Tarde de quinta

Hola a todos...

Después de un tiempito, vuelvo a contar otra historia...



Al acercarnos al verano, y empezar con estos dias de cada vez más calor, se dió la propuesta de una amiga, para ir a pasar el dia a su casa/quinta.

La idea era no descuidar la casa, que ya hace un par de semanas venia arreglado, ahora que está por empezar el verano.
Después, quedarnos a charlar, disfrutar la pile y tomar sol un rato.
Nada del otro mundo, pero era buen plan.
Cerraba por todos lados, así que sin dudarlo demasiado, acepté.

Inicialmente la invitación era para las cuatro amigas del grupo que solemos ser, pero por distintos motivos, solo terminamos siendo dos.
Podríamos decir que somos todas amigas, pero Lau y yo, somos de las más "intimas", por lo que tenemos algunos secretitos guardados que el resto de las chicas no conoce.

Coordinamos todo, y salimos para allá, para llegar a media mañana.
Ya conocia la quinta, porque habia estado en un cumple unos años antes.
Es una quinta chiquita, pero linda: tiene una casa con dos dormitorios, una especie de quincho, y una pileta.
Todo lo necesario para pasarla bien un dia de calor.

Como Lau está yendo seguido, estaba bastante bien mantenido todo, por lo que casi no tuvimos que hacer demasiado.
Ella prendió el filtro de la pile, y empezó a cortar un poquito el césped, mientras yo me instalaba para empezar a tomar sol.
Habíamos llevado unas ensaladas para comer todo frio nomás, ya que no teniamos pensado hacer un asadito para las dos, con todo el trabajo que eso implica, así que no teníamos demasiado de qué preocuparnos.

Después de un rato de estar al sol las dos (ella trabajando y yo tomando sol), sentimos la necesidad de meternos en la pile unos minutos para bajar un poco el calor.
El agua no era precisamente del color del caribe, pero zafaba para mojarnos un poco, y seguir tomando sol ahora las dos, hasta la hora de almorzar.

Mientras charlabamos las dos solas al borde de la pileta, empezamos a ver movimiento en la quinta de al lado.
Aparentemente habian estado de joda de la noche anterior, y recien se estaban levantando.
Eran dos treintañeros casi cuarentones, interesantes, de los cuales uno conocía a Lau, por lo que la saludó desde el otro lado del tejido cuando nos vió tomando sol.
El saludo fue simplemente desde el lugar y a la distancia, con la mano, sin levantarnos.

Obviamente fué tema de conversación, por lo que hablamos unos minutos de eso:

- Epa! lo tenías guardado a este!

- Jaja, Se llama Diego, viene cada tanto también. El otro ni idea quién es..

Le creí cuando me dijo que no sabia quién era el segundo, pero fue evidente que a Diego lo conocía bastante bien...
No hubo detalles, pero seguimos mirando disimuladamente a los dos vecinos de al lado, que también estaban empezando a meterse en la pileta, que parecía en mejor estado que la de Lau.

Pasaron apenas unos minutos, cuando vemos a Diego acercarse al tejido:

- Se quedan a comer ?

- Si, llegamos hace un rato.
Nos quedamos hasta la tardecita.

- Quieren venirse a comer con nosotros ?
En un rato vamos a hacer algo en la parrilla...

La propuesta era interesante, y cerraba: asadito (sin tener que ensuciarnos), y las ensaladas que ya teniamos hechas.

Lau me miró con cara de "vamos?", y le respondí con cara de "no tengo problemas".

- Dale, en un rato vamos...

- Dale, entren por el costado nomas!

Nos miramos con Lau, como diciendo "estamos con suerte", casi entre risas.
Era evidente que entre Lau y Diego, algo había pasado, por lo que indagué un poquito.
Sin detalles, pero me confirmó lo que me imaginaba.

El otro parecía interesante también (incluso un poco mas que Diego), así que nos preparamos para buscar las cosas y mudarnos al lado.
Nos volvimos a poner el shortcito y la remera como habiamos llegado, todo arriba de la malla.
Buscamos la comida y salimos...

Entramos por el costado de la casa, tal como nos habian dicho, y llegamos hasta la pile.
Estaban los dos en el agua, por lo que al vernos llegar, tuvieron que salir a saludar:

- Hola Lau! como estas ?

- Hola Diego, todo bien?

- El es Ramiro, mi primo.

- Ella es Pame, una amiga.

Besito, besito, y ya nos conociamos los cuatro.
Ramiro de cerca, era mas interesante de lo que parecía de lejos: buen lomo, lindos brazos, carilindo, se notaba el gym. Bastante bien para cualquier hombre de treintilargos.

Despues de presentarnos, dejamos lo que habiamos llevado en la heladera, y volvimos a la pile, mientras nosotras nos acomodabamos en el borde a tomar sol.
De a poquito la charla empezó a fluir con normalidad.

Ya cerca del mediodía, Diego sale para empezar a preparar el fuego para el asado.
Lau lo acompaña, no se si para no dejarlo solo, o para dejarme sola a mí con Ramiro.

Ya empezaban a charlar, mientras quedábamos Ramiro en la pileta, y yo afuera tomando sol.
Charlamos de pavadas, pero ya comenzaban a notarse ciertas ganas en las miradas.

Diego aparentemente habia terminado de hacer el fuego, por lo que quedaba esperar un rato para la carne.
Volvió junto con Lau y con unas latas de cerveza y se metieron en la pile.
Para no quedar afuera, me metí también yo.
Estabamos los cuatro en la pile, en el rayo del sol, y con cervezas de por medio.
No sé si por el calor, por lo que estabamos tomando, por las ganas, o por el pasado oculto que tenian ellos, entramos en confianza más rapido de lo habitual.

Empezamos jugando con el agua, salpicándonos y paveando.
Después de unos segundos asi, Diego y Lau ya no tenian problemas de tocarse fisicamente, con la excusa de estar jugando.
Evidentemente el calor y el alcohol empezaban a hacer efectos.

Ramiro para no ser menos, improvisó lo mismo que su primo.
Tanteó a ver si podia hacer lo mismo, quizás mas disimuladamente, y yo elegí aceptar.
Bastante dismulados, pero ya habia contacto piel con piel entre los dos.
Ya se habían formado las dos parejitas en la pileta.

Después de un rato, Lau y Diego, salieron a seguir con el asado y preparar la comida.
Nosotros nos quedamos un ratito mas disfrutando de la pile.
Ramiro ya no disimulaba mirarme las tetas, lo cual obviamente podia notar y me gustaba.
Seguimos unos minutos más en el agua, jugueteando e intentando medir el roce de cuerpos.
Hacía todo lo posible para parecer que le iba a comer la boca, pero a último momento le corría la cara.
Bastante turra, lo sé.
A esa altura, sus brazos ya envolvían mi cintura por debajo del agua, pero disimuladamente para los demás...

Ya cuando vimos movimiento en la zona de la mesa, decidi ayudar a preparar la comida:

- Ya va a estar la comida. Vamos ?

- Pará que yo así no puedo salir del agua!

Durante unos segundos no entendí su respuesta, hasta que me dió a entender cómo estaba.
Me salió reirme: no sé si por la situación, o porque me gustó saber que ya tenía la pija dura.

- Bueno, yo salgo igual para secarme un poquito antes de comer...

Y al pasar, no pude evitar apoyar mi mano en su ombligo, dándole a entender que ya había entendido perfectamente la situación.

Al ratito ya estabamos los cuatro sentados en la mesa, empezando a almorza, y siguiendo con cerveza de por medio,
Entre charlas y risas, terminamos de comer y habia que coloaborar un poco con los dueños de casa.
Lau y Diego empezaron a lavar los platos, y Ramiro y yo a limpiar y acomodar un poco la parrila y levantar la mesa.

Cuando entramos a la casa a guardar las cosas, habíamos perdido de vista a estos dos.
El único lugar en el que podían estar era en el piso de arriba, ya que habia una escalera que daba aparentemente a los dormitorios.

Ramiro y yo nos sentamos en un sofá grande que había enfrente del tele, mirándonos e imaginándonos donde estaban Diego y Lau.
Todo se aclaró cuando empezamos a escuchar el crujir de los tirantes del piso de arriba, a un ritmo que sin dudas era de cabalgata: claramente estaban cogiendo en el dormitorio de arriba.

Nos miramos con cara de "me calienta mucho esta situación", y nos dimos el beso que tanto le habia esquivado en la pileta.
Nos comimos la boca, mientras nuestras manos buscaban el cuerpo del otro.
Sus manos encontraron rapidamente mis tetas, y las mias sus costillas...

Su short todavia estaba húmedo, y el mío había absorbido la humedad de mi malla.
Poco me importó eso para acomodarme en el sofá arrodillada arriba suyo y seguir disfrutando de su boca en la mia.
Con el vaivén de mi cadera, podía sentir lo dura que tenia su pija en mi entrepierna.

Sus manos buscaron ahora mi espalda, y encontraron las tiras de la parte de arriba de mi malla, desatándo el nudo.
El corpiño de mi bikini cayó al lado nuestro, dejándo mis tetas al aire.

- Cómo me calentaste en la pileta con estas tetas!

- Te gustan ? Acá las tenes...

Enterró su cara entre mis dos tetas, y sentía cómo con su lengua recorria mi esternón.
Mi entrepierna se frotaba cada vez mas fuerte con la suya, sintiendo ya su pija bien dura, y confirmándolo con una de mis manos.

Me acomodé un poco arriba suyo, para que pudiera bajar su short y sacar una pija dura, cabezona y muy prolija.

Quería cogerlo, y él a mi también.
Pero no ahí en el sillón del living y con la posibilidad de nos vieran asi.

Me decidí entonces, a conformarme con chuparle esa pija cabezona y hermosa que tenía.
Le besé el pecho y fui bajando despacito mientras me arrodillaba ahora en el piso.
Ramiro con su short ya en el piso, y yo en tetas.
Mientras yo besaba su pecho y su panza chata, él manoseaba mis tetas, acomodando su pija entre medio e intentando empezar a pajearse con mis lolas.

Lo miré con cara de "qué degeneradito que sos", y le dí el gusto un ratito de pajearlo con mis tetas.
Él mordía sus labios, y yo lo miraba hacerlo. Los dos estabamos disfrutando la situación.
Ahora sí me dispuse a chuparle la pija, mientras acariciaba su cuerpo, arrodillada en el piso.

De fondo se podia oir el crujir del entrepiso del dormitorio de arriba.
Y aca abajo, también podia escuchar como su respiración se aceleraba cada vez más:

- Ay, si, si! seguí así!

No emití palabra alguna, porque tenia la boca bien ocupada...
Solo lo miré a los ojos, para exitarlo todavía mas.

- Ay, no aguanto mas!

- Me vas a hacer acabar!

Ya no había marcha atras.
Solamente restaba saber dónde queria la leche.

- No aguanto mas! Voy a acabar!

- Dejame tirarte la leche en las tetas!

Intentó acomodarse para tirarme la leche en las lolas, pero no lo dejé.
Con una de mis manos en su pecho, lo empujé hacia abajo para que siguiera sentado en el sillón.
Me habia decidido a que se la iba a tomar toda...

- Ay, hdp, voy a acabar!

- Ahh! Ahh, Ahh!




Sentí cómo su leche llenó mi boca...
Tragué todo lo que pude para ensuciarme lo menos posible, y con una sonsrisa lo miré con cara de "me encantó!", mientras le daba a entender que ya tenia mi boca vacia otra vez...

Pasé al baño a limpiarme mientras él también se acomodaba, y volvimos a la pile a esperar a que Lau y Diego terminaran lo suyo.
Cuando bajaron y salieron, Lau y yo cruzamos miradas y sonrisas, sabiendo que el verano va a ser largo y caliente, y sumando así otro secretito...