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Domando a la Zorra de mi Cuñada 10

Domando a la Zorra de mi Cuñada 10
Con El Sello De Placer y Morbo…
La mujer sin esperar a que se lo repitiera, se acercó a donde estaba mi cuñada y le ayudó a quitarse el vestido. Mientras lo hacía, la sonrisa que lucía Natalia me informó de que estaba disfrutando por lo que comprendí que no estaba consiguiendo mi propósito de avergonzarla. Pero lo que nunca me esperé fue que abrazándose a la negra, le pusiera los pechos en la boca y le dijera.
--Mi hombre quiere fotografiarme mientras me follas.
Os confieso que me alucinó la reacción de esa desconocida porque sin conocernos ni saber cuál iba a ser el destino de esas fotos, metió en su boca los pezones de mi cuñada y se puso a mamar de ellos como descocida. El contraste de su piel oscura contra la blancura de Natalia terminó de elevar mi paranoia y ya sin freno, le dije al oído.
--Es toda tuya. -La mujer habiendo obtenido mi permiso, pegó aún más su cuerpo contra el de mi cuñada y restregando su sexo contra el de la otra mujer, me sonrió totalmente entusiasmada.
--Así, ¡Sigue! -Suplicó al sentir los dientes de la negra en sus areolas.
Durante un rato, la mulata se conformó con mamar esos pechos que había puesto a su disposición. Con la destreza que da la experiencia, chupó de esos dos manjares sin dejar de acariciar la piel de mi cuñada. Viendo que había conseguido vencer sus reparos iniciales y que Natalia estaba disfrutando, siguió bajando por su cuerpo dejando un húmedo rastro camino su sexo. Arrodillándose en la arena, le separó con ternura los labios de su vulva, tras lo cual la obligó a separar las piernas. Incapaz de negarse, Natalia obedeció y fue entonces cuando se apoderó de su sexo. Con suavidad se concentró en su botón.
--¡Me encanta! ohhh hufff Mmmmnn. -Suspiró aliviada al asimilar que la boca de esa mujer le gustaba.
Esa confesión dio a la desconocida el valor suficiente para con sus dientes y a base de pequeños mordiscos, llevarla hasta su primer orgasmo. De pie, con sus manos en el pelo afro de la mujer y mirándome a los ojos, se corrió en la boca de la otra. La negra al notarlo, sorbió el río que manaba de ese sexo, y profundizando en la dulce tortura, introdujo un dedo en la empapada vagina. Sin importarle que yo estuviera presente, gritó de placer.
--Haaa, haaa, haaaa Mmmmnnn… ¡Por favor! ha, ha, ha, haaaaaay, Mmmmnnnnn… Ahhhh ohhh que rico, Siiiiii… ¡Quiero más! Haaaaaa, ha, ha, ha, ha Mmnnn, Mmnnnnn…
Interviniendo, cogí la toalla de la desconocida y trayéndola hasta el amparo de las rocas, la extendí sobre la arena. Una vez allí, ordené a mi cuñada que se tumbara en la misma y mirando a esa extraña, le solté.
--¡Fóllatela!
La mujer me miró aterrada pero cumpliendo con nuestro trato no escrita, se fue acercando hasta donde le esperaba la otra mujer. Natalia desde el suelo esperó a que esa gigante procediera pero la indecisa mujer no se atrevía.
--¿Qué hago? -me preguntó asustada.
Comportándome como su mentor, la obligué a arrodillarse entre las piernas de mi cuñada y con una suave presión de mis manos, acerqué su cabeza contra su meta. Al sentir el coño de Natalia pegado a sus labios, venció todos los reparos de la culturista y sacando su lengua reinició sus caricias.
--Mmnnn, Mmnnnnn… ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, haaaaaaay… -Por su parte, la hermana de mi mujer berreó como una puta al notar la húmeda carantoña y en voz en grito proclamo su placer al viento.
Si de por sí yo ya estaba excitado al observar las negras y duras nalgas de la desconocida moverse al compás de su boca, fue algo a lo que no me pude evadir y acercándome a la pareja, las acaricié con mis manos. La piel de su trasero era tersa y suave. Por eso y habiendo escuchado el gemido que salió de su garganta al ser tocada por mí, me dio los arrestos suficientes para prolongar y profundizar mi manoseo.
--Haaaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, Mnnnnnnnnn, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Mmmmnnnnn, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Mmnnnnn. -Fue entonces cuando olvidándose momentáneamente del sexo de mi cuñada, la enorme mujer se giró y con voz descompuesta, me dijo.
--¡¡¡¡Ho Mi Diossssssssssss!!!!
No me lo tuvo que repetir y sin darle tiempo a arrepentirse, le bajé la parte de abajo del bikini, dejando al descubierto un sexo casi depilado por completo. La visión de ese manjar y la certeza de que estaba anegado hicieron el resto y ya con mi pene completamente erecto, me desnudé. Para entonces, la mujer ya se había apoderado del clítoris de mi cuñada y mordisqueando dicho botón había vuelto a conseguir llevarla al borde del orgasmo.
--Mmmmm, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Mmmmm, ho, ho, ho, haaa Mmm haaaaaaa… -Contando con su autorización, cogí mi pene y colocándolo entre sus nalgas empecé a frotarlo contra su raja.
--Mmmmnn, ho, ho, ho… haaa Mmm ha… Haaaa, haaaaaaaaa… Haaaaaaaaay… ha, ha, ha, ha, ha, haaaa… ahhhhhhhh hufffffffff Mmmmnn, Mmnnn, haaaaaaaaaaaaaaaay… -La mulata bramó como loca, al sentir mi tranca en su culo y sin pedirme mi opinión la cogió con la mano y la llevo hasta la entrada de su sexo. --Haaaa, haaaaaaaaa, Haaaaaaaaay… ha, ha, ha, ha, ha, ha, ahhhhhhhh hufffffffff Mmmmnn, Mmnnn, haaaaaaaaaaaaaaaay…
--“Mierda, me apetecía follarle el culo”. -Maldije entre dientes pero asumiendo que me quedaría con las ganas, de un solo empujón se lo metí hasta el fondo.
No me sorprendió encontrármelo encharcado por lo que sin esperar a que se acostumbrara empecé a cabalgarla mientras le ordenaba que usara sus dedos para dar placer a mi ya amante.
--Haaaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, Mnnnnnnnnn, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Mmmmnnnnn, ha, ha, ha, haaa Mmm ha… Haaaa, haaaaaaaaa, Haaaaaaaaay… ha, ha, ha, ha, ha, ha, ahhhhhhhh hufffffffff Mmmmnn, Mmnnnnn, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Mmnnnn, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Mmmmm, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Mmmmm, ho, ho, ho, haaa Mmm haaaaaaa…
La mulata quizás estimulada por sentir mi miembro en su interior pegó un grito y con mayor énfasis, reanudó la comida de coño introduciendo un par yemas en el sexo de Natalia.
--¡Me encanta ver cómo te la follas! -Aulló, satisfecha y sin cortarse en absoluto, se pellizcó los pezones mientras me pedía que le diera un azote en ese culazo a la desconocida.
No tardé en complacer su deseo y con un sonoro azote, azucé el ritmo de la mujerona. Esta al sentir mi ruda caricia en su nalga, aceleró el roce de su lengua sobre el sexo de la muchacha.
--Haaaaaaaaaa, Fóllame, hay, ha, hay, ha, hay, haa, ha, ha, haaaa, ¡Que gusto! Mmnmnnn, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaa… ha, ha, haaaaaa, Mmnnn, Mmnnnnn… ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, haaaaaaay… -El chapoteo de mi pene al entrar y salir del chocho de nuestra cómplice me convenció de que esa mujer estaba disfrutando del duro trato y soltándole otra nalgada, exigí que se moviera.
-- Haaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaa, haaaaaaaaaa… ¡Siiiiiii! -chilló dominada por la pasión la enorme desconocida. --Ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ¡Mas! ¡Mas! ¡Mas! ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ¡Más haaa! ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ¡Rico haa! ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ¡Sigue no te pares! ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaay…
El rostro de mi cuñada me reveló que no iba a tardar en tener un orgasmo por lo que aceleré el compás de mis penetraciones para intentar que ese saco de músculos cumpliera con su función.
--Haaaaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaaaaaaaaaaaay...
Curiosamente, el conducto de ese oscuro chocho era estrecho y por eso cuando acuchillé su interior con mi estoque, creí partirla en dos. La presión que ejercía contra mi pene me hizo temer correrme antes de tiempo y por eso tratando de prolongar mi erección, reduje mi ritmo mientras con los dedos empezaba a acariciar su esfínter. Desgraciadamente, Natalia no pudo más y soltando un berrido se corrió.
--¡Haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay!
Nada más hacerlo, se percató de que estaba estimulando a la negra por detrás y hecha una furia se abalanzó sobre ella y la retiró de mí. Mi cuñada totalmente celosa no se lo pensó dos veces en darle ese empujón y a voz en grito, me pidió que me tumbara. Con mi pene tieso, obedecí y nada más poner mi espalda contra la toalla, escuché que me decía.
--¡Puedes follarte a cualquiera pero dar por culo solo a mí! -Medio cabreado por la oportunidad perdida, le contesté.
--¡Me cojo por el culo a quien me de la gana! ¡Que te quede claro perra! ¡Eso es así, porque así lo digo yo!... ¡A qué esperas!
Lo ultimo de mi respuesta debió complacerla porque luciendo una sonrisa de oreja a oreja, se agachó de espaldas y poniéndose a horcajadas, se empaló lentamente su propio ojete. La lentitud con la que se introdujo mi miembro en su interior, me permitió sentir como mi glande se abría camino y como su estrecho conducto, parecía estar hecho a medida de mi pene.
--¡Qué gozada! -Aulló al notar que la rellenaba por completo y que la base mi verga chocaba contra sus nalgas.
Fue entonces cuando con la cara descompuesta, La negra que había asistido atónita al empalamiento, se puso a chuparle los pechos y al ver que mi cuñada no rehuía el contacto bajando la mano hasta la entrepierna, empezó también a masturbarla. Natalia al sentir la triple estimulación con tono descompuesto, chilló.
--Cariño, ¡Dale por culo a tu puta!
Tras lo cual, inició un desenfrenado galope usándome como montura. Bramando de deseo, empleó mi pene como si de un consolador se tratara. Izando y bajando sus caderas, dio inicio a un rápido mete-saca donde mi única función era poner mi polla a su disposición.
--¡Haaaaaaay Dios que rico! -Exclamó la mulata al percatarse del zorrón que era y pegándole un duró mordisco en un pezón, reinició sus toqueteos. --¡Nooo no pares! Mmnnnnn, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Mmnnnn, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Mmmmm, ¡Nooo! ¡Pares por favor! haaaaaaaaaa… ha, ha, haaaaaa, Mmnnn, Mmnnnnn… ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ohhhhhhhhh, hay, hay, hay, hay, hay, hay, hay, hay, hay, hay, hay, hay… Mmmmnnn, ha, ha, ¡No pares! Haaaaaaaay que rico amor, ¡Papi no me dejes de dar! haaaaaay… Mmmmnn, ho, ho, ho, haaa Mmm ha… Haaaa, haaaaaaaaa, Haaaaaaaaay… ha, ha, ha, ha, ha, ha, ahhhhhhhh hufffffffff Mmmmnn, Mmnnn, haaaaaaaaaaaaaaaay… Haaaaa, ha, ha, ha, haaaa, haaaaa no… ha, ha, ha, ha, ha, ha, hay, haaaaaa hay, hay duro…. Hayyyyyy… ¡Como deseaba sentirme tuya! -chilló satisfecha mientras su cuerpo unía un orgasmo con el siguiente. --Haaaaaay, ha, hay, ha, hay, haa, ha, ha, haaaa, ¡No aguanto más! Uffff, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haa, ha, Mmmmnnnnn, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaaa… Mmnmnnn, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaa… No… no… no lo hagas… ayyy… hay, ha, hay, ha, hay, haa, ha, ha, haaaa, ¡Que gusto! Mmnmnnn, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaa… ha, ha, haaaaaa, Mmnnn, Mmnnnnn… ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, haaaaaaay…
La entrega de mi cuñada fustigó pasión y llevando su ritmo a unos extremos brutales, acuchillé su interior sin parar. Si ya estaba de sobra estimulado, bramé como un toro al ver que la negra usaba su otra mano para satisfacer su propia lujuria e incapaz ya de parar, busqué liberar mi tensión vía placer. La explosión con la que sembré sus intestinos, se derramó y saliendo por los bordes de su ano, empapó con su blanca simiente no solo las piernas de Natalia sino las negras manos que la estaban pajeando. La culturista al advertir que había terminado, usó su fuerza para voltear a mi indefensa cuñada y poniéndola a cuatro patas, le abrió ambos cachetes y se puso a recolectar con su lengua mi semen. Natalia que no se lo esperaba, disfrutó como una perra de la lengua de esa atleta mientras recogía con auténtica ansia la producción de mi pene. La morena habiendo dejado sin rastro de mi simiente su ano, se levantó y yendo hasta su bolso, cogió un bolígrafo y anotó algo en un papel, tras lo cual volvió y dándomelo, me dijo.
--Este es mi mail. -Y sonriendo me pidió. --¡Mándame las fotos!
Soltando una carcajada, le prometí hacerlo y tumbado sobre la arena, vi como esa mujer de enormes músculos y coño pequeño desaparecía rumbo a la salida. Mi cuñada todavía tardó unos minutos en sobreponerse al esfuerzo y cuando lo hizo, se abrazó a mí diciendo.
--Tengo que contarte un secreto.
--Que será. -Dije con ironía.
Por su tono meloso, comprendí que no me iba a gustar ese “secreto” pero aun así, la curiosidad pudo más que la prudencia y por eso le pregunté cuál era. Mi cuñada, la preciosa hermana de mi mujer, se acurrucó entre mis brazos antes de decirme.
--¡Llevo más de dos meses sin tomarme la píldora!
Continuara…

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