En mi tiempo libre, después de la rigurosa llamada con mi esposa, no podía dormir del todo bien, la idea de que fuera tan buena actriz me desconcertaba. Y obviamente me pegaba unas pajas de locura recordando las pláticas de mi primo sobre aquella tarde.
Mi contrato laboral terminó pocos días después y regrese a casa, cabe aclarar que en esos días mi primo siguió relatando las consecutivas visitas de mi mujer al mencionado cuartel, las cuales siempre terminaban en hombres deslechados y una mujer satisfecha.
Trate de disimular por completo el hecho de saber sus travesuras y me dispuse a averiguar si mi primo exageraba o si estaba casado con una auténtica loba...... En platicas con ella logré averiguar qué antes de ser mi novia había tenido algunos avances en cuanto trío se refería, me contó que un novio de su juventud (militar) le había propuesto hacer uno, pero que llegada la hora de la verdad el miedo y los nervios la hicieron su presa, así que no había pasado a más.
Pasaron algunos meses, en ellos nuestra vida fue casi normal una que otra salida con algún amigo y sexo rápido, nada fuera de lo común o que me confirmara el grado de calentura que tenía ella. Muchas veces hice memoria en los avances sexuales durante nuestro noviazgo, no cabe duda que una persona enamorada es ciega a ciertas cosas, teníamos relaciones a los tres meses de novios y el culo me lo entrego en el segundo encuentro, jamás hizo ascos al beber mi esperma o al experimentar alguna posición...... Ahora más que nunca debía averiguar la verdad, honestamente por morbo, pues no me causa incomodidad alguna que ella sea fornicada por alguien más.
Con cierto trabajo y uno que otro soborno logré dar con el ex novio aquel, un tipo delgado y fibroso, bastante amable al enterarse quien era yo, platicamos unos minutos hasta que aborde el tema que me interesaba, no negare que me sorprendió un poco el descaro con que me contaba sus aventuras con ella, pero para eso lo contacte, me platico con detalles todas y cada una de las locuras que hicieron, desde follar en el camión qué va desde nuestra comunidad hacia la CDMX o follar como animales a campo abierto. - Que días pase con ella hombre, es muy caliente la mujer, cierto que le propuse un trío pero no lo acepto, la idea se le hacía descabellada así que le jugué una treta, me calentaba mucho la idea de que otros usarán su cuerpo, pues siempre que me visitaba en el trabajo, los compañeros me hacian comentarios morbosos de ella y la verdad yo no estaba enamorado, simplemente me encantaba cogermela, la oportunidad siempre estuvo frente a mi, pues la perra estaba bien enculada conmigo y se prestaba a casi todos mis caprichos, una de tantas veces que fue al cuartel le pedí que se vendara los ojos, para que experimentará otras sensaciones, así que una vez vendada y en cuatro sobre el camastro le hice señas a un compañero para que entrara y fuera el quien la penetrara, no tengo idea si ella se dió cuenta de la diferencia entre su miembro y el mío, pero jamás me comentó nada, esa se volvió una práctica frecuente dónde al rededor de veinte compañeros la usaron en distintos días. Me encantaba ver su cara satisfecha al pensar que yo aguantaba dos o tres palos, cuando solo me la cogía una vez, jajaja, como las cosas me salían de maravilla pensaba en la manera de lograr que más hombres se la follaran y afortunadamente logré hacerlo, un día cualquiera fui por ella a su trabajo, le dije que habíamos organizado una pequeña fiesta en el cuarto que rentaba, ella me dijo que no, pues sería la única chica, le dije que no, que varios llegarían acompañados, llegamos al cuarto y el alcohol corrió en abundancia, ella estaba bastante tomada, tanto qué no se dió cuenta que en plena madrugada era la única mujer en el lugar, la saqué a bailar algunas veces y después se la cedía a algún amigo, me encargaba de mantener su vaso lleno y a la par, mantenerla entretenida con la plática, el alcohol había hecho bien su trabajo, pues cada que estaba sentada mostraba cada vez más sus hermosas piernas, muchos me hacian señas de lo rica que se veia, así que en la siguiente pieza musical, me repegue lo más que pude a su cuerpo, comencé a besarla y manosear lentamente su cuerpo, levanté su falda a media nalga, dando un espectáculo fenomenal, los presentes quedaron en silencio pues parecía no llevar nada debajo, baje un tirante de su blusa, recorriendo su piel, y uno de sus senos quedo casi descubierto, seguí con los besos apasionados y ella dejándose llevar no hizo por acomodar su ropa, eso me dió la seguridad de que estaba realmente caliente, termino la pieza y con la mini aún levantada nos dirigimos hacia el pequeño sillón, un amigo no le dió tiempo de sentarse, le agarro la mano y la regreso a la pista improvisada, también el se pegó lo más que pudo y de manera discreta rozaba su miembro con ella, alguna vez en la pierna, otra en la pelvis y otra más, de manera descarada en sus nalgas, ella al sentir el bulto, lejos de apartarse, cerro los ojos, eso fue un gesto de aprobación que no pasó desapercibido para mí amigo, que llevo ambas manos a la cintura de ella y le recargo más el prominente bulto, termino la pieza a pesar de la cara de descontento que puso aquel amigo y regresaron al sillón, ella de un trago apuró su bebida, las mejillas completamente rojas, la recibí con un beso mientras le decía, eres la mejor, te ves deliciosa, ella se puso más roja aún y me pidió bailar de nuevo, le dije que si deseaba bailar de nuevo lo hiciera con algún otro amigo, que estaban ansiosos por hacerlo con ella, esto último con doble sentido.
Ella sonriendo se dirigió a su espectante público y les dijo que quien más bailaría con ella, varios tendieron las manos pero ella se decidió por el siguiente afortunado, durante media hora bailo con uno y otro sin parar, dónde todos ellos le hicieron sentir sus paradas pijas, el seno que yo comencé a descubrir, solo estaba cubierto por el sujetador y la pequeña mini ya dejaba apreciar por completo las redondas nalgas, ella no parecía darse cuenta, así que decidí acelerar lo inevitable, al terminar la última pieza, no deje que se sentará a lado mío, la tome de la cadera y la hice caer sobre mi, dándome la espalda, jale su cabeza hacia mi y le plante el beso más lujurioso que pude, ella sintió mi bulto y voluntariamente o no, su cadera se movió para encajar mi dura erección entre sus casi desnudas nalgas, seguí besándola y moví las manos, me apodere de sus tetas, crei que me quitaría las manos o dejaría el beso a medias, la ví cerrar los ojos, así que hice los movimientos finales, después de apretar de manera firme sus tetas, baje por completo el sostén, sus tetas quedaron expuestas, paso seguido baje la mano para perderla entre sus piernas, dejo de besarme y un sonoro gemido rompió el silencio, no había duda, la perra sería de todos, hice a un lado la tanga y con ambas manos exhibi su jugosa panocha, mis amigos tampoco se estaban quietos, muchas manos se posaron sobre el cuerpo de ella, sus tetas fueron estrujadas, succionados, dedos entraban y salían de su concha, la hice levantarse y fue consumida por la masa lujuriosa y perversa, me quedé sentado, disfrutando de un cigarro y otra copa, al estar de pie su culo también quedó libre y segundos después era abierto por distintos dedos, gruesos, delgados, sus nalgas estaban ya rojas pues disfrutaban azotandolas, las tetas no menos rojas, sus pezones inflamados, su concha un río de jugos, la penetraron una y otra vez, algunos se vinieron dentro, ya fuera boca, ano y vagina, otros afuera, sobre su cara y tetas, ningún agujero quedó incolumne y jamás la Vi incómoda, los tirones a su cabello, las nalgadas, arañones y chupetones aparecieron instantes después, palabras como puta, guarra, perra, tampoco hicieron falta, en una hora había sido follada por 15 hombres, muchos de los cuales repitieron platillo, tenía costras secas de semen por todos lados y sus hoyos escurrían la leche que no podían contener, quedo como una muñeca rota, despeinada y yo la veía como la mujer más sensual, la ayude a llegar al baño, incluso a bañarse y ahí mismo, después de limpiar bien sus huecos, la sodomise, sin compasión, me verga entraba y salía sin dificultad y disfrute como nunca de sus chillidos, hasta explotar lo más profundo posible en su culo, la hice mamar mi miembro, enjuague su cuerpo y al final, con una toalla sobre ella, la lleve al cuarto, estaba agotado, salí del cuarto y les dije a mis amigos, que si deseaba usarla de nuevo, estaba a su disposición, pero que al terminar lo hicieran solo en su concha, me quedé dormido y al filo del medio día desperté, lo primero que hice fue asomarme para ver cómo la habían dejado, pensé que ellos ya habían terminado y que la encontraría sola, grande mi error, estaba acostada con las piernas en alto, un amigo la follaba con brusquedad, mientras otro, de cunclillas introducía su verga en la boca, ella en estado semi inconsciente se dejaba hacer, sus tetas botaban frenéticas al compas de las embestidas, el que la bombeaba volteó a verme y dijo, -hermano, está puta no tiene llenadero, en la madrugada la cogimos todos y mira, aún tiene algo de pila, efectivamente la puta que tienes por esposa, con voz apenas audible decía....
Más, cogeme más, dame tu leche que soy su puta
1 comentarios - La puta de mi esposa... Sus inicios.