Retorné a mi ciudad y cogí como loco con Valeria, para intentar exorcizar el recuerdo de su hermanita y en parte por sentimiento de culpabilidad… no me iba tan mal con Valeria, incluso pensaba que ya iba siendo tiempo de enseriar las cosas.
Mientras pensaba en esto… un día Valeria vino con una gran idea…
- Que tal si mi mama y mi hermana vienen a pasar las fiestas… dijo emocionada.
- Ahhh… si… claro… que buena idea… Vale (así le decía de cariño) … respondí.
Apenas habían pasado unos meses desde mi visita a su ciudad, de mi besuqueo con Laurita en el cine, de que casi poseo a mi cuñadita en el hotel, a la mierd… esa niña cada que la veo se pone más buena, las caderas y nalgas comienzan a parecerse a las de Valeria…
En ese tiempo habíamos cruzado llamadas con Valeria, para saber cómo le iba a Laurita, uno que otro mensaje, procurando mantener la distancia, y la cordura… evitando comentar lo sucedido y no dando pie a algún mensaje indiscreto o enamoradizo de ella.
Sentía que todo lo avanzado con Valeria se iría al tacho, si me enredaba en estos jueguitos de descubrimiento pasional con su hermanita. Tendría que mantener la distancia como antes… sin embargo, Valeria empeoro las cosas...
Varias veces habíamos hablado de mudarnos juntos, sin embargo, ella no se sentía preparada aun para dar ese gran paso… sin embargo, dada la situación, quizás era tiempo de intentar convivir y ver como nos iba… Total, en realidad los fines de semana casi convivíamos en mi depa o en su mini-depa… claro que su mama no lo sabía.
Entonces la única opción que quedaba era que se quedaran en mi depa, alojaría a su mama y su hermana… todos bajo el mismo techo… mi novia y mi tentación… caraj… al menos con mi suegra rondando mantendría la cordura y la distancia pensé… solo que…
- Mi mama no va poder venir… me dijo triste Valeria.
- ¿Por qué?... pregunte extrañado.
- Se sintió un poco indispuesta y me dice que mis tíos la invitaron a pasar fiestas con ella…
- Ah bueno al menos no estará sola… tu hermanita lava cuidar… le dije aliviado.
- No… Laurita si va venir…
- ¿En serio?... pregunte perplejo.
- Si se muere de ganas de conocer mas la ciudad… dijo emocionada Vale.
Por la put… madr… pasar fiestas bajo el mismo techo con Valeria y Laurita… me encomendé al destino, que pasara lo que tuviera que pasar… intentaría resistir hasta donde se pudiera…
Como Vale estaba atareada por su trabajo, fui a recoger a mi cuñadita al aeropuerto… la muy diabla llego en una mini negra entallada y unos tacones, algo de maquillaje, con un look que la hacia aparentar mayo y mas apetecible que nunca, sus caderas cada vez mas anchas y sus nalgas cada vez más abultadas… más de uno volteo a admirarla.
Nuevamente embobado por su imagen no atine a decir nada… ella me sonrió nuevamente y se me abalanzo como siempre. Me beso entre el labio y la mejilla… como para darme a entender que no se había olvidado de lo sucedido… o que quería seguir jugando a lo que dejamos pendiente en su ciudad… diablos…
- ¿Me extrañaste?… pregunto risueña.
- Claro… respondí algo pensativo, sin tratar de evidenciar mi emoción.
Al subir al auto e ir en dirección al depa, decidí dejar las cosas claras, debíamos evitar seguir con lo que empezamos en su ciudad… no porque no quisiera, sino por lo complicado…
- Mira, vamos a estar en mi depa con tu hermana, hay que mantener las cosas tranquilas como antes de… tú sabes… dije apenado, en referencia a lo del hotel.
- Ahhh… no te preocupes… mantendré la discreción y las formas… me dijo obediente, casi como niña regañada.
- Ufff… que bueno que lo entiendas… sabes que te quiero mucho… eres una chica muy guapa y sabes que cualquier chico podría interesarse en ti, comencé a explicarle, como cuando uno habla y habla en una situación incomoda y no sabe cuándo callarse.
- ¿Crees que soy linda?... me dijo con ojos brillosos.
Mierd… de todo lo que dije solo escucho eso… luego se le nublo todo. En fin, acepte eso, con tal de no tenerla resentida vagando por la casa o dándole señas de celos a su hermana… cualquier cosa con tal de mantener la fiesta en paz
Llegamos al depa y ya Valeria había llegado, para mi suerte.
Pues bien, tras la cena, Laurita quería ver una película… diablos, no como en el cine… pero fue algo peor… Nos acurrucamos en el sofá-cama… Valeria a mi derecha y Laurita a mi izquierda… de a pocos nos fuimos resbalando hasta estar echados…
Instintivamente abrace a Valeria, para mantenerme a raya, sin embargo, Laurita al poco rato se acurruco en mi hombro como esa vez en el hotel, empiernandome… ante la sorpresa de Valeria y un frio recorrió mi espalda… creo que Laurita no entendió lo de mantener la distancia… mierd…
- Ay que lindo… mi hermanita te quiere como un padre… me dijo Vale al oído, enternecida por el cariño que me mostraba Laurita.
- Ah siii… creo que le falta eso… una figura paterna… dije aliviado de que mi novia haya tomado sin malicia la muestra de afecto de su hermana.
Para fijar la idea del cariño paternal le di un beso en la cabeza a Laurita, que sonrió complacida, y sin darme cuenta, la niña estaba casi chupándose el dedo… me vino a la mente que me podía chupar otra cosa… sin embargo solo atiné a reírme, para evitar una erección, y mostrarle a Vale la reacción infantil de Laurita.
Esa noche, tras la película transcurrió tranquila, les dejé el dormitorio principal del depa para que duerman juntas y yo me fui al dormitorio secundario. Pensé que era lo mejor para evitar dejar sola a Laurita y que yo gatee a su habitación… al final ella usaría esa maña.
Al día siguiente de trabajo, Valeria estaba un poco ojerosa, me decía que Laurita no la dejo dormir bien, que se movía mucho, que hasta pateaba dormida. En fin, me dijo si es que le podía dejar el otro dormitorio, no quería dejarla en el sofá-cama porque se amanecería viendo tele.
Accedí a dormir en la sala, con ellas en los dormitorios del segundo piso, según yo seguía a distancia de la tentación. Esa noche se repitió la tónica, la película, acurrucarse en el mueble, esta vez Laurita paso la mano por mi pecho, casi metiéndola entre mi camisa, aprovechando que su hermana estaba medio dormida… ay caraj… no te pongas tieso… le rogaba a mi pene.
Parece que quien me escucho mentalmente fue Vale, que se levanto de sobresalto… mientras Laurita volvía su mano a su lugar. Vale le dijo que ya era tarde, Laurita protesto que se quería quedar más, total al día siguiente era sábado y no había que levantarse temprano… pero Valeria no le dejo salirse con su capricho y se la llevo… ante mi alivio.
Me quede despierto viendo una película, intentando olvidar lo sucedido y bajarme las revoluciones, la mano de Laurita hurgando en mi pecho, sus senos presionando mi brazo, su pierna sobando la mía… me habían dejado un poco acelerado.
Había pasado buen rato, cuando oí un ruido leve, me recompuse rápidamente, pensé que sería algún ladrón escabulléndose. Busqué con la vista en el balcón, la puerta… pero no… el ruido venia de la escalera… vi unas piernas bien formadas bajando… eran color canela… no era Vale… era Laurita, que se estaba viniendo de puntitas a verme… a la mierd… esta chica es el demonio… pensé.
- ¿Qué haces?... murmure.
Admire su silueta apenas cubierta por una remera que le tapaba apenas debajo de su pubis, mientras sus pezones y senos sin brasier resaltaban nítidamente por la tela.
- No tengo sueño… ¿puedo ver tele contigo?... me dijo en tono infantil, frotando sus piernas como chica provocadora.
- Tu hermana nos va oír… le advertí intentando alejarla.
- Ella ya se durmió y tiene sueño pesado… refuto Laurita, y era cierto.
- Ok… pero solo un rato… accedí viendo que se entercaba.
Pensé que quería repetir la posición de siempre, le ofrecí mi brazo y hombro para que se acomode, sin embargo, se recostó dándome la espalda. Al final parecía que quería estar en la posición tipo cucharita… bueno, al menos así, habría menos peligro de terminar en besuqueos pensé, sin embargo, no anticipe otro problema…
Cuando Laurita sintió mi cuerpo detrás de ella, automáticamente fue buscando contacto, retrocediendo, me estuvo acorralando contra el respaldar del mueble, una vez ahí sin salida, instintivamente comenzó a empujar su redondo trasero contra mi entrepierna…
En principio puse mi mano en su cintura intentando alejarla (si Valeria, se despertaba y bajaba me mataba) sin embargo mi mano se quedó ahí, como acariciando su cintura… Laurita se percato que iba cediendo ante su tentación… así que se atrevió a preguntar…
- No te molesta, ¿verdad?...
- No, para nada… respondí tragando saliva.
Mientras la sangre se agolpaba en mi pene, generando una incipiente erección. Atine a retroceder un poco, sin embargo, ella empujo más aun… mierd… esto es el colmo… intente aguantar… pero no puedo más… me dije.
Cedi o sucumbí ante la tentación, mi mano paso por debajo de la remera, acariciando su ombligo, para luego ir subiendo sin mayor oposición a sus senos… mientras su joven cuerpo se iba estremeciendo y jadeando de placer…
Laurita seguía empujando su jugoso trasero contra mi verga endurecida, su remera se había levantado un poco por el accionar de mis manos que estrujaban sus senos… esto libero sus nalgas, apenas cubierta por su ropa interior, que se fueron abriendo ante mi tieso pene.
Laurita se estremecía de placer, giro su rostro buscando el mío, nos besamos apasionadamente, mientras nuestros cuerpos se frotaban, casi haciendo el amor con la ropa puesta… mi cabeza ya no pensaba, solo reaccionaba instintivamente…
- Ahhhh…. Soltó un leve gemido, al sentir que mis dedos hacían a un lado su ropa interior.
Hice lo propio con mi short, bajándolo hasta liberar mi herramienta… su piel se erizo al sentir el contacto con mi duro miembro… presa de ansiedad y curiosidad, atino a tomar unos segundos mi verga entre sus dedos, quizás no dando fe a que se hubiera puesto tan duro por su estimulo.
No había marcha atrás… solo hacia adelante… pase mi verga por entre sus nalgas, Laurita fue separando un poco sus piernas instintivamente para darme espacio… iba ser genial poseerla así por primera vez, lo curioso era que sería por detrás, como le gustaba a su hermana.
Sentí su cuerpo temblar cuando mi verga se poso sobre sus húmedos labios vaginales, los cuales fui frotando de atrás hacia adelante para incentivar mas su delirio y que no se opusiera a que la desflorara por primera vez en ese mueble...
Solo faltaba acomodarme y presionar un poco para romper su sello virginal… hasta que…
- Lauritaaa… ¿dónde estás?... oí la voz adormecida de Valeria.
Mierd… murmure asustado, Laurita se contrajo rápidamente, apresando mi verga con sus temblorosas piernas. Automáticamente la aleje un poco, mientras ella se componía, se sentaba en el sofá y ponía en su sitio su ropa.
- Baje a tomar agua… dijo nerviosa en voz baja.
- ¿Y Danny?... pregunto Vale, mientras yo me cubría con las sabanas.
- Shhh… se quedó dormido con la tele prendida… murmuro Laurita acercándose a la escalera, a donde parecía que se estaba acercando Vale.
- Apaga la tele y sube a dormir… ah… tráeme un vaso con agua… pidió Vale mientras oía sus pasos volver a la puerta de su dormitorio.
Suspiré aliviado, sentí que mi alma volvió a su cuerpo… Laurita fue a la cocina, por el agua, lo dejo un rato en la mesa, luego se abalanzo juguetonamente sobre mi dándome unos jugosos besos con lengua.
- Me la debes… me susurro al oído juguetona.
Luego apago la tele y se fue con el agua al segundo piso. Si antes que baje Laurita estaba confundido y acelerado, ahora estaba peor por todo lo sucedido. Tras unos minutos entre al baño y me di un pajazo de aquellos… si esta chiquilla no me mataba de un infarto, su hermana lo haría con algún utensilio de la cocina o de oficina…
Al menos el pajazo funciono, me alivio y me dormí al poco rato. Algún sueño con matices de remordimiento tuve… pero que podía hacer… esa niña me buscaba constantemente.
Al día siguiente fuimos al mercado… ya de regreso Vale olvido una ultima compra, nos dijo que la esperemos. Demoraría unos minutos, así que aproveche para intentar conversar y razonar de nuevo con mi cuñadita… entender su casi obsesión conmigo…
- Creo que ayer llegamos un poco lejos… le dije.
- No tanto… falto poquito… dijo comiéndome con la mirada.
- ¿Por qué quieres esto (coger) conmigo?... pregunte intrigado.
- Si no es contigo… ¿con quién más?… dijo apenada.
- No se… alguien de tu edad
- Ay no… los chicos de mi edad son inmaduros, habladores… respondió incomoda.
- ¿No te parece raro esto?... intente razonar.
- Bueno… quizás un poco… pero es que… dijo dudando.
- ¿Qué?... dime… vamos… le anime, quería entenderla.
- Mi hermana me dijo que su primera vez contigo fue especial… que la trataste con cariño y le hiciste sentir cosas que nunca experimento (un orgasmo seguro) … y no se…
- ¿No sabes?...
- Es que mis amigas… la mayoría ya perdieron su virginidad… y por como lo cuentan como que no fue lo que esperaban, por lo inmaduro y apresurado de sus parejas… por eso…
- Por eso ¿qué?… pregunte, tenía que sacarle por cucharadas.
- Por eso quería que fueras mi primer hombre… alguien con experiencia, para tener una historia bonita que contar… me explico, luego se resintió un poco y agrego… ¿no lo quieres hacer conmigo porque piensas que soy muy fea?
- No, para nada… mírate, eres hermosa… pero soy novio de tu hermana… exclame incrédulo.
- No le diré nada a Vale… pero… quiero perder mi virginidad contigo… insistió.
- Ok… ya veremos, pero esas cosas no se planifican, solo suceden… para que sean más especiales… le dije, mientras veía como Valeria se acercaba a lo lejos.
- Está bien… dijo susurrando sonriente, notando que al menos había cedido algo.
Algo me decía que no la convencí, esta niña no se quedaría contenta hasta que me la coja y bien duro… como para no ser la virgen de su grupo de amigas… quizás hasta bullying le hacían a la pobre… quería regresar a su pueblo con la historia de cómo perdió su virginidad con un chico experimentado de la ciudad.
Al regresar al depa, me di una ducha de agua fría… para bajarme la calentura que me genero el pedido de mi cuñadita. Oí algunos pasos cerca al cuarto, me imagine que Vale quería decirme algo, le pedí que me pase la toalla… abrí la mampara de la ducha… y ahí estaba otra vez ella…
- Ay vaya… exclamo ahogadamente dejando caer la toalla de sus manos, fijando su vista en mi verga.
- ¿Qué haces aquí Laurita?... le recrimine en voz baja.
- Todo eso no me va entrar… dijo con la boca abierta, sin prestar atención a lo que dije, se veía algo confundida, entre asustada y emocionada, sin dejar de admirar mi pene que comenzaba a crecer.
- Vete… antes que tu hermana venga… le pedí.
- No te preocupes… está cocinando… dijo, mientras yo me ponía la toalla, solo así, cuando me vio cubierto, salió de su abstracción y se fue del baño.
Tras eso, andaba mas estresado, casi ni comí, mientras Laurita de cuando en cuando lanzaba miradas a mi entrepierna, a veces sonriendo otras veces abriendo los ojos como pensando si le entraría o no. Valeria me pregunto si todo iba bien… me excuse que andaba preocupado por un trabajo… si supiera que su hermana quería que me dedique a desvirgarla.
Tras el almuerzo, llamo una compañera de trabajo de Vale, al parecer otra de sus compañeras tuvo un accidente y estaba en el hospital, querían ir a verla en grupo. Me ofrecí a llevarla, pero me dijo que mejor me dedique a terminar mi trabajo. Mas bien Vale, me jalo a un lado para conversar… pensé que ya había notado lo de Laurita y sus miradas indiscretas… ya me jodi…
- Danny… sé que no es tu responsabilidad… pero mi hermanita te quiere y respeta como un hermano mayor o un padre… yo ya hablé con ella, ya sabes, de los chicos y eso… me dijo preocupada.
- Ok… y ¿a qué viene esto?… pregunte con cara de susto, quizás ya se dio cuenta.
- Es que sería bueno que tú también le hables y le aconsejes… mi mama dice que sus amigas son algo movidas, locas por experimentar… no vaya ser que, por seguirlas, Laurita termine encamándose con cualquier vago y malogre su futuro… tú sabes, son jóvenes e inmaduros, no miden consecuencias…
- Si… entiendo… yo hablo con ella… le dije, si supiera que el peor peligro para su hermanita era yo, mejor dicho, que Laurita era un peligro para mí.
- Ahhh… otra cosa, me da vergüenza decirlo, pero estamos en confianza de pareja… creo que mi mama exagera, me dice que no sabe si Laurita ya tuvo relaciones…
- Nooo… no creo… se comporta como niña (ninfómana)… dije con cara de incrédulo.
Yo que, a tanta insistencia de Laurita, me la quería tirar salvajemente para exorcizar.
Mientras conversábamos cerca a la puerta del depa, Laurita nos veía atenta desde el sofá-cama en que casi la violo la noche anterior. Por momentos fingía ver la tele, pero estaba con las orejas bien paradas para intentar oír lo que decíamos. Al poco rato Valeria se fue, encomendándome a su hermanita…
Ni bien se fue, saqué mi laptop y me puse a trabajar en el comedor (detrás del sofa-cama), procuraba adelantar un proyecto del trabajo… en realidad quería mantenerme entretenido y evitar tentación, mientras Laurita seguía viendo la tele… volteando de cuando en cuando a ver si me animaba a acercarme a ella.
Al ver que no le prestaba atención, Laurita subió dejando la tele prendida… ufff… se habrá cansado y se ira a dormir un rato… mejor, así pasa el tiempo hasta que su Valeria regresé, pensé.
A los pocos minutos nuevamente oí el mismo ruido que la noche anterior… sabia lo que era… mejor no prestarle atención, sino será peor, me dije… pero fue inevitable… nuevamente vi sus piernas bajar la escalera… esta vez no estaba cubierta por el jean que uso minutos antes.
Había vuelto a ponerse aquel provocador vestido negro con el cual llego al aeropuerto, aquella mini entallada con ese escote, lo entallado de su ropa dejaba poco a la imaginación… mas aun notaba que no se formaba ninguna silueta de ropa interior… mierd… no traía nada debajo.
Bajo lentamente sonriendo, viendo que la laptop era un adorno en la mesa, que solo ella tenia toda mi atención… lo que la hizo sonreír con mayor coquetería… mientras yo seguía con la boca abierta sin emitir sonido…
- Me dijiste que las cosas no se planifican… solo que… creo que a veces hay que hacer que las cosas sucedan… dijo justificando su provocativo accionar.
Tenía razón, que su hermana saliera era coincidencia… el destino quería que me tire a mi cuñadita… ella misma quería que me la coja… en el fondo yo quería abusar de ella… todo estaba alineado… al diablo todo… me dije, intenté resistir lo más que pude… Valeria quería que hable con su hermanita… mejor le daba una demostración vivencial de educación sexual.
Me pare de mi sitio, dejando a un lado la laptop… no tuve que decir nada… Laurita nuevamente se abalanzo sobre mí, llenándome de besos. Yo comencé a estrujarle por primera vez sus redondos glúteos que, si bien no eran tan grandes como los de Valeria, eran muy bien formados y apetecibles.
Aquellas caricias en su trasero la excitaron más… la levante, haciéndola sentar sobre la mesa, sin dejar de besarla. Ella en un principio me abrazaba, luego instintivamente comenzó a soltar la correa de mi pantalón y buscar mi verga con sus manos, quería saber si era cierto que todo eso le entraría en su virgen cuerpo.
- Ay no… no creo que entre… me dijo asustada y excitada, creo que le causaba morbo esa situación.
- Mira… dije intentando calmarme y explicarle… tu mama te va llevar al médico para saber si sigues siendo virgen o no… va ser sospechoso si llegas así de repente… dije.
- Ay nooo… debe haber otra manera… no me dejes así… vamos… me suplico Laurita completamente cachonda, al borde de un berrinche para que me la tire.
- Hay otra manera… le dije y agregué… no es una forma convencional, pero tenme confianza y déjame hacer… no te hare daño...
- Si, si, hazme lo que quieras… yo te sigo… me dijo emocionada y obediente, llenándome de besos, agradecida de que me la fuera a coger, sabía que no habría oportunidades como esa, de estar solos sin la vigilancia de su hermana.
Lo que su hermana me negó, quizás Laurita me lo regale de buena gana… pensé… y me aliste, fui al baño rápidamente y traje una crema, ante la mirada ansiosa y curiosa de Laurita.
- ¿Qué es eso?... pregunto extrañada.
- Ya verás… le dije, y no permitiéndole hacer más preguntas, agregué: Recuerdas ayer… como estábamos acomodados…
No tuve que decir más, Laurita volteo, dándome la espalda… su cuerpo estaba apresado entre el mío y la mesa… nuevamente comenzó a empujarme su carnoso trasero contra mi ingle, mientras se daba maña para besarme.
Yo le subía la falda y liberaba mi verga… sus nalgas desnudas recibieron el bulto de mi entrepierna. La acomode abriéndole un poco las piernas… la sentí temblar con el contacto… así que inicie otra vez el juego de pasar mi verga por entre sus labios vaginales, generando una rica fricción que terminara de enloquecerla…
- Ay yaaaa… hazlooo… me suplicaba, con su vagina mojada.
Embadurne mis dedos de crema lubricante… y escudriñe sus nalgas… ante su sorpresa…
- ese no es mi… ohhh… ahhh… exclamo atónita.
- Prometiste dejarte guiar… le susurre al oído.
- Ayyy… si si si… cedió sumisa.
Mis dedos habían invadido su cavidad anal… como les dije lo que Valeria no me daba, quizás Laurita me lo regalaría o yo se lo robaría… era la única manera que llegara aun virgen (al menos vaginalmente) a su ciudad sin levantar sospechas de su madre ni del médico.
Tras aquella incursión de mis dedos en su estrecho y virgen ano, Laurita se inclino hacia adelante, arañando el mantel de la mesa, mientras su respiración se hacia mas profunda… sus senos se hinchaban cada vez más…
- Ayyy… ¿Qué me haces?... uhmmm… preguntaba en medio de su excitación y morbo.
- Solo confía… le decía escuetamente.
Sus piernas temblaban y se abrían más… su cabello era una maraña desordenada, mientras su cabeza se movía nerviosamente… Había llegado el momento…
- ¿Qué?... nooo... espera… por ahí nooo… intento quejarse Laurita, pero era tarde.
Tras el proceso de dilatación, el masajeo con mis dedos llenos de lubricante, solo quedaba la penetración y lo hice quizás abruptamente… preso de mi propia excitación y para impedir que se arrepienta.
- Ouuu…. Ahhhh…. Ufff…. se quejó Laurita, con su espina contraída.
Le había metido la cabeza de mi verga en su estrecho ano, mientras ahora forcejeaba un poco por insertarle el resto. Ella intentaba mantener el equilibrio con las manos sobre la mesa… la figura se había invertido, Laurita que antes me culeaba para que la penetre, ahora era yo quien la empujaba contra el mueble.
- Ayyy… nooo… eso no es normal… nooo… ahhh… se quejaba.
No sabia si se refería a que era un acto contra natura o, en mi ego pensé que se refería a que no era normal que una verga de mi tamaño le entrara por su estrecho culo…
Para evitar cualquier tipo de resistencia, baje rápidamente su escote, liberando sus redondos melones, cosa que la distrajo y volvió a traer el morbo mientras jaloneaba sus pezones y Laurita veía embobada con la boca abierta como estrujaba sus senos.
Volteo buscando mis labios y me prodigo jugosos besos con su lengua excitada, cosa que iba aprovechando para meter y sacar de a pocos mi verga de su arrugado esfínter, que cada vez se contraía menos, acostumbrándose a aquel intruso que ya había ingresado, al menos un tercio.
- Ayyy… me estas rompiendo el culo… exclamo perpleja con expresión morbosa.
Volteo a verme, eso la hizo distraerse y relajarse, cosa que aproveche, para abrir sus morenas nalgas con mis manos y empujarle media verga más…
- Ouuuu… ahhhh… mierd… ahhh… exclamo estremeciéndose de dolor.
Vi sus ojos emblanquecer, salir de sus orbitas, con la boca abierta, casi en rigor mortis, que hizo que apretara mi verga, causándome un poco de dolor… pero la tarea ya estaba cumplida, la tenía enganchada hasta las tripas… sería difícil que se liberara.
Estuvo quejándose cada vez mas fuerte, le tuve que tapar la boca para que mis vecinos no llamen a la policía. Veía sus ojos cerrados, con una lagrima discurriendo por sus mejillas. Esta enrojecida, resoplaba entre mis dedos, una vez que sentí que su respiración se calmó, saqué mi mano.
- Auuu… no puede ser que entrara todo eso… dijo sintiéndose completamente atorada.
Debía que reconocer que Laurita había resistido estoicamente, seria la fascinación, el deseo contenido de ser desvirgada… aunque no era de la manera que esperaba, estaba dispuesta a irse con algún agujero inaugurado…
- Auchh… uhmm… espera… espera… porfis… ayyy… me rogaba.
Yo ya había empezado el golpeteo contra sus nalgas… Laurita rendida, se inclino sobre la mesa, apoyando los codos, mientras dé a pocos entraba y salía de su gordo trasero... parecía haberse acomodado mejor, por momentos relajaba la contracción de su esfínter y yo aprovechaba para estamparla… mientras a ella se le contraía el espinazo y luego volvía rendida a la mesa…
De cuando en cuando aprovechaba en echar algo de lubricante por los lados, creyendo que podría ayudar, pero no había mucho margen para que algo le entrara, mi verga tenia su culo colapsado… hasta que…
- Ayyy nooo… uffff… nooo… ¿qué es esto?… uhmmm… ahhh… uhmmm… comenzó a musitar asombrada entre quejidos y gemidos.
Veía su cuello y espalda temblorosas, hasta sus piernas… comencé a bombearla más armónicamente, con cada vez menor oposición de su esfínter… en un proceso natural, se fue relajando y acostumbrando a estar empalada… incluso comenzó a disfrutarlo…
- Ayyy … no puedo creerlo está bien duro… uhmmm… decía atónita.
Ahora era yo quien se aferraba a la mesa mientras bombeaba su carnoso trasero contra el mueble, sus nalgas comenzaban a rebotar con mi ingle, mientras Laurita veía sorprendida como sus senos saltaban con cada arremetida…
- Si si… asi… cuñadito… rómpeme mi culito… uhmmm… deliraba Laurita.
Todo el morbo contenido desde la playa, en que toque sus senos por primera vez, daba rienda suelta ahora… recordando aquello, libere una mano para jugar con ellos… cosa que agradeció estremeciéndose más… llegue a sentir algunas gotas que discurrían de su excitada vagina…
El mantel ya estaba casi en el suelo, dejando ver el reflejo del cristal de la mesa… Laurita se sorprendió de ver la morbosa expresión en su rostro, sus senos temblando y jaloneados por mis manos… mi complacida expresión mientras le martillaba el culo, tomándola de las nalgas…
- Ay… uhmmm…. que grande eres… uhmmm… exclamaba Laurita alimentando su morbo.
Con cada incursión la iba levantando sobre la mesa, por momentos la veía de puntitas, por ratos ya en el aire, con su culo color canela rebotando con mi entrepierna…
- Ayyy nooo… ayyyy nooo… uhmmm…. me desmayooo… nooo… uhmmm….
La sentí estremecerse hasta de los pies a la coronilla, con unos espasmos y temblores en la pierna… mientras mi verga satisfecha comenzaba a llenar de tibia leche su recién inaugurada cavidad anal… con cada borbotón ella se estremecía más…
- No puede ser… ¿qué pasa?… ayyy… ¿me estas orinando?… se quejaba Laurita sin entender lo que sucedía.
- Ohhhh… ufff… exclame satisfecho, mientras mi leche seguía invadiéndola.
Laurita se dejo caer sobre la mesa… su vestido era ahora una faja, sus pies casi en el aire, su gordo trasero abierto de par en par, su torso amortiguado por sus senos contra la mesa… ella con su rostro de lado, entre un enredo de cabellos, con las mejillas encendidas, la boca abierta y jadeante con gotas de saliva, como si todo se le hubiera hecho agua a la boca…
- Ayyy… estoy acalambrada… que me hiciste… se quejó graciosamente.
- Felicidades… te viniste en un rico orgasmo… ya no eres virgen… al menos analmente… le dije complacido.
- Ufff… no creí que se podían sentir cosas tan ricas por ahí… exclamo sorprendida.
- Si, es un mundo nuevo… ya verás… le dije exagerando mi experiencia.
Ella se incorporó… me miro con ese brillo enamoradizo que antes le había visto…
- Eso significa que… dijo tímidamente.
- ¿Qué cosa?... pregunte
- Me seguirás enseñando… dijo mordiéndose los labios ansiosa.
- Ya veremos… solo atine a decir, dejando abierta la posibilidad.
- Eso me basta… me dijo alegre.
Luego jalo mi rostro y me beso desde su forzada posición, aun con mi verga atornillada en su joven orto. Que poco a poco se fue deshinchando… saque mi verga, un gesto de dolor apareció en los labios de Laurita… su ano estaba al rojo vivo, se notaba que le ardía y dolía… la calme diciéndole que le echaría humectante para aliviar eso.
Se estremeció un poco al sentir la leche discurrir de su ano a sus piernas… más bien yo me estremecí al recibir una llamada… se me enfrió el cuerpo, por el sonido, en un principio pensé que era el timbre del depa…
- ¿Todo salió bien?… me pregunto Vale.
- Si, si todo normal… dije nervioso, mientras veía como Laurita se limpiaba.
Mierd… todo salió bien para Laurita (que se salió con la suya) y para mí (que le revente el culo a mi cuñadita que me provocaba), pero salió bien para nosotros (como pareja), pensé…
- Bueno, ya voy de regreso… deseas que compre algo de comer… agrego Vale.
- Si, lo que gustes… me muero de hambre… respondí, mientras pensaba que su hermanita me exprimió todo, necesitaba reponer energía.
Luego mi cuñadita se fue a bañar, mientras yo intentaba borrar evidencias, arreglaba la mesa, trapeaba las gotitas de leche del piso, etc., etc.
Después me toco bañarme, Laurita nuevamente entro a darme la toalla, al ver mi verga otra vez, se agacho y le dio un beso juguetón…
- Gracias… se atrevió a decirle con una sonrisa pícara.
Mi pene otra vez comenzó a reaccionar… si Laurita quiere seguir descubriendo cosas, esos labios carnosos le harían mucho bien a mi verga, pensé… creo que mi cuñadita intuyo por la mirada de malicia que tenía, que algo le prepararía para más adelante, se mostraba curiosa y dispuesta a realizar lo que le pidiera…
Era casi como su hermana, pero más complaciente y más desinhibida, quizás producto de su ingenuidad o de sus ganas de conocer el placer del que tanto se ufanaban sus amigas experimentadas…
Esta vez nos sacó de nuestra abstracción el sonido del timbre… era Valeria, que por suerte había olvidado sus llaves… nos salvamos esta vez… pero estábamos jugando con fuego...
Mientras pensaba en esto… un día Valeria vino con una gran idea…
- Que tal si mi mama y mi hermana vienen a pasar las fiestas… dijo emocionada.
- Ahhh… si… claro… que buena idea… Vale (así le decía de cariño) … respondí.
Apenas habían pasado unos meses desde mi visita a su ciudad, de mi besuqueo con Laurita en el cine, de que casi poseo a mi cuñadita en el hotel, a la mierd… esa niña cada que la veo se pone más buena, las caderas y nalgas comienzan a parecerse a las de Valeria…
En ese tiempo habíamos cruzado llamadas con Valeria, para saber cómo le iba a Laurita, uno que otro mensaje, procurando mantener la distancia, y la cordura… evitando comentar lo sucedido y no dando pie a algún mensaje indiscreto o enamoradizo de ella.
Sentía que todo lo avanzado con Valeria se iría al tacho, si me enredaba en estos jueguitos de descubrimiento pasional con su hermanita. Tendría que mantener la distancia como antes… sin embargo, Valeria empeoro las cosas...
Varias veces habíamos hablado de mudarnos juntos, sin embargo, ella no se sentía preparada aun para dar ese gran paso… sin embargo, dada la situación, quizás era tiempo de intentar convivir y ver como nos iba… Total, en realidad los fines de semana casi convivíamos en mi depa o en su mini-depa… claro que su mama no lo sabía.
Entonces la única opción que quedaba era que se quedaran en mi depa, alojaría a su mama y su hermana… todos bajo el mismo techo… mi novia y mi tentación… caraj… al menos con mi suegra rondando mantendría la cordura y la distancia pensé… solo que…
- Mi mama no va poder venir… me dijo triste Valeria.
- ¿Por qué?... pregunte extrañado.
- Se sintió un poco indispuesta y me dice que mis tíos la invitaron a pasar fiestas con ella…
- Ah bueno al menos no estará sola… tu hermanita lava cuidar… le dije aliviado.
- No… Laurita si va venir…
- ¿En serio?... pregunte perplejo.
- Si se muere de ganas de conocer mas la ciudad… dijo emocionada Vale.
Por la put… madr… pasar fiestas bajo el mismo techo con Valeria y Laurita… me encomendé al destino, que pasara lo que tuviera que pasar… intentaría resistir hasta donde se pudiera…
Como Vale estaba atareada por su trabajo, fui a recoger a mi cuñadita al aeropuerto… la muy diabla llego en una mini negra entallada y unos tacones, algo de maquillaje, con un look que la hacia aparentar mayo y mas apetecible que nunca, sus caderas cada vez mas anchas y sus nalgas cada vez más abultadas… más de uno volteo a admirarla.
Nuevamente embobado por su imagen no atine a decir nada… ella me sonrió nuevamente y se me abalanzo como siempre. Me beso entre el labio y la mejilla… como para darme a entender que no se había olvidado de lo sucedido… o que quería seguir jugando a lo que dejamos pendiente en su ciudad… diablos…
- ¿Me extrañaste?… pregunto risueña.
- Claro… respondí algo pensativo, sin tratar de evidenciar mi emoción.
Al subir al auto e ir en dirección al depa, decidí dejar las cosas claras, debíamos evitar seguir con lo que empezamos en su ciudad… no porque no quisiera, sino por lo complicado…
- Mira, vamos a estar en mi depa con tu hermana, hay que mantener las cosas tranquilas como antes de… tú sabes… dije apenado, en referencia a lo del hotel.
- Ahhh… no te preocupes… mantendré la discreción y las formas… me dijo obediente, casi como niña regañada.
- Ufff… que bueno que lo entiendas… sabes que te quiero mucho… eres una chica muy guapa y sabes que cualquier chico podría interesarse en ti, comencé a explicarle, como cuando uno habla y habla en una situación incomoda y no sabe cuándo callarse.
- ¿Crees que soy linda?... me dijo con ojos brillosos.
Mierd… de todo lo que dije solo escucho eso… luego se le nublo todo. En fin, acepte eso, con tal de no tenerla resentida vagando por la casa o dándole señas de celos a su hermana… cualquier cosa con tal de mantener la fiesta en paz
Llegamos al depa y ya Valeria había llegado, para mi suerte.
Pues bien, tras la cena, Laurita quería ver una película… diablos, no como en el cine… pero fue algo peor… Nos acurrucamos en el sofá-cama… Valeria a mi derecha y Laurita a mi izquierda… de a pocos nos fuimos resbalando hasta estar echados…
Instintivamente abrace a Valeria, para mantenerme a raya, sin embargo, Laurita al poco rato se acurruco en mi hombro como esa vez en el hotel, empiernandome… ante la sorpresa de Valeria y un frio recorrió mi espalda… creo que Laurita no entendió lo de mantener la distancia… mierd…
- Ay que lindo… mi hermanita te quiere como un padre… me dijo Vale al oído, enternecida por el cariño que me mostraba Laurita.
- Ah siii… creo que le falta eso… una figura paterna… dije aliviado de que mi novia haya tomado sin malicia la muestra de afecto de su hermana.
Para fijar la idea del cariño paternal le di un beso en la cabeza a Laurita, que sonrió complacida, y sin darme cuenta, la niña estaba casi chupándose el dedo… me vino a la mente que me podía chupar otra cosa… sin embargo solo atiné a reírme, para evitar una erección, y mostrarle a Vale la reacción infantil de Laurita.
Esa noche, tras la película transcurrió tranquila, les dejé el dormitorio principal del depa para que duerman juntas y yo me fui al dormitorio secundario. Pensé que era lo mejor para evitar dejar sola a Laurita y que yo gatee a su habitación… al final ella usaría esa maña.
Al día siguiente de trabajo, Valeria estaba un poco ojerosa, me decía que Laurita no la dejo dormir bien, que se movía mucho, que hasta pateaba dormida. En fin, me dijo si es que le podía dejar el otro dormitorio, no quería dejarla en el sofá-cama porque se amanecería viendo tele.
Accedí a dormir en la sala, con ellas en los dormitorios del segundo piso, según yo seguía a distancia de la tentación. Esa noche se repitió la tónica, la película, acurrucarse en el mueble, esta vez Laurita paso la mano por mi pecho, casi metiéndola entre mi camisa, aprovechando que su hermana estaba medio dormida… ay caraj… no te pongas tieso… le rogaba a mi pene.
Parece que quien me escucho mentalmente fue Vale, que se levanto de sobresalto… mientras Laurita volvía su mano a su lugar. Vale le dijo que ya era tarde, Laurita protesto que se quería quedar más, total al día siguiente era sábado y no había que levantarse temprano… pero Valeria no le dejo salirse con su capricho y se la llevo… ante mi alivio.
Me quede despierto viendo una película, intentando olvidar lo sucedido y bajarme las revoluciones, la mano de Laurita hurgando en mi pecho, sus senos presionando mi brazo, su pierna sobando la mía… me habían dejado un poco acelerado.
Había pasado buen rato, cuando oí un ruido leve, me recompuse rápidamente, pensé que sería algún ladrón escabulléndose. Busqué con la vista en el balcón, la puerta… pero no… el ruido venia de la escalera… vi unas piernas bien formadas bajando… eran color canela… no era Vale… era Laurita, que se estaba viniendo de puntitas a verme… a la mierd… esta chica es el demonio… pensé.
- ¿Qué haces?... murmure.
Admire su silueta apenas cubierta por una remera que le tapaba apenas debajo de su pubis, mientras sus pezones y senos sin brasier resaltaban nítidamente por la tela.
- No tengo sueño… ¿puedo ver tele contigo?... me dijo en tono infantil, frotando sus piernas como chica provocadora.
- Tu hermana nos va oír… le advertí intentando alejarla.
- Ella ya se durmió y tiene sueño pesado… refuto Laurita, y era cierto.
- Ok… pero solo un rato… accedí viendo que se entercaba.
Pensé que quería repetir la posición de siempre, le ofrecí mi brazo y hombro para que se acomode, sin embargo, se recostó dándome la espalda. Al final parecía que quería estar en la posición tipo cucharita… bueno, al menos así, habría menos peligro de terminar en besuqueos pensé, sin embargo, no anticipe otro problema…
Cuando Laurita sintió mi cuerpo detrás de ella, automáticamente fue buscando contacto, retrocediendo, me estuvo acorralando contra el respaldar del mueble, una vez ahí sin salida, instintivamente comenzó a empujar su redondo trasero contra mi entrepierna…
En principio puse mi mano en su cintura intentando alejarla (si Valeria, se despertaba y bajaba me mataba) sin embargo mi mano se quedó ahí, como acariciando su cintura… Laurita se percato que iba cediendo ante su tentación… así que se atrevió a preguntar…
- No te molesta, ¿verdad?...
- No, para nada… respondí tragando saliva.
Mientras la sangre se agolpaba en mi pene, generando una incipiente erección. Atine a retroceder un poco, sin embargo, ella empujo más aun… mierd… esto es el colmo… intente aguantar… pero no puedo más… me dije.
Cedi o sucumbí ante la tentación, mi mano paso por debajo de la remera, acariciando su ombligo, para luego ir subiendo sin mayor oposición a sus senos… mientras su joven cuerpo se iba estremeciendo y jadeando de placer…
Laurita seguía empujando su jugoso trasero contra mi verga endurecida, su remera se había levantado un poco por el accionar de mis manos que estrujaban sus senos… esto libero sus nalgas, apenas cubierta por su ropa interior, que se fueron abriendo ante mi tieso pene.
Laurita se estremecía de placer, giro su rostro buscando el mío, nos besamos apasionadamente, mientras nuestros cuerpos se frotaban, casi haciendo el amor con la ropa puesta… mi cabeza ya no pensaba, solo reaccionaba instintivamente…
- Ahhhh…. Soltó un leve gemido, al sentir que mis dedos hacían a un lado su ropa interior.
Hice lo propio con mi short, bajándolo hasta liberar mi herramienta… su piel se erizo al sentir el contacto con mi duro miembro… presa de ansiedad y curiosidad, atino a tomar unos segundos mi verga entre sus dedos, quizás no dando fe a que se hubiera puesto tan duro por su estimulo.
No había marcha atrás… solo hacia adelante… pase mi verga por entre sus nalgas, Laurita fue separando un poco sus piernas instintivamente para darme espacio… iba ser genial poseerla así por primera vez, lo curioso era que sería por detrás, como le gustaba a su hermana.
Sentí su cuerpo temblar cuando mi verga se poso sobre sus húmedos labios vaginales, los cuales fui frotando de atrás hacia adelante para incentivar mas su delirio y que no se opusiera a que la desflorara por primera vez en ese mueble...
Solo faltaba acomodarme y presionar un poco para romper su sello virginal… hasta que…
- Lauritaaa… ¿dónde estás?... oí la voz adormecida de Valeria.
Mierd… murmure asustado, Laurita se contrajo rápidamente, apresando mi verga con sus temblorosas piernas. Automáticamente la aleje un poco, mientras ella se componía, se sentaba en el sofá y ponía en su sitio su ropa.
- Baje a tomar agua… dijo nerviosa en voz baja.
- ¿Y Danny?... pregunto Vale, mientras yo me cubría con las sabanas.
- Shhh… se quedó dormido con la tele prendida… murmuro Laurita acercándose a la escalera, a donde parecía que se estaba acercando Vale.
- Apaga la tele y sube a dormir… ah… tráeme un vaso con agua… pidió Vale mientras oía sus pasos volver a la puerta de su dormitorio.
Suspiré aliviado, sentí que mi alma volvió a su cuerpo… Laurita fue a la cocina, por el agua, lo dejo un rato en la mesa, luego se abalanzo juguetonamente sobre mi dándome unos jugosos besos con lengua.
- Me la debes… me susurro al oído juguetona.
Luego apago la tele y se fue con el agua al segundo piso. Si antes que baje Laurita estaba confundido y acelerado, ahora estaba peor por todo lo sucedido. Tras unos minutos entre al baño y me di un pajazo de aquellos… si esta chiquilla no me mataba de un infarto, su hermana lo haría con algún utensilio de la cocina o de oficina…
Al menos el pajazo funciono, me alivio y me dormí al poco rato. Algún sueño con matices de remordimiento tuve… pero que podía hacer… esa niña me buscaba constantemente.
Al día siguiente fuimos al mercado… ya de regreso Vale olvido una ultima compra, nos dijo que la esperemos. Demoraría unos minutos, así que aproveche para intentar conversar y razonar de nuevo con mi cuñadita… entender su casi obsesión conmigo…
- Creo que ayer llegamos un poco lejos… le dije.
- No tanto… falto poquito… dijo comiéndome con la mirada.
- ¿Por qué quieres esto (coger) conmigo?... pregunte intrigado.
- Si no es contigo… ¿con quién más?… dijo apenada.
- No se… alguien de tu edad
- Ay no… los chicos de mi edad son inmaduros, habladores… respondió incomoda.
- ¿No te parece raro esto?... intente razonar.
- Bueno… quizás un poco… pero es que… dijo dudando.
- ¿Qué?... dime… vamos… le anime, quería entenderla.
- Mi hermana me dijo que su primera vez contigo fue especial… que la trataste con cariño y le hiciste sentir cosas que nunca experimento (un orgasmo seguro) … y no se…
- ¿No sabes?...
- Es que mis amigas… la mayoría ya perdieron su virginidad… y por como lo cuentan como que no fue lo que esperaban, por lo inmaduro y apresurado de sus parejas… por eso…
- Por eso ¿qué?… pregunte, tenía que sacarle por cucharadas.
- Por eso quería que fueras mi primer hombre… alguien con experiencia, para tener una historia bonita que contar… me explico, luego se resintió un poco y agrego… ¿no lo quieres hacer conmigo porque piensas que soy muy fea?
- No, para nada… mírate, eres hermosa… pero soy novio de tu hermana… exclame incrédulo.
- No le diré nada a Vale… pero… quiero perder mi virginidad contigo… insistió.
- Ok… ya veremos, pero esas cosas no se planifican, solo suceden… para que sean más especiales… le dije, mientras veía como Valeria se acercaba a lo lejos.
- Está bien… dijo susurrando sonriente, notando que al menos había cedido algo.
Algo me decía que no la convencí, esta niña no se quedaría contenta hasta que me la coja y bien duro… como para no ser la virgen de su grupo de amigas… quizás hasta bullying le hacían a la pobre… quería regresar a su pueblo con la historia de cómo perdió su virginidad con un chico experimentado de la ciudad.
Al regresar al depa, me di una ducha de agua fría… para bajarme la calentura que me genero el pedido de mi cuñadita. Oí algunos pasos cerca al cuarto, me imagine que Vale quería decirme algo, le pedí que me pase la toalla… abrí la mampara de la ducha… y ahí estaba otra vez ella…
- Ay vaya… exclamo ahogadamente dejando caer la toalla de sus manos, fijando su vista en mi verga.
- ¿Qué haces aquí Laurita?... le recrimine en voz baja.
- Todo eso no me va entrar… dijo con la boca abierta, sin prestar atención a lo que dije, se veía algo confundida, entre asustada y emocionada, sin dejar de admirar mi pene que comenzaba a crecer.
- Vete… antes que tu hermana venga… le pedí.
- No te preocupes… está cocinando… dijo, mientras yo me ponía la toalla, solo así, cuando me vio cubierto, salió de su abstracción y se fue del baño.
Tras eso, andaba mas estresado, casi ni comí, mientras Laurita de cuando en cuando lanzaba miradas a mi entrepierna, a veces sonriendo otras veces abriendo los ojos como pensando si le entraría o no. Valeria me pregunto si todo iba bien… me excuse que andaba preocupado por un trabajo… si supiera que su hermana quería que me dedique a desvirgarla.
Tras el almuerzo, llamo una compañera de trabajo de Vale, al parecer otra de sus compañeras tuvo un accidente y estaba en el hospital, querían ir a verla en grupo. Me ofrecí a llevarla, pero me dijo que mejor me dedique a terminar mi trabajo. Mas bien Vale, me jalo a un lado para conversar… pensé que ya había notado lo de Laurita y sus miradas indiscretas… ya me jodi…
- Danny… sé que no es tu responsabilidad… pero mi hermanita te quiere y respeta como un hermano mayor o un padre… yo ya hablé con ella, ya sabes, de los chicos y eso… me dijo preocupada.
- Ok… y ¿a qué viene esto?… pregunte con cara de susto, quizás ya se dio cuenta.
- Es que sería bueno que tú también le hables y le aconsejes… mi mama dice que sus amigas son algo movidas, locas por experimentar… no vaya ser que, por seguirlas, Laurita termine encamándose con cualquier vago y malogre su futuro… tú sabes, son jóvenes e inmaduros, no miden consecuencias…
- Si… entiendo… yo hablo con ella… le dije, si supiera que el peor peligro para su hermanita era yo, mejor dicho, que Laurita era un peligro para mí.
- Ahhh… otra cosa, me da vergüenza decirlo, pero estamos en confianza de pareja… creo que mi mama exagera, me dice que no sabe si Laurita ya tuvo relaciones…
- Nooo… no creo… se comporta como niña (ninfómana)… dije con cara de incrédulo.
Yo que, a tanta insistencia de Laurita, me la quería tirar salvajemente para exorcizar.
Mientras conversábamos cerca a la puerta del depa, Laurita nos veía atenta desde el sofá-cama en que casi la violo la noche anterior. Por momentos fingía ver la tele, pero estaba con las orejas bien paradas para intentar oír lo que decíamos. Al poco rato Valeria se fue, encomendándome a su hermanita…
Ni bien se fue, saqué mi laptop y me puse a trabajar en el comedor (detrás del sofa-cama), procuraba adelantar un proyecto del trabajo… en realidad quería mantenerme entretenido y evitar tentación, mientras Laurita seguía viendo la tele… volteando de cuando en cuando a ver si me animaba a acercarme a ella.
Al ver que no le prestaba atención, Laurita subió dejando la tele prendida… ufff… se habrá cansado y se ira a dormir un rato… mejor, así pasa el tiempo hasta que su Valeria regresé, pensé.
A los pocos minutos nuevamente oí el mismo ruido que la noche anterior… sabia lo que era… mejor no prestarle atención, sino será peor, me dije… pero fue inevitable… nuevamente vi sus piernas bajar la escalera… esta vez no estaba cubierta por el jean que uso minutos antes.
Había vuelto a ponerse aquel provocador vestido negro con el cual llego al aeropuerto, aquella mini entallada con ese escote, lo entallado de su ropa dejaba poco a la imaginación… mas aun notaba que no se formaba ninguna silueta de ropa interior… mierd… no traía nada debajo.
Bajo lentamente sonriendo, viendo que la laptop era un adorno en la mesa, que solo ella tenia toda mi atención… lo que la hizo sonreír con mayor coquetería… mientras yo seguía con la boca abierta sin emitir sonido…
- Me dijiste que las cosas no se planifican… solo que… creo que a veces hay que hacer que las cosas sucedan… dijo justificando su provocativo accionar.
Tenía razón, que su hermana saliera era coincidencia… el destino quería que me tire a mi cuñadita… ella misma quería que me la coja… en el fondo yo quería abusar de ella… todo estaba alineado… al diablo todo… me dije, intenté resistir lo más que pude… Valeria quería que hable con su hermanita… mejor le daba una demostración vivencial de educación sexual.
Me pare de mi sitio, dejando a un lado la laptop… no tuve que decir nada… Laurita nuevamente se abalanzo sobre mí, llenándome de besos. Yo comencé a estrujarle por primera vez sus redondos glúteos que, si bien no eran tan grandes como los de Valeria, eran muy bien formados y apetecibles.
Aquellas caricias en su trasero la excitaron más… la levante, haciéndola sentar sobre la mesa, sin dejar de besarla. Ella en un principio me abrazaba, luego instintivamente comenzó a soltar la correa de mi pantalón y buscar mi verga con sus manos, quería saber si era cierto que todo eso le entraría en su virgen cuerpo.
- Ay no… no creo que entre… me dijo asustada y excitada, creo que le causaba morbo esa situación.
- Mira… dije intentando calmarme y explicarle… tu mama te va llevar al médico para saber si sigues siendo virgen o no… va ser sospechoso si llegas así de repente… dije.
- Ay nooo… debe haber otra manera… no me dejes así… vamos… me suplico Laurita completamente cachonda, al borde de un berrinche para que me la tire.
- Hay otra manera… le dije y agregué… no es una forma convencional, pero tenme confianza y déjame hacer… no te hare daño...
- Si, si, hazme lo que quieras… yo te sigo… me dijo emocionada y obediente, llenándome de besos, agradecida de que me la fuera a coger, sabía que no habría oportunidades como esa, de estar solos sin la vigilancia de su hermana.
Lo que su hermana me negó, quizás Laurita me lo regale de buena gana… pensé… y me aliste, fui al baño rápidamente y traje una crema, ante la mirada ansiosa y curiosa de Laurita.
- ¿Qué es eso?... pregunto extrañada.
- Ya verás… le dije, y no permitiéndole hacer más preguntas, agregué: Recuerdas ayer… como estábamos acomodados…
No tuve que decir más, Laurita volteo, dándome la espalda… su cuerpo estaba apresado entre el mío y la mesa… nuevamente comenzó a empujarme su carnoso trasero contra mi ingle, mientras se daba maña para besarme.
Yo le subía la falda y liberaba mi verga… sus nalgas desnudas recibieron el bulto de mi entrepierna. La acomode abriéndole un poco las piernas… la sentí temblar con el contacto… así que inicie otra vez el juego de pasar mi verga por entre sus labios vaginales, generando una rica fricción que terminara de enloquecerla…
- Ay yaaaa… hazlooo… me suplicaba, con su vagina mojada.
Embadurne mis dedos de crema lubricante… y escudriñe sus nalgas… ante su sorpresa…
- ese no es mi… ohhh… ahhh… exclamo atónita.
- Prometiste dejarte guiar… le susurre al oído.
- Ayyy… si si si… cedió sumisa.
Mis dedos habían invadido su cavidad anal… como les dije lo que Valeria no me daba, quizás Laurita me lo regalaría o yo se lo robaría… era la única manera que llegara aun virgen (al menos vaginalmente) a su ciudad sin levantar sospechas de su madre ni del médico.
Tras aquella incursión de mis dedos en su estrecho y virgen ano, Laurita se inclino hacia adelante, arañando el mantel de la mesa, mientras su respiración se hacia mas profunda… sus senos se hinchaban cada vez más…
- Ayyy… ¿Qué me haces?... uhmmm… preguntaba en medio de su excitación y morbo.
- Solo confía… le decía escuetamente.
Sus piernas temblaban y se abrían más… su cabello era una maraña desordenada, mientras su cabeza se movía nerviosamente… Había llegado el momento…
- ¿Qué?... nooo... espera… por ahí nooo… intento quejarse Laurita, pero era tarde.
Tras el proceso de dilatación, el masajeo con mis dedos llenos de lubricante, solo quedaba la penetración y lo hice quizás abruptamente… preso de mi propia excitación y para impedir que se arrepienta.
- Ouuu…. Ahhhh…. Ufff…. se quejó Laurita, con su espina contraída.
Le había metido la cabeza de mi verga en su estrecho ano, mientras ahora forcejeaba un poco por insertarle el resto. Ella intentaba mantener el equilibrio con las manos sobre la mesa… la figura se había invertido, Laurita que antes me culeaba para que la penetre, ahora era yo quien la empujaba contra el mueble.
- Ayyy… nooo… eso no es normal… nooo… ahhh… se quejaba.
No sabia si se refería a que era un acto contra natura o, en mi ego pensé que se refería a que no era normal que una verga de mi tamaño le entrara por su estrecho culo…
Para evitar cualquier tipo de resistencia, baje rápidamente su escote, liberando sus redondos melones, cosa que la distrajo y volvió a traer el morbo mientras jaloneaba sus pezones y Laurita veía embobada con la boca abierta como estrujaba sus senos.
Volteo buscando mis labios y me prodigo jugosos besos con su lengua excitada, cosa que iba aprovechando para meter y sacar de a pocos mi verga de su arrugado esfínter, que cada vez se contraía menos, acostumbrándose a aquel intruso que ya había ingresado, al menos un tercio.
- Ayyy… me estas rompiendo el culo… exclamo perpleja con expresión morbosa.
Volteo a verme, eso la hizo distraerse y relajarse, cosa que aproveche, para abrir sus morenas nalgas con mis manos y empujarle media verga más…
- Ouuuu… ahhhh… mierd… ahhh… exclamo estremeciéndose de dolor.
Vi sus ojos emblanquecer, salir de sus orbitas, con la boca abierta, casi en rigor mortis, que hizo que apretara mi verga, causándome un poco de dolor… pero la tarea ya estaba cumplida, la tenía enganchada hasta las tripas… sería difícil que se liberara.
Estuvo quejándose cada vez mas fuerte, le tuve que tapar la boca para que mis vecinos no llamen a la policía. Veía sus ojos cerrados, con una lagrima discurriendo por sus mejillas. Esta enrojecida, resoplaba entre mis dedos, una vez que sentí que su respiración se calmó, saqué mi mano.
- Auuu… no puede ser que entrara todo eso… dijo sintiéndose completamente atorada.
Debía que reconocer que Laurita había resistido estoicamente, seria la fascinación, el deseo contenido de ser desvirgada… aunque no era de la manera que esperaba, estaba dispuesta a irse con algún agujero inaugurado…
- Auchh… uhmm… espera… espera… porfis… ayyy… me rogaba.
Yo ya había empezado el golpeteo contra sus nalgas… Laurita rendida, se inclino sobre la mesa, apoyando los codos, mientras dé a pocos entraba y salía de su gordo trasero... parecía haberse acomodado mejor, por momentos relajaba la contracción de su esfínter y yo aprovechaba para estamparla… mientras a ella se le contraía el espinazo y luego volvía rendida a la mesa…
De cuando en cuando aprovechaba en echar algo de lubricante por los lados, creyendo que podría ayudar, pero no había mucho margen para que algo le entrara, mi verga tenia su culo colapsado… hasta que…
- Ayyy nooo… uffff… nooo… ¿qué es esto?… uhmmm… ahhh… uhmmm… comenzó a musitar asombrada entre quejidos y gemidos.
Veía su cuello y espalda temblorosas, hasta sus piernas… comencé a bombearla más armónicamente, con cada vez menor oposición de su esfínter… en un proceso natural, se fue relajando y acostumbrando a estar empalada… incluso comenzó a disfrutarlo…
- Ayyy … no puedo creerlo está bien duro… uhmmm… decía atónita.
Ahora era yo quien se aferraba a la mesa mientras bombeaba su carnoso trasero contra el mueble, sus nalgas comenzaban a rebotar con mi ingle, mientras Laurita veía sorprendida como sus senos saltaban con cada arremetida…
- Si si… asi… cuñadito… rómpeme mi culito… uhmmm… deliraba Laurita.
Todo el morbo contenido desde la playa, en que toque sus senos por primera vez, daba rienda suelta ahora… recordando aquello, libere una mano para jugar con ellos… cosa que agradeció estremeciéndose más… llegue a sentir algunas gotas que discurrían de su excitada vagina…
El mantel ya estaba casi en el suelo, dejando ver el reflejo del cristal de la mesa… Laurita se sorprendió de ver la morbosa expresión en su rostro, sus senos temblando y jaloneados por mis manos… mi complacida expresión mientras le martillaba el culo, tomándola de las nalgas…
- Ay… uhmmm…. que grande eres… uhmmm… exclamaba Laurita alimentando su morbo.
Con cada incursión la iba levantando sobre la mesa, por momentos la veía de puntitas, por ratos ya en el aire, con su culo color canela rebotando con mi entrepierna…
- Ayyy nooo… ayyyy nooo… uhmmm…. me desmayooo… nooo… uhmmm….
La sentí estremecerse hasta de los pies a la coronilla, con unos espasmos y temblores en la pierna… mientras mi verga satisfecha comenzaba a llenar de tibia leche su recién inaugurada cavidad anal… con cada borbotón ella se estremecía más…
- No puede ser… ¿qué pasa?… ayyy… ¿me estas orinando?… se quejaba Laurita sin entender lo que sucedía.
- Ohhhh… ufff… exclame satisfecho, mientras mi leche seguía invadiéndola.
Laurita se dejo caer sobre la mesa… su vestido era ahora una faja, sus pies casi en el aire, su gordo trasero abierto de par en par, su torso amortiguado por sus senos contra la mesa… ella con su rostro de lado, entre un enredo de cabellos, con las mejillas encendidas, la boca abierta y jadeante con gotas de saliva, como si todo se le hubiera hecho agua a la boca…
- Ayyy… estoy acalambrada… que me hiciste… se quejó graciosamente.
- Felicidades… te viniste en un rico orgasmo… ya no eres virgen… al menos analmente… le dije complacido.
- Ufff… no creí que se podían sentir cosas tan ricas por ahí… exclamo sorprendida.
- Si, es un mundo nuevo… ya verás… le dije exagerando mi experiencia.
Ella se incorporó… me miro con ese brillo enamoradizo que antes le había visto…
- Eso significa que… dijo tímidamente.
- ¿Qué cosa?... pregunte
- Me seguirás enseñando… dijo mordiéndose los labios ansiosa.
- Ya veremos… solo atine a decir, dejando abierta la posibilidad.
- Eso me basta… me dijo alegre.
Luego jalo mi rostro y me beso desde su forzada posición, aun con mi verga atornillada en su joven orto. Que poco a poco se fue deshinchando… saque mi verga, un gesto de dolor apareció en los labios de Laurita… su ano estaba al rojo vivo, se notaba que le ardía y dolía… la calme diciéndole que le echaría humectante para aliviar eso.
Se estremeció un poco al sentir la leche discurrir de su ano a sus piernas… más bien yo me estremecí al recibir una llamada… se me enfrió el cuerpo, por el sonido, en un principio pensé que era el timbre del depa…
- ¿Todo salió bien?… me pregunto Vale.
- Si, si todo normal… dije nervioso, mientras veía como Laurita se limpiaba.
Mierd… todo salió bien para Laurita (que se salió con la suya) y para mí (que le revente el culo a mi cuñadita que me provocaba), pero salió bien para nosotros (como pareja), pensé…
- Bueno, ya voy de regreso… deseas que compre algo de comer… agrego Vale.
- Si, lo que gustes… me muero de hambre… respondí, mientras pensaba que su hermanita me exprimió todo, necesitaba reponer energía.
Luego mi cuñadita se fue a bañar, mientras yo intentaba borrar evidencias, arreglaba la mesa, trapeaba las gotitas de leche del piso, etc., etc.
Después me toco bañarme, Laurita nuevamente entro a darme la toalla, al ver mi verga otra vez, se agacho y le dio un beso juguetón…
- Gracias… se atrevió a decirle con una sonrisa pícara.
Mi pene otra vez comenzó a reaccionar… si Laurita quiere seguir descubriendo cosas, esos labios carnosos le harían mucho bien a mi verga, pensé… creo que mi cuñadita intuyo por la mirada de malicia que tenía, que algo le prepararía para más adelante, se mostraba curiosa y dispuesta a realizar lo que le pidiera…
Era casi como su hermana, pero más complaciente y más desinhibida, quizás producto de su ingenuidad o de sus ganas de conocer el placer del que tanto se ufanaban sus amigas experimentadas…
Esta vez nos sacó de nuestra abstracción el sonido del timbre… era Valeria, que por suerte había olvidado sus llaves… nos salvamos esta vez… pero estábamos jugando con fuego...
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