Tengo una amiga a la que siempre le tuve ganas. Somos amigos de verdad y ella nunca quiso nada con migo pero nunca dejó de gustarme. Siempre traté de respetarla, pero tengo que reconocer que en muchas ocasiones mi calentura hacia ella me hizo hacer cosas de las que no estoy orgulloso. Ella siempre fue muy "tranquila" y bastante naif. Voy a relatar las cosas que viví con ella de manera cronológica para ordenarme yo mismo.
Con nuestro grupo de amigos de pendejos siempre nos quedábamos a dormir en la casa de alguno y era normal compartir colchones. Una noche ella estaba al lado mio, dormíamos vestidos y ella se dio vuelta, estiró su mano y fue directo a mi pija, yo estaba con un short de fútbol. Le hablé para ver si estaba despierta, pero parecía bien dormida. Rápidamente se me puso dura y no sabia que hacer. Con más instinto que razón, agarré mi mano y empecé a mover la de ella frotando mi pija muy despacio, hasta que ella se movió y se volvió a dar vuelta.
Una tarde estaba en su casa y habian adoptado un perro, hacia calor, ella tenía un vestido. Mientras ella jugaban con el perro yo estaba en la mesa del comedor con la tele de fondo hasta que veo como se le sobresalian las tetas por el escote y la posición de ambos. Eso me puso al mango mal, para colmo me llamó a jugar con el perro y después ella se sentó a tomar algo y después a limpiar la mesa y cada tanto en podía verle la bombacha. Estaba como loco y no pude pensar en otra cosa todo el día.
Otra noche, se quedó en casa y nos pusimos a ver unas pelis y sé quedó dormida sobre mi hombro. Tenía una camisola muy escoltada y su mayor fuerte eran las tetas. No pude parar de mirarselas por un rato largo hasta que fui al baño a pajearme.
Un año compartimos vacaciones y eso fue letal para mi. Verla en bikini todos los días era insostenible, era hacer malabares para disimular las erecciones. No era la única chica ahí y yo por suerte pude coger en ese viaje, pero aun así no podía sacarle los ojos de encima. Las mil fotos que sacamos siguen calentandome. Cada vez que salía del agua, cada vez que se ponía de espaldas, cada vez que se agachaba me subía la temperatura y eso que sus mayas no eran muy chiquitas. Todavía me calientan el recuerdo de cuando salió del agua y se me puso en frente a hablarme y después se sentó también de frente y se le marcó el papo por el agua. Otra cosa que no me olvido fue cuando se agachó a limpiar las ojotas y me quedó el ojete de frente. Una locura.
Ya más para acá en el tiempo, ella se mudó con su pareja y tuvo una hija. Todo el tiempo de lactancia era un infierno. Yo se que estaba más que mal que mire, pero eran sus tetas, mis ojos tenían vida propia.
La última que recuerdo ahora. Una tarde estábamos tomando mate y me pidió que la espere que iba a comprar galletitas. Fui al baño a mear veo en el cajón de la ropa para lavar una bombacha. Nunca me llamó la atención eso y menos de ella ya que sabía bien que tipo de ropa interior usaba. Ya sea por alguna transparencia o por como se marca las bombachas en pantalones y calzas sabia que era de usar ropa interior tipo culote. Se me dio por mirar y además de lo que ya sabía que había, vi una micro tanga blanca de encaje. La imaginé con eso y me moría de ganas de verla así. Una vez mas ganó el impulso y rodié mi pija con su tanga y me clavé una paja terrible.
Con nuestro grupo de amigos de pendejos siempre nos quedábamos a dormir en la casa de alguno y era normal compartir colchones. Una noche ella estaba al lado mio, dormíamos vestidos y ella se dio vuelta, estiró su mano y fue directo a mi pija, yo estaba con un short de fútbol. Le hablé para ver si estaba despierta, pero parecía bien dormida. Rápidamente se me puso dura y no sabia que hacer. Con más instinto que razón, agarré mi mano y empecé a mover la de ella frotando mi pija muy despacio, hasta que ella se movió y se volvió a dar vuelta.
Una tarde estaba en su casa y habian adoptado un perro, hacia calor, ella tenía un vestido. Mientras ella jugaban con el perro yo estaba en la mesa del comedor con la tele de fondo hasta que veo como se le sobresalian las tetas por el escote y la posición de ambos. Eso me puso al mango mal, para colmo me llamó a jugar con el perro y después ella se sentó a tomar algo y después a limpiar la mesa y cada tanto en podía verle la bombacha. Estaba como loco y no pude pensar en otra cosa todo el día.
Otra noche, se quedó en casa y nos pusimos a ver unas pelis y sé quedó dormida sobre mi hombro. Tenía una camisola muy escoltada y su mayor fuerte eran las tetas. No pude parar de mirarselas por un rato largo hasta que fui al baño a pajearme.
Un año compartimos vacaciones y eso fue letal para mi. Verla en bikini todos los días era insostenible, era hacer malabares para disimular las erecciones. No era la única chica ahí y yo por suerte pude coger en ese viaje, pero aun así no podía sacarle los ojos de encima. Las mil fotos que sacamos siguen calentandome. Cada vez que salía del agua, cada vez que se ponía de espaldas, cada vez que se agachaba me subía la temperatura y eso que sus mayas no eran muy chiquitas. Todavía me calientan el recuerdo de cuando salió del agua y se me puso en frente a hablarme y después se sentó también de frente y se le marcó el papo por el agua. Otra cosa que no me olvido fue cuando se agachó a limpiar las ojotas y me quedó el ojete de frente. Una locura.
Ya más para acá en el tiempo, ella se mudó con su pareja y tuvo una hija. Todo el tiempo de lactancia era un infierno. Yo se que estaba más que mal que mire, pero eran sus tetas, mis ojos tenían vida propia.
La última que recuerdo ahora. Una tarde estábamos tomando mate y me pidió que la espere que iba a comprar galletitas. Fui al baño a mear veo en el cajón de la ropa para lavar una bombacha. Nunca me llamó la atención eso y menos de ella ya que sabía bien que tipo de ropa interior usaba. Ya sea por alguna transparencia o por como se marca las bombachas en pantalones y calzas sabia que era de usar ropa interior tipo culote. Se me dio por mirar y además de lo que ya sabía que había, vi una micro tanga blanca de encaje. La imaginé con eso y me moría de ganas de verla así. Una vez mas ganó el impulso y rodié mi pija con su tanga y me clavé una paja terrible.
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