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En primera persona (relato cuckold)

En Primera Persona 
En primera persona (relato cuckold)


Abrí la puerta... un pasillo oscuro y música suave me esperaban al salir del baño, al finalizar el pasillo, una luz tenue me indicaba que ese era mi destino, no había forma de equivocarme, solo necesitaba caminar en linea recta hasta el lugar de procedencia de aquella luz y de esa música empalagosa. 
Di el primer paso, apague la luz del baño y la oscuridad invadió mi espacio, ya no había vuelta atrás, el único camino era hacia delante, hacia el final de aquel pasillo. Di un paso tembloroso, el frió del porcelanato traspasaba mis delgadas medias de lycra negras y helaba la planta de mis pies... un paso... dos pasos... un paso mas... la adrenalina invadía mi cuerpo. Finalmente llegue al umbral del pasillo y encontré mi destino. Dos hombres me esperaban... uno sentado cómodamente en un sillón marrón de dos cuerpos fumando un cigarrillo con la confianza que tienen los hombres con éxito, no era un hombre especialmente bien parecido, de unos cuarenta y tantos años, poseedor de un abdomen prominente producto seguramente de la buena vida... simplemente un hombre al que no le habría hablado de no haber sido por las redes sociales... pero al mismo me sentía atraída por su confianza y su experiencia me daba cuenta de que estaba frente a un macho alpha y no frente a un niño millenials de mi edad. Al otro lado enfrentado a el. en un sillón marrón de un cuerpo estaba el otro hombre... un hombre nervioso con su espalda encorvada  tomando frenéticamente pequeños sorbos de cerveza , tenia las piernas cruzadas totalmente inhibido por la confianza que aquel otro hombre expiraba ... ese segundo hombre era mi marido...


Me detuve un momento frente al umbral de la puerta del living sin que ellos se percaten de mi presencia, tal vez producto de la oscuridad que había en todos los sectores del departamento, salvo en donde estaban ellos. La tira central de mi tanga se metió entre mis nalgas en esos pocos metros que camine por aquel pasillo y era realmente molesto, la retire de ahí y continué mi marcha hacia ellos.


German aquel hombre de cuarenta y tantos fue el primero en verme, simplemente tomo su jarra de cerveza y le dio un buen trago mientras yo temblaba ante cada paso que daba hacia ellos pero al mismo tiempo trataba de no demostrar mis nervios y temor ante ellos. Mi marido se incorporo rápidamente al verme, parecía que quería incorporarse del sillón  e ir hacia mi pero no lo hizo.


Finalmente mis pies sintieron el alivio de rozar la suavidad y el calor de la alfombra del living, los pequeños pelos de la alfombran atravesaban mis medias y me hacían pequeñas cosquillas y por un momento me olvide de mis nervios pero fue levemente por un segundo cuando caí en cuenta que estaba casi desnuda entre los dos hombres...


No entendía bien lo que sentía... en teoría estaba mas vestida de lo que hubiese estado en una playa... en una playa solo tendría un corpiño y una tanga y estaría bañandome en el mar y jugando con paletas e playa mientras que en esos momentos no solo estoy cubierta por mi corpiño y mi tanga negra sino que aparte el portaligas y las medias cubrían un porcentaje mayor de mi cuerpo. Sin embargo nunca me sentí tan desnuda... nunca sentí que los hombres me desnuden así con la mirada e inspeccionen cada rincón de mi cuerpo de ese modo... al mismo tiempo la mirada ultrajante de mi marido y Germán me hacían sentir violada en cada rincón de mi piel. Mire fijamente a German,  el estaba con las piernas levemente abiertas se masajeaba la entrepierna mirándome , tal vez hizo una seña para que me siente a su lado en sillón pero no pude reaccionar, mire a mi marido, estaba nervioso, respiraba rápido... mire a German nuevamente y comenzó a desabrocharse el cinto del pantalón... busque aprobación de mi marido pero el nada me decia , el solo me miraba agitado, mire nuevamente a German se puso de pie delante mio y me miro fijo a los ojos, luego bajo la miraba señalando lo que quería... mire nuevamente a mi marido... tenia su mano en la entrepierna sobre jean... esa era la señal... habíamos empezado.


Me arrodille frente a German... lo mire y el tomo un trago de cerveza... acto seguido nerviosa y con poca coordinacion desabroche los botones de su pantalón... uno... dos... tres... con la punta de mis dedos baje su boxer y negro y su morzillozo pene apareció frente a mi saltando como resorte a pocos cms de mi cara... lo tome con una mano y note que era grueso y al mismo tiempo que era mucho mas grande a lo que yo estaba acostumbrada teniendo en cuenta que apenas estaba semi erecto y ya así era imponente... me lo meti en la boca torpemente como se me hubiese metido un enorme malvavisco que casi me llenaba la boca... pero este malvavisco no se deshacía... por el contrario se endurecía dentro mio y a cada segundo me llenaba mas... no creí que fuese posible que un pene pueda hacerse mas grueso al tener una ereccion pero ya me costaba tenerlo todo dentro. No sabia si lo estaba haciendo bien, me esmeraba por mimar a aquella hermosa herramienta de placer pero no sabia si mis poderes sexuales estaban a la altura de German y si estaba sintiendo algo o solo era para el una chica tonta que no sabe chupar una pija... 
levante la miraba para ver que pasaba.... German estaba con la boca abierta exhalando placer y tiraba su cabeza como signo del placer que le estaba propinando... eso me alentó a hacerlo con mas ímpetu... recorrísu pene y me llene la boca de su malvavisco...  aparte del tamaño también su sabor distaba a lo que es un malvavisco... este en lugar de ser dulce despedía desde la punta jugos salados que emiten los hombres cuando les gusta lo que están recibiendo...


Sin darme cuenta mi cuerpo comenzó a arquearse como si estuviese siendo penetrada de atrás a adelante, de atrás a adelante y al mismo tiempo sentía como mi tanga se enterraba nuevamente entre mis nalgas... me imaginaba que detrás mio estaba mi marido... me lo imaginaba mirándome el culo caliente por lo que le estaba haciendo a German o al menos eso quería imaginar... mi entrepierna estaba muy humedecida , claramente ella tenia hambre y había ante nosotras un hermoso pedazo de carne para disfrutar...
- Vamos a la pieza , me dijo German, frenando abrupta mente el ritmo que bailaban mi boca y su pija...
Me preocupe por la situación me había dejado llevar por la calentura y no había pensado en mi marido... cuando me puse de pie voltee a verlo y el se hacia frenéticamente la paja... no pude dejar de comparar tamaños... aquel pequeño hombre tenia ese pito tan escueto del que trataba de sacar frenéticamente una gota de placer mientras que este hombre tenia toda la confianza de quien sabe que puede llenar internamente a cualquier mujer, era un semental claramente... mi marido no pudo aguantar ver... lo que German aguanto sentir y acabo en cantidad sobre la alfombra de aquel living... me dio muchísima vergüenza  en ese momento, me sentí malos huéspedes de German  al ver que el había manchado la alfombra  por no poder contener sus fluidos... no aguante mirar a mi marido con desprecio y al mirar a German el me tranquilizo diciéndome que no había problema, que solo era un accidente...yo me comprometi a reparar el daño a como de lugar... 


Caminamos hacia el dormitorio... yo ya no me sentía insegura, no sentía el frió del porcelanato, no me temblaban las piernas... German detrás mio tomo mi cintura, bajo su mano y libero a mis nalgas de la tirana tira de la tanga que insistía con incrustarse entre mis nalgas, luego la tomo y la levanto como quien hace un calzón chino pero con mucha mas suavidad, no tanto con un movimiento brusco sino mas bien con un movimiento constante... la subía hasta que la tanga se incrustaba presionando entre mis labios vaginales y liberaba la presión relajando la zona, luego nuevamente de un tirón constante la subía incrustándose entre mis labios inferiores y luego la liberaba y ese ejercicio se repitió una y otra vez hasta que ya no aguantando el constante movimiento y el roce de la tela sobre mis zonas erogenas me coloque frente a el y lo bese. Frente a la cama de dos plazas tenia un enorme placard con puertas de espejos... me puse frente a los espejos y me vi así vestida de puta y vi como un hombre que no era mi marido recorría mi piel, besaba mi cuello, husmeaba en mi entrepierna, no había lugares prohibidos para German y yo me sentí la mas puta de todas y sentí mi entrepiernas nuevamente humedecerse ante la imagen que me devolvía el espejo.


Fuimos a la cama, me quite el corpiño y comencé a desabrocharme el liguero pero German quería cojerme con la mayor cantidad de piezas de  aquel uniforme de puta que sea posible. Mi marido ocupo una silla frente a la cama, obstruyendo el espejo... la puta madre pensé yo... no podes hacer nada bien... me excitaba mucho vernos y el no se había percatado, sin ser ofensiva tratando de que todo fluyera como hasta ese momento le pedí amablemente que se coloque a un costado. 


Me recoste boca arriba y German comenzó a besar mis pechos mientras que con sus dedos corría mi tanga , abrió mis labios vaginales empapados y los cerraba, los abría  y los cerraba mientras en mis pechos su lengua jugaba con mis pezones y daba suaves mordiscos que me hacían gemir al instante... un par palmaditas en mi clítoris provocaron el mismo resultado  y con dos dedos se adentro en mi vagina... movía frenéticamente la mano y mientras con sus dedos recorría  mi interior con la palma flotaba mi clítoris a veces en círculos y a veces dando pequeños golpes que me hacían gritar... 
El saco sus dedos mojados con mi jugos y bajo su pantalon y yo me abrí de piernas ofreciéndole a German el plato que solo mi marido tenia el privilegio de probar... no sentí culpa en hacerlo... si le había ofrecido mi femeneidad a aquel hombre con su escueto pene y rendimiento sexual mediocre como no iba a ofrecerme totalmente ante tal espécimen de macho. 
Asi no... me dijo German... me pidio que me incorpore en cuatro patas y mire a mi marido... yo me coloque en la posición sugerida parando mi cola y ofreciendo mi vagina y mi cola a aquel hombre... fueron segundos eternos de incertidumbre... estar en posición esperando la embestida sintiendo como mi clitoris y mis labios hinchados laten de calentura. German primero abrio el camino con sus dedos asegurándose que yo estuviese correctamente lubricada... claramente lo estaba... se coloco detrás mio y delicadamente senti la cabeza de su pija invadiendo y abriendo mis labios vaginales... recorde el tamaño de aquella pija y como me había  llenado la boca de pija hacia apenas unos minutos y no pude contener el gemido al imaginar a mi vagina abriéndose para recibir tal regalo. Mi marido patetico frenetico, caliente mirandome en mi rol de puta me calentaba por que me sentía mucho mas mujer de lo que el se merecía al mismo tiempo la imagen del espejo confirmaba que asi era... que sexualmente estaba destinada a pijas como las de German.


El me embistió y nunca me sentí tan llena... una y otra vez me empujaba clavándose cada vez unos milimetros mas adentro y mas adentro, no podía creer haberme dilatado tanto, yo que eran tan delgada me sentí sorprendida de cuanto puede dilatarse una vagina con hambre, era algo que solo había leído en libros sobre maternidad y me di cuenta que en realidad el tamaño del pene de  mi marido no era el tamaño ideal que yo pensaba que era para mi sino de que estaba siendo conformista y estaba diseñada para recibir miembros muchos mas duros y grandes.


El me embestía, el me llenaba, lo sentía dentro y me sentía tonta al decir que me la estaba metiendo hasta la panza sabiendo que esto era algo anatomicamente imposible pero al menos es como si sintiera que la punta de su pene tocara mi utero y las paredes de mi vagina besaban su pene como si estuviesen haciéndole sexo oral y fuesen labios tratando de conseguir su jugo sexual. Mis brazos se vencían el cada vez embestía con las fuerza... mi marido impotente me veía esforzándome por aguantar a ese toro, el espejo me devolvía el reflejo de una puta en portaligas entregada totalmente a los deseos de su concha, cada vez que me caia hacia adelante el me tomaba de la cintura y continuaba como si solo fuese un objeto para el para sacarse la leche... el espejo, mi marido, el toro, la pija gorda dentro mio, sus bolas golpeando mi clitoris constantemente... no doy mas, no doy mas... caí rendida sobre la cama , temblaba como una hoja, una fuerte electricidad comenzó en mi vagina y se apodero de mi cuerpo, no pude mas que gritar y comenzar a llorar, el me embistió por ultima vez y se vació en lo mas profundo uno, dos, tres chorros de hombre colmando mi vagina.


Yo seguía llorando, pero no era por tristeza, fue por que nunca había tenido un orgasmo tan intenso como ese... nunca me había sentido tan viva y tan puta como esa vez... sabia que no había podido mantener la compostura que esperaba mantener esa noche como fue planteada la fantasía de hacerlo, sabia que tal vez había lastimado muy fuerte a mi marido esa noche internamente pero no podía sentir arrepentimiento por sentirme mas mujer de lo que me había sentido en mi vida.
sexo

9 comentarios - En primera persona (relato cuckold)

Machohot79
Excelente relato una pregunta y perdón la ignorancia que es cukold?
diablitaoeste +1
El hombre comparte a su pareja con otros hombres
SantiagoVerdasco
http://www.poringa.net/posts/offtopic/3234281/Que-es-el-cuckold.html
Machohot79
@diablitaoeste ok gracias por aclarar
Te-deseo-mucho
Excelente,muy caliente tu experiencia, me identifica con un personaje de tu historia y Me exita mucho
mdqpablo
exelente y exitante hitoria .nos dejastes quenchi
Shiwwo1
Sugestivo y apasoniante!!!!