Hacia rato que no salíamos solos, y ese fin de semana los planetas parecieron alinearse. Se dio todo para que quedáramos solos y podamos salir. Y así fue. Ropa sexy para ella. Pantalón muy ajustado y musculosa escotada. Todo en en ella llamaba la atención, y yo desde antes de salir ya empezaba a sentir las ganas de desnudarla.
Fuimos a cenar hablamos de todo un poco, y tomamos unas cuantas cervezas antes de ir a bailar. Algo que hacía tiempo no compartíamos. Desde que entramos al boliche note que varios se tomaban el tiempo de mirarla. Entonces me retrasé un paso con la excusa de que no se podía caminar uno al lado del otro por la cantidad de gente. Pero en realidad lo que quería era dejar que la disfrutaran con la vista.
Algunos después de que pasaba por su lado le recorrian la espalda con la mirada hasta clavarsela en la cola. El pantalón ese que llevaba puesto dejaba ver en pleno sus atributos traseros. Algunos más osados le clavaban la mirada en las tetas apenas se acercaba.
Fuimos hasta la pista y empezamos a bailar. No se si eran las ganas de salir que teníamos o el alcohol, o ambas cosas, los bailes desde el inicio fueron sugerentes entre los dos. Roces constantes y movimientos pegados uno al otro que me levantaban la temperatura al tope. Eran muchos los ojos que recorrían su cuerpo mientras se movías.
Estuvimos así un rato hasta que fuimos al baño. Entramos cada uno al suyo. Como siempre, la espera en el baño de las chicas es más larga. Así que estuve afuera un rato hasta que la vi salir del baño a las risas con una chica. Se acercó junto con ella y nos presento. La presentó como una amiga a la que no veías hacía varios años, no entendí bien por el ruido del lugar si desde la secundaria o la primaria. Pero daba igual.
Ella había llegado con unas amigas, a las que perdió de vista, por lo que la invitó a ir con nosotros a la pista y a tomar algunas cervezas. Volvimos a la pista y entre cervezas y cervezas comenzó a subir la temperatura. Los bailes sugerentes no pararon, pese a tener una invitada en frente. Pero no solo eso, ya no se movía solo conmigo, buena parte del tiempo el baile era solo entre ellas dos. Roces y meneos que llamaban la atención de muchos que terminaban en abrazos y carcajadas, que poco después pasaron a ser charlas al oído. Yo parecía sobrar. Me fui a buscar una cerveza y decidí mirar de lejos y disfrutar ese momento. De repente las charlas al oído derivaron en algún que otro pico. La cosa se ponían interesante.
Volví con las cervezas. Agarraron una cada una entre risas y me dijo al oído “terminamos estas y nos vamos”. Yo ya estaba que explotaba, así que ganas de irme sobraban. Le dio un sorbo a la cerveza y volvió a acercarse a mi: “nos vamos los tres”. Se dibujó una sonrisa en mi cara que se reflejó en la suya.
Las cervezas se extinguieron en nada. La miró y le dijo “nos vamos”, me agarró la mano y apuntó a la puerta. Ella caminaba al lado nuestro. El camino hasta el auto fue a puro canto y risas. Abrí el auto y me subí. Sentí que se abrieron las puertas de atrás. Miré sorprendido.
“A casa chofer”, dijo y se echaron a reir las dos. Me dio gracias. Arranque y nos fuimos. No pasó mucho tiempo que atrás todo fue silencio. Miré por el espejo y las dos se habían enredado un apasionado beso.
Sus manos recorrían el cuello de mi chica, al que cada tanto lo besaba. Las manos de mi chica manos recorrían el cuerpo de su cuerpo. Los besos siguieron durante todo el viaje. Las manos de las dos recorrian sus cuerpos. Se detenían por momentos en las tetas para pellizcarse los pezones. Así llegamos a casa. Entramos el auto y nos metimos en la casa.
Termine de cerrar la puerta y mi chica nos agarró de las manos a los dos y nos llevó hasta la pieza. Me empujó a la cama y te se dió vuelta. Se avalanzó sobre la amiga empujándola contra la pared. Entendí el mensaje. Era momento de correrme. Me senté sobre el respaldo de la cama y empecé a disfrutar del momento.
Entre beso y beso le sacó la ropa y la dejó completamente desnuda. Entonces su amiga la empujó a la cama, acostándola a los pies y aún vestida. Comenzó a sacarle la ropa. Aproveche para hacer lo mismo y quedarme solo con el boxer.
La desnudó por completo y comenzó a recorrer su cuerpo a mordiscones. Mordió su cuello, las tetas, la panza y llegó a la concha para darle pequeñas mordidas antes de empezar a jugar con su lengua. Mi chica se retorcía de placer. Cada caricia de su lengua iba a acompañada de un pellizcón en los pezones que la hacia soltar un gemido. Aumentó la intensidad de las caricias mientras uno sdedos la penetraban. Sus gemidos eran cada vez más intensos. Bastaron solo unas caricias más para que explotara. Y explotó un un intenso orgasmo.
Ella se paró y en pocos segundos mi chica tomó su mano y la acostí sobre la cama. Su cara quedó al lado mio. Mi chica empezó a morderle las tetas y fue bajando. Me miró y se acomodó entre sus piernas para empezar a chuparsela, quedando con la cola hacia el borde. Me miró otra vez y sonrió. Entendí el mensaje. Fui detrás de ella.
Ya había empezado a jugar con su lengua y ella gemía cuando me paré detrás de mi chica y la penetré con fuerza. Soltó un gemido y volvió a su concha. Comencé a entrar y salir despacio, no quería provocar un cambio de ritmo que hiciera que el disfrute de la invitada se cortara. Se la veía cerca de explotar. La lengua de mi chica seguía moviéndose mientras los gemidos de su amiga aumentaban en volumen y cantidad. La respiración de mi chica también se aceleraba. La amiga se prendió por su cabeza y soltó un fuerte gemido mientras se estremecía. Yo aceleré y me ocupé de que mi chica volviera a llegar.
Ella se relajó y yo frené cuando explotó mi chica en un orgasmo. Le iba a dar unos segundos para que se recuperes cuando te tiraste para adelante , te paraste de un salto y me llevó contra la pared me besó y se arrodilló enfrente mío. Cuando me di cuenta estaban las dos ahí. Comenzaron a jugar con sus lenguas y a chupármela entre las dos. Estaba que explotaba. Y cuando exploté la lengua las dos me recorría la pija mientras descargaba todo ensuciándolas. Se pararon. Se rieron. Se besaron y fueron a limpiarse.
Me puse el boxer y pase al baño. Volví a la pieza, esperé un rato y tardaron más de lo que dura un cigarrillo. Fui a la cocina. Fumaban en la ventana y compartían un trago que se habían preparado. Las dos en remera y tanga, seguían con las risas. Me invitaron el trago y aclararon “Todavía quedan cosas por compartir esta noche ¿aguantás?”. Me reí, “obvio, esta oportunidad no me la pierdo”.........
Fuimos a cenar hablamos de todo un poco, y tomamos unas cuantas cervezas antes de ir a bailar. Algo que hacía tiempo no compartíamos. Desde que entramos al boliche note que varios se tomaban el tiempo de mirarla. Entonces me retrasé un paso con la excusa de que no se podía caminar uno al lado del otro por la cantidad de gente. Pero en realidad lo que quería era dejar que la disfrutaran con la vista.
Algunos después de que pasaba por su lado le recorrian la espalda con la mirada hasta clavarsela en la cola. El pantalón ese que llevaba puesto dejaba ver en pleno sus atributos traseros. Algunos más osados le clavaban la mirada en las tetas apenas se acercaba.
Fuimos hasta la pista y empezamos a bailar. No se si eran las ganas de salir que teníamos o el alcohol, o ambas cosas, los bailes desde el inicio fueron sugerentes entre los dos. Roces constantes y movimientos pegados uno al otro que me levantaban la temperatura al tope. Eran muchos los ojos que recorrían su cuerpo mientras se movías.
Estuvimos así un rato hasta que fuimos al baño. Entramos cada uno al suyo. Como siempre, la espera en el baño de las chicas es más larga. Así que estuve afuera un rato hasta que la vi salir del baño a las risas con una chica. Se acercó junto con ella y nos presento. La presentó como una amiga a la que no veías hacía varios años, no entendí bien por el ruido del lugar si desde la secundaria o la primaria. Pero daba igual.
Ella había llegado con unas amigas, a las que perdió de vista, por lo que la invitó a ir con nosotros a la pista y a tomar algunas cervezas. Volvimos a la pista y entre cervezas y cervezas comenzó a subir la temperatura. Los bailes sugerentes no pararon, pese a tener una invitada en frente. Pero no solo eso, ya no se movía solo conmigo, buena parte del tiempo el baile era solo entre ellas dos. Roces y meneos que llamaban la atención de muchos que terminaban en abrazos y carcajadas, que poco después pasaron a ser charlas al oído. Yo parecía sobrar. Me fui a buscar una cerveza y decidí mirar de lejos y disfrutar ese momento. De repente las charlas al oído derivaron en algún que otro pico. La cosa se ponían interesante.
Volví con las cervezas. Agarraron una cada una entre risas y me dijo al oído “terminamos estas y nos vamos”. Yo ya estaba que explotaba, así que ganas de irme sobraban. Le dio un sorbo a la cerveza y volvió a acercarse a mi: “nos vamos los tres”. Se dibujó una sonrisa en mi cara que se reflejó en la suya.
Las cervezas se extinguieron en nada. La miró y le dijo “nos vamos”, me agarró la mano y apuntó a la puerta. Ella caminaba al lado nuestro. El camino hasta el auto fue a puro canto y risas. Abrí el auto y me subí. Sentí que se abrieron las puertas de atrás. Miré sorprendido.
“A casa chofer”, dijo y se echaron a reir las dos. Me dio gracias. Arranque y nos fuimos. No pasó mucho tiempo que atrás todo fue silencio. Miré por el espejo y las dos se habían enredado un apasionado beso.
Sus manos recorrían el cuello de mi chica, al que cada tanto lo besaba. Las manos de mi chica manos recorrían el cuerpo de su cuerpo. Los besos siguieron durante todo el viaje. Las manos de las dos recorrian sus cuerpos. Se detenían por momentos en las tetas para pellizcarse los pezones. Así llegamos a casa. Entramos el auto y nos metimos en la casa.
Termine de cerrar la puerta y mi chica nos agarró de las manos a los dos y nos llevó hasta la pieza. Me empujó a la cama y te se dió vuelta. Se avalanzó sobre la amiga empujándola contra la pared. Entendí el mensaje. Era momento de correrme. Me senté sobre el respaldo de la cama y empecé a disfrutar del momento.
Entre beso y beso le sacó la ropa y la dejó completamente desnuda. Entonces su amiga la empujó a la cama, acostándola a los pies y aún vestida. Comenzó a sacarle la ropa. Aproveche para hacer lo mismo y quedarme solo con el boxer.
La desnudó por completo y comenzó a recorrer su cuerpo a mordiscones. Mordió su cuello, las tetas, la panza y llegó a la concha para darle pequeñas mordidas antes de empezar a jugar con su lengua. Mi chica se retorcía de placer. Cada caricia de su lengua iba a acompañada de un pellizcón en los pezones que la hacia soltar un gemido. Aumentó la intensidad de las caricias mientras uno sdedos la penetraban. Sus gemidos eran cada vez más intensos. Bastaron solo unas caricias más para que explotara. Y explotó un un intenso orgasmo.
Ella se paró y en pocos segundos mi chica tomó su mano y la acostí sobre la cama. Su cara quedó al lado mio. Mi chica empezó a morderle las tetas y fue bajando. Me miró y se acomodó entre sus piernas para empezar a chuparsela, quedando con la cola hacia el borde. Me miró otra vez y sonrió. Entendí el mensaje. Fui detrás de ella.
Ya había empezado a jugar con su lengua y ella gemía cuando me paré detrás de mi chica y la penetré con fuerza. Soltó un gemido y volvió a su concha. Comencé a entrar y salir despacio, no quería provocar un cambio de ritmo que hiciera que el disfrute de la invitada se cortara. Se la veía cerca de explotar. La lengua de mi chica seguía moviéndose mientras los gemidos de su amiga aumentaban en volumen y cantidad. La respiración de mi chica también se aceleraba. La amiga se prendió por su cabeza y soltó un fuerte gemido mientras se estremecía. Yo aceleré y me ocupé de que mi chica volviera a llegar.
Ella se relajó y yo frené cuando explotó mi chica en un orgasmo. Le iba a dar unos segundos para que se recuperes cuando te tiraste para adelante , te paraste de un salto y me llevó contra la pared me besó y se arrodilló enfrente mío. Cuando me di cuenta estaban las dos ahí. Comenzaron a jugar con sus lenguas y a chupármela entre las dos. Estaba que explotaba. Y cuando exploté la lengua las dos me recorría la pija mientras descargaba todo ensuciándolas. Se pararon. Se rieron. Se besaron y fueron a limpiarse.
Me puse el boxer y pase al baño. Volví a la pieza, esperé un rato y tardaron más de lo que dura un cigarrillo. Fui a la cocina. Fumaban en la ventana y compartían un trago que se habían preparado. Las dos en remera y tanga, seguían con las risas. Me invitaron el trago y aclararon “Todavía quedan cosas por compartir esta noche ¿aguantás?”. Me reí, “obvio, esta oportunidad no me la pierdo”.........
2 comentarios - Un reencuentro que terminó en trío
https://m.poringa.net/posts/relatos/1259439/Mi-novia-su-amiga-y-Yo.html
https://m.poringa.net/posts/relatos/1647381/Una-noche-inesperada-entre-tres.html
Y hay 3 o 4 más entre mis post