Confesión de Amigas
Con El Sello De Placer y Morbo…
Hola amigos y amigas aquí les dejo una confesión de mi querida amiga Patricia Era un viernes en la noche, yo invite a mis mejores amiga Patricia y Sonia a mi apartamiento a cenar y a tomarnos unos tragos para chismosear y pasar un rato ameno, pero como el alcohol es traicionero la conversación se desvió a asuntos más íntimos y más candentes. Como yo era la “supuestamente” mas experimentada de las tres les propuse que habláramos de nuestras aventuras sexuales, ellas gustosas aceptaron pero con la condición que yo empezara primero, así lo hice y les comente mi historia del trió que hice con dos hombres y eso las dejo con la boca abierta, no podían creer que yo me lo tenía tan calladito. Mi relato dio pie para que ellas se relajaran y se animaran a contarme sus experiencias. Patricia que ya estaba bien tomadita pidió la palabra y quiso confesar una aventura que le había sucedido hace algún tiempo. Antes de comenzar les comento que Patricia es una mujer casada un hombre espectacular, trabajador, buen mozo, amoroso, tienen un hijo precioso llamado Mauro que yo lo quiero como a un sobrinito. Físicamente Patricia es hermosa, piel blanca cabello negro ondulado largo que le llega hasta la cintura, mide 1.60 cms, es delgada tiene pechos pequeños y una cinturita de avispa, pero lo que destaca en ella es que tiene grandes caderas y un trasero redondito y paradito que cualquier hombre desearía tener, afirma nunca haberse hecho cirugías y jamás ha ido a un gimnasio. Aquí le tome una fatico sin que se diera cuenta. Ella es enfermera trabaja en el área de consulta externa de una clínica y como es una mujer muy hermosa, los compañeros y más que todo los médicos siempre le coqueteaban y hasta había recibido ofertas e insinuaciones sexuales, pero nunca cedió a ellas, es mas siempre le contaba al esposo lo que ellos le decían, el ni se inmutaba porque conocía a Patricia y sabía que era incapaz de serle infiel. En cuanto a su vida sexual ella nos conto que en los primeros años su marido si la satisfacía en la cama, pero a medida que pasaba el tiempo él se fue distanciando de ella alejando que tenía mucho trabajo, además viajaba mucho y cuando llegaba a casa solo se ocupaba de su hijo y en la noche el se acostaba a dormir y nada más y si de pronto tenían sexo, el se venía muy rápido dejándola a ella frustrada y enojada. Yo le pregunte que como era el miembro de su maridito y ella reconoció que era normalito tirando a pequeño en comparación con los enormes penes de las películas porno que ella acostumbraba a ver, pues nos confeso que a causa que su marido la abandonaba y ya no la complacía ella empezó a ver películas xxx, porque a pesar que su marido ya no le cumplía en la cama ella todavía lo amaba y no se atrevía a ponerle los cachos. Lo que más le excitaba de las películas porno eran ver a hombres negros con esculturales cuerpos y enormes vergas penetrando a chicas insaciables, ella fantaseaba y anhelaba ser una de esas afortunadas actrices y era tanto el morbo y la excitación que eso le provocaba que compro un consolador de 18 cm y lo empezó a usar en esas noches de soledad. Por varios meses encontró consuelo en su juguete y en las películas xxx, pero ella sabía que eso no era normal su cuerpo pedía a gritos un hombre y un pene de verdad y cuando ya se había resignada a esa vida tan vacio ocurrió algo raro y excitante. Resulta que había un especialista que siempre la molestaba, que la invitaba a salir, pero ella nunca accedió a sus peticiones, es mas lo consideraba un tipo petulante, altanero y humillantico con la gente, era ese tipo de personas que por tener dinero y presencia cualquier mujer caería rendida a sus pies. Un día el le mando una solicitud de amistad a su Facebook y obviamente ella no lo aceptó, pero la curiosidad la mataba y se puso a mirar su perfil. Había muchas fotos donde mostraba los sitios donde había viajado, sus carros sus amigos, amigas, etc, pero le sorprendió unas fotos de él en la playa y miro que este tipo poseía un cuerpo bien trabajado y cuidado, y para su sorpresa fue ver que este tipo poseía un gran bulto, en su entrepierna, eso la hizo excitar y fantasear con él. Un día una compañera le pidió que cambiaran de turno y preciso le toco consulta con ese doctor, en la ponía nerviosa y en su mente estaban las fotos de él y ese gran bulto en sus pantalones e involuntariamente y en más de una ocasión sus ojos se iban directo a su entrepierna cosa que el médico se percato de inmediato y de forma picara le dijo:
--Donde es que miras mami, concéntrate. -Le dijo. Eso la hizo sonrojar y una risita tímida la delató.
--ehhhhh no nada Doctor.
Se acabaron las consultas se despidió del doctor y ella se fue rápido al vestir, pero no podía sacarse de su cabeza ese gran nabo, estaba avergonzada y al mismo tiempo excitada porque el médico la había descubierto mirándole su trozo. Cuando se estaba colocando el pantalón unos brazos grandes y fuertes la cogieron por detrás. Era el especialista
--Huy pero que rica que estas Patricia. -Dijo el médico
--Hay doctor me asusto, suélteme que me estoy cambiando
--¿Ahora si dime que me mirabas tanto?
--Doctor, suélteme salga de aquí, déjeme cambiar- le contesto enfadada.
--¿Esto es lo que estabas mirando?
Ella sintió como un gran bulto se encajaba en su culito, lo sintió y era más grande de como se lo imaginaba era grueso y grande no se comparaba en nada al de su marido, Sentir ese gran trozo de carne en su trasero la excito, pero pudo mas su enfado y con gran fuerza logro desprenderse de las manos de agresor y con gran furia le dio una cachetada y corrió a la puerta, pero él la alcanzo. La arrincono contra la pared, con una mano le tapo la boca y le volvió arrimar su gran trozo en su trasero y le dijo
-- Pero si los dos sabemos que tú no parabas de mirar mi paquete, solo te lo quiero hacer sentir.
Ella no sabía que hacer, por una parte su cuerpo pedía a gritos a un hombre y por otra, su orgullo de mujer la hacía resistirse. Quería gritar, pero el tipo le tapó con fuerza su boca, se quiso soltar pero él era más fuerte. Ella movía su cabeza indicándole que no siguiera, pero él estaba decidido a seguir, su mano le bajo la tanga y el pantalón que estaba a medio subir, con la otra mano le quito el brasier y se puso a sobar sus senos y pellizcar sus pezones aunque eso era algo humillante al mismo tiempo la estaba excitando.
--Haaaaaaaa, Mmmmmmnnn. -Le arrancaba gemidos a Patricia.
El se bajo su bóxer y se saco su enorme herramienta, pero ella como estaba de espaldas no podía verlo, quiso gritar, pero al sentir en su culito esa verga grande y dura como un mástil se contuvo.
--Si colaboras todo será mejor y más rápido y vas a ver que vas a disfrutar como nunca. -Le dijo, y dejo de taparle la boca. Sus manos se apropiaron de su vagina y su cuerpo la empezó a traicionar, sentía como sus pezones se ponían duros y sus partes intimas se mojaban.
--Suélteme doctor, por favor déjeme ir. -Le suplicó, pero obviamente lo estaba disfrutando
--No, tu no me dejas así, además se nota que te gusta porque estas mojadita. -Era cierto ella sentía como sus jugos caían por sus piernas
La volteo y quedo frente a frente ahí ya pudo ver esa enorme verga en todo su esplendor era más grande de lo que se imaginaba ya no podía evitar sentirse excitada
--Cógelo si quieres. -Le dijo en tono de burla.
Ella hubiera deseado hacerlo, se le hizo agua la boca, pero fingiendo dignidad le suplico que la dejara ir El obviamente no le hizo caso, así que agarró su gran herramienta y con brusquedad la encajo en su vagina y con furia se fue abriendo camino por sus entrañas, la sensación de impotencia se fue convirtiendo en deseo y lujuria, si lujuria porque sentía como esa verga deliciosa segundo a segundo y centímetro a centímetro la iba penetrando y cuando por fin llego hasta el fondo de sus entrañas ella tuvo que morderse los labios para evitar gemir no quería que él se diera cuenta que le estaba gustando.
--No, no Noooooo. -Gritó.
Pero él le metió los dedos a la boca para que no emitiera ruido alguno, su mete y saca la hacía gozar cada vez más, ella nunca había sido penetrada por una verga tan grande y no era solo el tamaño era la forma como ese maldito doctor la penetraba, era con una fuerza y una furia indescriptible y sin poder disimularlo emperezo a gemir como la perra que se sentía en ese momento.
--Ahhhh, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh ahhhh, ahhh, ahhhh. -Gemía ella cada vez más duro.
--¿Quieres que siga?
--Ssiiiiiiii, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, siiiiiiiiiiii, Ahhhhhh, ha, ha, ha, ha, ha, Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhh. -Ella ya se había entregado completamente ya no opuso resistencia y se dedico a disfrutar.
Después de unos minutos su útero comenzó a contraerse una y otra vez sabía que iba a tener un orgasmo y no lo podía contener, sus piernas le temblaron, se tuvo que abrazar de el para no caerse y después de unos segundos se vino como nunca antes lo había hecho, era el orgasmo más delicioso que había sentido en la vida. Pero el tipo no había terminado todavía, la llevo hasta una mesa, la volteo de espaldas y le dijo.
--Tienes un culo tan rico que siempre he soñado en tenerlo.
--Nooooooooo, por allá no.
--Ja ja ja no, yo solo quiero ver como se mueven esas ricas nalgas mientras te penetro.
Que susto que se había llevado ella, pensó que el doctor le iba a hacer sexo anal, pero para evitar sorpresas ella agarro ese enorme trozo de carne duro como mástil casi se viene con solo tocarla, y se lo metió en su húmeda gruta completamente dilatada y cuando ya estaba dentro el siguió el mete y saque con loco frenesí, ella gemía y disfrutaba como nunca había disfrutado con su esposo.
--Ahhhh, ohhh. Uffff, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haa, ha, Mmmmnnnnn, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaaaaa… Mmnmnnn, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaa… ha, ha, haaaaaa, Mmnnn, Mmnnnnn… ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, ha.
La diferencia era abismal, la verga de su esposito además de chiquita era delgada y la de este hombre era imponente gruesa y venosa. Ella entregada a la lujuria y a la pasión ayudaba con sus movimientos, era delicioso escuchar como sus ricas nalgas chocaban contra los testículos de su “agresor”,
--Haaaaaaaaaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac… haaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaaaaaaaaaaaa…Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac... -Se vino cuatro veces otra vez seguida una atrás de la otra, apretaba sus manos y pies, lo articulaba para aguantar el placer de sus orgasmos, pero el doctor no se detenía. ---Ahhhhhh ahhhh ahhhhhh aayyyyyyyyyyy doctor que rico. -Dijo ella descaradamente.
--¿Te gusta mamacita?
--Haaaaaaaa…. Siiiiii, Siiiii, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ahhhhhh, si me gusta siga ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, siga ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh… ella no paraba de gemir.
Ella tuvo otra lluvia delicioso orgasmo, aun más fuerte que la anterior. Sería la larga sequia de meses, o seria el riego de que alguien entrara y los descubriera o seria el morbo de ser dominada por un tipo que días atrás detestaba. después de unos segundos sintió que la verga del doctor se hinchaba mas, prueba de que estaba a punto de explotar.
--haaaaaaaaaa… Adentro no, por favor doctor.
--No te preocupes que a mí me gusta echarlo afuera. -Dijo el tipo.
El doctor saco su enorme herramienta y estallo, ella sintió como gran cantidad de semen caliente y espeso caía en su espalda y después de la gran corrida se restregó su verga en sus nalgas, cosa que ella le gusto mucho. Mi amiga estaba exhausta, ese hombre había logrado en una sola tarde lo que su maridito no había logrado en años de matrimonio, hacerla correr dos veces y tener el mejor polvo de su vida.
--Ves, yo te dije que te iba a gustar- le dijo el triunfante
--Si, pero por favor no se lo cuente a nadie
--Esto queda entre los dos, pero con la condición de que se repita
--No, esto es la primera y última vez.
--Ja ja ja ja tu de ahora en adelante vas a ser mía. -Le dijo. Se acerco a ella le dio un beso que ella correspondió con gusto y luego se fue.
Antes de acabar su relato, Patricia nos confesó que esa fue la primera de muchas veces que tuvo sexo con el doctor. Sonia y yo estábamos completamente sorprendidas, no creíamos que Patricia había sido capaz de haber tenido tan deliciosa aventura. Ahora era el turno de Sonia…
dianitacaliente 1 @ hotmail. com
Fin…
Con El Sello De Placer y Morbo…
Hola amigos y amigas aquí les dejo una confesión de mi querida amiga Patricia Era un viernes en la noche, yo invite a mis mejores amiga Patricia y Sonia a mi apartamiento a cenar y a tomarnos unos tragos para chismosear y pasar un rato ameno, pero como el alcohol es traicionero la conversación se desvió a asuntos más íntimos y más candentes. Como yo era la “supuestamente” mas experimentada de las tres les propuse que habláramos de nuestras aventuras sexuales, ellas gustosas aceptaron pero con la condición que yo empezara primero, así lo hice y les comente mi historia del trió que hice con dos hombres y eso las dejo con la boca abierta, no podían creer que yo me lo tenía tan calladito. Mi relato dio pie para que ellas se relajaran y se animaran a contarme sus experiencias. Patricia que ya estaba bien tomadita pidió la palabra y quiso confesar una aventura que le había sucedido hace algún tiempo. Antes de comenzar les comento que Patricia es una mujer casada un hombre espectacular, trabajador, buen mozo, amoroso, tienen un hijo precioso llamado Mauro que yo lo quiero como a un sobrinito. Físicamente Patricia es hermosa, piel blanca cabello negro ondulado largo que le llega hasta la cintura, mide 1.60 cms, es delgada tiene pechos pequeños y una cinturita de avispa, pero lo que destaca en ella es que tiene grandes caderas y un trasero redondito y paradito que cualquier hombre desearía tener, afirma nunca haberse hecho cirugías y jamás ha ido a un gimnasio. Aquí le tome una fatico sin que se diera cuenta. Ella es enfermera trabaja en el área de consulta externa de una clínica y como es una mujer muy hermosa, los compañeros y más que todo los médicos siempre le coqueteaban y hasta había recibido ofertas e insinuaciones sexuales, pero nunca cedió a ellas, es mas siempre le contaba al esposo lo que ellos le decían, el ni se inmutaba porque conocía a Patricia y sabía que era incapaz de serle infiel. En cuanto a su vida sexual ella nos conto que en los primeros años su marido si la satisfacía en la cama, pero a medida que pasaba el tiempo él se fue distanciando de ella alejando que tenía mucho trabajo, además viajaba mucho y cuando llegaba a casa solo se ocupaba de su hijo y en la noche el se acostaba a dormir y nada más y si de pronto tenían sexo, el se venía muy rápido dejándola a ella frustrada y enojada. Yo le pregunte que como era el miembro de su maridito y ella reconoció que era normalito tirando a pequeño en comparación con los enormes penes de las películas porno que ella acostumbraba a ver, pues nos confeso que a causa que su marido la abandonaba y ya no la complacía ella empezó a ver películas xxx, porque a pesar que su marido ya no le cumplía en la cama ella todavía lo amaba y no se atrevía a ponerle los cachos. Lo que más le excitaba de las películas porno eran ver a hombres negros con esculturales cuerpos y enormes vergas penetrando a chicas insaciables, ella fantaseaba y anhelaba ser una de esas afortunadas actrices y era tanto el morbo y la excitación que eso le provocaba que compro un consolador de 18 cm y lo empezó a usar en esas noches de soledad. Por varios meses encontró consuelo en su juguete y en las películas xxx, pero ella sabía que eso no era normal su cuerpo pedía a gritos un hombre y un pene de verdad y cuando ya se había resignada a esa vida tan vacio ocurrió algo raro y excitante. Resulta que había un especialista que siempre la molestaba, que la invitaba a salir, pero ella nunca accedió a sus peticiones, es mas lo consideraba un tipo petulante, altanero y humillantico con la gente, era ese tipo de personas que por tener dinero y presencia cualquier mujer caería rendida a sus pies. Un día el le mando una solicitud de amistad a su Facebook y obviamente ella no lo aceptó, pero la curiosidad la mataba y se puso a mirar su perfil. Había muchas fotos donde mostraba los sitios donde había viajado, sus carros sus amigos, amigas, etc, pero le sorprendió unas fotos de él en la playa y miro que este tipo poseía un cuerpo bien trabajado y cuidado, y para su sorpresa fue ver que este tipo poseía un gran bulto, en su entrepierna, eso la hizo excitar y fantasear con él. Un día una compañera le pidió que cambiaran de turno y preciso le toco consulta con ese doctor, en la ponía nerviosa y en su mente estaban las fotos de él y ese gran bulto en sus pantalones e involuntariamente y en más de una ocasión sus ojos se iban directo a su entrepierna cosa que el médico se percato de inmediato y de forma picara le dijo:
--Donde es que miras mami, concéntrate. -Le dijo. Eso la hizo sonrojar y una risita tímida la delató.
--ehhhhh no nada Doctor.
Se acabaron las consultas se despidió del doctor y ella se fue rápido al vestir, pero no podía sacarse de su cabeza ese gran nabo, estaba avergonzada y al mismo tiempo excitada porque el médico la había descubierto mirándole su trozo. Cuando se estaba colocando el pantalón unos brazos grandes y fuertes la cogieron por detrás. Era el especialista
--Huy pero que rica que estas Patricia. -Dijo el médico
--Hay doctor me asusto, suélteme que me estoy cambiando
--¿Ahora si dime que me mirabas tanto?
--Doctor, suélteme salga de aquí, déjeme cambiar- le contesto enfadada.
--¿Esto es lo que estabas mirando?
Ella sintió como un gran bulto se encajaba en su culito, lo sintió y era más grande de como se lo imaginaba era grueso y grande no se comparaba en nada al de su marido, Sentir ese gran trozo de carne en su trasero la excito, pero pudo mas su enfado y con gran fuerza logro desprenderse de las manos de agresor y con gran furia le dio una cachetada y corrió a la puerta, pero él la alcanzo. La arrincono contra la pared, con una mano le tapo la boca y le volvió arrimar su gran trozo en su trasero y le dijo
-- Pero si los dos sabemos que tú no parabas de mirar mi paquete, solo te lo quiero hacer sentir.
Ella no sabía que hacer, por una parte su cuerpo pedía a gritos a un hombre y por otra, su orgullo de mujer la hacía resistirse. Quería gritar, pero el tipo le tapó con fuerza su boca, se quiso soltar pero él era más fuerte. Ella movía su cabeza indicándole que no siguiera, pero él estaba decidido a seguir, su mano le bajo la tanga y el pantalón que estaba a medio subir, con la otra mano le quito el brasier y se puso a sobar sus senos y pellizcar sus pezones aunque eso era algo humillante al mismo tiempo la estaba excitando.
--Haaaaaaaa, Mmmmmmnnn. -Le arrancaba gemidos a Patricia.
El se bajo su bóxer y se saco su enorme herramienta, pero ella como estaba de espaldas no podía verlo, quiso gritar, pero al sentir en su culito esa verga grande y dura como un mástil se contuvo.
--Si colaboras todo será mejor y más rápido y vas a ver que vas a disfrutar como nunca. -Le dijo, y dejo de taparle la boca. Sus manos se apropiaron de su vagina y su cuerpo la empezó a traicionar, sentía como sus pezones se ponían duros y sus partes intimas se mojaban.
--Suélteme doctor, por favor déjeme ir. -Le suplicó, pero obviamente lo estaba disfrutando
--No, tu no me dejas así, además se nota que te gusta porque estas mojadita. -Era cierto ella sentía como sus jugos caían por sus piernas
La volteo y quedo frente a frente ahí ya pudo ver esa enorme verga en todo su esplendor era más grande de lo que se imaginaba ya no podía evitar sentirse excitada
--Cógelo si quieres. -Le dijo en tono de burla.
Ella hubiera deseado hacerlo, se le hizo agua la boca, pero fingiendo dignidad le suplico que la dejara ir El obviamente no le hizo caso, así que agarró su gran herramienta y con brusquedad la encajo en su vagina y con furia se fue abriendo camino por sus entrañas, la sensación de impotencia se fue convirtiendo en deseo y lujuria, si lujuria porque sentía como esa verga deliciosa segundo a segundo y centímetro a centímetro la iba penetrando y cuando por fin llego hasta el fondo de sus entrañas ella tuvo que morderse los labios para evitar gemir no quería que él se diera cuenta que le estaba gustando.
--No, no Noooooo. -Gritó.
Pero él le metió los dedos a la boca para que no emitiera ruido alguno, su mete y saca la hacía gozar cada vez más, ella nunca había sido penetrada por una verga tan grande y no era solo el tamaño era la forma como ese maldito doctor la penetraba, era con una fuerza y una furia indescriptible y sin poder disimularlo emperezo a gemir como la perra que se sentía en ese momento.
--Ahhhh, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh ahhhh, ahhh, ahhhh. -Gemía ella cada vez más duro.
--¿Quieres que siga?
--Ssiiiiiiii, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, siiiiiiiiiiii, Ahhhhhh, ha, ha, ha, ha, ha, Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhh. -Ella ya se había entregado completamente ya no opuso resistencia y se dedico a disfrutar.
Después de unos minutos su útero comenzó a contraerse una y otra vez sabía que iba a tener un orgasmo y no lo podía contener, sus piernas le temblaron, se tuvo que abrazar de el para no caerse y después de unos segundos se vino como nunca antes lo había hecho, era el orgasmo más delicioso que había sentido en la vida. Pero el tipo no había terminado todavía, la llevo hasta una mesa, la volteo de espaldas y le dijo.
--Tienes un culo tan rico que siempre he soñado en tenerlo.
--Nooooooooo, por allá no.
--Ja ja ja no, yo solo quiero ver como se mueven esas ricas nalgas mientras te penetro.
Que susto que se había llevado ella, pensó que el doctor le iba a hacer sexo anal, pero para evitar sorpresas ella agarro ese enorme trozo de carne duro como mástil casi se viene con solo tocarla, y se lo metió en su húmeda gruta completamente dilatada y cuando ya estaba dentro el siguió el mete y saque con loco frenesí, ella gemía y disfrutaba como nunca había disfrutado con su esposo.
--Ahhhh, ohhh. Uffff, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haa, ha, Mmmmnnnnn, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaaaaa… Mmnmnnn, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaa… ha, ha, haaaaaa, Mmnnn, Mmnnnnn… ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, ha.
La diferencia era abismal, la verga de su esposito además de chiquita era delgada y la de este hombre era imponente gruesa y venosa. Ella entregada a la lujuria y a la pasión ayudaba con sus movimientos, era delicioso escuchar como sus ricas nalgas chocaban contra los testículos de su “agresor”,
--Haaaaaaaaaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac… haaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaaaaaaaaaaaa…Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac... -Se vino cuatro veces otra vez seguida una atrás de la otra, apretaba sus manos y pies, lo articulaba para aguantar el placer de sus orgasmos, pero el doctor no se detenía. ---Ahhhhhh ahhhh ahhhhhh aayyyyyyyyyyy doctor que rico. -Dijo ella descaradamente.
--¿Te gusta mamacita?
--Haaaaaaaa…. Siiiiii, Siiiii, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ahhhhhh, si me gusta siga ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, siga ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh… ella no paraba de gemir.
Ella tuvo otra lluvia delicioso orgasmo, aun más fuerte que la anterior. Sería la larga sequia de meses, o seria el riego de que alguien entrara y los descubriera o seria el morbo de ser dominada por un tipo que días atrás detestaba. después de unos segundos sintió que la verga del doctor se hinchaba mas, prueba de que estaba a punto de explotar.
--haaaaaaaaaa… Adentro no, por favor doctor.
--No te preocupes que a mí me gusta echarlo afuera. -Dijo el tipo.
El doctor saco su enorme herramienta y estallo, ella sintió como gran cantidad de semen caliente y espeso caía en su espalda y después de la gran corrida se restregó su verga en sus nalgas, cosa que ella le gusto mucho. Mi amiga estaba exhausta, ese hombre había logrado en una sola tarde lo que su maridito no había logrado en años de matrimonio, hacerla correr dos veces y tener el mejor polvo de su vida.
--Ves, yo te dije que te iba a gustar- le dijo el triunfante
--Si, pero por favor no se lo cuente a nadie
--Esto queda entre los dos, pero con la condición de que se repita
--No, esto es la primera y última vez.
--Ja ja ja ja tu de ahora en adelante vas a ser mía. -Le dijo. Se acerco a ella le dio un beso que ella correspondió con gusto y luego se fue.
Antes de acabar su relato, Patricia nos confesó que esa fue la primera de muchas veces que tuvo sexo con el doctor. Sonia y yo estábamos completamente sorprendidas, no creíamos que Patricia había sido capaz de haber tenido tan deliciosa aventura. Ahora era el turno de Sonia…
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