Descubriendo La Verdad De Mi Novia 2
Con El Sello De Placer y Morbo…
El macho cabalgó arriba mío por más de 1 hora sin parar, tuve tres orgasmos, no podía creerlo, qué hombre, ¡¡¡por Dios!!!! En un momento me dijo que iba a acabar, y en ese momento me acordé que no se había puesto condón, ni yo tampoco había tomado nada contra el embarazo, pero sin embargo no pude resistir la tentación de probar por vez primera la leche caliente en mi concha, así que lo único que le dije fue.
--Ha, haaaa, Haaaaaaaaay, ¡Sí, papito! ohhhhhhhhh, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ¡Lléname! ¡Lléname! ¡Lléname! ¡Lléname de leche caliente toda la concha! ha, ha, ha, ha, ha, Sigueeeee, ha, ha, ha, ha, haaaaaay, Mmmmnnnnn… Ahhhh ohhh que rico, Siiiiii… ¡Por favor! Uffff, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaa, hussssffff, Uffff, haaaaaa, ha, haa, ha, Mmmmnnnnn, ha, haaaaaaa, ha, ha, Haaaaaaaaaaaa…
Y así lo hizo, sentí algo hirviendo bien en lo profundo de la concha que me causó otro orgasmo: ¡¡¡¡fue fabuloso!!!! Hicimos un descanso, yo todo el tiempo con la verga del negrazo en mi mano, era un juguete nuevo que me había dejado mucho más que contenta, no tenía la más mínima intención de soltarlo.
--¿Y, te gustó, putita? -me dijo Fernando mirándome a los ojos.
--¡Me encantó, mi amor! -Y nos dimos un besote de aquellos.
En un momento comencé a preocuparme por el SIDA, el embarazo. El notó algo raro y me pregunté que me pasaba: le conté y me tranquilizó diciendo que el con las otras siempre se cuidaba en lo que respecta al SIDA, pero que esta vez sabiendo que yo era virgen, decidió no hacerlo para que disfrutemos más los dos. Me comentó que igualmente se hacía el análisis cada mes y siempre le había dado no reactivo. Luego, me preguntó si yo había tenido transfusiones, etc., etc. y el también pudo quedarse tranquilo. Con respecto al embarazo, le dije que seguramente yo no estaba en período fértil, así que poquísimas posibilidades había de haber quedado preñada por ese semental. Me levanté para ir al baño a higienizarme, y, oh sorpresa, noté que por mis piernas bajaba gran cantidad de leche, mezclada con algunas gotitas de sangre. El me acompañó al baño y me ayudó a lavarme bien la zona, diciéndome un montón de palabras que me hacían calentar como.
--Lavemos esta conchita rotita… vamos a limpiarle bien la conchita a mi putita. -Etc.
Cuando terminó de hacerlo me dejó impecable toda la zona y muy excitada. No había que observar mucho que a él le pasaba lo mismo, dado que su mástil estaba apuntando al cielo. En el mismo baño me propuso hacer el debut por la retaguardia, algo que yo ni había pensado, no le costó mucho convencerme.
--Es lo mismo que por la concha, por ahí te duele un poquito más, pero que ya que estamos, hagámosla doble, ¿sí? -me dijo sonriéndome.
--Sí, sí, sí papi si lo quiero. -Contesté segura de mí misma.
El macho me había hecho gozar tanto por la concha que no vi razón alguna para dudar que haría lo mismo ensartándome esa pijota en el culo.
--Pero antes, voy a tener que preparar muy bien la zona, zorrita.
--¿Cómo la preparas? -Pregunté sorprendida
--Ya vas a ver, primero te voy a dejar el orto bien impecable.
Me metió en la bañera y sacó un aparato medio raro. Me explicó que era un aparato para hacer enemas, que se llenaba de agua y me limpiaba toda por adentro. Yo estaba sorprendida, y hasta sentí un poco de impresión por todo eso, pero ese macho me podía y además sé que haga lo que haga me iba a hacer gozar. Me puso en cuatro patas dentro de la bañera, lamió perfectamente mi orto y metiéndome un dedo que me hizo suspirar, lo reemplazó por la manguerita que empezó a llenar de agua mis intestinos. Yo sentía que me iba de vientre, y el me dijo.
--Larga todo puta, dale puta de mierda, ¡larga todo así te puedo romper el orto! -Su voz denotaba una profunda excitación.
Me dio un poco de vergüenza, pero hice un poquito de fuerza y el agua alojada en mis intestinos salió toda. Mi macho estaba muy excitado, su pija gigante parecía lustrada de lo hinchada que estaba, y en mi concha sentía yo una humedad impresionante.
--Ahora vamos a volver a bañar a la zorrita. -Dijo mi macho Volvió a abrir la ducha, me lavó todo el cuerpo de vuelta diciendo un montón de suciedades que no hacían otra cosa más que calentarme. --Muy bien, la putita se baña para que un negro le rompa bien el orto. -Envolviéndome en una toalla volvió a llevarme al sillón. --Ponerte boca abajo, puta, y levanta bien ese ojete. -Me gritó.
Yo obedecí sin chistar. Su lengua se colocó en mi culo y empezó a moverse increíblemente. Yo me sentía en el séptimo cielo. Estiré mi mano hasta su pijota y empecé a pajearlo, estaba durísima e hirviendo. No veía la hora de tenerla en el orto.
--Haaaaaaaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaaaaaaaaaaa, ho, ho, ho, ho, ho, ho, Mmmmnnnnn, Mmmmnnn, ha, ha, ha, ha, ha Mmnmnnn… -Terminó el negro con su trabajo de lengua y dedos dejando mi ojete.
--Listo para el ensarte.
Tal como él dijo, y me ordenó que chupe bien su verga, cosa que hice a la perfección. El momento fatal se acercaba, levanté mi ojete hacia su pija, y el encuentro se produjo. Al principio vi las estrellas, otra vez las lágrimas eran incontenibles, a lo que el macho sólo me decía.
--¡Afloja el orto, putita, dale! ¡Vas a ver cómo te va a gustar cuando la tengas toda adentro!
Eso hice, y gran razón tuvo mi macho, al momento, estaba gozando como una loca desesperada, pidiéndole que me rompiera el orto con esa hermosa verga, rogándole que no pare de abrirme el ojete.
--Haaaaaaaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaaaaaaaaaaa, ho, ho, ho, ho, ho, ho, Mmmmnnnnn, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Mmmmnnn, ha, ha, ha, ha, ha Mmnmnnn, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Sigueeeee, Mmmmnnnnn, ha, ha, ha, ha, ha, Sigueeeee, ha, ha, ha, ha, haaaaaay, Mmmmnnnnn… Ahhhh ohhh que rico, Siiiiii, me gustaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Sigueeeee, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, que Ricooooo, haaaaa me encanta papi haaaaaaa… ¡sigue no pares papi! soy toda tuya, ¡sigue no pares papi! ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ¡Sigue no pares papi! Ahhhhh ha, ha, ha, ha, ha, ¡sigue no pares papi! ha, ha, ha, ha, ha, Ohhhh, ¡sigue no pares papi! ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ¡Sigue no pare por favorrr! ha, ha, ha, ha, ha, Ohhhhhhhhh... ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaaaay…
Sus dedos comenzaron a masajearme el clítoris, y acabé no sé cuántas veces. Sentía su pija como una roca bien adentro de mis entrañas, era algo verdaderamente mágico.
--¡Voy a acabar, puta de mierda, voy a acabar!
--¡Sí, si, si! ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ¡Lléname el orto, por favor! ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaay -Dije recaliente.
--¡No, puta, no, te voy a acabar en la boca, zorra de mierda! -Sacó esa poronga de mi orto y me la metió en la boca: recibí una cantidad de semen atroz, y todo lo que no pude tragarme bañó mi cara.
-- Haaaaaay, ha, hay, ha, hay, haa, ha, ha, haaaa, ¡No aguanto más! Uffff… Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac… ha, ha, ha, ha, ha, Sigueeeee, ha, ha, ha, ha, haaaaaay, Mmmmnnnnn… Ahhhh ohhh que rico, Siiiiii… Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac… ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaa…
--¡Muy bien, puta, te felicito! Muy bien.... -Decía mi macho lanzando su semen, que tiene un sabor exquisito. Enseguida notó que una gran cantidad de leche estaba esparcida sobre mi cara, llegando a chorrear desde el mentón hacia el suelo.
--Putita… agarra toda esa leche que no vas a tragar y métetela en el orto, ahora. -Ordenó.
Con mis dedos junté toda esa acabada, y al llevar los dedos a mi culo, tratando que él claramente pueda observar el panorama, me sorprendí de lo abierto que me lo había dejado, entraron dos o tres de mis dedos con facilidad y dejaron el semen de mi macho en mi colita. Se calentó mucho con mi espectáculo, tomó mi cara y la acercó a su miembro, no dudé un instante y me lo metí en la boca, tenía un gusto a leche espectacular. Comencé a masturbarme con esa verga en mi boca y acabé otra vez. A los dos o tres minutos de chupar ese duro palo de la misma forma en que lo había visto en las películas porno, una nueva catarata de semen inundó mi boca, cara y tetas, dejándome los pezones bien paraditos y plastificados de leche. Quedé tirada sobre el pecho de mi macho, que me trataba como una verdadera zorra diciéndome un montón de barbaridades que no me molestaban en lo más mínimo, yo era su juguete sexual, y me encantaba. En ese momento recién me acordé de Mario, sentí un poquito de culpa, pero enseguida se disipó debido al profundo placer que el semental me había proporcionado. Mi macho me prometió cogerme siempre que yo quisiese, y yo me sentí más que halagada por su ofrecimiento. Nos bañamos juntos y al rato apareció Marieta desde el fondo con una sonrisa de satisfacción en la cara, tomada de la mano con Lucas. Con mi amiga no hicieron falta palabras, una sonrisa cómplice decía todo, ambas terminábamos de ser excelentemente atendidas por dos negrazos y de hacer cornudos a nuestros respectivos novios, aunque si bien yo me llevaba las mayores palmas aquel día por haber sido mi debut vaginal, bucal y anal. La masturbación va a ser a partir de ahora sólo un auxiliar de mi vida sexual, y no lo principal. Lucas me miraba con evidente interés, y le preguntó a Fernando en voz alta, sin ningún tipo de disimulo.
--¿Qué tal la nena?
--Perfecta, bien zorrita... y eso que era la primera vez.... -dijo Lucas.
--Igual que este. -Dijo Fernando señalándome.
--Espero que no te la quedes para vos solo, Fernando.
--A eso se lo tenéis que preguntar a ella.... -dijo mi macho, Lucas se acercó lentamente a mí, y poniendo sus labios muy cercanos a los míos, me dijo.
--¡Y dime! ¿Voy a tener el honor de poder cogerte, nenita?
Continuara…
Con El Sello De Placer y Morbo…
El macho cabalgó arriba mío por más de 1 hora sin parar, tuve tres orgasmos, no podía creerlo, qué hombre, ¡¡¡por Dios!!!! En un momento me dijo que iba a acabar, y en ese momento me acordé que no se había puesto condón, ni yo tampoco había tomado nada contra el embarazo, pero sin embargo no pude resistir la tentación de probar por vez primera la leche caliente en mi concha, así que lo único que le dije fue.
--Ha, haaaa, Haaaaaaaaay, ¡Sí, papito! ohhhhhhhhh, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ¡Lléname! ¡Lléname! ¡Lléname! ¡Lléname de leche caliente toda la concha! ha, ha, ha, ha, ha, Sigueeeee, ha, ha, ha, ha, haaaaaay, Mmmmnnnnn… Ahhhh ohhh que rico, Siiiiii… ¡Por favor! Uffff, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaa, hussssffff, Uffff, haaaaaa, ha, haa, ha, Mmmmnnnnn, ha, haaaaaaa, ha, ha, Haaaaaaaaaaaa…
Y así lo hizo, sentí algo hirviendo bien en lo profundo de la concha que me causó otro orgasmo: ¡¡¡¡fue fabuloso!!!! Hicimos un descanso, yo todo el tiempo con la verga del negrazo en mi mano, era un juguete nuevo que me había dejado mucho más que contenta, no tenía la más mínima intención de soltarlo.
--¿Y, te gustó, putita? -me dijo Fernando mirándome a los ojos.
--¡Me encantó, mi amor! -Y nos dimos un besote de aquellos.
En un momento comencé a preocuparme por el SIDA, el embarazo. El notó algo raro y me pregunté que me pasaba: le conté y me tranquilizó diciendo que el con las otras siempre se cuidaba en lo que respecta al SIDA, pero que esta vez sabiendo que yo era virgen, decidió no hacerlo para que disfrutemos más los dos. Me comentó que igualmente se hacía el análisis cada mes y siempre le había dado no reactivo. Luego, me preguntó si yo había tenido transfusiones, etc., etc. y el también pudo quedarse tranquilo. Con respecto al embarazo, le dije que seguramente yo no estaba en período fértil, así que poquísimas posibilidades había de haber quedado preñada por ese semental. Me levanté para ir al baño a higienizarme, y, oh sorpresa, noté que por mis piernas bajaba gran cantidad de leche, mezclada con algunas gotitas de sangre. El me acompañó al baño y me ayudó a lavarme bien la zona, diciéndome un montón de palabras que me hacían calentar como.
--Lavemos esta conchita rotita… vamos a limpiarle bien la conchita a mi putita. -Etc.
Cuando terminó de hacerlo me dejó impecable toda la zona y muy excitada. No había que observar mucho que a él le pasaba lo mismo, dado que su mástil estaba apuntando al cielo. En el mismo baño me propuso hacer el debut por la retaguardia, algo que yo ni había pensado, no le costó mucho convencerme.
--Es lo mismo que por la concha, por ahí te duele un poquito más, pero que ya que estamos, hagámosla doble, ¿sí? -me dijo sonriéndome.
--Sí, sí, sí papi si lo quiero. -Contesté segura de mí misma.
El macho me había hecho gozar tanto por la concha que no vi razón alguna para dudar que haría lo mismo ensartándome esa pijota en el culo.
--Pero antes, voy a tener que preparar muy bien la zona, zorrita.
--¿Cómo la preparas? -Pregunté sorprendida
--Ya vas a ver, primero te voy a dejar el orto bien impecable.
Me metió en la bañera y sacó un aparato medio raro. Me explicó que era un aparato para hacer enemas, que se llenaba de agua y me limpiaba toda por adentro. Yo estaba sorprendida, y hasta sentí un poco de impresión por todo eso, pero ese macho me podía y además sé que haga lo que haga me iba a hacer gozar. Me puso en cuatro patas dentro de la bañera, lamió perfectamente mi orto y metiéndome un dedo que me hizo suspirar, lo reemplazó por la manguerita que empezó a llenar de agua mis intestinos. Yo sentía que me iba de vientre, y el me dijo.
--Larga todo puta, dale puta de mierda, ¡larga todo así te puedo romper el orto! -Su voz denotaba una profunda excitación.
Me dio un poco de vergüenza, pero hice un poquito de fuerza y el agua alojada en mis intestinos salió toda. Mi macho estaba muy excitado, su pija gigante parecía lustrada de lo hinchada que estaba, y en mi concha sentía yo una humedad impresionante.
--Ahora vamos a volver a bañar a la zorrita. -Dijo mi macho Volvió a abrir la ducha, me lavó todo el cuerpo de vuelta diciendo un montón de suciedades que no hacían otra cosa más que calentarme. --Muy bien, la putita se baña para que un negro le rompa bien el orto. -Envolviéndome en una toalla volvió a llevarme al sillón. --Ponerte boca abajo, puta, y levanta bien ese ojete. -Me gritó.
Yo obedecí sin chistar. Su lengua se colocó en mi culo y empezó a moverse increíblemente. Yo me sentía en el séptimo cielo. Estiré mi mano hasta su pijota y empecé a pajearlo, estaba durísima e hirviendo. No veía la hora de tenerla en el orto.
--Haaaaaaaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaaaaaaaaaaa, ho, ho, ho, ho, ho, ho, Mmmmnnnnn, Mmmmnnn, ha, ha, ha, ha, ha Mmnmnnn… -Terminó el negro con su trabajo de lengua y dedos dejando mi ojete.
--Listo para el ensarte.
Tal como él dijo, y me ordenó que chupe bien su verga, cosa que hice a la perfección. El momento fatal se acercaba, levanté mi ojete hacia su pija, y el encuentro se produjo. Al principio vi las estrellas, otra vez las lágrimas eran incontenibles, a lo que el macho sólo me decía.
--¡Afloja el orto, putita, dale! ¡Vas a ver cómo te va a gustar cuando la tengas toda adentro!
Eso hice, y gran razón tuvo mi macho, al momento, estaba gozando como una loca desesperada, pidiéndole que me rompiera el orto con esa hermosa verga, rogándole que no pare de abrirme el ojete.
--Haaaaaaaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaaaaaaaaaaa, ho, ho, ho, ho, ho, ho, Mmmmnnnnn, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Mmmmnnn, ha, ha, ha, ha, ha Mmnmnnn, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Sigueeeee, Mmmmnnnnn, ha, ha, ha, ha, ha, Sigueeeee, ha, ha, ha, ha, haaaaaay, Mmmmnnnnn… Ahhhh ohhh que rico, Siiiiii, me gustaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Sigueeeee, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, que Ricooooo, haaaaa me encanta papi haaaaaaa… ¡sigue no pares papi! soy toda tuya, ¡sigue no pares papi! ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ¡Sigue no pares papi! Ahhhhh ha, ha, ha, ha, ha, ¡sigue no pares papi! ha, ha, ha, ha, ha, Ohhhh, ¡sigue no pares papi! ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ¡Sigue no pare por favorrr! ha, ha, ha, ha, ha, Ohhhhhhhhh... ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaaaay…
Sus dedos comenzaron a masajearme el clítoris, y acabé no sé cuántas veces. Sentía su pija como una roca bien adentro de mis entrañas, era algo verdaderamente mágico.
--¡Voy a acabar, puta de mierda, voy a acabar!
--¡Sí, si, si! ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ¡Lléname el orto, por favor! ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaay -Dije recaliente.
--¡No, puta, no, te voy a acabar en la boca, zorra de mierda! -Sacó esa poronga de mi orto y me la metió en la boca: recibí una cantidad de semen atroz, y todo lo que no pude tragarme bañó mi cara.
-- Haaaaaay, ha, hay, ha, hay, haa, ha, ha, haaaa, ¡No aguanto más! Uffff… Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac… ha, ha, ha, ha, ha, Sigueeeee, ha, ha, ha, ha, haaaaaay, Mmmmnnnnn… Ahhhh ohhh que rico, Siiiiii… Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac… ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaa…
--¡Muy bien, puta, te felicito! Muy bien.... -Decía mi macho lanzando su semen, que tiene un sabor exquisito. Enseguida notó que una gran cantidad de leche estaba esparcida sobre mi cara, llegando a chorrear desde el mentón hacia el suelo.
--Putita… agarra toda esa leche que no vas a tragar y métetela en el orto, ahora. -Ordenó.
Con mis dedos junté toda esa acabada, y al llevar los dedos a mi culo, tratando que él claramente pueda observar el panorama, me sorprendí de lo abierto que me lo había dejado, entraron dos o tres de mis dedos con facilidad y dejaron el semen de mi macho en mi colita. Se calentó mucho con mi espectáculo, tomó mi cara y la acercó a su miembro, no dudé un instante y me lo metí en la boca, tenía un gusto a leche espectacular. Comencé a masturbarme con esa verga en mi boca y acabé otra vez. A los dos o tres minutos de chupar ese duro palo de la misma forma en que lo había visto en las películas porno, una nueva catarata de semen inundó mi boca, cara y tetas, dejándome los pezones bien paraditos y plastificados de leche. Quedé tirada sobre el pecho de mi macho, que me trataba como una verdadera zorra diciéndome un montón de barbaridades que no me molestaban en lo más mínimo, yo era su juguete sexual, y me encantaba. En ese momento recién me acordé de Mario, sentí un poquito de culpa, pero enseguida se disipó debido al profundo placer que el semental me había proporcionado. Mi macho me prometió cogerme siempre que yo quisiese, y yo me sentí más que halagada por su ofrecimiento. Nos bañamos juntos y al rato apareció Marieta desde el fondo con una sonrisa de satisfacción en la cara, tomada de la mano con Lucas. Con mi amiga no hicieron falta palabras, una sonrisa cómplice decía todo, ambas terminábamos de ser excelentemente atendidas por dos negrazos y de hacer cornudos a nuestros respectivos novios, aunque si bien yo me llevaba las mayores palmas aquel día por haber sido mi debut vaginal, bucal y anal. La masturbación va a ser a partir de ahora sólo un auxiliar de mi vida sexual, y no lo principal. Lucas me miraba con evidente interés, y le preguntó a Fernando en voz alta, sin ningún tipo de disimulo.
--¿Qué tal la nena?
--Perfecta, bien zorrita... y eso que era la primera vez.... -dijo Lucas.
--Igual que este. -Dijo Fernando señalándome.
--Espero que no te la quedes para vos solo, Fernando.
--A eso se lo tenéis que preguntar a ella.... -dijo mi macho, Lucas se acercó lentamente a mí, y poniendo sus labios muy cercanos a los míos, me dijo.
--¡Y dime! ¿Voy a tener el honor de poder cogerte, nenita?
Continuara…
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