Mi esposa, jefa puta 2
El miércoles a la tarde, a las 18.15 hs, recibí un mensaje de mi esposa que me decía que llegaba tarde, que no la esperara para comer, podes excitarte si queres pensando porque llego tarde, decía. Le escribí tres o cuatro mensajes pero no me contesto, estaba seguro que tendría que ver con Martín. Me hice algo de cenar para mi, tenemos una casa grande, me quede en el living, en el sillón, mirando netflix, saboreando un whisky importado que es una delicia, trataba de no pensar pero no podía evitar hacerlo, la serie paso sin que me diera cuenta. Cerca de las 12 se abrió la puerta, Debora venía sonriente, cara de relajada, no tenía sujetador puesto, en ese vestido se re notaban sus tetas.
-Hola amor... no te acostaste todavía...
-Es temprano... te esperaba...
Me miro sonriente.
-Te gusta este vestido sin sujetador... o parezco muy puta vestida así...
-Parece que tuviste un día intenso... porque no me contas...?
-Me encantaría... pero tengo miedo que me saltes encima como un león... desnudate, ponete un forro y esposate a la cama... me sirvo una cerveza y voy...
Yo ya estaba loco de excitación, desde el sábado no habíamos tenido sexo, era raro tanto tiempo de abstinencia, o lo hacíamos todos los días o día por medio.
Entró al cuarto con el vaso de cerveza en la mano, dejó una luz tenue que tenemos, con un poco de tono celeste. Me miró sonriente.
-Me vas a contar...
-No preferís que te haga una paja primero...
-No, para que...
-Porque por ahí no tengo ganas después... y te dormís así... esposado y caliente... que elegís... te arriesgas...?
-Si... contame...
Cerca del mediodía, recibí un mensaje de Martín, decía
-Tengo ganas de cogerte perra...
-Estoy muy ocupada negrito... estoy trabajando...
-No me calientes la pija perra porque te voy a recoger...
No le conteste por tres horas, después le puse, te dije que estoy ocupada negrito... me fui al baño a tocar dos veces, otra vez lo estaba boludeando... pero ahora sabía que él sí podía venir a buscarme... y eso quería, claro...
-Que puta sos...
Salí a las seis, sentí que alguién caminaba cerca mio y era él obvio... me miró serio...
-Volvé a la oficina y sacate el sujetador... quedate charlando un rato con el señor de seguridad... dale perra movete...
Sentí una descarga en mi conchita... como me trata me vuelvo loca... pensaba en que no quería tener problemas en el trabajo... por suerte no había mucha gente por ahí abajo, entre en el baño de recepción, te mandé el mensaje que llegaba tarde, me saque el corpiño que guarde en mi cartera y salí a charlar con el guardia... debe tener unos cincuenta... estaba desorbitado... trataba de no mirar pero no podía... y a mi me recalentaba, pero no quería que se de cuenta... Cuando salí Martín me miró sonriente... muy bien puta... camina hasta el estacionamiento de acá a la vuelta que tengo la moto... quedate esperándome... dale charla al muchacho del garage... preguntale por mi... es un calentón... En el garage había un pibe de unos veintipico, cara de pajero... le dije no lo viste a Martín el pibe de la moto...
-Llego hace un ratito... sos amiga de él...
Me comía las tetas con la mirada, mientras me hablaba se agarró dos veces el bulto, en otro momento me hubiera molestado, pero estaba recaliente. Soy algo más que una amiga... le dije con cara de puta... se fue a entregar un coche y aproveche para bajarme más el escote... que se viera más teta... estaba sacadísima... cuando me vio casi se vuelve loco... se apretó otra vez el bulto... se notaba bien grande y no podía dejar de mirarlo...
-No vino Martín todavía... -me dijo.
-Porque no pasas acá al saloncito... así no esperas ahí parada...
-No me gustaría que Martín se enoje...
-Dale pasa... porque se va a enojar... es un amigo...
Yo seguía mirándole el bulto, se notaba bien grande, me sentía una puta, pero a la vez sentía que no tenía freno. Pensé que no podía quedarme así, estábamos a la vuelta del trabajo, cualquiera podía venir y verme, me asusté de verdad, que algún capo fuera a buscar el auto y me viera... pero estaba como drogada por la excitación, miré hacia afuera y Martín no venía, y entré en el saloncito. Me quedé cerca de la ventana mirando hacia afuera... y sentí la mano del chico acariciándome el culo... y me quedé dura... no sabía que hacer... y como no hice nada me levantó un poco el vestido y me acarició las nalgas así... y tuve mi primer orgasmo... que creo que pude disimular... él me tomó la mano y me la llevó a su verga... no quería mirar pero la agarré... era bien gruesa... más corta que la de Martín... como la tuya... pero regruesa... le di dos o tres sacudidas y salí de ahí asustada, me sentí como una loca... Martín me miraba sonriente... estaba escondido... recién llegaba...
-No la puedo dejar sola jefa... que puta que está... -bajé la mirada,
-Perdón Sr. Martín...
-A mi no me molesta... pobre el cabrón de tu marido... semejante puta en la casa... -me dió un casco, subimos a la moto, me agarré de su cintura, tomo mis manos y me las llevó a su bulto.- Así vas a estar más comoda... Fuimos primero a una cervecería... llena de pendejos, fuimos a un rincón y me estuvo manoseando todo el rato... nos besamos mucho más apasionadamente que la otra vez... quiero que me cojas le dije...
-Aca puta...
-Donde vos quieras...
-Segura...
-Si...
Volvimos al trabajo, casi me muero del susto, pero no podía evitar nada, no quería evitar nada, creo que acabé cuando estaciono la moto de nuevo en el garage.
-Podes decir que te olvidaste algunos papeles...
-Y vos como entras...
-Con vos puta... le decís al de seguridad que soy un fletero con moto... que me tenes que dar unos papeles... y vos te quedas un rato más... además el de seguridad se entretiene con tus tetas...
En el ascensor nos matamos de nuevo, el miedo de que alguien me viera, me excitaba el doble.
Cuando entramos a la oficina, cerro la puerta, me hizo sentar en mi lugar... quiero que me vuelvas a comunicar mi despido... salió y golpeó la puerta...
Enseguida entré en papel... excitada ya estaba...
-Dije su apellido y le dije que pasara...
-Si señora usted dirá...
-Miré Martín... usted está siendo muy descuidado en su trabajo... realmente no estoy contenta personalmente con lo que hace... le empresa pierde tiempo con gente como usted... -trabó la puerta desde adentro y se vino hacia mi, me dobló sobre el escritorio y corriendo la tanga hacia un lado me dió un par de viajes por la concha, me escupio el culo y me la metio bien despacio hasta el fondo...
-Que placer jefa... me sigue dando lástima su marido... semejante puta... -Yo no hablaba estaba como en trance, no paraba de acabar, creí que me iba a desmayar... en eso golpearon la puerta... Martín me la metió hasta el fondo y se quedó quieto... contesta me dijo al oído...
-Debora... sos vos... -era el gerente del sector-
-Si señor... estoy juntando unos papeles que tengo que mandar a una sucursal...
-Estás bien... me pareció escuchar ruido...
Martín volvía a taladrarme el culo... todo bien... dije como pude... el se alejó mientras sentía toda la leche de Martín llenándome el culo. Giré la boca y nos besamos apasionadamente de nuevo mientras los dos acabábamos...
Martín estaba relajado, sonriente, feliz te diría.
-Me puedo poner el sujetador...
-No... esto recién empieza... ahora vamos a ir a coger a mi casa...
-Y como salimos...
-Dame unos papeles... asómate que no haya nadie...y yo salgo... antes de bajar anda a despedirte del gerente...
-Pero no puedo ir así Martín...
-Ese viejo siempre fue un calentón... le va a encantar...
-Pero yo tengo que laburar acá...
-Y que problema...
-Te espero en la puerta del ascensor... por lo menos tenes que estar cinco minutos charlando con él... te tomo el tiempo...
No lo vas a creer... pero estaba excitadísima de nuevo... debe tener unos setenta el gerente... cuando me vio no podía parar de mirarme las tetas... le inventé una historia sobre lo que estaba haciendo... que me perdonara por no avisarle que volvía... que me disculpara la apariencia... pero que iba a salir con unas amigas...
-Y a tu marido no le molesta...?
-Que cosa... -dije mostrando mis pechos lo más ofrecidos que podía, como si no entendiera de que me hablaba.
-Digo... una señora tan linda y llamativa como vos... sale con sus amigas...
-Si, no pasa nada, charlamos un rato... además el no es celoso... me tengo que ir ahora señor, perdón de nuevo por molestar...
-Pero por favor... Debora... vos sos una de las mejores empleadas de la empresa... además de las más hermosas creo...
-Le agradezco el cumplido señor... -se puso de pie y para mi sorpresa el viejito también estaba al palo... y no pude dejar de mirarle el bulto también... de golpe caí en la situación, habían pasado más de cinco minutos... le dije que me disculpara que había estado bebiendo unas cervezas y estaba un poco descontrolada... que ya me iba... cuando cerré la puerta de su oficina... me acaricié un poco la almejita... estaba recaliente... en el ascensor volvimos a darnos duro...
-Sos demasiado puta... eh jefa... estás reprimida nada más... pobre tu marido...
-A él le gusta...
-Pero no tanto...
-Ahora yo me voy... te espero en el estacionamiento... calentalo un poco al de seguridad...
No fue difícil claro... estaba recaliente de antes...
-Cuanto que tardo señora para entregar unos papeles... -eso me despertó mi soberbia...
-Oiga... Ramirez es su apellido no... le gustaría tener trabajo mañana no...?
-Disculpe señora... -y casí acabo de nuevo ahi...
Después fuimos a su casa...
Debora se levantó y fue por otra cerveza.
Estoy cansada papi... fue un día intenso... mejor dormimos si...
-Pero terminame de contar...
-Mañana cornu... mañana...
Puso más tenue la luz, se acostó a mi lado, me sacó el forro, y me abrazo y me beso un rato.
-Te amo mucho amor... mañana te cuento...
Estuve dando vueltas en la cama un montón hasta que me dormí, las esposas puestas, me excitaban y me molestaban, las dos cosas, la luz tenue hacía que la mirara a Debora que solo tenía un tanga puesto, sus tetazas al aire, dormía placidamente... finalmente dormí un rato. Me desperté con las manos sueltas...
Debora quería terminar de contarme en la ducha.
Ella se puso detrás mio, el agua caía sobre mi, sentía sus pechos apoyados en mi espalda, ella me enjabono el pecho, bajo a mi pija y la enjabono un poco también.
-Nunca había vivido algo tan intenso... peligrosamente intenso... estoy descubriendo la puta que llevo adentro... me asusta un poco...
Yo no dije nada, no sabía que decir.
En la moto otra vez fui agarrada de su pijota todo el viaje, Tiene una casa chica, pero muy agradable... vive solo... tomamos una cerveza...
-Que bueno encontrar una puta así... ni en mis mejores sueños... -dijo Martín
-Soy su puta Sr Martin...
-Sos muy puta... hoy conmigo... otro día con otro...
-Y me vas a recoger ahora... o necesitas que te trate de negrito... o me caliente con el pibe del garage, el de seguridad o el gerente eh... me comió la boca y me tiro sobre la cama, con toda la ropa puesta, mis tetas salían por arriba del vestido...
-Me vuelven locos tus melones... y los chupaba como si fuera lo último que iba a hacer en el mundo... corrió la tanga a un costado y me penetró... no se cuanto tiempo estuvimos... pero mientras acabábamos nos besamos como dos enamorados... -dijo girándome hacia ella, besándome profundamente, mientras mi pija salpicaba chorros de leche contra su vientre...
El miércoles a la tarde, a las 18.15 hs, recibí un mensaje de mi esposa que me decía que llegaba tarde, que no la esperara para comer, podes excitarte si queres pensando porque llego tarde, decía. Le escribí tres o cuatro mensajes pero no me contesto, estaba seguro que tendría que ver con Martín. Me hice algo de cenar para mi, tenemos una casa grande, me quede en el living, en el sillón, mirando netflix, saboreando un whisky importado que es una delicia, trataba de no pensar pero no podía evitar hacerlo, la serie paso sin que me diera cuenta. Cerca de las 12 se abrió la puerta, Debora venía sonriente, cara de relajada, no tenía sujetador puesto, en ese vestido se re notaban sus tetas.
-Hola amor... no te acostaste todavía...
-Es temprano... te esperaba...
Me miro sonriente.
-Te gusta este vestido sin sujetador... o parezco muy puta vestida así...
-Parece que tuviste un día intenso... porque no me contas...?
-Me encantaría... pero tengo miedo que me saltes encima como un león... desnudate, ponete un forro y esposate a la cama... me sirvo una cerveza y voy...
Yo ya estaba loco de excitación, desde el sábado no habíamos tenido sexo, era raro tanto tiempo de abstinencia, o lo hacíamos todos los días o día por medio.
Entró al cuarto con el vaso de cerveza en la mano, dejó una luz tenue que tenemos, con un poco de tono celeste. Me miró sonriente.
-Me vas a contar...
-No preferís que te haga una paja primero...
-No, para que...
-Porque por ahí no tengo ganas después... y te dormís así... esposado y caliente... que elegís... te arriesgas...?
-Si... contame...
Cerca del mediodía, recibí un mensaje de Martín, decía
-Tengo ganas de cogerte perra...
-Estoy muy ocupada negrito... estoy trabajando...
-No me calientes la pija perra porque te voy a recoger...
No le conteste por tres horas, después le puse, te dije que estoy ocupada negrito... me fui al baño a tocar dos veces, otra vez lo estaba boludeando... pero ahora sabía que él sí podía venir a buscarme... y eso quería, claro...
-Que puta sos...
Salí a las seis, sentí que alguién caminaba cerca mio y era él obvio... me miró serio...
-Volvé a la oficina y sacate el sujetador... quedate charlando un rato con el señor de seguridad... dale perra movete...
Sentí una descarga en mi conchita... como me trata me vuelvo loca... pensaba en que no quería tener problemas en el trabajo... por suerte no había mucha gente por ahí abajo, entre en el baño de recepción, te mandé el mensaje que llegaba tarde, me saque el corpiño que guarde en mi cartera y salí a charlar con el guardia... debe tener unos cincuenta... estaba desorbitado... trataba de no mirar pero no podía... y a mi me recalentaba, pero no quería que se de cuenta... Cuando salí Martín me miró sonriente... muy bien puta... camina hasta el estacionamiento de acá a la vuelta que tengo la moto... quedate esperándome... dale charla al muchacho del garage... preguntale por mi... es un calentón... En el garage había un pibe de unos veintipico, cara de pajero... le dije no lo viste a Martín el pibe de la moto...
-Llego hace un ratito... sos amiga de él...
Me comía las tetas con la mirada, mientras me hablaba se agarró dos veces el bulto, en otro momento me hubiera molestado, pero estaba recaliente. Soy algo más que una amiga... le dije con cara de puta... se fue a entregar un coche y aproveche para bajarme más el escote... que se viera más teta... estaba sacadísima... cuando me vio casi se vuelve loco... se apretó otra vez el bulto... se notaba bien grande y no podía dejar de mirarlo...
-No vino Martín todavía... -me dijo.
-Porque no pasas acá al saloncito... así no esperas ahí parada...
-No me gustaría que Martín se enoje...
-Dale pasa... porque se va a enojar... es un amigo...
Yo seguía mirándole el bulto, se notaba bien grande, me sentía una puta, pero a la vez sentía que no tenía freno. Pensé que no podía quedarme así, estábamos a la vuelta del trabajo, cualquiera podía venir y verme, me asusté de verdad, que algún capo fuera a buscar el auto y me viera... pero estaba como drogada por la excitación, miré hacia afuera y Martín no venía, y entré en el saloncito. Me quedé cerca de la ventana mirando hacia afuera... y sentí la mano del chico acariciándome el culo... y me quedé dura... no sabía que hacer... y como no hice nada me levantó un poco el vestido y me acarició las nalgas así... y tuve mi primer orgasmo... que creo que pude disimular... él me tomó la mano y me la llevó a su verga... no quería mirar pero la agarré... era bien gruesa... más corta que la de Martín... como la tuya... pero regruesa... le di dos o tres sacudidas y salí de ahí asustada, me sentí como una loca... Martín me miraba sonriente... estaba escondido... recién llegaba...
-No la puedo dejar sola jefa... que puta que está... -bajé la mirada,
-Perdón Sr. Martín...
-A mi no me molesta... pobre el cabrón de tu marido... semejante puta en la casa... -me dió un casco, subimos a la moto, me agarré de su cintura, tomo mis manos y me las llevó a su bulto.- Así vas a estar más comoda... Fuimos primero a una cervecería... llena de pendejos, fuimos a un rincón y me estuvo manoseando todo el rato... nos besamos mucho más apasionadamente que la otra vez... quiero que me cojas le dije...
-Aca puta...
-Donde vos quieras...
-Segura...
-Si...
Volvimos al trabajo, casi me muero del susto, pero no podía evitar nada, no quería evitar nada, creo que acabé cuando estaciono la moto de nuevo en el garage.
-Podes decir que te olvidaste algunos papeles...
-Y vos como entras...
-Con vos puta... le decís al de seguridad que soy un fletero con moto... que me tenes que dar unos papeles... y vos te quedas un rato más... además el de seguridad se entretiene con tus tetas...
En el ascensor nos matamos de nuevo, el miedo de que alguien me viera, me excitaba el doble.
Cuando entramos a la oficina, cerro la puerta, me hizo sentar en mi lugar... quiero que me vuelvas a comunicar mi despido... salió y golpeó la puerta...
Enseguida entré en papel... excitada ya estaba...
-Dije su apellido y le dije que pasara...
-Si señora usted dirá...
-Miré Martín... usted está siendo muy descuidado en su trabajo... realmente no estoy contenta personalmente con lo que hace... le empresa pierde tiempo con gente como usted... -trabó la puerta desde adentro y se vino hacia mi, me dobló sobre el escritorio y corriendo la tanga hacia un lado me dió un par de viajes por la concha, me escupio el culo y me la metio bien despacio hasta el fondo...
-Que placer jefa... me sigue dando lástima su marido... semejante puta... -Yo no hablaba estaba como en trance, no paraba de acabar, creí que me iba a desmayar... en eso golpearon la puerta... Martín me la metió hasta el fondo y se quedó quieto... contesta me dijo al oído...
-Debora... sos vos... -era el gerente del sector-
-Si señor... estoy juntando unos papeles que tengo que mandar a una sucursal...
-Estás bien... me pareció escuchar ruido...
Martín volvía a taladrarme el culo... todo bien... dije como pude... el se alejó mientras sentía toda la leche de Martín llenándome el culo. Giré la boca y nos besamos apasionadamente de nuevo mientras los dos acabábamos...
Martín estaba relajado, sonriente, feliz te diría.
-Me puedo poner el sujetador...
-No... esto recién empieza... ahora vamos a ir a coger a mi casa...
-Y como salimos...
-Dame unos papeles... asómate que no haya nadie...y yo salgo... antes de bajar anda a despedirte del gerente...
-Pero no puedo ir así Martín...
-Ese viejo siempre fue un calentón... le va a encantar...
-Pero yo tengo que laburar acá...
-Y que problema...
-Te espero en la puerta del ascensor... por lo menos tenes que estar cinco minutos charlando con él... te tomo el tiempo...
No lo vas a creer... pero estaba excitadísima de nuevo... debe tener unos setenta el gerente... cuando me vio no podía parar de mirarme las tetas... le inventé una historia sobre lo que estaba haciendo... que me perdonara por no avisarle que volvía... que me disculpara la apariencia... pero que iba a salir con unas amigas...
-Y a tu marido no le molesta...?
-Que cosa... -dije mostrando mis pechos lo más ofrecidos que podía, como si no entendiera de que me hablaba.
-Digo... una señora tan linda y llamativa como vos... sale con sus amigas...
-Si, no pasa nada, charlamos un rato... además el no es celoso... me tengo que ir ahora señor, perdón de nuevo por molestar...
-Pero por favor... Debora... vos sos una de las mejores empleadas de la empresa... además de las más hermosas creo...
-Le agradezco el cumplido señor... -se puso de pie y para mi sorpresa el viejito también estaba al palo... y no pude dejar de mirarle el bulto también... de golpe caí en la situación, habían pasado más de cinco minutos... le dije que me disculpara que había estado bebiendo unas cervezas y estaba un poco descontrolada... que ya me iba... cuando cerré la puerta de su oficina... me acaricié un poco la almejita... estaba recaliente... en el ascensor volvimos a darnos duro...
-Sos demasiado puta... eh jefa... estás reprimida nada más... pobre tu marido...
-A él le gusta...
-Pero no tanto...
-Ahora yo me voy... te espero en el estacionamiento... calentalo un poco al de seguridad...
No fue difícil claro... estaba recaliente de antes...
-Cuanto que tardo señora para entregar unos papeles... -eso me despertó mi soberbia...
-Oiga... Ramirez es su apellido no... le gustaría tener trabajo mañana no...?
-Disculpe señora... -y casí acabo de nuevo ahi...
Después fuimos a su casa...
Debora se levantó y fue por otra cerveza.
Estoy cansada papi... fue un día intenso... mejor dormimos si...
-Pero terminame de contar...
-Mañana cornu... mañana...
Puso más tenue la luz, se acostó a mi lado, me sacó el forro, y me abrazo y me beso un rato.
-Te amo mucho amor... mañana te cuento...
Estuve dando vueltas en la cama un montón hasta que me dormí, las esposas puestas, me excitaban y me molestaban, las dos cosas, la luz tenue hacía que la mirara a Debora que solo tenía un tanga puesto, sus tetazas al aire, dormía placidamente... finalmente dormí un rato. Me desperté con las manos sueltas...
Debora quería terminar de contarme en la ducha.
Ella se puso detrás mio, el agua caía sobre mi, sentía sus pechos apoyados en mi espalda, ella me enjabono el pecho, bajo a mi pija y la enjabono un poco también.
-Nunca había vivido algo tan intenso... peligrosamente intenso... estoy descubriendo la puta que llevo adentro... me asusta un poco...
Yo no dije nada, no sabía que decir.
En la moto otra vez fui agarrada de su pijota todo el viaje, Tiene una casa chica, pero muy agradable... vive solo... tomamos una cerveza...
-Que bueno encontrar una puta así... ni en mis mejores sueños... -dijo Martín
-Soy su puta Sr Martin...
-Sos muy puta... hoy conmigo... otro día con otro...
-Y me vas a recoger ahora... o necesitas que te trate de negrito... o me caliente con el pibe del garage, el de seguridad o el gerente eh... me comió la boca y me tiro sobre la cama, con toda la ropa puesta, mis tetas salían por arriba del vestido...
-Me vuelven locos tus melones... y los chupaba como si fuera lo último que iba a hacer en el mundo... corrió la tanga a un costado y me penetró... no se cuanto tiempo estuvimos... pero mientras acabábamos nos besamos como dos enamorados... -dijo girándome hacia ella, besándome profundamente, mientras mi pija salpicaba chorros de leche contra su vientre...
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