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Consiento a mi hija Delfina

Me llamó mi hija Delfina el jueves. Había comprado un SmartTV y necesitaba un hombre en la casa para que le haga los agujeros en la pared para colgarlo en su pieza. La nena vive sola hace poco por lo que cada tanto me manda esos S.O.S. de millenial malcriada y yo como un boludo corro a su auxilio. Un poco por consentirla y otro poco porque prefiero que me llame a mi y no a otro tipo. Si bien soy padre no soy ciego y me doy cuenta que la mezcla de mi descendencia turca con los rasgos de gringa delicada de mi esposa habían congeniado en una hermosa rubia, de piel delicada, rasgos fuertes, con una mirada penetrante que por si fuera poco había desarrollado un cuerpo que concentraba en poco más de un metro y medio las curvas más perfectas que se puedan imaginar. Cómo padre lo último que quería era que llame a un técnico electrónico y lo meta a la intimidad de su cuarto. 
Estaba en la fábrica y no vi el mensaje hasta más o menos una hora más tarde cuando salgo para hacer más rápido la llamo para que no se dilatara más la respuesta.
- Hola hija recién sal... 
- Hola Papi ¿qué pasa?
- Recién salgo de trabajar, busco el taladro y la caja de herramientas y voy para allá
- Ah ya llamé al tío Luis para que venga así de paso me lo programa que él sabe de electrónica
- Pero Delfi! ¿me estás cargando? ¿No podías esperar?! ¡¿Es tan urgente?!
Ya estaba empezando a elevar la voz. El hecho de que recurriera al boludo de mi cuñado para algo que tranquilamente podía solucionar yo no me gustaba para nada. Además se que Luis es un peligro.
- No pasa nada pa. Le digo que venís vos y listo. Avisame cuando vengas. Besiiis 
Cortó sin esperar una respuesta. 
Llego a la casa toco el portero. La voz de mi hija me avisa que ya va.
Al rato veo a mi cuñado bajando la escalera para abrirme la puerta lo que ya me empezó a irritar nuevamente.
- Que hacés Hugo? La nena necesita tanta gente por una tele? jajaja 
Bromeaba de lo más jocoso frente a mi risa de compromiso y mi cara de poca simpatía
Llego y mi hija me explica que le mandó un Whatsapp a su tío para suspender pero este "no lo vio". Bueno ya estando ahí entre los dos colocamos el televisor enorme en la pared frente al sommier de dos plazas de Delfi. El cuarto era un verdadero quilombo y noté la mirada desorbitada de mi cuñado al descubrir caída junto a una silla de ropa amontonada una diminuta tanga roja. Era toda una tentación, realmente diminuta e imposible no dimensionar esa minúscula prenda en el culo torneado y redondo de mi hermosa hija. Delfina es de esas chicas que cuando pasa todos se dan vuelta para mirarle el culo. Mi mujer me muestra las fotos que sube a las redes sociales y siempre sale de espaldas luciendo esas exuberantes nalgas para sus cientos de miles de seguidores, que le escriben todo tipo de barbaridades.
Mientras los dos volábamos delirando con la prenda(segundos eternos), ella vuelve a entrar al cuarto y la levanta con cara de nena traviesa. 
- Ups perdón por el desorden jeje
Lo dijo sin sonrojarse ni incomodarse de ninguna manera. Escondió la tanguita en el bolsillo de atrás de su pantalón como cuando te escondes el papel de una golosina para ocultar la gula. Era un poco perturbadora la escena de los dos hombres maduros sabiendo que el otro estaba pensando lo mismo. El culo de Delfi.
Terminamos nuestra labor de técnicos mientras mi hija acomodaba un poco la pieza para evitar darnos otra postal como esa. Pero la idea ya estaba en mi cabeza y crecía como una mancha que se expande por toda mi mente. Mientras tendía la cama no pude evitar colgarme mirándole el culo en esos apretados jeans claritos. Si yo miraba como todo un degenerado la cara de Luis era la de un completo sátiro. Para mi asombro al estirarse para acomodar las sábanas en su amplia cama unas tiras fucsia asomaban por debajo de su diminuta cintura como un adelanto de lo que había debajo. La tanga que traía puesta era igual o más chica que la que habíamos descubierto tirada y las imágenes que se dibujaban en mi cabeza ya estaban en un peligroso equilibrio entre la fantasía y el impulso.
Después de recorrer cada detalle de esa escultural silueta me encontré de frente con sus grandes ojos que me miraban fijamente en el espejo. Una sonrisa sensual como las que pone en esas provocativas fotos de las redes se le formó en la cara al vernos hipnotizados con su hermoso orto. Pensaba que se iba a horrorizar por las miradas lujuriosas de su padre y su tío pero mi nena mostraba cada vez más que era toda una hembra y para nuestro placer arqueó la cintura y sacó más culo mejorando ese espectáculo cada vez más.
Al perecer estaba tan acostumbrada a seducir que tener dos viejos verdes perdidos por sus curvas la ponía en actitud gatuna sin importar el vínculo. 
- Tío, te mostré la foto que subí ayer? 
Le dijo ya con un tono medio de trola que me dio para pensar lo peor.
- No. No vengo entrando mucho al Insta estos días
Responde mi cuñado más adepto a las redes sociales que yo que recién estaba descubriendo que él era uno de esos miles de tipos que a diario miran el culo de mi hija en sus teléfonos y computadoras, en las posiciones más provocativas en las que una mina se puede exponer.
- Si, me imaginé porque siempre sos uno de los primeros que le pone me gusta cuando subo una así jeje
Lo iba diciendo mientras desbloqueaba su teléfono. En ese pequeño aparato sin dudas había un sin fin de fotos que un padre nunca debería ver, pero en mi caso me moría por descubrir todas las cosas sucias que ocultaba Delfi. La vi deslizar su dedo por la pantalla y la cara de Luis se iluminó. Sus ojos se abrieron sobremanera y su boca se contrajo para callar la obscenidad que cruzaba por su mente. Mi hija no perdió detalle de las reacciones de su degenerado tío y se mordía la lengua con una sonrisa de nena satisfecha por su travesura. Yo estaba afuera de esa joda hasta que vino a mi con el smartphone en la palma de la mano y me lo enseñó. Lo que vi fue totalmente impactante. Mi hija con sus enormes pechos desnudos tapando apenas los pezones con sus manos y todo lo que vestía era esa diminuta tanga roja que había despertado nuestro morbo perdida entre ese majestuoso culo que la hacía desaparecer. Sentí el calor en mi rostro, estaba totalmente rojo, no era vergüenza era pura calentura. Mis ojos seguramente estaban tan salidos como los de mi cuñado porque no podía dejar de mirar esa imagen tan sensual.
Me di cuenta que mi Delfina estaba disfrutando esa excitación incomoda y culposa de su padre. La picardía en su rostro era evidente. No había nada de inocente ni casual en su actitud. Lo estaba gozando. 
Sentía como mi pantalón me apretaba cada vez más mientras trataba de disimularlo. No podía creer lo que estaba pasando y me convencía de que la calentura me confundía. Que no era tan así. 
- Tengo que mostrarles el tele nuevo a mis seguidores! ¿Quién me saca una foto? 
Preguntó mientras se acomodaba el pelo en el espejo esperando que tomemos la decisión. Apenas balbuceamos sin saber que responder. Estábamos idiotizados como nenes. 
- Toma, sacame vos papi. Tenes que apretar este. Es como el que tenía mamá antes
Me explicaba como si fuera idiota al darse cuenta que mis reflejos escaseaban por la excitación.
Mientras lo hacía se sacaba las zapatillas pisando sus talones. Eso me hizo temer lo peor. Sin aviso se bajó el pantalón dejándome ese culo entangado junto en frente de mi apretado bulto que se amotinaba más aún con ese poderoso estímulo. El degenerado de Luis ya se había sentado en un mueble cajonero contemplando el erotismo de ese cuerpo desnudándose. Hizo el movimiento para quitarse también la remera y yo con un hilo de voz que apenas pude modular la frené
- Hija ¿no será mucho? La idea es que miren el tele 
La traté de convencer sin estar convencido yo del estúpido planteo. Ella me sonrió como con ternura 
- Pa, la idea es sumar corazones y seguidores. Algo entiendo de esto
Me explicó con una soberbia y confianza absoluta en sus irresistibles curvas. Sin respuesta de mi parte siguió como venía y se sacó la remera quedando con esas tetas grandes y firmes en una lucha desigual con la fina tela negra de su corpiño que traslucía perfectamente la forma de esas areolas y los pezones rosados.
Luís se acomodaba el paquete mientras ella se ubicaba junto al SmartTV que era la excusa ocasional de su nueva exposición virtual. Me temblaba la mano para tomar las fotos y no era por hacer tiempo y seguir viéndola sacando culo con cara de puta junto al tele. Eran los nervios. Mis sienes se llenaban de gotas.
Le saqué varias. Ella hacía las poses más eróticas imaginables, se agarraba las tetas, se pasaba la mano entre las piernas, acariciaba la redondez de sus nalgas, miraba hacia donde estaba su tío y sonreía, luego me volvía a mirar a mi. Estaba tan concentrado en las fotos que no entendí cuando se las mostré y me dijo 
- Perfecto papi. Gracias! ahora podes relajarte como el tío Luis
Miré para el mueble y vi a mi cuñado que se masturbaba descontrolado por la sesión de fotos de la puta de Delfina. Sentí sus manos desabrochando mi pantalón y su mano sobre la tela húmeda de mi ropa interior. Enseguida sus dedos se colgaron del elástico y me bajaron todo. Con la dedicada atención de los relojeros sus ojos apuntando sólo a mi varga que luchaba por no explotar al sentir el contacto de sus manos. Una calculada escupida salió de sus hermosos labios y se precipitó sobre la cúspide de mi falo, resbalando lentamente para mi delirio y su entusiasmo. Su suave mano desparramó esa saliva por todo el largo con suaves movimientos. Mi cuñado salió de su contemplación y se acercó lentamente sin dejar de sacudir con entusiasmo su miembro. Delfi le sonreía cómplice invitándolo y aceleraba el movimiento de su mano sobre mi. No aguanté más Puse mi mano en su cabeza y la hice arrodillar frente a mi junto cuando Luis se acomodaba al lado mío. Le dio un beso en la punta mientras agarraba con la otra mano la de Luis. Sus muñecas se movían con maestría. Tenía una habilidad única.
- Mmmm no así no. Dio un par de pasos hasta la cama sin aminorar para nada el perfecto movimiento de sus manos que nos tenía al borde del éxtasis. Se subió a la cama y se sacó el corpiño. Esas tetas tan jóvenes como enormes en plenitud fueron demasiado. Me tocaba a toda velocidad viendo esos hermosos pezones coronar la perfecta forma de sus pechos, Luis hacía lo mismo con la boca abierta. Apretó esos senos firmes y sacó su lengua para darse ella misma una lambida que llegó hasta cada pezón. Sus ojos trasmitían el placer. Volvió su vista sobre nosotros que mirábamos el inmejorable espectáculo y nos dedicó la sonrisa más sensual que vi en mi vida. Se puso en cuatro sobre el colchón y gateó hasta el borde donde estábamos esperando impacientes. Acercó su boca a la mía con una cara de gata sedienta. Yo cerré los ojos y me agarré se los cabellos dorados de su nuca y uff... 


  

6 comentarios - Consiento a mi hija Delfina

Briansex26 +2
No puede ser verdad seria perfecto eso
Machohot79 +2
Espectacular fotos de Delfi? Su Instagram, face?
eustasc +1
terrible relato me hizo pegar terrible acabada... fotos de delfi o insta???
chuck70 +1
bro subi ffotos videos todo
xFAPx +1
TRE-MEN-DO!!!