You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

La herencia

Me llamó Enrique, he pasado mis casi 18 años en un orfanato hará el día de hoy en que fui llamado a la oficina del director, ahí me esperaba una señora para hablar conmigo.

Al llegar la puerta estaba abierta y me pare en la entrada de la oficina, el director me hizo pasar y me presento con la licenciada Hernández, una mujer de unos 45 años bien cuidada, vestía una minifalda pegada al cuerpo dejando marcado un buen trasero, saco y una blusa de la cual parecía que sus tetas se saldrían, durante la presentación no podía dejar de mirar el escote, la licenciada me dijo que estaría a su cargo hasta mi cumpleaños número 18, día en el que me entregara la herencia de mis padres.

Yo tenía entendido que mis padres habían muerto en un accidente automovilístico y que nadie de la familia se quiso hacer cargo de mi, la licenciada me dijo que el accidente fue cierto y que no dejaron que el hermano de mi padre me adoptará ya que era un hombre soltero y en ese tiempo tenía el vicio de las apuestas y el alcohol, sus vicios lo acabaron y tenía 5 años de fallecido, dejando sus bienes y los de mi padre a mi nombre.

De la familia de parte de mi madre solo me dijo que no estaban de acuerdo con la relación con mi padre y ellos nunca supieron de mi existencia.

Me retiré a recoger mis cosas y lo único en lo que pensaba era en las enormes tetas de la licenciada que en más de una ocasión me pareció ver su pezón marcado en la blusa, quería masturbarme pero las ganas de ver de nuevo esas tetas me hizo salir rápido de regreso a la dirección.

La licenciada estaba afuera de la dirección y me pidió que la siguiera me llevaría a mi casa, de camino al carro me quedé atrás de ella viendo sus piernas y perdido en cómo movida de un lado a otro su trasero, llegamos a su carro, me subí de copiloto, ella dentro del carro se le subió la falda quedando a mi vista su panty blanco, se quitó el saco y arrancó.

Ella noto que no dejaba de mirar su panty y me dijo: que te gusta más mi vagina o mis tetas?, Yo me quedé callado sin poder contestar del susto, ella se rio y me dijo tranquilo no pasa nada desde hace rato me dí cuenta que no dejas de mirarme, yo no sabía dónde meterme se había dado cuenta y ahora me estaba provocando, mira dime la verdad y hasta te ganas un premio me dijo, me animé un poco y le respondo con voz muy baja, la nalgas, me gustan más sus nalgas, pero tenemos aquí a un pilló, dijo gritando, trate de disculparme pero ya no me dejó hablar, diciendo que lo arreglaríamos llegando a la que será mi casa.

Había metido las cuatro y no sabía cómo arreglarlo, en el momento menos pensado la licenciada dice llegamos y mete el carro en una cochera, nos bajamos y entramos a la casa, nos reciben dos mujeres y me presenta con ellas, la primera Sandra de unos 45 años tez blanca Portillo castaño obscuro por debajo de hombro unas tetas de buen tamaño y trasero bien puesto y linda, hija de Sandra, de 21 años pero y pelo igual a su madre pero linda más bajita y muy delgada tetas pequeñas pero una nalgas bien paradas, la casa es de tres niveles en la planta baja hay cochera para dos carros techada, salga, cocina y comedor bastante amplios, baño completo y un pequeño cuarto de servicio, el primer piso con cuidado habitaciones una ocupada por Sandra y linda, dos solo con camas y la otra con las cosas según la licenciada de mi tío, además una estancia con una salita y TV, y en el último piso hacia un lado una Terraza con una mesa y sillas además de un par de hamacas, del lado contrario una azotea lavadora, lavadero y tendedero, apartados por una habitación bastante grande con su baño con jacuzzi y cama King.

Justo me senté en la cama y noto que la licenciada pone seguro a la puerta y dice: necesitamos arreglar un problema, ya te decidiste? Que gusta más mis tetas o mis nalgas, se me salen los ojos viendo cómo se quita el saco y la blusa, ya tenía mi verga bien dura, a mi me gusta esto que tomes ahí, dijo señalando hacia mi verga, se quitó la falda y la blusa quedándose con un las tetas al aire y una pequeña tanga que se perdía entre sus nalgas, me quedé sin saber que responderle hipnotizado viendo sus enormes pechos, te gustan mis tetas?, Pregunto de nuevo, solo espinoso con mi cabeza afirmativamente, se acercó a mí, tomo mis manos y las llevo a sus tetas, yo las tomé disfrutando de amasarlas, se pegó más a mi y paso mis manos a sus nalgas, yo las sobaba a conciencia, piso un pezón en mi boca y me pidió chuparlo, lo hice bastante brusco que lo saco de mi boca pidiendo que sea más cuidadoso, puedo perdón y tome de nuevo el pezón con mis labios, pasaba de una teta a la otra chupando los pezones mientras seguía manoseando las nalgas, después de unos 5 minutos así dijo: ahora me toca a mí, quitó mis manos de sus nalgas, empujó mi pecho hasta que quede acostado y sus manos fueron hasta mi verga, La saco del pantalón y se la metió en la boca, La mamada era increíble, metía y sacaba mi verga de su boca mientras con su lengua y labios chupaba, dedico bastante a esa labor, se quitó la tanga y de esos a mi se metió mi verga en la vagina empezando a follar, yo tenía un primer plano de sus nalgas y de su ano, no tarde mucho en sentir que me iba a correr y se lo dije pero ello no paro al contrario trataba de ir más rápido, quiero semen en mi vagina no te preocupes que hace tiempo que se que no puedo tener hijos, apenas termino de decirlo y yo le estaba llenando de semen la vagina.

La licenciada se metió al baño mientras yo me quedé ahí acostado, salió ya vestida, me dejo un sobre con dinero y me dijo que quedaban 2 semanas para poner todo a mi nombre y que si necesitaba algo le marcará, ella estaría al pendiente y regresaría a visitarme y pedirme eso que a ella le gusta.

0 comentarios - La herencia