Sin mas preambulos les dejo la segunda parte, espero que les guste y los emocione.
Para los que no leyeron la primera parte les dejo el link aquí.
Camino a los sillones, o privado, iba detrás de ella como patitosiguiendo a mamá pata, todo transcurría en cámara lenta, y entre los flashesdel boliche y los bajos que te golpean el pecho iba sordo. Pero no ciego, nopodía dejar de mirar esas nalgas que me guiaban a la locura.
Cuando llegamos vemos que estaba todo ocupado y no nos quedootra mas que quedarnos parados contra una columna. En ese momento dije, comohago para chaparme a esta mina, me da en el pecho con tacos y todo.
No se me ocurrió mejor idea que alzarla contra la pared ycon mi pie apoyado en una silla la senté en mi pierna, quedó a la altura idealpara hacer lo que quisiera.
Mientras hablábamos nos comíamos la boca, le besaba el lóbulode la oreja y sentía como a cada beso se retorcía contra mi pierna. Beso va,mano viene, entro por detrás del pantalón y muy suavemente empiezo a buscar suraya, en ese momento larga un gemido en mi oído que me puso la pija al 100%, ycomencé un a apretar esas nalgas que parecieran que tenían vida propia.
Ninguno de los dos no daba más de la calentura y ahí no podíamoshacer nada más que seguir cocinando esa almeja al vapor, que yo que creo que yaestaba lista para servir. Entonces nos acomodamos un poco la ropa y encaramospor separado a donde estaban nuestros amigos.
En eso me agarra Carlos y me dice
- Carlos: Hijo de mil hace como una hora que no los veíamos, me imagine queestaban juntos pero no para tanto.
- Yo: Eh no es para tanto, pero no paso nada, estuvimoshablando nada mas.
- Carlos: Claro yo me chupo el dedo ahora?
- Yo: Jajaja nah boludo deja de joder
Se hizo de día y el boliche ya empezó a prender las luces ya poner música para hecharnos.
En eso que salíamos nos cruzamos con Flor y nuestras miradascómplices dijeron todo – nos comemos hasta que se haga de noche de nuevo -.
Ya en el estacionamiento, haciéndome bien el boludo encarosolo para el auto, antes saludando a todos incluso a Flor, y cuando entro meacomodo me pongo el cinturón, se abre la puerta del acompañante y se sienta Flory me dice
- Flor: ¿No sé qué van a hacer los demás, pero vamos a unafter?
- Yo: Lo que menos tengo pensado de hacer con vos es ir a unafter.
- Flor: Espero que lo que tienes de bueno no sea de boludo,vamos a donde quieras, pero solos.
- Yo: A tu casa o a la mía.
- Flor: Vamos a casa que no hay nadie y mi vieja se fue a lode mis abuelos – esta es de las mías pensé, no solo voy a conocer su casa en laprimera noche sino que vamos a darle hasta que se haga de noche en su cama.
Ni bien arrancamos el auto empezó con las caricias a mi cuello,me chapaba la oreja, casi que no podía manejar de lo excitados que estábamos. Enmas de un semáforo dejamos pasa al menos 1 verde con tal de nos dejar decomernos la boca.
En uno de los semáforos estábamos tan compenetrados en eldeleite que nos estábamos dando que yo ya le había bajado la calza y le estabamasajeando las nalgas de tal manera que sus gemidos eran una inyección deadrenalina directa a mi entrepierna. Mano va, mano viene, encuentro el hilo dela tanga que escondía lo mas deseado, recorriendo el tejido mientras nos besábamosllego a una zona ultra húmeda y empapada de fluidos y, como por arte de magia,otro gemido inunda mi oído poniéndome la piel erizada y enfatizando nuestrosbesos. Nos dimos cuenta de que era demasiado para un semáforo que nosacomodamos y seguimos, después de la cantidad de bocinas que nos tocaban.
Llegando a su casa lo primero que hicimos fue asegurarnosque no había nadie y mas rápido que flash estábamos en el sillón retomando loque pasaba en el auto.
Entre beso y beso se asoma el sin hueso, sabía decir unamigo mio.
En eso ella me agarra el paquete, después de analizarlo y medirlose arrodilla ante mi, mirándome desde abajo comienza a desabrocharme el cinto yel pantalón, mi boxer, que estaba todo mojado por la cantidad de líquido preseminalque había largado con tantas horas de calentura desde el asado, denotaba que mipene estaba explotando y no veía las horas de ser liberado y ni hablar de ser devoradopor esos labios carnosos.
En el momento que baja mi boxer mi pene todo colorado afloraa la vista y entre sus manos suaves comienza a acariciarlo y con cara de deseo,los primeros besos se hacían presentes, yo cayendo a sillón y ella sin desprendersede mi miembro comienza un sinfín de besos y lengüetazos, mi cara de placer era única,sentía que mis ojos giraban sin control en sus orbitas, mientras ella no descansabasu labor.
Yo acariciaba su cabeza mientras el sube y baja no teníafin.
En el primer instante que libera a su presa la levanto y lasiento sobre mi para que sintiera la dureza de mi herramienta, acariciar suculo y besar sus pechos.
Tardé exactamente 5 segundos entre sacarle la blusa, desprenderleel corpiño y admirar su pezones, que estaban tan duros que me miraban paramatarme.
Continuará…
Si quieren saber como continúa, dejen sus comentarios y lospuntos correspondientes.
Para los que no leyeron la primera parte les dejo el link aquí.
Camino a los sillones, o privado, iba detrás de ella como patitosiguiendo a mamá pata, todo transcurría en cámara lenta, y entre los flashesdel boliche y los bajos que te golpean el pecho iba sordo. Pero no ciego, nopodía dejar de mirar esas nalgas que me guiaban a la locura.
Cuando llegamos vemos que estaba todo ocupado y no nos quedootra mas que quedarnos parados contra una columna. En ese momento dije, comohago para chaparme a esta mina, me da en el pecho con tacos y todo.
No se me ocurrió mejor idea que alzarla contra la pared ycon mi pie apoyado en una silla la senté en mi pierna, quedó a la altura idealpara hacer lo que quisiera.
Mientras hablábamos nos comíamos la boca, le besaba el lóbulode la oreja y sentía como a cada beso se retorcía contra mi pierna. Beso va,mano viene, entro por detrás del pantalón y muy suavemente empiezo a buscar suraya, en ese momento larga un gemido en mi oído que me puso la pija al 100%, ycomencé un a apretar esas nalgas que parecieran que tenían vida propia.
Ninguno de los dos no daba más de la calentura y ahí no podíamoshacer nada más que seguir cocinando esa almeja al vapor, que yo que creo que yaestaba lista para servir. Entonces nos acomodamos un poco la ropa y encaramospor separado a donde estaban nuestros amigos.
En eso me agarra Carlos y me dice
- Carlos: Hijo de mil hace como una hora que no los veíamos, me imagine queestaban juntos pero no para tanto.
- Yo: Eh no es para tanto, pero no paso nada, estuvimoshablando nada mas.
- Carlos: Claro yo me chupo el dedo ahora?
- Yo: Jajaja nah boludo deja de joder
Se hizo de día y el boliche ya empezó a prender las luces ya poner música para hecharnos.
En eso que salíamos nos cruzamos con Flor y nuestras miradascómplices dijeron todo – nos comemos hasta que se haga de noche de nuevo -.
Ya en el estacionamiento, haciéndome bien el boludo encarosolo para el auto, antes saludando a todos incluso a Flor, y cuando entro meacomodo me pongo el cinturón, se abre la puerta del acompañante y se sienta Flory me dice
- Flor: ¿No sé qué van a hacer los demás, pero vamos a unafter?
- Yo: Lo que menos tengo pensado de hacer con vos es ir a unafter.
- Flor: Espero que lo que tienes de bueno no sea de boludo,vamos a donde quieras, pero solos.
- Yo: A tu casa o a la mía.
- Flor: Vamos a casa que no hay nadie y mi vieja se fue a lode mis abuelos – esta es de las mías pensé, no solo voy a conocer su casa en laprimera noche sino que vamos a darle hasta que se haga de noche en su cama.
Ni bien arrancamos el auto empezó con las caricias a mi cuello,me chapaba la oreja, casi que no podía manejar de lo excitados que estábamos. Enmas de un semáforo dejamos pasa al menos 1 verde con tal de nos dejar decomernos la boca.
En uno de los semáforos estábamos tan compenetrados en eldeleite que nos estábamos dando que yo ya le había bajado la calza y le estabamasajeando las nalgas de tal manera que sus gemidos eran una inyección deadrenalina directa a mi entrepierna. Mano va, mano viene, encuentro el hilo dela tanga que escondía lo mas deseado, recorriendo el tejido mientras nos besábamosllego a una zona ultra húmeda y empapada de fluidos y, como por arte de magia,otro gemido inunda mi oído poniéndome la piel erizada y enfatizando nuestrosbesos. Nos dimos cuenta de que era demasiado para un semáforo que nosacomodamos y seguimos, después de la cantidad de bocinas que nos tocaban.
Llegando a su casa lo primero que hicimos fue asegurarnosque no había nadie y mas rápido que flash estábamos en el sillón retomando loque pasaba en el auto.
Entre beso y beso se asoma el sin hueso, sabía decir unamigo mio.
En eso ella me agarra el paquete, después de analizarlo y medirlose arrodilla ante mi, mirándome desde abajo comienza a desabrocharme el cinto yel pantalón, mi boxer, que estaba todo mojado por la cantidad de líquido preseminalque había largado con tantas horas de calentura desde el asado, denotaba que mipene estaba explotando y no veía las horas de ser liberado y ni hablar de ser devoradopor esos labios carnosos.
En el momento que baja mi boxer mi pene todo colorado afloraa la vista y entre sus manos suaves comienza a acariciarlo y con cara de deseo,los primeros besos se hacían presentes, yo cayendo a sillón y ella sin desprendersede mi miembro comienza un sinfín de besos y lengüetazos, mi cara de placer era única,sentía que mis ojos giraban sin control en sus orbitas, mientras ella no descansabasu labor.
Yo acariciaba su cabeza mientras el sube y baja no teníafin.
En el primer instante que libera a su presa la levanto y lasiento sobre mi para que sintiera la dureza de mi herramienta, acariciar suculo y besar sus pechos.
Tardé exactamente 5 segundos entre sacarle la blusa, desprenderleel corpiño y admirar su pezones, que estaban tan duros que me miraban paramatarme.
Continuará…
Si quieren saber como continúa, dejen sus comentarios y lospuntos correspondientes.
1 comentarios - Con la amiga de mi amigo - Florencia - Parte 2