Pido una disculpa por tener que publicar de nuevo el post, cometí un error con el protocolo.
¡Qué tal, comunidad de Poringa!
Me presento, pueden llamarme por mi nombre de usuario, “Pajero Poringuero” o por mi alias, con el que me agrada firmar mis escritos: Zweisse L.
Me considero a mi mismo como un admirador del trabajo que hacen muchos usuarios con la literatura erótica o pornográfica. De la misma manera decidí empezar como un escritor independiente y novato y relatar mi propia historia/cuento. En la siguiente “obra” me baso en una experiencia real, la cual modifiqué y extendí un poco con elementos ficticios para crear “TERAPIA SEXUAL EN LA ESCUELA” Es una historia muy larga que dividiré en capítulos que subiré cada que tenga la oportunidad. Aún continúo escribiéndola, así que si te ha gustado y quieres la siguiente parte, tenme un poco de paciencia, jajaja.
Espero que realmente les agrade, y agradezco demasiado que dedicaran su tiempo a leer mi relato y darle una oportunidad, independientemente de que haya sido o no de su agrado. Igualmente agradezco mucho sus puntos, comentarios, críticas y hasta sugerencias, ¿Por qué no?
En fin, les dejo el primer capítulo de esta historia/relato/narración… como gusten llamarlo.
TERAPIA SEXUAL EN LA ESCUELA
CAPÍTULO I: ¿SEXO? ¿ESO QUÉ ES?
Son las 6am una vez más, la alarma suena indicando que debo levantarme y prepararme para ir a la escuela. Estoy hasta los huevos de esto ya. Pero ¡Hey! Ya mañana es viernes y viene el fin de semana para descansar de la mierda de escuela. En fin…
Llegué al salón de clase, saludo a las mismas personas que he saludado todos los días desde años atrás, repito una vez más la rutina del día de clase. Miro a mi alrededor y me encuentro con lo mismo de siempre, caras de aburrimiento, gente hablando idioteces sin importancia: lo mismo de siempre.
Debo ocupar la mente en algo si no quiero morir aburriéndome aquí; fantasear un poco no viene mal, ¿un clásico tal vez? Si, eso suena bien. Hmm, ¿Qué pasaría si pudiera detener el tiempo? Podría desnudar a mis compañeras de clase, claro, de todas las cosas que podría hacer, eso es lo único en lo que pienso. ¿Quién sería la primera?. Comienzo a analizar a todas mis compañeras a mi alrededor.
Fernanda, un rostro angelical, pero un cuerpo no muy llamativo; es demasiado delgada, culo casi no tiene y las tetas son muy pequeñas, al menos son firmes. Apuesto a que ya ha cogido con alguien de la escuela, eso seguro, tremenda pinta tiene.
Diana, ella me llama un poco más, unas tetas excelentes: no muy grandes ni tampoco muy pequeñas, pero redondas y firmes. Un culo promedio pero bastante cogible, el único defecto tal vez es la cara, bonita no es… Meh, igual tampoco es fea como tal. De ella hay historias de amigos míos; Que se deja tocar, que te la chupa detrás de la escuela si sabes como pedírselo, que circula un video suyo desnuda, da igual, no hay chance.
Paulina sería buena opción, es bajita de estatura, pelirroja, con un culo tremendo y unas tetas pequeñas que lo complementan. Hija de puta, está en su punto, tiene unos labios que si no los usa para chupar pijas, no entiendo para que más le servirían. Alguna vez escuché un rumor que una chica la atrapó masturbándose en los baños, qué se yo, suena falso para mi.
Sara es baja de estatura, morena, y su llamativo particular: unas tetas enormes, imposible no notarlas. Cualquier pene se perdería entre ese tremendo par. De ella se cuentan demasiadas cosas, que se deja tocar las tetas, deja que le toques el culo, si se lo pides en buena manera te toca la pija o hasta te hace una paja. Tiene fama entre todos de ser bastante zorra en ese aspecto, lo que daría por intentarlo, en fin. Los chicos del colegio suelen molestarla con sus tetas, en cada oportunidad le dicen que son falsas, que es relleno, que son operadas, etc.
Volteé hacia la esquina del salón y veo a Jaqueline, considerada como una de las más feas de la clase. Un rostro simplemente desagradable. En las conversaciones entre amigos debes rechazar cualquier apego a ella, sin embargo había algo que, estoy seguro, nos llamaba a todos. Su facebook e instagram está lleno de fotos suyas en ropa interior o ropa corta, mostrando gran parte del culo o las tetas. Para ser sincero diré que tiene un muy buen cuerpo, el único problema es esa cara asquerosa. ¿Por qué debería sentirme culpable por pensar que si me la follaría? Estos hijos de puta seguro lo harían también. Hay una historia muy famosa de un chico que tuvo sexo con ella aquí, dentro de la escuela.
Nadia es la chica tímida del salón, realmente es irrelevante en todo sentido, y en el llamativo sexual es exactamente igual: Un culo promedio, unas tetas normales y un rostro ni lindo, ni feo. Por alguna razón siempre está el morbo en, ¿Cómo sería tener sexo con una chica tímida y reservada como ella? Seguro que es virgen, y sin experiencia. No se por qué, pero a mi me excitaba pensar en sexo con ella. Igual no hablaba con nadie y no se hablaba mucho de ella, de hecho para la mayoría de personas ella ni siquiera existía.
Mireya es la chica perfecta para cualquier profesor: saca calificaciones perfectas en todos los exámenes, hace todas las tareas, siempre pone atención y se comporta bien en las clases. Si la encuentras en los pasillos, la miras estudiando, leyendo, o repasando algún tema visto en la clase anterior. Parece que su vida es la escuela, razón por la que nadie piensa en ella de forma sexual. Igual su cuerpo no se presta para tal, es casi completamente plana, un culo muy reducido y tetas que a duras penas estaban ahí. Sin embargo tenía cierto atractivo, su cabello, piel y ojos eran bastante claros. Bastante linda si me lo preguntan a mi.
Y por último está ella, sentada al frente de la clase platicando con sus amigas: Marina. Para que me entiendan mejor, entre los chicos se le conocía con varios apodos: Buena, Deliciosa, Perfecta, Diosa. La chica más buena y hermosa del curso: Cabello oscuro largo y lacio, que desciende hasta caer por encima de sus tetas, grandes, redondas y firmes. Su piel clara complementa un rostro divino, con una sonrisa que enamoraría a cualquiera. Y ni hablar de su culo, era perfecto, combinado con una cintura pequeña y una cadera que hacía que su culo tuviera la forma perfecta de “corazón”. Era hasta triste saber que ningún mortal como yo tendría nunca la mínima oportunidad de besarla siquiera.
Miro abajo y me doy cuenta que ahí estaba yo, hasta la esquina del salón, fantaseando con los cuerpos desnudos de todas mis compañeras, y hasta ese momento soy consciente que llevo 15 minutos pensando en ello, mirando al infinito, mientras una erección ya se marcaba en mi pantalón. Discretamente tomo mi pene y lo acomodo de la famosa forma “ahorcada” para que no se note. Al hacer esto, cruzo por un segundo miradas con Sara, sentada en la esquina contraria del salón. ¡Mierda! La muy hija de puta volteó a mirarme justo cuando me acomodaba el pene por dentro de la ropa. No hizo ningún gesto, únicamente subió rápidamente la mirada, para verme a los ojos por medio segundo y después continuar con lo que estaba haciendo.
...
Llegué a mi casa, otro día de mierda en la escuela, “al menos mañana es viernes” me repetía a mi mismo para hacer más soportable el día.
Comencé a hacer mi tarea de biología, o química, algo así, ya no recuerdo. Lo que si recuerdo es que me aburrí y decidí hacer algo más. Entré a xvideos dispuesto a hacerme una paja. Reviso los videos de la página principal y encuentro un video que me llamó la atención: una actriz llamada Sara no se qué, le rompían el culo con una pija de 30 cm. Terminé de masturbarme y en la mente me quedó el nombre: Sara. Claramente a mi mente vino mi compañera Sara, la morena de tetas enormes. Imaginé como si la del video fuera ella, aunque no hubiera ningún parecido físico. El video terminaba con el tipo acabándole las tetas a la chica. Mi mente empezó a trabajar más que en cualquier clase, y en unos momentos ya tenía en la mente una escena en la que yo me venía sobre las tetas de Sara. Ya tenía la pija lista otra vez: pues ni modo, tocará pajearme de nuevo. Disfruté muchísimo más la segunda que la primera, el pensar en las tetas de Sara era algo que me excitaba demasiado, además, no ayudaba mucho el hecho de que ya había fantaseado con ella en clase.
El resto del día tuve a Sara y sus tetas en mi mente, qué tal si era cierto lo que decían, que se dejaba tocar si se lo pedías. Igual pensé, qué tal si lo cierto es, que sus tetas son falsas y únicamente es relleno, papel en el bra o cualquier otra cosa que se inventaban mis amigos. Ya no lo entiendo, esto no concuerda: si fueran falsas, no dejaría que se las tocaran, y si deja que las toquen, entonces no son falsas. Me consumía la curiosidad, tanto que hasta pensé en preguntar a alguna de sus amigas el día siguiente. Que estupidez, quedaría como un pervertido de mierda solamente. Da igual, tengo que ir a dormir, que mañana es otro día de mierda en la escuela.
Creí que mi mente no sería tan hija de puta, pero si que lo fue: Al despertarme tenía una erección tan fuerte que hasta me dolía, pues había soñado con Sara. Soñé que hacía una videollamada con ella mientras me mostraba las tetas, me pajeaba hasta venirme y ella me decía que “mañana” volvíamos a hacerlo a la misma hora. Que sueño de mierda, hasta en ellos continúo siendo virgen, así es, lo soy y me jode que ni en mis sueños pude follarme a Sara, sólo una puta videollamada pajeándome, una mierda.
…
“Por fin ya es viernes, se termina otra semana de mierda” dije en mi mente mientras entraba en el salón y me sentaba en mi esquina de siempre. Como si hubiera sido coincidencia, volteé a ver a todos en el salón y faltaba una persona en su silla: Sara, ya habían pasado 15 minutos de la hora de entrada y ella no estaba ahí. A los 20 minutos se aparece por la puerta y le pide a la profesora pasar. Entra en el salón y solo queda un asiento libre, 3 asientos frente al mío, a un lado de mi amigo Genaro, uno de tantos a los que les encanta joderla con lo de sus tetas. En cuanto Sara se sentó, Genaro aprovechó la oportunidad para molestarla.
-Ya llegó la tetas de papel, jajajaja.
Sara únicamente sonrió sarcásticamente, se agarró las tetas con toda la palma de cada mano, las hizo “rebotar” y dijo:
-Éstas son más reales que tus fantasías con Fernanda, pendejo, jajajaja.
Qué hija de puta, Genaro únicamente se puso rojo como nunca y Fernanda y el resto del grupo de amigas se burlaron. Ya todos sabían que le gustaba Fernanda, pero ella nunca le daría una oportunidad, y mucho menos con la humillación que se había llevado en ese momento.
Por alguna razón mi mente comenzó a notar algo, cada que molestaban a Sara sobre sus “tetas falsas” a ella no le molestaba en absoluto, únicamente reía, es más, parecía agradarle el hecho de que le recordaran que tenía tremendo par de tetas. Empezó a pasar por mi cabeza una idea muy loca, que obviamente no iba a funcionar, o tal vez sí… No, nunca funcionaría, ¿o sí? Mierda, que puedo perder con intentarlo.
Llegó el descanso y todos salían del salón, esperé un momento a que la mayoría saliera del salón y me quedé en la silla detrás de Sara, me acerqué a ella y pregunté:
-Entonces, ¿Son todas reales? Jajajaja -Dije en tono de broma
Sara soltó una carcajada y volteó a verme a los ojos mientras se tocaba las tetas una vez más.
-Jajaja hijos de puta, parece que no dejaran de joderme hasta que de plano se las muestre, ¿O qué? Jajaja.
-No suena muy mal la idea, ¿No? -Dije en tono retador
Sara únicamente sonrió, se levantó y se dirigió a la puerta. Me di cuenta que en el salón solo estábamos ella y yo, asi que, sin levantarme del asiento grité:
-Entonces si tenían razón, son falsas, jajaja.
Sara volteó una vez más sonriendo, y se bajó el cierre de la chaqueta que traía, mostrándome sus enormes tetas en una camisa blanca que transparentaba otra camisa azul debajo. Puso sus manos sobre ellas y las juntó, diciendo:
-Mira, sólidas, no se deforman ni nada, ¿te parecen falsas aún?
-Eso no significa nada, no es una demostración válida jajaja -Dije riendo
Sara volvió a soltar una carcajada, me llamó idiota y se fue.
Pasó el descanso, el resto de las clases y llegó la hora de salida. Todos salían del salón excepto Sara, que de vez en cuando me miraba, como vigilando el momento en el que yo me fuera del salón. Guardé mis cosas en la mochila y me levanté, no pude dar ni 2 pasos cuando escuché la voz de Sara desde el otro lado del salón:
-Oye idiota, ven acá, jajaja
Me acerqué a ella pensando en que iba a reclamarme por lo de hace un rato, creí que me pediría dejarla en paz o algo así, pero no me esperaba lo que en verdad pasó.
-Si, dime
-A ver, tu que tienes tanta curiosidad, ¿Quieres tu demostración de que si son reales o no? Jajaja
En ese momento sentí una pequeña sensación de nerviosismo, tragué saliva y ya más tranquilo le respondí:
-Mmm está bien, demuéstrame.
Sara todo el tiempo estaba con una sonrisa en su rostro, se aseguró que no había nadie en el salón, ventanas o pasillos cercanos y me hizo seguirla hasta la esquina más lejana de la puerta. Una vez ahí, se quedó una vez más en la camisa blanca encima de la camiseta azul. Las tomó ambas por el cuello y las bajó por su pecho hasta que dejó ver su escote: Me dejó ver una pequeña parte de la línea que divide las tetas, a cada lado una gran cantidad de piel morena, incluso pude notar un poco de tela negra del bra que traía.
Estuvo así unos 3 segundos y volvió a acomodarse la ropa normal. Soltó una carcajada mayor a las anteriores y me dijo:
-Jajaja cómo te quedaste, seguro no lo esperabas, jajajajajaja.
Supongo que su risa se debió a mi reacción, me quedé completamente inmóvil, con la mirada fija perdida en la pequeñísima porción de las tetas que decidió mostrarme. Seguro puse una cara de imbécil, y por suerte no me puse a babear. Sara siguió riendo, me dio una palmada en el pecho y se fue. Me quedé parado ahí unos segundos intentando asimilar lo que había pasado, mientras sentía como mi pene comenzaba a despertar. Reaccioné finalmente, tomé mis cosas y me fui.
Camino a casa, en casa, haciendo tarea, comiendo, jugando videojuegos, no importa la situación o actividad que estuviera haciendo, mi mente no dejaba de llenarse de pensamientos sobre Sara y lo que había pasado, principalmente me reclamaba a mi mismo por haber desperdiciado la oportunidad de llevarlo más lejos. Puta madre, si le hubiera dicho que me las mostrara completas, seguro lo hubiera hecho, tremendo imbécil que soy.
El resto del fin de semana se fue pensando en como podía convencerla de hacerlo de nuevo, esta vez quería que me mostrara todo, pero no encontraba la forma.
Eran las 7 pm aproximadamente del domingo, cuando recibí un mensaje de messenger. Parecía un sueño o una película, era Sara. Yo solamente sentí como si Dios me hubiera enviado un milagro, era imposible la coincidencia y la suerte de que eso pasara. Más que nada por el contenido del mensaje:
-Oye, qué tal eh ¿Ya despertaste del trance? Jajajaja, hubieras visto la expresión que tenías el viernes cuando te mostré… tu sabes, jajajajaja.
Dejé el mensaje sin responder por 20 minutos, intentando acomodar mis pensamientos y mis ideas: Ok, tengo aquí la oportunidad, pero, ¿Cómo lo hago? No puedo ser tan directo, “Quiero que me muestres esas tetas enormes” No, no puedo hacer eso. Pero quería, quería todo, mi cerebro se volvía loco, no solo quería verlas, quería tocarlas, quería pasar mi pene entre esas tetas hasta venirme y llenárselas de leche. Dios mío, tenía la pija dura como acero. El morbo me consumía.
Después de otros 20 minutos conseguí calmarme y le respondí.
-Ahh sí, claro, jajajaja, la verdad no sabía que ibas a atreverte e hacer eso, fue más que nada por sorpresa mi reacción, perdona por haber parecido un retrasado. Imagina como hubiera reaccionado si me hubieras mostrado más jajajaja.
-Hmmm tanto es tu interés por mirarme las tetas o qué? Jajajaja -Envió Sara.
-Solo decía por decirlo, pero igual, yo puedo hacerte la misma acusación -Repliqué
-¿Cuál?
-Tanto fue tu interés de mostrarme las tetas, al menos hacerlo bien y ya no te molesto nunca, ¿O no? Jajajaja -Respondí, claramente tratando de hacer que cediera.
-Jajajaja que hijo de puta. ¿Sabes qué? Nos vemos mañana en el edificio 3 en el descanso y veremos, jajaja.
“Veremos”, ¿qué? ¿Me está diciendo que me va a mostrar las tetas o no? No lo entiendo, no se qué responder. Intenté sacar un poco más de información sin preguntar directamente, a lo que ella lo evadió todo y solo respondió:
-Tu ve al edificio mañana y ya, jajaja.
Sara dejó de estar en línea el resto del día.
…
Desperté a las 6 am como siempre para ir a clase, esta vez pasó algo raro, no había soñado con Sara, ni siquiera recordé lo que habíamos hablado hasta 30 minutos después de haber despertado.
Entonces mi mente comenzó a pensar otra vez en lo peor: me dirá que esto ya llegó muy lejos, que la deje en paz, que ya me mostró lo que yo quería, y que dejemos de hacer eso. Si, seguro eso me dirá, ¿Qué otra cosa podría pasar en el edificio 3, el más alejado de todos y con menos vigilancia, un edificio casi abandonado por el resto de la escuela?. Como sea, dejaré de pensar tanto, solo queda esperar al descanso, tengo que ir a la escuela ya o llegaré tarde.
Y ahí estoy yo, en clase, nervioso hasta los putos huevos pensando únicamente en Sara y su “cita” que me planteó para el descanso. Ya llevo 4 horas esperando, evitando todo tipo de contacto visual con Sara, que está en el otro lado del salón como siempre. Mire el reloj, mierda, solo faltan 10 minutos para el descanso, debo utilizarlos para calmarme, pase lo que pase, no puedo quedarme una vez más como un estúpido virgen que se asusta por ver unas tetas.
Suena el timbre del descanso y salgo disparado fuera del salón dispuesto a ir al baño y esconderme por unos minutos antes de ir al edificio 3. Relajé mi mente lo más que pude y salí del baño, crucé el patio, los pequeños jardines y atravesé el largo pasillo que conecta con el edificio.
Puta madre, a lo lejos, arriba en las escaleras veo apoyada en el barandal una cara conocida, Sara estaba con una cara ya de hartazgo, tampoco había tardado tanto, ¿6 minutos? ¿8? Qué importa, ya estoy aquí.
Subi las escaleras, y en cuanto estuve detrás de ella, se volteó y me tomó del brazo, casi arrastrándome a un lado de los baños. Un sitio oculto de todas las vistas, estábamos entre los 2 muros de la barda de la escuela, la pared de los baños y un pilar del edificio, la única manera de ver esa parte del edificio, es estando parado ahí.
-Entonces, ¿qué querías? -Me preguntó Sara.
-¿Yo? Fuiste tú quien me dijo que nos viéramos aquí, ¿Qué querías tú, más bien? -Respondí confundido y un poco molesto.
-Jajajaja no te hagas el que no sabes, ¿Qué hablábamos por mensaje? Quieres que te enseñe las tetas, jajajaja
Hija de puta, ya estaba convencido que era mi oportunidad, no podía echarme atrás esta vez, tenía que aprovechar, quería ver esas tetas, y mi pene empezaba a endurecerse poco a poco.
-Pues al parecer tienes muchas ganas de mostrármelas, veamos entonces.
Sara se apoyó en la pared y comenzó a quitarse la camisa que traía, esta vez, debajo traía una camiseta tipo top rosa, las tetas se veían cada vez más grandes, entre menos ropa trajera.
Se detuvo por un minuto y las tocó por encima lanzando un pequeño gemido mezclado con una risa, mientras yo ya tenía la erección por los cielos.
Tomó la parte inferior de la camiseta y la levantó lentamente quitándosela. No perdí detalle de cada movimiento, primero vi su abdomen y parte baja del pecho desnudo, hasta que salieron de la camiseta ese enorme par de tetas, bien apretadas dentro del bra negro que traía. Era enorme aquella prenda y aún asi le apretaba, utilicé todas mis fuerzas para contenerme las ganas de tocarlas, sabía que no debía hacerlo, así que lo evité.
Sara dejó caer la camiseta al suelo y se quedó con la sonrisa de siempre en el rostro, mirándome a la cara mientras yo movía los ojos de un lado a otro, tratando de abarcar con la mirada todo ese panorama.
-Wow, jaja. No me imaginé que se verían más grandes aún. -Dije casi babeando
-¿Ya crees por fin que no son falsas? Jajajaja
-Por qué no te quitas…
-Ni lo creas, jajajaja -Respondió, interrumpiendo mi propuesta de que dejara las tetas al aire completamente
-¿Por qué no? Si ya llegamos hasta este punto, jajaja
Sara no respondió, solamente soltó una risa de las de siempre mientras se agachaba para levantar su ropa del suelo. Al inclinarse hacia abajo, sus tetas colgaron y pude ver un poco más de carne, sin embargo, con lo apretado que tenía ese bra, no alcancé a ver los pezones. Esa tremenda escena me llevó a sentir como mi pene daba saltitos de excitación, a lo que empecé a frotarlo y acomodarlo por encima del pantalón.
Sara volteó y notó el tremendo asunto que tenía entre las piernas, sentía que mi pene no pararía de crecer y de ponerse duro.
-¿Y eso? Jajaja -Preguntó ella sin dejar de mirar el bulto de mi pene.
-Pues tu que crees, así se me puso nada más jajaja.
-Y luego qué? ¿Vas al baño y te masturbas o vives así hasta que pase? Jajaja
-Eso depende, igual podría solucionarlo ahora. -Dije yo, dejando claras mis intenciones
-¿Ah si? ¿Y por qué ahora? -Respondió ella, fingiendo ingenuidad.
-Por que tu podrías ayudarme…
Sara me miró a la cara de nuevo y se rió, esta vez más fuerte que la anterior, volvió a dejar su ropa en el suelo y se puso de pie justo frente de mi, con el rostro pegado al mio, casi a punto de besarme.
-Puedo ayudar entonces, ¿no?
Yo solo asentí con la cabeza.
En ese momento Sara soltó otra risa pequeña e hizo algo inesperado, otra vez. Comenzó a bajar ahí en frente mío hasta quedar de rodillas, con la barbilla justo al frente de mi enorme erección en el pantalón. Yo sentía que se me salía el corazón, no podía soportar tremenda situación que estaba viviendo, estaba con el pene casi apuntando al cielo dentro de la ropa, y Sara únicamente en bra ahí, arrodillada frente a mi, mirándome a los ojos. Comencé a sudar como loco.
Sara puso ambas manos en mis piernas, en los costados, un poco debajo de la cadera, casi en los muslos y dijo:
-Creo que ya se cómo podría ayudarte.
Me quedé callado, mirándola a los ojos solamente.
-Puedo chupártela.
No dudé ni un momento, le sonreí pervertidamente mientras comenzaba a quitar mi cinturón. Pasaron unos cuantos segundos cuando Sara se apartó de mi, volvió a reir un poco y dijo:
-¡Te atreviste! Que hijo de puta, en serio jajaja.
Quedé sin palabras una vez más.
-¿Realmente me creías capaz de ofrecerte una mamada como si nada? ¿Crees que soy una puta o qué? Jajaja que cabrón, en serio.
Después de decir esto, Sara tomó su ropa, se vistió tal como venía y antes de irse, me dijo:
-Deberías empezar a pensar como solucionar eso que traes en el pantalón, porque las clases empiezan en unos minutos y no creo que quieras cruzar toda la escuela hasta nuestro edificio así, jajajaja.
Me palmeó en el pecho como le gustaba hacerlo y bajó las escaleras sin dejar de sonreír.
Me quedé unos segundos sin mover ni un músculo, tenía un millón de emociones mezcladas, coraje, enfado, decepción, me sentía humillado, usado y maltratado. Así mismo sentía que la había cagado, debí haberme negado, hacerme el difícil, actuar indignado, algo, yo que se, pero no pude cagarla así.
El resto del día pasó bastante normal, si así se le puede llamar a que Sara y yo no cruzamos miradas ni palabras, ni siquiera quisimos hablar con otras personas como cualquier día. Todo bastante extraño.
Se terminaron las clases y Sara y yo fuimos a nuestras respectivas casas. Durante la tarde yo me dediqué a hacer tarea, y claro, a pesar de todo, no desaproveché la oportunidad de pajearme 3 veces pensando en lo que había sucedido con Sara, sin contar el fracaso al final, claramente. Mientras Sara hacía quién sabe qué cosas en su casa, igual a mi qué me importa, hija de puta calienta huevos, ¿tan difícil era chupármela un poco y listo? Ni siquiera planeaba que lo hiciera hasta venirme o algo, solo chupar un poco la punta y ya está.
Aún tenía el coraje por las venas, y mi mente se inundaba con pensamientos sobre lo sucedido. Que si yo pensaba que ella era una puta, ¿Acaso no debería? Ella fue la que quiso mostrarme las tetas en un principio, ¿eso no es ser puta? Meh, da igual, de todos modos así son las mujeres, el sentimiento se le pasará y querrá mostrármelas de nuevo. Querrá chuparme toda la pija y los huevos, me rogará que le acabe la cara, las tetas y el ano, ¿Por qué? Porque sí es una puta, una tremenda puta sucia.
Me negué a creer que toda la aventura sexual había terminado en una simple muestra de tetas en ropa interior, no, esto no se queda así. Claramente reclamar a Sara por su actitud hubiera sido una cagada monumental, así que mejor planeé actuar arrepentido. Esa misma noche envié por messenger un largo mensaje a Sara; resumiéndolo en pocas palabras, me disculpé con ella por haber sido un pajero y comportarme de esa forma, y le expliqué que era inexperto en esto del sexo y por esa razón me costaba trabajo controlar mi excitación.
Mensaje enviado a las 8:12 pm decía. Hmm, definitivamente nadie está dormido a las 8 pm, debe estar despierta, debe responder mi mensaje. 8:14 reviso de nuevo y el mensaje había sido leído, pero Sara no estaba en línea y tampoco había respuesta. 8:26: Aún nada, hija de puta, me está evitando. 8:49, ya es demasiado, ¿debo enviar otro mensaje? Algo como: “Se que estás molesta y tienes derecho de evadirme, pero por favor responde algo”.
Mientras discutía conmigo mismo sobre si debía mandar el mensaje o no, recibí una notificación desde mi teléfono. Parece que la había invocado, Sara había aparecido con una respuesta igual o más larga que mi mensaje inicial, aquí lo dejo completo:
-Hola, creo, estaba ocupada haciendo unas cosas, perdona por tardar en responder. Si te soy sincera no estoy enojada ni molesta, creo que me pasó lo mismo que a ti, no supe reaccionar a tal situación ahí mismo y creo que solo vi la opción de huir, disculpa en serio que pareciera que estaba molesta contigo por eso. Se sobre tu inexperiencia en el sexo, las chicas sabemos muchas cosas y nos contamos todo, jajaja. Más que nada por eso quería comprobarlo, quería ver tu reacción y ver si realmente eres tan novato como se rumora, y pues al parecer sí jajajaja. Para que me creas que no estoy molesta, si quieres mañana podemos vernos en el mismo lugar a la misma hora, y puedo ayudarte a solucionar tu inexperiencia, jajaja.
Estuve a punto de preguntar a que se refería con “ayudarme” pero pareció como si hubiera leído mi mente, y sin permitirme responder, envió otro mensaje:
-No me malentiendas, con ayudarte no me refiero a que voy a dejar que me cojas, pendejo. Jajajajaja. Te lo aclaro para que no vayas a llegar con condones y la pija al aire, jajajaja.
Respondí agradecido por su respuesta y obviamente acepté su propuesta y le confirmé mi asistencia.
…
¿Dónde está? Me preguntaba mientras miraba la hora, llevaba ya 10 minutos esperándola en “nuestro lugar” . La vi salir del salón antes que yo, pensé que vendría directo hacia acá.
A los 12 minutos aparece Sara por la escalera, al percatarse de mi presencia comienza a reír, nada nuevo. Supongo que notó en mi cara la pregunta del por qué la tardanza, y sin que lanzara la pregunta me dijo que se había detenido a comprar algo para comer más tarde.
-A ver, empezamos con el tratamiento de inexperiencia sexual; paciente, por favor sólo mire, no toque y no pida que le chupe la verga, jajajajajaja. -Dijo Sara mientras empezaba a quitarse la camisa que tenía.
Me pareció gracioso y a la vez raro ver la facilidad con lo que lo hacía, como si lleváramos años haciéndolo, no revisó que no hubiera nadie cerca, ni siquiera un hola fue capaz de decirme, llegó directamente a quitarse la ropa para mi. Y luego dice que de puta no tiene nada, jajaja.
Me quedé inmóvil mirando cada movimiento que hacía, como se quitaba la camisa. Me sorprendió el hecho de que la camiseta “interna” esta vez no estaba, únicamente traía la camisa blanca de botones y debajo un bra morado que resaltaba esos enormes montes llamados tetas.
-Vienes mejor preparada eh? Jajaja. -Dije mientras ella acomodaba su bra, de manera que sus pezones no fueran a saltar al aire al agacharse o moverse.
-No te sientas especial, hoy hace calor, por algo solo traigo esta, jajaja.
Una mierda el calor, estaba exactamente igual que los días anteriores, a la muy zorra le encantaba mostrarme las tetas. Ya conocía esta historia, la he escuchado de amigos míos. Sara desea mostrarme todas las tetas sin nada de ropa, pero quiere llevarme al límite, quiere que ruegue por ello, que suplique. Eso la excita muchísimo más que solamente ir mostrando las tetas por ahí.
Por estar pensando pendejadas, no me di cuenta que Sara estaba frente a mi, con las tetas al frente en el bra morado, hablando algo sobre el sexo o algo así, la verdad no escuché lo que me dijo.
-Perdón, me distraje mucho, jajaja, ¿Qué decías?
-Pregunté si nunca has tenido sexo, o al menos visto un par de tetas, una vagina o yo que se.
Por un momento pensé en responderle que en el porno había visto demasiadas, pero me detuve al percatarme de que eso hubiera sonado sumamente patético.
-La verdad no, nunca he tenido una oportunidad con ninguna chica y por eso me pongo muy nervioso con este tipo de cosas, jajaja.
-Pero bien que te debe gustar la paja hijo de puta, jajajaja. -Dijo ella, señalando con la mirada mi pene ya erecto.
-Ah, sí, claro, ah que las mujeres como tú también se masturban, ¿o no?
Sara evadió mi pregunta y continuó:
-Y que te hace explotar, ¿Porno normal? ¿Tetas grandes? -Dijo tocando las suyas - ¿Has fantaseado con alguna chica que te guste o algo?
Entré en un dilema, ¿debía confesarle que me había pajeado como loco pensando en sus tetas en días anteriores? ¿Era buena idea eso? A la mierda, estamos hasta este punto, qué podría salir mal.
-La verdad si, últimamente esto me ha hecho pajearme demasiado, jaja -Dije, temiendo una mala respuesta.
-Aaaah, ¿te masturbas pensando en mi? Jajaja que cabrón que eres.
-Bueno no contigo, con tus… tetas, jaja, son enormes, siempre he fantaseado con unas así, y desde que empezamos con esto pues… no puedo sacarlas de mi cabeza jajaja.
“No contigo, con tus tetas sí” Qué pendejada acabo de decir, acabo de hacer como si la viera así nada más, como un par de tetas sin mayor valor, qué imbécil, seguro que esta vez si se molesta definitivamente y me manda a la mierda.
-¿Y qué tal? ¿Sale bien el asunto?
Una vez más me sorprendió, la hija de puta no se ofendió ni un mínimo, sólo parece interesarle los detalles de mis pajas dedicadas a ella, bueno, a ellas.
-Cómo no te imaginas jaja, tan solo hace falta recordar un poco y ya tengo la pija vuelta loca de nuevo. Acabo en minutos. -Dije yo, intentando incluir detalles para lograr que Sara se calentara y ver si podía llegar más lejos que una simple muestra de tetas.
-Jajajaja eres un pervertido, no quiero imaginar cuando te la chupen o folles por primera vez, vas a venirte en segundos, pobre de la chica que tenga que experimentar eso jajaja.
Al parecer Sara notó que me afectó un poco su comentario y añadió:
-Claro, eso al menos que trabajemos en ello, que para eso estamos aquí, ¿no?
Asentí con la cabeza, esperando a que ella procediera con su “terapia”
-Ok, tendré que hacer esto aunque me sienta un poco extraña, jajajaja. Lo haré porque, aunque no me creas, te considero mi amigo y quiero ayudarte en esto.
Volví a asentir sin decir palabra.
-Mírame bien las tetas, quiero que las mires tanto como puedas, e imagina que puedes hacer con ellas lo que quieras.
Ella notó que yo comenzaba a sobresaltarme un poco.
-Jajajaja, exacto, te encanta pensar eso, debes controlar eso. Veamos…
Sara volvió a arrodillarse frente a mi, mirándome a los ojos.
-A ver, jajaja ¿Qué mierda hago aquí? Bueno en fin, allá va: Quiero que imagines que te vienes en mis tetas. Quiero que lo imagines mientras estoy yo aquí frente tuyo.
Sentía que el pene me explotaba, tenía un instinto salvaje de arrancarle el bra y masturbarme como loco hasta correrme en todas esas tetas. Sara notó también parte de esto.
-Tienes que resistirlo, respira y déjalo pasar. Quiero que veas en tu mente como te pajeas y me llenas las tetas de semen. Todas mis tetas llenas de tu semen blanco y caliente.
-Diosss… -Dije en voz baja mientras soltaba un quejido de placer y a la vez de dolor por la erección casi rompiendo la tela del pantalón. Respiré profundo y cerré los ojos, logré recuperar la cordura por unos momentos. Como si Sara se hubiera metido en mi mente, detectó de igual manera esto y dijo:
-Jajajaja no puedo creer que dije toda esa mierda, por un momento creí que me ibas a desnudar aquí eh. Bueno, ahora, cuando salgamos de clase y estés en casa, vas a masturbarte pensando en esto y en lo que te he dicho. Pero no te pajearás hasta correrte y listo, ¡No señor! Deberás controlarte: cuando sientas que estás a punto de eyacular, te detendrás y te vas a relajar, entonces continuarás. Así continuamente hasta que el impulso sea absolutamente irresistible.
Intenté memorizar todos los pasos e instrucciones que me dio, parado sin moverme como siempre, sin percatarme que ella ya estaba vestida de nuevo y se preparaba para regresar a clase.
-Gra…gracias -Dije con un tono que debió parecer estúpido, pues ella rió y dijo:
-Jajaja lo haces parecer como si te acabara de salvar la vida, no es para tanto, aunque igual puedes pagarme si quieres, jajajaja. -Se dio vuelta y se fue.
Esta vez reaccioné de inmediato y me fui unos segundos después de ella para no levantar sospechas de la gente al vernos bajar juntos del edificio 3.
Por fin en casa después de un pesado día, sí claro, de pesado no tuvo nada más que las tetas enormes de Sara. Comencé a planear la que consideraba sería la paja del siglo, tomé mis precauciones y me encerré en mi cuarto para que nadie de mi familia entrara y arruinara el momento.
Comencé lentamente, me acaricié un poco los huevos y pensé en Sara, casi de inmediato ya tenía una erección al 100%. Escupí un poco en mi mano y comencé la maniobra. Comencé estimulando un poco el glande antes de pajear el tronco completo de mi pene. Repetí el proceso por unos 3 o 4 minutos hasta que sentí el orgasmo, entonces hice caso a la instrucción de Sara, bajé la velocidad, acariciando lentamente la parte baja de mi pene, mientras respiraba para retrasar la eyaculación. Primer intento primera victoria, ahora tocaba repetirlo hasta ya no poder más. Logré hacerlo otras 3 veces, ya llevaba casi 18 minutos invertidos en esa paja. Yo lo sabía, mi pene y mi cuerpo también lo sabían; eran las últimas sacudidas, ya no podría resistir el frenar una vez más. Aumenté la velocidad poco a poco hasta que sentí lo inminente, entonces lo hice: pensé en aquel escenario donde en vez de eyacular en mi abdomen acostado en mi cama, arrojaba todo mi semen sobre las enormes tetas morenas de Sara. No podía creer lo bien que se sentía, comencé a estremecerme de pies a cabeza, me pajeaba a máxima potencia mientras hacía un esfuerzo sobrehumano por no dejar escapar el gemido más grande de mi vida. Entonces terminé: una cantidad bestial de esperma salió disparada en dirección a mi abdomen, mi pecho y en toda la camisa que traía, incluso un poco me llegó a salpicar el cuello. Y ahí quedé yo, rendido, con unos 10 o 12 disparos de semen distribuidos por todo mi cuerpo superior. Cerré los ojos por unos segundos, asimilando lo increíble que había sido esa paja, y todo gracias a la zorra de Sara. Te amo, Sara hija de la gran puta.
A pesar de haber terminado, yo seguía tremendamente caliente, así que se me ocurrió una idea que, en cualquier otro momento, me hubiera parecido demente. Tomé mi teléfono y entré a la cámara, y tomé unas 3 fotos en un ángulo que mostrara todos los disparos de semen, sin mostrar mi pene. Y lo hice, me importó una mierda y le envié la foto a Sara por messenger con el texto “Misión cumplida, salió mejor de lo que imaginé, jajaja”
Minutos después, asimilé lo que había hecho, cómo carajo se me había ocurrido enviar semejante foto a Sara. Que tremendo imbécil, ¿Y si se la pasa a todos los de la escuela? Es decir, no muestro el pene ni la cara, pero sólo hace falta una captura de pantalla para comprobar que la foto es mía.
Entonces llegó la notificación de Sara, había enviado un único mensaje. Me comía el miedo de abrirlo, así que mandé todo a la mierda y me decidí a leerlo, convencido de que estaría ofendida por haber compartido semejante cosa con ella.
-Wow! ¿Todo eso salió de una sola paja? Increíble muchachito, al parecer seguiste mis instrucciones al pie de la letra, jajajaja.
Siempre que pienso lo peor, Sara termina respondiendo como si se tratara de cualquier cosa, ya no entiendo una mierda, si tan normal le parece, ¿por qué no se anima a mostrármelas bien o a hacerme una mamada? Bueno, eso quedó atrás, no volveré a lo mismo.
-Pues sí, es la única que me he hecho en el día, si me llego a hacer otra creo que ya no me queda semen por sacar jajajaja.
-Jajaja es increíble que tu inexperiencia sexual no te deje conocer ni tu propio cuerpo. -Dijo Sara y continuó en otro mensaje:
-Mira, entre más retrases la eyaculación, y entre más excitado estés, saldrá mucho más semen y con mucha más potencia, por esa razón soltaste un galón de leche, jajajaja. Y por cierto, esos huevos pueden producir mucho más, apuesto a que puedes hacerte otras 3 pajas mínimo, jajajaja.
-¿Me estás informando solamente o me estás ordenando que lo haga de nuevo? Jajajaja
-Estoy diciendo que podemos probar que puede dar más, jajajaja. -Envió
A estas alturas creí que ya podía esperar cualquier cosa de ella, pero me equivoqué: Tomé mi teléfono dispuesto a responder el último mensaje, pero en ese momento saltó una notificación nueva.
Sara ha enviado una foto.
Ella enviando la foto coincidió con el momento en que abrí la ventana de chat, así que vi la imagen inmediatamente después de recibirla. Me quedé como loco cuando la miré. Sara había enviado una foto suya mostrándome las tetas en ese bra morado que había visto en la escuela, tenía las manos puestas en ellas, presionándolas hacia arriba para que resaltaran más.
Tan pronto llegó la foto también llegó un mensaje acompañando aquel regalo de parte de Sara.
-¿Qué tal está eso? Ya no tienes que imaginarlas, puedes verlas mientras te pajeas jajajaja. Inténtalo y me notificas los resultados, me los envías, si sabes a lo que me refiero, jajajaja.
No perdí el tiempo en responderle y comencé, en cuestión de segundos pasé de estar en la ventana del chat respondiendo un mensaje, a estar de nuevo en mi cama con la pija durísima en la mano, pajeándome como un animal. Estaba tan caliente que me importó una mierda la “terapia”, no me detuve ni un segundo hasta que me vine, en unos pocos minutos mi pene ya estaba saltando escupiendo leche por toda la sábana de la cama, no podía parar de eyacular, por un momento creí haber quedado vacío. Tiré el teléfono en la cama aún con la foto de Sara en pantalla, mientras descansaba el brazo y todo el cuerpo de la paja que me había clavado.
2 o 3 minutos después me incorporé, y tomé el teléfono, error mío el volver a mirar fijamente la foto, pues ya tenía la pija lista otra vez. No pude negarme, y empecé a pajearme por tercera vez en un periodo de un par de horas. Mi pene se lubricaba con los restos del semen restante que habían escurrido en la paja anterior, a pesar de todo, seguía duro como una puta roca. Entonces recordé que debía “reportar los resultados” con Sara. Cuando sentí el orgasmo inminente cambié rapidamente a la cámara, esta vez a video, y presioné el botón de grabar. Sostenía el teléfono con la mano izquierda, intentando grabar lo más estable posible, mientras con la mano derecha sacudía violentamente mi glande, intentando exprimir hasta la última gota de leche.
Terminé como un loco en la sábana, en la zona donde me había venido anteriormente, algunos chorros de semen coincidieron con los anteriores, de manera que ya no eran salpicaduras, ya se habían formado charcos de esperma en la cama. Dejé de grabar justo después de exprimir con 2 dedos la punta de mi pene, dejando caer las últimas gotitas de leche.
Pasó un minuto para que mi excitación pasara y mi mente reaccionara. ¿Qué puta madre estaba haciendo, ahora soy un actor porno amateur o que mierda? Me reí de mi mismo, me di una pequeña palmada en la frente y borré el video. Estaba loco si mandaba eso a Sara. Si eso terminaba en internet, era el fin de mi reputación. Mi vida se iría a la mierda. Al parecer no consideré el hecho de que Sara acababa de enviar una foto de sus tetas, sin importar la posibilidad de que yo podría exponerla fácilmente.
Abrí la cámara de nuevo y me dispuse a tomar una simple fotografía del desastre que había hecho en la cama. Era una cantidad de esperma colosal. Ya sin estar excitado, se veía incluso grotesca la escena de ver tanta sustancia blanquizca esparcida en una gran parte de la sábana roja. Olvidé aquello y le mandé la foto a Sara. Ella no tardó ni 1 minuto en responder, como si hubiera estado esperando atentamente.
-¡Hijo de puta! Cómo tendrás los huevos que lograste sacar todo ese semen. Esta vez me sorprendiste, jajajaja.
-La verdad son 2 pajas y 2 venidas juntas… Lo siento jajaja, me encantó tanto la foto que no pude contenerme, y si vuelvo a mirarla seguramente me haría otra sin problema. -Expliqué
-En serio eres un cabrón, jajajaja. Pero creo que es suficiente. Yo te recomendaría que borres esa foto y dejes las pajas por hoy, o te vas a romper los huevos jajajaja. En la cita de mañana, paciente, valoraremos si estás apto para continuar el tratamiento, jajaja. -Escribió ella antes de dejar de estar en línea el resto de la tarde y la noche.
“En la cita de mañana” Eso implica que lo haremos diario, ¿no? Valorar si puedo continuar, ¿se refiere al siguiente paso? Dios mío, me dejara verlas completas. Y después, ¿me dejará tocarlas, masturbarme con ella presente? No, no no no no… estoy yendo muy lejos, eso no va a pasar, seguramente me mostrará rápidamente un pezón o algo, no será para tanto, mejor dejo de fantasear estupideces.
…
El día siguiente Sara no dejó de lanzarme miradas y sonreir sarcásticamente todo el día hasta la hora del descanso, la hora de nuestra “terapia”
Esta vez pareció importarle poco a Sara la discreción, pues me esperó fuera del salón e hizo que fueramos juntos hasta el edificio 3.
-Bueno paciente, debo decirle que me sorprendió su desempeño el día de ayer, jajaja.
Ya en serio, ¿no te pajeaste de nuevo, o sí?
-No, doctora. -Respondí siguiendo su juego, mientras reía.
-Muy bien, eliminaste la foto, imagino.
-Claro, jaja.
Una mierda, hice como 3 respaldos de esa puta foto, no la borraría jamás. Esa simple foto podía patrocinarme las pajas de todo el año, y nunca me aburriría de dedicarle mi semen a esas tetas.
-Muy bien entonces… -Dijo mientras procedía a quitarse la ropa
Esta vez ni siquiera me fijé si traía 1, 2 o 100 camisas, estaba más ocupado pensando en qué sería el “siguiente paso” de la terapia que evaluaríamos.
Una vez se quitó la camisa, salieron al aire las amadas tetas de Sara, esta vez el bra era rojo, y parecía ser más pequeño que los demás, pues sus tetas se veían demasiado apretadas en el.
-No te duele traerlas así? Jajaja -Dije, claramente esperando que cediera a quitarse la prenda.
-Un poco solamente, ya estoy acostumbrada, además en casa nunca uso bra, únicamente una camiseta y ya, jajaja.
Obviamente mi cabeza comenzó a procesar imágenes de como sería aquello, Sara andando por casa únicamente con una camiseta cubriendo sus enormes tetas. Sus pezones duros resaltándose en la camiseta, casi al aire, tan solo un pequeño movimiento y ahí estarían, desnudas, morenas, enormes. Dios mío, quería tener esas tetas ya.
-Muy bien, ¿Qué aprenderemos hoy? ¿A hacer una paja rusa? -Dije, ya sin importarme demasiado como reaccionaría Sara.
-Quisieras hijo de puta, jajaja. Déjame que me prepare.
Sara volvió a arrodillarse frente a mi, con las tetas ajustadas en el bra rojo, y dijo:
-Bueno, quiero que repitas el proceso de ayer.
No me jodas, esta hija de puta quiere ver si aún me excito igual de fácil, a eso se refiere con su estúpida evaluación… Pensé por unos segundos. ¡Eso es! Tremenda idea se me ocurrió. Si me esfuerzo completamente, puedo demostrar que he superado esta fase y entonces sí, tendrá que pasar a lo siguiente y dejarme tocarlas, o mostrármelas. Comenzaba a entender el proceso, y comencé a comprender también que todo era cuestión de paciencia, hasta que lograra mi gran objetivo.
Sara repitió la escena de mi, eyaculando sobre sus tetas y demás, a lo que respondí poniendo otra cosa en mi mente, por unos segundos logré ignorar por completo lo que me decía. Tan pronto cuando la práctica terminó, intenté hacerla notar que había “superado” la fase de solamente imaginar. Esta vez había logrado engañarla.
-Listo, ¿ves? Aprendo rápido jajajaja.
-Wow, la verdad que sí, para ser un virgencito fue bastante rápido el proceso. Aunque estabas bastante inquieto hace un rato, y ahora estás tranquilo, no lo entiendo jajajaja -Respondió
Entonces aproveché, y lancé la mejor respuesta posible.
-La verdad, ehm… hace rato comencé a fantasear más con lo que dijiste, que en casa traes las tetas casi al aire, sólo cubierta por una camiseta.
-Ahh, ¿Con que eso te calentó más? Jajaja.
Entonces continué, intentando ser lo más explícito posible, para tratar de excitarla.
-Si, no pude evitar imaginar tus bellas y enormes tetas paseando por ahí, con los pezones duritos, listos para morderlos, tan solo separando la camiseta mis labios de la piel de tus pezones.
-Jajajaja oye tranquilo, qué mierda, casi escupes semen por la boca, jajaja. Y, ¿qué propones para solucionar eso?
Ya me importaba una mierda todo, así que fui directo al grano.
-Quiero verte esas tetas, Sara, al aire, sin el bra. Quiero verte los pezones y todas las tetas redondas. Y quiero pajearme como loco al llegar a casa pensando en ello… eso quiero.
-Sara sonrió levemente y dijo mientras se llevaba las manos a las mejillas:
-Hijo de perra jajajaja ya me pusiste re caliente, no creí que llegarías hasta acá eh!.
Se puso de pie, me miró a los ojos con expresión retadora y lanzó:
-Hazlo
-¿Qué? -Pregunté un poco asustado por su cambio de actitud
-Que lo hagas, quítamelo. Sácame las tetas al aire y míralas, sin tocarlas. Puedes hacerlo, ¿o no?
Sara echó un poco los brazos hacia atrás e inclinó el pecho hacia mi, hacia el frente.
Entonces tragué saliva, quité mis manos del barandal donde me había apoyado y las puse sobre sus hombros, tocando ligeramente los tirantes del bra.
Los tomé firmemente y bajé lentamente, dejando descubierta una buena porción de tetas, justo antes de dejar salir los pezones…
C O N T I N U A R Á
¡Qué tal, comunidad de Poringa!
Me presento, pueden llamarme por mi nombre de usuario, “Pajero Poringuero” o por mi alias, con el que me agrada firmar mis escritos: Zweisse L.
Me considero a mi mismo como un admirador del trabajo que hacen muchos usuarios con la literatura erótica o pornográfica. De la misma manera decidí empezar como un escritor independiente y novato y relatar mi propia historia/cuento. En la siguiente “obra” me baso en una experiencia real, la cual modifiqué y extendí un poco con elementos ficticios para crear “TERAPIA SEXUAL EN LA ESCUELA” Es una historia muy larga que dividiré en capítulos que subiré cada que tenga la oportunidad. Aún continúo escribiéndola, así que si te ha gustado y quieres la siguiente parte, tenme un poco de paciencia, jajaja.
Espero que realmente les agrade, y agradezco demasiado que dedicaran su tiempo a leer mi relato y darle una oportunidad, independientemente de que haya sido o no de su agrado. Igualmente agradezco mucho sus puntos, comentarios, críticas y hasta sugerencias, ¿Por qué no?
En fin, les dejo el primer capítulo de esta historia/relato/narración… como gusten llamarlo.
TERAPIA SEXUAL EN LA ESCUELA
CAPÍTULO I: ¿SEXO? ¿ESO QUÉ ES?
Son las 6am una vez más, la alarma suena indicando que debo levantarme y prepararme para ir a la escuela. Estoy hasta los huevos de esto ya. Pero ¡Hey! Ya mañana es viernes y viene el fin de semana para descansar de la mierda de escuela. En fin…
Llegué al salón de clase, saludo a las mismas personas que he saludado todos los días desde años atrás, repito una vez más la rutina del día de clase. Miro a mi alrededor y me encuentro con lo mismo de siempre, caras de aburrimiento, gente hablando idioteces sin importancia: lo mismo de siempre.
Debo ocupar la mente en algo si no quiero morir aburriéndome aquí; fantasear un poco no viene mal, ¿un clásico tal vez? Si, eso suena bien. Hmm, ¿Qué pasaría si pudiera detener el tiempo? Podría desnudar a mis compañeras de clase, claro, de todas las cosas que podría hacer, eso es lo único en lo que pienso. ¿Quién sería la primera?. Comienzo a analizar a todas mis compañeras a mi alrededor.
Fernanda, un rostro angelical, pero un cuerpo no muy llamativo; es demasiado delgada, culo casi no tiene y las tetas son muy pequeñas, al menos son firmes. Apuesto a que ya ha cogido con alguien de la escuela, eso seguro, tremenda pinta tiene.
Diana, ella me llama un poco más, unas tetas excelentes: no muy grandes ni tampoco muy pequeñas, pero redondas y firmes. Un culo promedio pero bastante cogible, el único defecto tal vez es la cara, bonita no es… Meh, igual tampoco es fea como tal. De ella hay historias de amigos míos; Que se deja tocar, que te la chupa detrás de la escuela si sabes como pedírselo, que circula un video suyo desnuda, da igual, no hay chance.
Paulina sería buena opción, es bajita de estatura, pelirroja, con un culo tremendo y unas tetas pequeñas que lo complementan. Hija de puta, está en su punto, tiene unos labios que si no los usa para chupar pijas, no entiendo para que más le servirían. Alguna vez escuché un rumor que una chica la atrapó masturbándose en los baños, qué se yo, suena falso para mi.
Sara es baja de estatura, morena, y su llamativo particular: unas tetas enormes, imposible no notarlas. Cualquier pene se perdería entre ese tremendo par. De ella se cuentan demasiadas cosas, que se deja tocar las tetas, deja que le toques el culo, si se lo pides en buena manera te toca la pija o hasta te hace una paja. Tiene fama entre todos de ser bastante zorra en ese aspecto, lo que daría por intentarlo, en fin. Los chicos del colegio suelen molestarla con sus tetas, en cada oportunidad le dicen que son falsas, que es relleno, que son operadas, etc.
Volteé hacia la esquina del salón y veo a Jaqueline, considerada como una de las más feas de la clase. Un rostro simplemente desagradable. En las conversaciones entre amigos debes rechazar cualquier apego a ella, sin embargo había algo que, estoy seguro, nos llamaba a todos. Su facebook e instagram está lleno de fotos suyas en ropa interior o ropa corta, mostrando gran parte del culo o las tetas. Para ser sincero diré que tiene un muy buen cuerpo, el único problema es esa cara asquerosa. ¿Por qué debería sentirme culpable por pensar que si me la follaría? Estos hijos de puta seguro lo harían también. Hay una historia muy famosa de un chico que tuvo sexo con ella aquí, dentro de la escuela.
Nadia es la chica tímida del salón, realmente es irrelevante en todo sentido, y en el llamativo sexual es exactamente igual: Un culo promedio, unas tetas normales y un rostro ni lindo, ni feo. Por alguna razón siempre está el morbo en, ¿Cómo sería tener sexo con una chica tímida y reservada como ella? Seguro que es virgen, y sin experiencia. No se por qué, pero a mi me excitaba pensar en sexo con ella. Igual no hablaba con nadie y no se hablaba mucho de ella, de hecho para la mayoría de personas ella ni siquiera existía.
Mireya es la chica perfecta para cualquier profesor: saca calificaciones perfectas en todos los exámenes, hace todas las tareas, siempre pone atención y se comporta bien en las clases. Si la encuentras en los pasillos, la miras estudiando, leyendo, o repasando algún tema visto en la clase anterior. Parece que su vida es la escuela, razón por la que nadie piensa en ella de forma sexual. Igual su cuerpo no se presta para tal, es casi completamente plana, un culo muy reducido y tetas que a duras penas estaban ahí. Sin embargo tenía cierto atractivo, su cabello, piel y ojos eran bastante claros. Bastante linda si me lo preguntan a mi.
Y por último está ella, sentada al frente de la clase platicando con sus amigas: Marina. Para que me entiendan mejor, entre los chicos se le conocía con varios apodos: Buena, Deliciosa, Perfecta, Diosa. La chica más buena y hermosa del curso: Cabello oscuro largo y lacio, que desciende hasta caer por encima de sus tetas, grandes, redondas y firmes. Su piel clara complementa un rostro divino, con una sonrisa que enamoraría a cualquiera. Y ni hablar de su culo, era perfecto, combinado con una cintura pequeña y una cadera que hacía que su culo tuviera la forma perfecta de “corazón”. Era hasta triste saber que ningún mortal como yo tendría nunca la mínima oportunidad de besarla siquiera.
Miro abajo y me doy cuenta que ahí estaba yo, hasta la esquina del salón, fantaseando con los cuerpos desnudos de todas mis compañeras, y hasta ese momento soy consciente que llevo 15 minutos pensando en ello, mirando al infinito, mientras una erección ya se marcaba en mi pantalón. Discretamente tomo mi pene y lo acomodo de la famosa forma “ahorcada” para que no se note. Al hacer esto, cruzo por un segundo miradas con Sara, sentada en la esquina contraria del salón. ¡Mierda! La muy hija de puta volteó a mirarme justo cuando me acomodaba el pene por dentro de la ropa. No hizo ningún gesto, únicamente subió rápidamente la mirada, para verme a los ojos por medio segundo y después continuar con lo que estaba haciendo.
...
Llegué a mi casa, otro día de mierda en la escuela, “al menos mañana es viernes” me repetía a mi mismo para hacer más soportable el día.
Comencé a hacer mi tarea de biología, o química, algo así, ya no recuerdo. Lo que si recuerdo es que me aburrí y decidí hacer algo más. Entré a xvideos dispuesto a hacerme una paja. Reviso los videos de la página principal y encuentro un video que me llamó la atención: una actriz llamada Sara no se qué, le rompían el culo con una pija de 30 cm. Terminé de masturbarme y en la mente me quedó el nombre: Sara. Claramente a mi mente vino mi compañera Sara, la morena de tetas enormes. Imaginé como si la del video fuera ella, aunque no hubiera ningún parecido físico. El video terminaba con el tipo acabándole las tetas a la chica. Mi mente empezó a trabajar más que en cualquier clase, y en unos momentos ya tenía en la mente una escena en la que yo me venía sobre las tetas de Sara. Ya tenía la pija lista otra vez: pues ni modo, tocará pajearme de nuevo. Disfruté muchísimo más la segunda que la primera, el pensar en las tetas de Sara era algo que me excitaba demasiado, además, no ayudaba mucho el hecho de que ya había fantaseado con ella en clase.
El resto del día tuve a Sara y sus tetas en mi mente, qué tal si era cierto lo que decían, que se dejaba tocar si se lo pedías. Igual pensé, qué tal si lo cierto es, que sus tetas son falsas y únicamente es relleno, papel en el bra o cualquier otra cosa que se inventaban mis amigos. Ya no lo entiendo, esto no concuerda: si fueran falsas, no dejaría que se las tocaran, y si deja que las toquen, entonces no son falsas. Me consumía la curiosidad, tanto que hasta pensé en preguntar a alguna de sus amigas el día siguiente. Que estupidez, quedaría como un pervertido de mierda solamente. Da igual, tengo que ir a dormir, que mañana es otro día de mierda en la escuela.
Creí que mi mente no sería tan hija de puta, pero si que lo fue: Al despertarme tenía una erección tan fuerte que hasta me dolía, pues había soñado con Sara. Soñé que hacía una videollamada con ella mientras me mostraba las tetas, me pajeaba hasta venirme y ella me decía que “mañana” volvíamos a hacerlo a la misma hora. Que sueño de mierda, hasta en ellos continúo siendo virgen, así es, lo soy y me jode que ni en mis sueños pude follarme a Sara, sólo una puta videollamada pajeándome, una mierda.
…
“Por fin ya es viernes, se termina otra semana de mierda” dije en mi mente mientras entraba en el salón y me sentaba en mi esquina de siempre. Como si hubiera sido coincidencia, volteé a ver a todos en el salón y faltaba una persona en su silla: Sara, ya habían pasado 15 minutos de la hora de entrada y ella no estaba ahí. A los 20 minutos se aparece por la puerta y le pide a la profesora pasar. Entra en el salón y solo queda un asiento libre, 3 asientos frente al mío, a un lado de mi amigo Genaro, uno de tantos a los que les encanta joderla con lo de sus tetas. En cuanto Sara se sentó, Genaro aprovechó la oportunidad para molestarla.
-Ya llegó la tetas de papel, jajajaja.
Sara únicamente sonrió sarcásticamente, se agarró las tetas con toda la palma de cada mano, las hizo “rebotar” y dijo:
-Éstas son más reales que tus fantasías con Fernanda, pendejo, jajajaja.
Qué hija de puta, Genaro únicamente se puso rojo como nunca y Fernanda y el resto del grupo de amigas se burlaron. Ya todos sabían que le gustaba Fernanda, pero ella nunca le daría una oportunidad, y mucho menos con la humillación que se había llevado en ese momento.
Por alguna razón mi mente comenzó a notar algo, cada que molestaban a Sara sobre sus “tetas falsas” a ella no le molestaba en absoluto, únicamente reía, es más, parecía agradarle el hecho de que le recordaran que tenía tremendo par de tetas. Empezó a pasar por mi cabeza una idea muy loca, que obviamente no iba a funcionar, o tal vez sí… No, nunca funcionaría, ¿o sí? Mierda, que puedo perder con intentarlo.
Llegó el descanso y todos salían del salón, esperé un momento a que la mayoría saliera del salón y me quedé en la silla detrás de Sara, me acerqué a ella y pregunté:
-Entonces, ¿Son todas reales? Jajajaja -Dije en tono de broma
Sara soltó una carcajada y volteó a verme a los ojos mientras se tocaba las tetas una vez más.
-Jajaja hijos de puta, parece que no dejaran de joderme hasta que de plano se las muestre, ¿O qué? Jajaja.
-No suena muy mal la idea, ¿No? -Dije en tono retador
Sara únicamente sonrió, se levantó y se dirigió a la puerta. Me di cuenta que en el salón solo estábamos ella y yo, asi que, sin levantarme del asiento grité:
-Entonces si tenían razón, son falsas, jajaja.
Sara volteó una vez más sonriendo, y se bajó el cierre de la chaqueta que traía, mostrándome sus enormes tetas en una camisa blanca que transparentaba otra camisa azul debajo. Puso sus manos sobre ellas y las juntó, diciendo:
-Mira, sólidas, no se deforman ni nada, ¿te parecen falsas aún?
-Eso no significa nada, no es una demostración válida jajaja -Dije riendo
Sara volvió a soltar una carcajada, me llamó idiota y se fue.
Pasó el descanso, el resto de las clases y llegó la hora de salida. Todos salían del salón excepto Sara, que de vez en cuando me miraba, como vigilando el momento en el que yo me fuera del salón. Guardé mis cosas en la mochila y me levanté, no pude dar ni 2 pasos cuando escuché la voz de Sara desde el otro lado del salón:
-Oye idiota, ven acá, jajaja
Me acerqué a ella pensando en que iba a reclamarme por lo de hace un rato, creí que me pediría dejarla en paz o algo así, pero no me esperaba lo que en verdad pasó.
-Si, dime
-A ver, tu que tienes tanta curiosidad, ¿Quieres tu demostración de que si son reales o no? Jajaja
En ese momento sentí una pequeña sensación de nerviosismo, tragué saliva y ya más tranquilo le respondí:
-Mmm está bien, demuéstrame.
Sara todo el tiempo estaba con una sonrisa en su rostro, se aseguró que no había nadie en el salón, ventanas o pasillos cercanos y me hizo seguirla hasta la esquina más lejana de la puerta. Una vez ahí, se quedó una vez más en la camisa blanca encima de la camiseta azul. Las tomó ambas por el cuello y las bajó por su pecho hasta que dejó ver su escote: Me dejó ver una pequeña parte de la línea que divide las tetas, a cada lado una gran cantidad de piel morena, incluso pude notar un poco de tela negra del bra que traía.
Estuvo así unos 3 segundos y volvió a acomodarse la ropa normal. Soltó una carcajada mayor a las anteriores y me dijo:
-Jajaja cómo te quedaste, seguro no lo esperabas, jajajajajaja.
Supongo que su risa se debió a mi reacción, me quedé completamente inmóvil, con la mirada fija perdida en la pequeñísima porción de las tetas que decidió mostrarme. Seguro puse una cara de imbécil, y por suerte no me puse a babear. Sara siguió riendo, me dio una palmada en el pecho y se fue. Me quedé parado ahí unos segundos intentando asimilar lo que había pasado, mientras sentía como mi pene comenzaba a despertar. Reaccioné finalmente, tomé mis cosas y me fui.
Camino a casa, en casa, haciendo tarea, comiendo, jugando videojuegos, no importa la situación o actividad que estuviera haciendo, mi mente no dejaba de llenarse de pensamientos sobre Sara y lo que había pasado, principalmente me reclamaba a mi mismo por haber desperdiciado la oportunidad de llevarlo más lejos. Puta madre, si le hubiera dicho que me las mostrara completas, seguro lo hubiera hecho, tremendo imbécil que soy.
El resto del fin de semana se fue pensando en como podía convencerla de hacerlo de nuevo, esta vez quería que me mostrara todo, pero no encontraba la forma.
Eran las 7 pm aproximadamente del domingo, cuando recibí un mensaje de messenger. Parecía un sueño o una película, era Sara. Yo solamente sentí como si Dios me hubiera enviado un milagro, era imposible la coincidencia y la suerte de que eso pasara. Más que nada por el contenido del mensaje:
-Oye, qué tal eh ¿Ya despertaste del trance? Jajajaja, hubieras visto la expresión que tenías el viernes cuando te mostré… tu sabes, jajajajaja.
Dejé el mensaje sin responder por 20 minutos, intentando acomodar mis pensamientos y mis ideas: Ok, tengo aquí la oportunidad, pero, ¿Cómo lo hago? No puedo ser tan directo, “Quiero que me muestres esas tetas enormes” No, no puedo hacer eso. Pero quería, quería todo, mi cerebro se volvía loco, no solo quería verlas, quería tocarlas, quería pasar mi pene entre esas tetas hasta venirme y llenárselas de leche. Dios mío, tenía la pija dura como acero. El morbo me consumía.
Después de otros 20 minutos conseguí calmarme y le respondí.
-Ahh sí, claro, jajajaja, la verdad no sabía que ibas a atreverte e hacer eso, fue más que nada por sorpresa mi reacción, perdona por haber parecido un retrasado. Imagina como hubiera reaccionado si me hubieras mostrado más jajajaja.
-Hmmm tanto es tu interés por mirarme las tetas o qué? Jajajaja -Envió Sara.
-Solo decía por decirlo, pero igual, yo puedo hacerte la misma acusación -Repliqué
-¿Cuál?
-Tanto fue tu interés de mostrarme las tetas, al menos hacerlo bien y ya no te molesto nunca, ¿O no? Jajajaja -Respondí, claramente tratando de hacer que cediera.
-Jajajaja que hijo de puta. ¿Sabes qué? Nos vemos mañana en el edificio 3 en el descanso y veremos, jajaja.
“Veremos”, ¿qué? ¿Me está diciendo que me va a mostrar las tetas o no? No lo entiendo, no se qué responder. Intenté sacar un poco más de información sin preguntar directamente, a lo que ella lo evadió todo y solo respondió:
-Tu ve al edificio mañana y ya, jajaja.
Sara dejó de estar en línea el resto del día.
…
Desperté a las 6 am como siempre para ir a clase, esta vez pasó algo raro, no había soñado con Sara, ni siquiera recordé lo que habíamos hablado hasta 30 minutos después de haber despertado.
Entonces mi mente comenzó a pensar otra vez en lo peor: me dirá que esto ya llegó muy lejos, que la deje en paz, que ya me mostró lo que yo quería, y que dejemos de hacer eso. Si, seguro eso me dirá, ¿Qué otra cosa podría pasar en el edificio 3, el más alejado de todos y con menos vigilancia, un edificio casi abandonado por el resto de la escuela?. Como sea, dejaré de pensar tanto, solo queda esperar al descanso, tengo que ir a la escuela ya o llegaré tarde.
Y ahí estoy yo, en clase, nervioso hasta los putos huevos pensando únicamente en Sara y su “cita” que me planteó para el descanso. Ya llevo 4 horas esperando, evitando todo tipo de contacto visual con Sara, que está en el otro lado del salón como siempre. Mire el reloj, mierda, solo faltan 10 minutos para el descanso, debo utilizarlos para calmarme, pase lo que pase, no puedo quedarme una vez más como un estúpido virgen que se asusta por ver unas tetas.
Suena el timbre del descanso y salgo disparado fuera del salón dispuesto a ir al baño y esconderme por unos minutos antes de ir al edificio 3. Relajé mi mente lo más que pude y salí del baño, crucé el patio, los pequeños jardines y atravesé el largo pasillo que conecta con el edificio.
Puta madre, a lo lejos, arriba en las escaleras veo apoyada en el barandal una cara conocida, Sara estaba con una cara ya de hartazgo, tampoco había tardado tanto, ¿6 minutos? ¿8? Qué importa, ya estoy aquí.
Subi las escaleras, y en cuanto estuve detrás de ella, se volteó y me tomó del brazo, casi arrastrándome a un lado de los baños. Un sitio oculto de todas las vistas, estábamos entre los 2 muros de la barda de la escuela, la pared de los baños y un pilar del edificio, la única manera de ver esa parte del edificio, es estando parado ahí.
-Entonces, ¿qué querías? -Me preguntó Sara.
-¿Yo? Fuiste tú quien me dijo que nos viéramos aquí, ¿Qué querías tú, más bien? -Respondí confundido y un poco molesto.
-Jajajaja no te hagas el que no sabes, ¿Qué hablábamos por mensaje? Quieres que te enseñe las tetas, jajajaja
Hija de puta, ya estaba convencido que era mi oportunidad, no podía echarme atrás esta vez, tenía que aprovechar, quería ver esas tetas, y mi pene empezaba a endurecerse poco a poco.
-Pues al parecer tienes muchas ganas de mostrármelas, veamos entonces.
Sara se apoyó en la pared y comenzó a quitarse la camisa que traía, esta vez, debajo traía una camiseta tipo top rosa, las tetas se veían cada vez más grandes, entre menos ropa trajera.
Se detuvo por un minuto y las tocó por encima lanzando un pequeño gemido mezclado con una risa, mientras yo ya tenía la erección por los cielos.
Tomó la parte inferior de la camiseta y la levantó lentamente quitándosela. No perdí detalle de cada movimiento, primero vi su abdomen y parte baja del pecho desnudo, hasta que salieron de la camiseta ese enorme par de tetas, bien apretadas dentro del bra negro que traía. Era enorme aquella prenda y aún asi le apretaba, utilicé todas mis fuerzas para contenerme las ganas de tocarlas, sabía que no debía hacerlo, así que lo evité.
Sara dejó caer la camiseta al suelo y se quedó con la sonrisa de siempre en el rostro, mirándome a la cara mientras yo movía los ojos de un lado a otro, tratando de abarcar con la mirada todo ese panorama.
-Wow, jaja. No me imaginé que se verían más grandes aún. -Dije casi babeando
-¿Ya crees por fin que no son falsas? Jajajaja
-Por qué no te quitas…
-Ni lo creas, jajajaja -Respondió, interrumpiendo mi propuesta de que dejara las tetas al aire completamente
-¿Por qué no? Si ya llegamos hasta este punto, jajaja
Sara no respondió, solamente soltó una risa de las de siempre mientras se agachaba para levantar su ropa del suelo. Al inclinarse hacia abajo, sus tetas colgaron y pude ver un poco más de carne, sin embargo, con lo apretado que tenía ese bra, no alcancé a ver los pezones. Esa tremenda escena me llevó a sentir como mi pene daba saltitos de excitación, a lo que empecé a frotarlo y acomodarlo por encima del pantalón.
Sara volteó y notó el tremendo asunto que tenía entre las piernas, sentía que mi pene no pararía de crecer y de ponerse duro.
-¿Y eso? Jajaja -Preguntó ella sin dejar de mirar el bulto de mi pene.
-Pues tu que crees, así se me puso nada más jajaja.
-Y luego qué? ¿Vas al baño y te masturbas o vives así hasta que pase? Jajaja
-Eso depende, igual podría solucionarlo ahora. -Dije yo, dejando claras mis intenciones
-¿Ah si? ¿Y por qué ahora? -Respondió ella, fingiendo ingenuidad.
-Por que tu podrías ayudarme…
Sara me miró a la cara de nuevo y se rió, esta vez más fuerte que la anterior, volvió a dejar su ropa en el suelo y se puso de pie justo frente de mi, con el rostro pegado al mio, casi a punto de besarme.
-Puedo ayudar entonces, ¿no?
Yo solo asentí con la cabeza.
En ese momento Sara soltó otra risa pequeña e hizo algo inesperado, otra vez. Comenzó a bajar ahí en frente mío hasta quedar de rodillas, con la barbilla justo al frente de mi enorme erección en el pantalón. Yo sentía que se me salía el corazón, no podía soportar tremenda situación que estaba viviendo, estaba con el pene casi apuntando al cielo dentro de la ropa, y Sara únicamente en bra ahí, arrodillada frente a mi, mirándome a los ojos. Comencé a sudar como loco.
Sara puso ambas manos en mis piernas, en los costados, un poco debajo de la cadera, casi en los muslos y dijo:
-Creo que ya se cómo podría ayudarte.
Me quedé callado, mirándola a los ojos solamente.
-Puedo chupártela.
No dudé ni un momento, le sonreí pervertidamente mientras comenzaba a quitar mi cinturón. Pasaron unos cuantos segundos cuando Sara se apartó de mi, volvió a reir un poco y dijo:
-¡Te atreviste! Que hijo de puta, en serio jajaja.
Quedé sin palabras una vez más.
-¿Realmente me creías capaz de ofrecerte una mamada como si nada? ¿Crees que soy una puta o qué? Jajaja que cabrón, en serio.
Después de decir esto, Sara tomó su ropa, se vistió tal como venía y antes de irse, me dijo:
-Deberías empezar a pensar como solucionar eso que traes en el pantalón, porque las clases empiezan en unos minutos y no creo que quieras cruzar toda la escuela hasta nuestro edificio así, jajajaja.
Me palmeó en el pecho como le gustaba hacerlo y bajó las escaleras sin dejar de sonreír.
Me quedé unos segundos sin mover ni un músculo, tenía un millón de emociones mezcladas, coraje, enfado, decepción, me sentía humillado, usado y maltratado. Así mismo sentía que la había cagado, debí haberme negado, hacerme el difícil, actuar indignado, algo, yo que se, pero no pude cagarla así.
El resto del día pasó bastante normal, si así se le puede llamar a que Sara y yo no cruzamos miradas ni palabras, ni siquiera quisimos hablar con otras personas como cualquier día. Todo bastante extraño.
Se terminaron las clases y Sara y yo fuimos a nuestras respectivas casas. Durante la tarde yo me dediqué a hacer tarea, y claro, a pesar de todo, no desaproveché la oportunidad de pajearme 3 veces pensando en lo que había sucedido con Sara, sin contar el fracaso al final, claramente. Mientras Sara hacía quién sabe qué cosas en su casa, igual a mi qué me importa, hija de puta calienta huevos, ¿tan difícil era chupármela un poco y listo? Ni siquiera planeaba que lo hiciera hasta venirme o algo, solo chupar un poco la punta y ya está.
Aún tenía el coraje por las venas, y mi mente se inundaba con pensamientos sobre lo sucedido. Que si yo pensaba que ella era una puta, ¿Acaso no debería? Ella fue la que quiso mostrarme las tetas en un principio, ¿eso no es ser puta? Meh, da igual, de todos modos así son las mujeres, el sentimiento se le pasará y querrá mostrármelas de nuevo. Querrá chuparme toda la pija y los huevos, me rogará que le acabe la cara, las tetas y el ano, ¿Por qué? Porque sí es una puta, una tremenda puta sucia.
Me negué a creer que toda la aventura sexual había terminado en una simple muestra de tetas en ropa interior, no, esto no se queda así. Claramente reclamar a Sara por su actitud hubiera sido una cagada monumental, así que mejor planeé actuar arrepentido. Esa misma noche envié por messenger un largo mensaje a Sara; resumiéndolo en pocas palabras, me disculpé con ella por haber sido un pajero y comportarme de esa forma, y le expliqué que era inexperto en esto del sexo y por esa razón me costaba trabajo controlar mi excitación.
Mensaje enviado a las 8:12 pm decía. Hmm, definitivamente nadie está dormido a las 8 pm, debe estar despierta, debe responder mi mensaje. 8:14 reviso de nuevo y el mensaje había sido leído, pero Sara no estaba en línea y tampoco había respuesta. 8:26: Aún nada, hija de puta, me está evitando. 8:49, ya es demasiado, ¿debo enviar otro mensaje? Algo como: “Se que estás molesta y tienes derecho de evadirme, pero por favor responde algo”.
Mientras discutía conmigo mismo sobre si debía mandar el mensaje o no, recibí una notificación desde mi teléfono. Parece que la había invocado, Sara había aparecido con una respuesta igual o más larga que mi mensaje inicial, aquí lo dejo completo:
-Hola, creo, estaba ocupada haciendo unas cosas, perdona por tardar en responder. Si te soy sincera no estoy enojada ni molesta, creo que me pasó lo mismo que a ti, no supe reaccionar a tal situación ahí mismo y creo que solo vi la opción de huir, disculpa en serio que pareciera que estaba molesta contigo por eso. Se sobre tu inexperiencia en el sexo, las chicas sabemos muchas cosas y nos contamos todo, jajaja. Más que nada por eso quería comprobarlo, quería ver tu reacción y ver si realmente eres tan novato como se rumora, y pues al parecer sí jajajaja. Para que me creas que no estoy molesta, si quieres mañana podemos vernos en el mismo lugar a la misma hora, y puedo ayudarte a solucionar tu inexperiencia, jajaja.
Estuve a punto de preguntar a que se refería con “ayudarme” pero pareció como si hubiera leído mi mente, y sin permitirme responder, envió otro mensaje:
-No me malentiendas, con ayudarte no me refiero a que voy a dejar que me cojas, pendejo. Jajajajaja. Te lo aclaro para que no vayas a llegar con condones y la pija al aire, jajajaja.
Respondí agradecido por su respuesta y obviamente acepté su propuesta y le confirmé mi asistencia.
…
¿Dónde está? Me preguntaba mientras miraba la hora, llevaba ya 10 minutos esperándola en “nuestro lugar” . La vi salir del salón antes que yo, pensé que vendría directo hacia acá.
A los 12 minutos aparece Sara por la escalera, al percatarse de mi presencia comienza a reír, nada nuevo. Supongo que notó en mi cara la pregunta del por qué la tardanza, y sin que lanzara la pregunta me dijo que se había detenido a comprar algo para comer más tarde.
-A ver, empezamos con el tratamiento de inexperiencia sexual; paciente, por favor sólo mire, no toque y no pida que le chupe la verga, jajajajajaja. -Dijo Sara mientras empezaba a quitarse la camisa que tenía.
Me pareció gracioso y a la vez raro ver la facilidad con lo que lo hacía, como si lleváramos años haciéndolo, no revisó que no hubiera nadie cerca, ni siquiera un hola fue capaz de decirme, llegó directamente a quitarse la ropa para mi. Y luego dice que de puta no tiene nada, jajaja.
Me quedé inmóvil mirando cada movimiento que hacía, como se quitaba la camisa. Me sorprendió el hecho de que la camiseta “interna” esta vez no estaba, únicamente traía la camisa blanca de botones y debajo un bra morado que resaltaba esos enormes montes llamados tetas.
-Vienes mejor preparada eh? Jajaja. -Dije mientras ella acomodaba su bra, de manera que sus pezones no fueran a saltar al aire al agacharse o moverse.
-No te sientas especial, hoy hace calor, por algo solo traigo esta, jajaja.
Una mierda el calor, estaba exactamente igual que los días anteriores, a la muy zorra le encantaba mostrarme las tetas. Ya conocía esta historia, la he escuchado de amigos míos. Sara desea mostrarme todas las tetas sin nada de ropa, pero quiere llevarme al límite, quiere que ruegue por ello, que suplique. Eso la excita muchísimo más que solamente ir mostrando las tetas por ahí.
Por estar pensando pendejadas, no me di cuenta que Sara estaba frente a mi, con las tetas al frente en el bra morado, hablando algo sobre el sexo o algo así, la verdad no escuché lo que me dijo.
-Perdón, me distraje mucho, jajaja, ¿Qué decías?
-Pregunté si nunca has tenido sexo, o al menos visto un par de tetas, una vagina o yo que se.
Por un momento pensé en responderle que en el porno había visto demasiadas, pero me detuve al percatarme de que eso hubiera sonado sumamente patético.
-La verdad no, nunca he tenido una oportunidad con ninguna chica y por eso me pongo muy nervioso con este tipo de cosas, jajaja.
-Pero bien que te debe gustar la paja hijo de puta, jajajaja. -Dijo ella, señalando con la mirada mi pene ya erecto.
-Ah, sí, claro, ah que las mujeres como tú también se masturban, ¿o no?
Sara evadió mi pregunta y continuó:
-Y que te hace explotar, ¿Porno normal? ¿Tetas grandes? -Dijo tocando las suyas - ¿Has fantaseado con alguna chica que te guste o algo?
Entré en un dilema, ¿debía confesarle que me había pajeado como loco pensando en sus tetas en días anteriores? ¿Era buena idea eso? A la mierda, estamos hasta este punto, qué podría salir mal.
-La verdad si, últimamente esto me ha hecho pajearme demasiado, jaja -Dije, temiendo una mala respuesta.
-Aaaah, ¿te masturbas pensando en mi? Jajaja que cabrón que eres.
-Bueno no contigo, con tus… tetas, jaja, son enormes, siempre he fantaseado con unas así, y desde que empezamos con esto pues… no puedo sacarlas de mi cabeza jajaja.
“No contigo, con tus tetas sí” Qué pendejada acabo de decir, acabo de hacer como si la viera así nada más, como un par de tetas sin mayor valor, qué imbécil, seguro que esta vez si se molesta definitivamente y me manda a la mierda.
-¿Y qué tal? ¿Sale bien el asunto?
Una vez más me sorprendió, la hija de puta no se ofendió ni un mínimo, sólo parece interesarle los detalles de mis pajas dedicadas a ella, bueno, a ellas.
-Cómo no te imaginas jaja, tan solo hace falta recordar un poco y ya tengo la pija vuelta loca de nuevo. Acabo en minutos. -Dije yo, intentando incluir detalles para lograr que Sara se calentara y ver si podía llegar más lejos que una simple muestra de tetas.
-Jajajaja eres un pervertido, no quiero imaginar cuando te la chupen o folles por primera vez, vas a venirte en segundos, pobre de la chica que tenga que experimentar eso jajaja.
Al parecer Sara notó que me afectó un poco su comentario y añadió:
-Claro, eso al menos que trabajemos en ello, que para eso estamos aquí, ¿no?
Asentí con la cabeza, esperando a que ella procediera con su “terapia”
-Ok, tendré que hacer esto aunque me sienta un poco extraña, jajajaja. Lo haré porque, aunque no me creas, te considero mi amigo y quiero ayudarte en esto.
Volví a asentir sin decir palabra.
-Mírame bien las tetas, quiero que las mires tanto como puedas, e imagina que puedes hacer con ellas lo que quieras.
Ella notó que yo comenzaba a sobresaltarme un poco.
-Jajajaja, exacto, te encanta pensar eso, debes controlar eso. Veamos…
Sara volvió a arrodillarse frente a mi, mirándome a los ojos.
-A ver, jajaja ¿Qué mierda hago aquí? Bueno en fin, allá va: Quiero que imagines que te vienes en mis tetas. Quiero que lo imagines mientras estoy yo aquí frente tuyo.
Sentía que el pene me explotaba, tenía un instinto salvaje de arrancarle el bra y masturbarme como loco hasta correrme en todas esas tetas. Sara notó también parte de esto.
-Tienes que resistirlo, respira y déjalo pasar. Quiero que veas en tu mente como te pajeas y me llenas las tetas de semen. Todas mis tetas llenas de tu semen blanco y caliente.
-Diosss… -Dije en voz baja mientras soltaba un quejido de placer y a la vez de dolor por la erección casi rompiendo la tela del pantalón. Respiré profundo y cerré los ojos, logré recuperar la cordura por unos momentos. Como si Sara se hubiera metido en mi mente, detectó de igual manera esto y dijo:
-Jajajaja no puedo creer que dije toda esa mierda, por un momento creí que me ibas a desnudar aquí eh. Bueno, ahora, cuando salgamos de clase y estés en casa, vas a masturbarte pensando en esto y en lo que te he dicho. Pero no te pajearás hasta correrte y listo, ¡No señor! Deberás controlarte: cuando sientas que estás a punto de eyacular, te detendrás y te vas a relajar, entonces continuarás. Así continuamente hasta que el impulso sea absolutamente irresistible.
Intenté memorizar todos los pasos e instrucciones que me dio, parado sin moverme como siempre, sin percatarme que ella ya estaba vestida de nuevo y se preparaba para regresar a clase.
-Gra…gracias -Dije con un tono que debió parecer estúpido, pues ella rió y dijo:
-Jajaja lo haces parecer como si te acabara de salvar la vida, no es para tanto, aunque igual puedes pagarme si quieres, jajajaja. -Se dio vuelta y se fue.
Esta vez reaccioné de inmediato y me fui unos segundos después de ella para no levantar sospechas de la gente al vernos bajar juntos del edificio 3.
Por fin en casa después de un pesado día, sí claro, de pesado no tuvo nada más que las tetas enormes de Sara. Comencé a planear la que consideraba sería la paja del siglo, tomé mis precauciones y me encerré en mi cuarto para que nadie de mi familia entrara y arruinara el momento.
Comencé lentamente, me acaricié un poco los huevos y pensé en Sara, casi de inmediato ya tenía una erección al 100%. Escupí un poco en mi mano y comencé la maniobra. Comencé estimulando un poco el glande antes de pajear el tronco completo de mi pene. Repetí el proceso por unos 3 o 4 minutos hasta que sentí el orgasmo, entonces hice caso a la instrucción de Sara, bajé la velocidad, acariciando lentamente la parte baja de mi pene, mientras respiraba para retrasar la eyaculación. Primer intento primera victoria, ahora tocaba repetirlo hasta ya no poder más. Logré hacerlo otras 3 veces, ya llevaba casi 18 minutos invertidos en esa paja. Yo lo sabía, mi pene y mi cuerpo también lo sabían; eran las últimas sacudidas, ya no podría resistir el frenar una vez más. Aumenté la velocidad poco a poco hasta que sentí lo inminente, entonces lo hice: pensé en aquel escenario donde en vez de eyacular en mi abdomen acostado en mi cama, arrojaba todo mi semen sobre las enormes tetas morenas de Sara. No podía creer lo bien que se sentía, comencé a estremecerme de pies a cabeza, me pajeaba a máxima potencia mientras hacía un esfuerzo sobrehumano por no dejar escapar el gemido más grande de mi vida. Entonces terminé: una cantidad bestial de esperma salió disparada en dirección a mi abdomen, mi pecho y en toda la camisa que traía, incluso un poco me llegó a salpicar el cuello. Y ahí quedé yo, rendido, con unos 10 o 12 disparos de semen distribuidos por todo mi cuerpo superior. Cerré los ojos por unos segundos, asimilando lo increíble que había sido esa paja, y todo gracias a la zorra de Sara. Te amo, Sara hija de la gran puta.
A pesar de haber terminado, yo seguía tremendamente caliente, así que se me ocurrió una idea que, en cualquier otro momento, me hubiera parecido demente. Tomé mi teléfono y entré a la cámara, y tomé unas 3 fotos en un ángulo que mostrara todos los disparos de semen, sin mostrar mi pene. Y lo hice, me importó una mierda y le envié la foto a Sara por messenger con el texto “Misión cumplida, salió mejor de lo que imaginé, jajaja”
Minutos después, asimilé lo que había hecho, cómo carajo se me había ocurrido enviar semejante foto a Sara. Que tremendo imbécil, ¿Y si se la pasa a todos los de la escuela? Es decir, no muestro el pene ni la cara, pero sólo hace falta una captura de pantalla para comprobar que la foto es mía.
Entonces llegó la notificación de Sara, había enviado un único mensaje. Me comía el miedo de abrirlo, así que mandé todo a la mierda y me decidí a leerlo, convencido de que estaría ofendida por haber compartido semejante cosa con ella.
-Wow! ¿Todo eso salió de una sola paja? Increíble muchachito, al parecer seguiste mis instrucciones al pie de la letra, jajajaja.
Siempre que pienso lo peor, Sara termina respondiendo como si se tratara de cualquier cosa, ya no entiendo una mierda, si tan normal le parece, ¿por qué no se anima a mostrármelas bien o a hacerme una mamada? Bueno, eso quedó atrás, no volveré a lo mismo.
-Pues sí, es la única que me he hecho en el día, si me llego a hacer otra creo que ya no me queda semen por sacar jajajaja.
-Jajaja es increíble que tu inexperiencia sexual no te deje conocer ni tu propio cuerpo. -Dijo Sara y continuó en otro mensaje:
-Mira, entre más retrases la eyaculación, y entre más excitado estés, saldrá mucho más semen y con mucha más potencia, por esa razón soltaste un galón de leche, jajajaja. Y por cierto, esos huevos pueden producir mucho más, apuesto a que puedes hacerte otras 3 pajas mínimo, jajajaja.
-¿Me estás informando solamente o me estás ordenando que lo haga de nuevo? Jajajaja
-Estoy diciendo que podemos probar que puede dar más, jajajaja. -Envió
A estas alturas creí que ya podía esperar cualquier cosa de ella, pero me equivoqué: Tomé mi teléfono dispuesto a responder el último mensaje, pero en ese momento saltó una notificación nueva.
Sara ha enviado una foto.
Ella enviando la foto coincidió con el momento en que abrí la ventana de chat, así que vi la imagen inmediatamente después de recibirla. Me quedé como loco cuando la miré. Sara había enviado una foto suya mostrándome las tetas en ese bra morado que había visto en la escuela, tenía las manos puestas en ellas, presionándolas hacia arriba para que resaltaran más.
Tan pronto llegó la foto también llegó un mensaje acompañando aquel regalo de parte de Sara.
-¿Qué tal está eso? Ya no tienes que imaginarlas, puedes verlas mientras te pajeas jajajaja. Inténtalo y me notificas los resultados, me los envías, si sabes a lo que me refiero, jajajaja.
No perdí el tiempo en responderle y comencé, en cuestión de segundos pasé de estar en la ventana del chat respondiendo un mensaje, a estar de nuevo en mi cama con la pija durísima en la mano, pajeándome como un animal. Estaba tan caliente que me importó una mierda la “terapia”, no me detuve ni un segundo hasta que me vine, en unos pocos minutos mi pene ya estaba saltando escupiendo leche por toda la sábana de la cama, no podía parar de eyacular, por un momento creí haber quedado vacío. Tiré el teléfono en la cama aún con la foto de Sara en pantalla, mientras descansaba el brazo y todo el cuerpo de la paja que me había clavado.
2 o 3 minutos después me incorporé, y tomé el teléfono, error mío el volver a mirar fijamente la foto, pues ya tenía la pija lista otra vez. No pude negarme, y empecé a pajearme por tercera vez en un periodo de un par de horas. Mi pene se lubricaba con los restos del semen restante que habían escurrido en la paja anterior, a pesar de todo, seguía duro como una puta roca. Entonces recordé que debía “reportar los resultados” con Sara. Cuando sentí el orgasmo inminente cambié rapidamente a la cámara, esta vez a video, y presioné el botón de grabar. Sostenía el teléfono con la mano izquierda, intentando grabar lo más estable posible, mientras con la mano derecha sacudía violentamente mi glande, intentando exprimir hasta la última gota de leche.
Terminé como un loco en la sábana, en la zona donde me había venido anteriormente, algunos chorros de semen coincidieron con los anteriores, de manera que ya no eran salpicaduras, ya se habían formado charcos de esperma en la cama. Dejé de grabar justo después de exprimir con 2 dedos la punta de mi pene, dejando caer las últimas gotitas de leche.
Pasó un minuto para que mi excitación pasara y mi mente reaccionara. ¿Qué puta madre estaba haciendo, ahora soy un actor porno amateur o que mierda? Me reí de mi mismo, me di una pequeña palmada en la frente y borré el video. Estaba loco si mandaba eso a Sara. Si eso terminaba en internet, era el fin de mi reputación. Mi vida se iría a la mierda. Al parecer no consideré el hecho de que Sara acababa de enviar una foto de sus tetas, sin importar la posibilidad de que yo podría exponerla fácilmente.
Abrí la cámara de nuevo y me dispuse a tomar una simple fotografía del desastre que había hecho en la cama. Era una cantidad de esperma colosal. Ya sin estar excitado, se veía incluso grotesca la escena de ver tanta sustancia blanquizca esparcida en una gran parte de la sábana roja. Olvidé aquello y le mandé la foto a Sara. Ella no tardó ni 1 minuto en responder, como si hubiera estado esperando atentamente.
-¡Hijo de puta! Cómo tendrás los huevos que lograste sacar todo ese semen. Esta vez me sorprendiste, jajajaja.
-La verdad son 2 pajas y 2 venidas juntas… Lo siento jajaja, me encantó tanto la foto que no pude contenerme, y si vuelvo a mirarla seguramente me haría otra sin problema. -Expliqué
-En serio eres un cabrón, jajajaja. Pero creo que es suficiente. Yo te recomendaría que borres esa foto y dejes las pajas por hoy, o te vas a romper los huevos jajajaja. En la cita de mañana, paciente, valoraremos si estás apto para continuar el tratamiento, jajaja. -Escribió ella antes de dejar de estar en línea el resto de la tarde y la noche.
“En la cita de mañana” Eso implica que lo haremos diario, ¿no? Valorar si puedo continuar, ¿se refiere al siguiente paso? Dios mío, me dejara verlas completas. Y después, ¿me dejará tocarlas, masturbarme con ella presente? No, no no no no… estoy yendo muy lejos, eso no va a pasar, seguramente me mostrará rápidamente un pezón o algo, no será para tanto, mejor dejo de fantasear estupideces.
…
El día siguiente Sara no dejó de lanzarme miradas y sonreir sarcásticamente todo el día hasta la hora del descanso, la hora de nuestra “terapia”
Esta vez pareció importarle poco a Sara la discreción, pues me esperó fuera del salón e hizo que fueramos juntos hasta el edificio 3.
-Bueno paciente, debo decirle que me sorprendió su desempeño el día de ayer, jajaja.
Ya en serio, ¿no te pajeaste de nuevo, o sí?
-No, doctora. -Respondí siguiendo su juego, mientras reía.
-Muy bien, eliminaste la foto, imagino.
-Claro, jaja.
Una mierda, hice como 3 respaldos de esa puta foto, no la borraría jamás. Esa simple foto podía patrocinarme las pajas de todo el año, y nunca me aburriría de dedicarle mi semen a esas tetas.
-Muy bien entonces… -Dijo mientras procedía a quitarse la ropa
Esta vez ni siquiera me fijé si traía 1, 2 o 100 camisas, estaba más ocupado pensando en qué sería el “siguiente paso” de la terapia que evaluaríamos.
Una vez se quitó la camisa, salieron al aire las amadas tetas de Sara, esta vez el bra era rojo, y parecía ser más pequeño que los demás, pues sus tetas se veían demasiado apretadas en el.
-No te duele traerlas así? Jajaja -Dije, claramente esperando que cediera a quitarse la prenda.
-Un poco solamente, ya estoy acostumbrada, además en casa nunca uso bra, únicamente una camiseta y ya, jajaja.
Obviamente mi cabeza comenzó a procesar imágenes de como sería aquello, Sara andando por casa únicamente con una camiseta cubriendo sus enormes tetas. Sus pezones duros resaltándose en la camiseta, casi al aire, tan solo un pequeño movimiento y ahí estarían, desnudas, morenas, enormes. Dios mío, quería tener esas tetas ya.
-Muy bien, ¿Qué aprenderemos hoy? ¿A hacer una paja rusa? -Dije, ya sin importarme demasiado como reaccionaría Sara.
-Quisieras hijo de puta, jajaja. Déjame que me prepare.
Sara volvió a arrodillarse frente a mi, con las tetas ajustadas en el bra rojo, y dijo:
-Bueno, quiero que repitas el proceso de ayer.
No me jodas, esta hija de puta quiere ver si aún me excito igual de fácil, a eso se refiere con su estúpida evaluación… Pensé por unos segundos. ¡Eso es! Tremenda idea se me ocurrió. Si me esfuerzo completamente, puedo demostrar que he superado esta fase y entonces sí, tendrá que pasar a lo siguiente y dejarme tocarlas, o mostrármelas. Comenzaba a entender el proceso, y comencé a comprender también que todo era cuestión de paciencia, hasta que lograra mi gran objetivo.
Sara repitió la escena de mi, eyaculando sobre sus tetas y demás, a lo que respondí poniendo otra cosa en mi mente, por unos segundos logré ignorar por completo lo que me decía. Tan pronto cuando la práctica terminó, intenté hacerla notar que había “superado” la fase de solamente imaginar. Esta vez había logrado engañarla.
-Listo, ¿ves? Aprendo rápido jajajaja.
-Wow, la verdad que sí, para ser un virgencito fue bastante rápido el proceso. Aunque estabas bastante inquieto hace un rato, y ahora estás tranquilo, no lo entiendo jajajaja -Respondió
Entonces aproveché, y lancé la mejor respuesta posible.
-La verdad, ehm… hace rato comencé a fantasear más con lo que dijiste, que en casa traes las tetas casi al aire, sólo cubierta por una camiseta.
-Ahh, ¿Con que eso te calentó más? Jajaja.
Entonces continué, intentando ser lo más explícito posible, para tratar de excitarla.
-Si, no pude evitar imaginar tus bellas y enormes tetas paseando por ahí, con los pezones duritos, listos para morderlos, tan solo separando la camiseta mis labios de la piel de tus pezones.
-Jajajaja oye tranquilo, qué mierda, casi escupes semen por la boca, jajaja. Y, ¿qué propones para solucionar eso?
Ya me importaba una mierda todo, así que fui directo al grano.
-Quiero verte esas tetas, Sara, al aire, sin el bra. Quiero verte los pezones y todas las tetas redondas. Y quiero pajearme como loco al llegar a casa pensando en ello… eso quiero.
-Sara sonrió levemente y dijo mientras se llevaba las manos a las mejillas:
-Hijo de perra jajajaja ya me pusiste re caliente, no creí que llegarías hasta acá eh!.
Se puso de pie, me miró a los ojos con expresión retadora y lanzó:
-Hazlo
-¿Qué? -Pregunté un poco asustado por su cambio de actitud
-Que lo hagas, quítamelo. Sácame las tetas al aire y míralas, sin tocarlas. Puedes hacerlo, ¿o no?
Sara echó un poco los brazos hacia atrás e inclinó el pecho hacia mi, hacia el frente.
Entonces tragué saliva, quité mis manos del barandal donde me había apoyado y las puse sobre sus hombros, tocando ligeramente los tirantes del bra.
Los tomé firmemente y bajé lentamente, dejando descubierta una buena porción de tetas, justo antes de dejar salir los pezones…
C O N T I N U A R Á
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