí. Cuando subimos la escalera para ir a la barra del primer piso noté que el vestido volvía a levantarse y que dejaba al descubierto gran parte de mi cola. Como Jony caminaba atrás de mí decidí regalarle esa vista y en medio de la escalera giré la cabeza para observar que él me miraba desconcertado con cara de baboso. Seguí subiendo con una sonrisa en la boca y tratando de disimular un poco el hecho, pero sin dejar de regalarle a mi novio un primer plano de mi cola que tanto le gusta.


paja


   Cuando llegamos arriba fuimos a la barra que estaba más al fondo, la más oculta del lugar, y luego de pedir algo para tomar nos pusimos a bailar un poco alejados del resto de la gente. Si hay algo que me encanta es dejar mi cuerpo libre cuando estoy bailando con mi novio. Me dejo llevar por el momento, libero mi cuerpo al máximo y dejo que él disfrute de quien soy. Esa noche no fue la excepción y si a eso le sumamos que en ese momento me encontraba muy borracha, era evidente que mi objetivo principal era calentar a Jony al máximo posible. Me di vuelta y luego de que él pasara sus manos por mi cintura yo apoyé mi cola nuevamente sobre su cuerpo y sentí como él se estimulaba refregando su bulto contra mi cola. Sentía su respiración en mi cuello y sus manos calientes recorrer mis caderas.
   - Amor... Mirá disimuladamente a la derecha.- Me dijo de golpe al oído casi en un susurro que apenas pude oír con el alto volumen de la música.
   Sin dejar de mover mi cuerpo y llevando una de mis manos hasta mi pelo, giré lentamente la cabeza y aprecié como tres chicos de apenas 18 años nos miraban. Era obvio que no querían parecer evidentes, pero a su vez era evidente que cuando se daban vuelta lo hacían para observarnos. Nuevamente sentirme observada no me molestó en absoluto y dejé que mi cuerpo siguiera su ritmo mientras bailaba con mi novio y disfrutaba del trago que tenía en ese momento en la mano. Los chicos de vez en cuando giraban la cabeza para ver que estábamos haciendo y luego cuchicheaban entre ellos como si lo nuestro fuera un espectáculo digno de comentar.
   - Te miran a vos mi amor.- Me dijo Jony cuando me di vuelta para abrazarlo por sobre los hombros y besarlo.- Te están mirando la cola los pendejos atrevidos.- Agregó llevando sus manos a mi cintura y levantando a propósito el vestido.
   - ¡Ay amor!- Dije yo entre risas y me bajé el vestido.- ¿En serio lo decís? ¡No me di cuenta que se me levantaba!
   - ¡No seas mentirosa! ¡Si cuando subíamos la escalera dejabas que se te levantara para que yo viera todo!- Me dijo él devolviéndome la sonrisa.
   - ¡Bueno pero ese fue un regalito para vos!- Le dije yo besándolo nuevamente y sin dejar de bailar.
   - Y bueno… Dale un regalito a estos pendejos y dejá que vean lo que es una buena cola.- Me dijo él volviendo a llevar sus manos a mi cintura y levantándome el vestido haciendo que se me viera toda la cola.


Boliche


   Yo hice como si nada pasara y me dediqué a disfrutar de la música y de los movimientos de mi novio que seguía bailando conmigo. A pesar de que me comportaba como si nadie estuviese en ese momento alrededor nuestro, me volvía loca la idea de saber que esos tres pendejitos que seguramente eran nenes de mamá, me miraban y fantaseaban con mi cola. Nunca tuve problema con ser vista y de hecho me encanta provocar, pero en esa oportunidad por alguna razón sentí que era algo más que eso. Esa noche venía de mejor en mejor y sentía que aún podía mejorar un poco más. Esa noche… Ya falta nada para que les diga lo que pasó!
   Luego de varios minutos de baile volvimos a trasladarnos hasta la barra para buscar otro trago y cuando lo hicimos pasamos por al lado de estos tres chicos y uno de ellos llamó mi atención. Era alto, de un metro ochenta más o menos, morocho, de pelo corto y a pesar de tener una cara de nene tremenda, tenía algo que me dejó mirándolo por unos segundos. Mientras Jony pedía nuevos tragos yo giré la cabeza para observarlo y me di cuenta que los había perdido de vista. Parecía como si los tres se habían esfumado de golpe.
   - Amor… ¿Vamos a la esquina así me tocas un ratito?- Me preguntó de golpe Jony cuando tuvimos nuestros vasos llenos de alcohol.
   No era la primera vez que recibía esa propuesta en medio de un boliche. Ya en más de una oportunidad nos habíamos calentado tanto que habíamos terminado arrinconados contra una pared haciendo como que bailábamos o nos besábamos pero en realidad pasaba algo más. Buscamos un rincón oscuro cerca de la barra y él se apoyó de espaldas contra la pared y yo me paré en frente suyo. Sus manos automáticamente fueran a mi cintura y una de las mías buscó su entrepierna. Entre besos y jadeos empezamos a acariciarnos y pude sentir como su pija se iba poniendo dura a medida que mi mano apretaba con fuerza por encima de su pantalón.
   Pasados unos minutos sentí como alguien me tocaba la cola. Entre medio del calor y por culpa del alcohol, lo dejé pasar pensando que había sido alguien por error, dado que había bastante gente en el lugar. Sin embargo unos minutos más tarde cuando estaba comiéndole la boca a mi novio y tocándole la pija por sobre la ropa, volví a sentir una mano en mi cola y esta vez fue mucho más evidente. Algo furiosa me di vuelta de golpe y observé que inmediatamente atrás de nosotros se encontraban estos tres pendejos y que se reían como idiotas. Jony me preguntó qué había pasado y cuando le dije que uno de ellos me había tocado, él se adelantó y se paró firme frente a los tres chicos y pude ver en sus caras el miedo de que les fuera a pegar. Sin embargo él no los agredió, sino que les preguntó quién había sido el que me había tocado y a pesar de que en un principio ellos no contestaron, el chico alto y morocho se adelantó luego de que Jony volviera a preguntarles.
   - Yo le toqué el culo a tu novia.- Dijo con voz algo temblorosa pero tratando de parecer lo más firme posible.
   - ¿Y por qué le tocaste la cola?- Le preguntó Jony.
   - Porque está buenísima.- Le respondió el pendejo sin dar muchas vueltas.
   La respuesta nos agarró tan de sorpresa a mí como a mi novio que no pudimos evitar reírnos y los chicos en ese momento comprendieron que a pesar de que lo que habían hecho estaba mal, no iban a sufrir las consecuencias que pensaban. Pero el pendejo no se quedó ahí, ya que luego de unos segundos y de un comentario de parte de Jony, nos dijo que podía ver como yo le estaba tocando la pija a mi novio y que quería que también lo tocara a él. En ese momento yo me quedé sin habla, sorprendida por el atrevimiento del chico y por la no respuesta de parte de mi novio. Era la primera vez que me encontraba frente a un pendejo zarpado y atrevido como ese y en ese momento no supe cómo reaccionar.
   Fue entonces mi novio quien decidió por los dos y luego de mirarme y sonreír, tomó al pendejo por los hombros y lo colocó entre nosotros. Él chico se dejó llevar si saber qué era lo que estaba a punto de suceder y luego de observar fijo a sus amigos cambió la dirección de sus ojos los cuales se clavaron en los míos. Jony entonces me agarra la mano y sin dejarme pensar la apoya sobre el bulto del pibe y le pregunta “¿Querés que te haga esto?”. Yo seguía sin poder creer lo que estaba pasando pero dejaba que todo sucediera. El pendejo emocionado le dijo que sí a mi novio y luego yo volví a mirarlo y tras un cruce de miradas entre los tres supimos lo que iba a pasar. Creo que ya se dieron cuenta lo que pasó esa noche!


trio


   De golpe me encontré arrinconada contra mi novio y este pendejo en una esquina del boliche, cubierta por los dos amigos del chico y tocándoles la pija por encima del pantalón a cada uno. Jony obviamente era el que estaba más suelto de los tres, besándome, acariciándome y tocándome el cuerpo sin ningún pudor. Por mi parte me sentía sumamente excitada teniendo a los dos en la palma de mi mano, pudiendo ver sus caras de placer y sabiendo que ellos disfrutaban de eso. Pero lo mejor de todo fue cuando empecé a sentir como la pija del pendejo se iba poniendo dura por debajo de su pantalón y noté que iba muy bien equipado, haciéndome desear aún más esa situación.
   Jony en un momento no dio más y sin poder aguantarse las ganas se bajó el cierre del pantalón y me pidió que lo empezara a pajear en medio del boliche. Sin importarme lo que pudiera pasar tomé su pija con mi mano y lo empecé a tocar en frente de toda esa gente que sin duda no se daba cuenta que en esa esquina la temperatura estaba subiendo de manera muy acelerada. Tenía la verga de mi novio completamente dura en mi mano mientras que con la otra seguía refregando el bulto del pendejo que no daba más, parecía a punto de explotar. Mis labios volvieron a posarse por los de Jony y sentí como la humedad invadía mi cuerpo dándome cuenta que yo tampoco iba a poder resistir mucho más en esa calentura.


novio


   - Acompañame al baño.- Le dije de golpe a mi novio y él automáticamente su subió el cierre del pantalón.
   Cuando entré fui directo al cubículo y me levanté el vestido para empezar a tocarme por encima de la bombacha casi desesperada. Sentía el calor de mi cuerpo subir por mi espalda al mismo tiempo que mis dedos de mojaban y hacían presión sobre mi clítoris. Salí del cubículo luego de acomodarme la ropa y me mojé la cara. Levanté la mirada y frente al espejo me vi totalmente excitada y con ganas de seguir disfrutando, pero sabía que no podía seguir ahí adentro. Es por esa razón que no bien salí del baño le dije a mi novio que quería que nos fuéramos para poder matarnos a besos en un lugar más privado.
   Salimos del boliche sin despedirnos del pendejo y dejando a los dos amigos de este a un lado que nos observaron sin saber muy bien que pasaba. Empezamos a caminar por la calle en zigzag, totalmente poseídos por el alcohol y dejándonos llevar por nuestros pies que se dirigían a mi casa a pesar de que vivía muy lejos de ahí. Fue en ese momento cuando escuchamos por primera vez la bocina y pensando que se trataba de alguien que solo quería molestarnos la ignoramos. Pero cuando volvimos a oírla una y otra vez, nos dimos vuelta y nos sorprendió ver al pendejo al volante que nos saludaba y nos miraba con una sonrisa.
   - ¿Los llevo?- Nos dijo frenando al lado nuestro.
   Miré a Jony con curiosidad pero él ya estaba por delante de mí, ya que abrió la puerta trasera del auto y se subió. Yo volví a girar mi cabeza hacia adelante y aprecié los brillos en el ojo del pendejo y cuando recordé el bulto inmenso de sus pantalones, sin dudarlo abrí la puerta y me subí. Él aceleró la marcha y empezamos a andar con la ansiedad de llegar a un lugar completamente íntimo para los tres donde pudiéramos terminar de disfrutar lo que habíamos empezado.


noche


amante



Hasta aquí la primera parte de este relato. Gracias a Candy y Jony por compartirme su experiencia y por motivarme con ella a escribir una historia tan excitante.

SEGUNDA PARTE


OTRAS HISTORIAS:
UNA DIOSA. CAPÍTULO 1
MIS VECINAS. CAPÍTULO 1
CONSULTA MÉDICA (HISTORIA CORTA)

7 comentarios - Una noche para el recuerdo – Parte I (A pedido)

horrotika +1
Hermosura de relato, ni hablar de las fotos!! uan belleza total!!
HistoriasDe +1
Muchas gracias! Las fotos son todas de @HardCaandy, seguilos que te van a encantar!
horrotika +1
si, ya nos seguimos mutuamente, gracias!!
HardCaandy +3
Que genia,nos encanto como quedo,espero q a todos les guste y compartan
HistoriasDe
Gracias a ustedes por compartir la historia!
mdqpablo +1
muy buen relato. divinas las fotos
HistoriasDe +1
Gracias!! Las fotos son todas de @HardCaandy. Seguilos que tienen muchas más!
Rosarinoxxx +1
En el laburo con el pantalon a punto de explotar con su historia, que pedazo de mujerrrr!!!1
HistoriasDe
Viste lo que es Candy?? Una diosa!!
Rosarinoxxx +1
La quiero cruzar!!!!!
Pervberto +1
Descubro un poco después esta historia tan excitante y tan bien narrada.
HistoriasDe +1
Que bueno que hayas podido descubrirla!