Me desperté para ir al baño, salí de mi habitación, la que compartía momentáneamente con mi amigo Julio, (el que había discutido con el padre y lo había echado de su casa), caminando por el pasillo, vi el brillo de la luz al final del corredor.
Después de usar el baño, antes de volver a mi habitación, y como consecuencia de lo anterior, a mi hermana por decisión de nuestros padres la habían mudado allí (antes de ese momento compartíamos el dormitorio).
Como siempre, desde que era más joven, se quedaba dormida con la televisión encendida y, como siempre, había tirado sus mantas al suelo.
Agarré el control remoto y apagué la televisión, sin embargo, aún había cierta claridad en el vestíbulo, producto a las luces del alumbrado público de la calle, que ingresaban a ese ambiente a través de las aberturas vidriadas de las puertas y ventanas. Cuando me acerqué a su sofá cama y me incliné para recoger su manta del suelo, cuando mi mano tomó la manta, mis ojos se apartaron de la cobija, y se enfocaron en el cuerpo de ella, específicamente en su culo y concha, abrazados fuertemente por su sencilla bombacha de algodón.
Estaba de lado, con el culo sobresaliendo y las manos metidas debajo de la cabeza mientras dormía. Tragué saliva sin darme cuenta de lo cerca que me había puesto del culo y la concha de mi propia hermana. Me congelé, mirando por demasiado tiempo, demasiado tiempo, no como debería haberlo hecho. Debería haber sido un buen hermano y apartar la vista. Mis dedos se apretaron alrededor de la manta mientras me mordía los labios, sin dejar de mirar. Mis ojos viajaban hacia arriba y hacia abajo, mi cabeza se asomaba sobre ella, para ver su rostro aún dormido.
Me arrodillé lentamente y me quedé allí, mirando su orto, mirando los labios de su concha, y la delgada línea que la tela cubría.
"Oh Felina", sacudí mi cabeza, como si culpara a mi hermana por quedarse dormida en su nuevo y precario sitio, ya sin habitación, con sus bragas y camiseta sin mangas. Como culparla por los pensamientos sucios que comenzaron a pasar por mi mente. Los pensamientos de querer ver debajo de su ropa interior, la idea de cojerla. Mi mente saltó dramáticamente, directamente a garcharla. Gruñí. Qué apretada debe estar su vulva, pensé. Nunca había sabido que ella tuviera novio. Estaba bastante seguro de que ella era virgen y la idea de fifar con una virgen me puso muy duro. Me hizo aún más difícil pensar en lo mal que estaba por imaginar tomar su virginidad.
Lamí mis labios nuevamente y levanté mi mano lentamente, posando un dedo, colocándolo muy suavemente sobre la delgada línea de tela entre los labios de su concha, lo tracé muy suavemente. Eso fue un error. Porque ahora mi verga palpitaba y no sabía si podía dejar de tocarla.
"Oh Felina", dije de nuevo mientras empujaba la punta de mi dedo solo un poco más fuerte sobre sus bragas.
Me paré lentamente y me quejé por lo que estaba a punto de hacer, pero no pude evitarlo.
Agarré suavemente su cadera y la moví sobre su espalda con cuidado, mi corazón latía con fuerza mientras la movía.
Suavemente separé sus pies uno por uno, cuidadosamente separé sus piernas por sus rodillas, hasta que se abrieron generosamente, lo suficiente como para tener una buena vista de su pequeña vulva cubierta por su bombacha. Me paré junto al sofá cama, agachándome, dejando que mi dedo volviera a frotar la hendidura de sus bragas, presionando mi dedo cerca de la parte superior, frotando pequeños círculos, preguntándome si podía sentirlo mientras dormía. Preguntándome si podría hacer que su conchita fuera agradable y húmeda mientras dormía. Gemí al pensar en su vagina lista y mojada para mí, gemí imaginando lo ajustado y apretado que sería el deslizar de mi chota dentro de ella. Seguramente la despertaría entonces.
"Oh, Dios, Felina ..." Dije inclinándome mientras levantaba lentamente su camiseta sin mangas, mi otra mano todavía frotaba su vulva mientras dormía. Sacudí la cabeza ante la belleza de sus tetas, y besé sus pezones con delicadeza, a pesar de que quería chuparlos con fuerza en mi boca, morderlos, tirar de ellos, despertarla junto a su propio hermano abusando de sus pezones, con las manos entre sus piernas.
Acerqué mi mano a mi pene y lo froté a través de mis pantalones cortos para dormir, lamí con la lengua sobre uno de sus pezones y soplé suavemente, mirándolo endurecerse por el aire frío. Observándola mientras aún dormía profundamente, besando su pezón nuevamente, frotando mi garcha, mientras también frotaba su vulva y movía mi lengua sobre sus pezones endurecidos.
"Mmmmm a tu hermano le gustan tus pezones bebé" dije hablando con ella mientras dormía.
¿Te gusta que yo los lame? ¿Hacerlos firmes y duros? ", Le pregunté, obviamente sin respuesta, pero no necesitaba una. Violarla mientras dormía me estaba excitando sin cesar, no podía creer lo que estaba haciendo, sabía que no debería haberlo hecho, pero era imposible detenerlo.
Chupé su pezón suavemente.
"Mmmm bebe" dije contra su pecho, cerrando los ojos mientras le chupaba el pezón, deteniéndome para lamerlo, dejando que mi lengua azolara sobre él, complaciendo la sensación sobre su pezón duro contra mi lengua, noté que mi mano frotaba sus bragas un poco más rápido, y no tan a la ligera como antes. Abrí los ojos y la miré mientras me detenía rápidamente.
Ella todavía estaba dormida.
Con cuidado comencé a frotarla de nuevo, permitiéndome seguir disfrutando de sus pezones, dejando que mis dientes rodaran su pezón entre mis dientes. bramé queriendo apretar mis dientes en su lindo pezón y tirar.
"Mmmm Felina ... Tu hermano te ama ..." dije besando su pezón. "Tanto ... tanto bebé" lo lamí de nuevo y chupé de nuevo, como si estuviera alimentándome suavemente de su pecho. "Mmmmmmm" murmuré y sentí que mi mano comenzaba a frotar su concha rápidamente, y me congelé cuando ella se movió ligeramente con un suspiro suave.
Congelado con mi mano en su vulva, y su pezón succionado en mi boca.
Lentamente comencé a chuparlo nuevamente, moviendo mi lengua sobre su pezón y luego me detuve, y me moví cuidadosamente hacia la cama. Cambié mi peso lentamente sobre la cama mientras me recostaba entre sus piernas y me calentaba aún más.
"¿Querés la lengua de tu hermano aquí abajo ahora Felina?" Susurré en voz baja.
"¿Querés que tu hermano te lama la conchita pequeñita?", Lo murmullé solo a mí mismo mientras ella dormía, me inclinaba hacia adelante y arrastraba mi nariz hacia arriba a través de la hendidura de sus bragas, la inhalaba y arrastraba mi lengua sobre sus bragas. Bromeando solo a mí mismo.
"Shhh ... solo quédate dormida bebé ..." Dije mientras se movía ligeramente de nuevo, su cabeza giró hacia el otro lado, valientemente curvé mi dedo alrededor de la tela de las bragas que cubrían su vulva, tirando de ellas hacia un lado.
"Oh Felina" dije poniendo los ojos en su cachucha perfectamente afeitada y desnuda.
"Tan rosa ..." dije, frotando mi pulgar sobre su clítoris que ahora estaba expuesto.
"Mmmmm mierda bebé ... tu hermanito te quiere mucho" dije mirando su cara dormida, sus tetas subían y bajaban ligeramente mientras respiraba normalmente.
"Mmmm mi pequeña niña ... toda crecida ..." dije antes de dejar que mi lengua se arrastrara del agujero al clítoris. "Mmmmmmmmmmmmm" gemí probándola. "Mierda" dije, tomando otra lamida larga y lenta de su deliciosa cachu.
"A mi realmente ... realmente me gusta lo bien que sabes hermanita", dije en voz baja, lamiéndola de nuevo, y luego dejé que mi lengua empujara un poco su agujero, lamiéndolo. Bufé, usando mis pulgares para extender los labios de su vulva suavemente, mientras sumergía mi lengua en ella un poco más.
"Oh bebé ... por favor ... por favor no te despiertes" refunfuñé mientras mi boca se volvía un poco más loca, lamiendo sus entrañas, cojiendo la concha de mi hermana con mi lengua mientras dormía. Gemí por lo bien que sabía.
Sentía que mi chota explotaría si no la ponía dentro de ella.
La miré y me regañé, sabiendo que no podría. Que simplemente no podía suceder. protesté de nuevo, queriendo tanto. Empujé la punta de mi dedo contra su agujero y lentamente introduje mi dedo, y no el más chiquito a la vez.
"Oh, Dios mío". Me dije a mí mismo sintiendo lo apretado que estaba su conchita alrededor de mi dedo. "Dios Felina ..." Negué con la cabeza.
"¿Querés que tu hermano afloje esa concha, bebé?", Le pregunté mientras dormía, con el dedo mojado mientras lo empujaba lentamente, y luego hacia atrás y luego hacia delante.
"¿Querés que tu hermanito te caliente antes de que te la estire?"
Vi mi dedo deslizarse dentro y fuera de ella. "Oh Felina ... es tan apretado bebé ..." dije luchando con lo que estaba mal y lo que estaba bien en mi cabeza. No podés garcharla. Me dije a mi mismo. Seguro que puedo. Yo Argumente. Por qué no? Está dormida ... si tenés cuidado ... si vas muy despacio ... no se despertará. ¡Por supuesto que se despertará! ¡No hay forma de que no se despierte! La otra voz en mi cabeza volvió a discutir. Rezongué y continué tocándola lentamente.
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