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Karlita, la del kiosco

Llevaba a mi hija al club al menos tres veces a la semana donde practicaba hockey sobre césped. con ella jugaba una nena cuya mamá era dueña del kiosco de revistas que estaba en la esquina del club, a un costado de la puerta de ingreso.

Solía ir con mi mujer a ver jugar a mi hija, eso siempre y cuando no tuviese que acompañar a nuestro otro hijo a algún partido de fútbol ... en esas pocas veces que fui a ver hockey conocí a Karla, o karlita como todos le decían.

Karla tendría unos 35 años, morocha de pelo enrulado, de baja estatura, bastante "rellenita" ... su principal atractivo eran sus dos grandes tetas que parecían tener vida propia cuando ella caminaba y ni qué decir cuando corría para alcanzarle algo a su hija en medio del partido... era una mujer de trato agradable, siempre haciendo bromas y obviamente muy querida en el club ya que todos elogiaban su sacrificio para poder brindarle a su hija la posibilidad de practicar un deporte que resultaba caro ... todo gracias a su trabajo en el kiosco de revistas.

Para fin de año, la categoría donde jugaba mi hija realizó una despedida a la que asistí yo, ya que mi mujer asistiría a la de mi hijo, por lo tanto decidimos intercambiar festejos.

Karlita estuvo sentada en mi mesa, siempre haciendo bromas, tomando buen vino y cantando ... había asistido con un vestido corto de color negro ... en realidad al ser corto la dejaba más petisa, pero la verdad era que semejantes tetas desviaban la vista de todos quienes estábamos allí.
Cuando empezaron a bailar fuimos hacia el centro del salón a divertirnos: algo de rock, mucha cumbia y ... batucada.
Fue sentir el ritmo brasilero cuando la fiesta se desmadró y se armó un trencito que recorría todo el perímetro del salón ... yo iba detrás de Karla, tomado de su cintura, cuando frenaron la marcha de golpe. .. todos nos atropellamos, es decir que me fuí encima de ella, quedando pegado a su culo.
" ... hey papi ... todo esa carne es tuya ?? ..." dijo Karlita dándose vueltas y riendo
"... y ... es para quien la sepa utilizar y llegue primero ..." respondí avivado por el alcohol que había ingerido y que a esta altura era muchísimo.
Movió sus caderas refregando sus nalgas en mi pija y retomó la marcha al son de la batucada...

Quedé caliente porque ese último movimiento de ella con su cadera había puesto mi pija en alerta, endureciéndola a tal punto que tiraba hacia atrás mi cintura para que no se notara el bulto.
Volvió a detenerse la marcha y nuevamente quedamos pegados.
" ... mi amor ... me vas a atravesar con eso !! ..." dijo Karla quedándose quieta, pegada a mí ... la tomé por la cintura y disimuladamente le volví a hacer sentir como estaba...
Nos apartamos del grupo yéndonos hacia un árbol algo alejado del salón.
" ... estás loco !! mirá si algún padre te veía ?? me retó Karla.
" ... me recalentaste cuando bailábamos, que querés que haga ... yo no soy de fierro ... se me paró y te apoyé .." dije en mi defensa.
" ... yo tampoco soy de fierro !!! te pensás que no me calenté cuando sentí tu verga en mi culo ?? ... hace años que no pruebo carne y me arrimás el pedazo !!! ... dijo sonriendo
Acto seguido, mirando hacia todos lados manoteó mi bulto, acariciando mi pija de arriba a abajo."
" ... chupala ..." le dije
" ... no !! acá no ... vamos afuera ... al kiosco..." sugirió ella.

Salimos del club y disimuladamente Karlita abrió la puerta del costado de la estructura metálica y alumbrando con su teléfono celular me hizo pasar.
Al cerrar la puerta quedamos completamente a oscuras ... buscó una linterna en los estantes y la acomodó de forma que nos alumbrara ... empezamos a besarnos y mis manos buscaron sus tetas.
Karlita bajó la parte superior del vestido dejando aparecer a esos inmensos melones para que yo pudiese besarlos y apretarlos ... intercambiaba chupadas de pezón con besos en su cuello y boca ... ella gemía.
Giró dándome la espalda y apoyó sus codos en una especia de mostrador ... la apoyé desde atrás haciéndole sentir mi dureza.
" ... cogeme papi ... cogeme ..." susurraba
Levanté la falda hasta la cintura y saqué por completo la bombacha que estaba toda húmeda ... Karlita abrió más las piernas y bajando mis pantalones dejé que mi pija buscara su destino.
Estuvimos así un rato mientras nos besábamos ... empujé pero me apartó de un manotazo.
" ... por ahí no !! dijo ... mi pija había encontrado un agujerito, pero era el de su culo y al parecer no estaba dispuesta a entregarlo.
Tomó con una de sus manos mi miembro y lo llevó hasta sus labios ... entró entera de un solo movimiento, estaba totalmente húmeda y dispuesta a recibirme.
Comencé el bombeo ... lo intensifiqué ... mis brazos la tenían agarrada sin permitirle moverse, y mientras amasaba sus tetas besaba su cuello ... Karla acababa sin parar, era un orgasmo atrás de otro ...
" ... seguí por favor que me meo ...cogeme... cogeme ... " gemía.
Karla se inclinó un poco y entonces sentí como su orín mojaba mi pija ... corrí las piernas hacia atrás para que no mojara mis pantalones ...mi pija quedó haciendo puente dentro de su concha, era lo único que nos unía.
le dije que iba a acabar y me pidió que no lo hiciera dentro suyo.
" ... en tus tetas ..." le pedí
" ... no !! vamos a manchar el vestido ... otro día sí, pero hoy no ... acabá en el piso mañana limpio..."
Saqué mi pija justo en el momento en que comenzaba a largar el primer chorro ...
Karla seguía con sus codos apoyados en el mostrador ... " ... me tiemblan las piernas y estoy toda mojada ..." dijo riendo.
Me pidió que alumbre un cajón y que buscara pañuelos descartables para limpiarse y poder volver a la fiesta.
Yo seguía con mi pija colgando, en posición de descanso ... Karla la agarró con una de sus manos y agachándose le metió en su boca para limpiarla.
Acomodamos nuestras ropas y salimos sigilosamente del kiosco... nadie notó que faltábamos, todos seguían tomando y bailando, por lo que nos unimos a ellos e hicimos como si nada hubiera pasado.

En Abril las chicas tuvieron un torneo en el norte, en Salta ... viajé acompañando a mi hija ... Karla a la suya.
Cogimos los tres días que duró el torneo ... esa vez sí no sólo chupó y tragó leche sino también entregó el culo. 
El viernes que viene viajamos a San Juan por una semana, Karlita y yo sabemos lo duro que va a resultar estar lejos de la familia. 

5 comentarios - Karlita, la del kiosco

NaneroEv2 +1
Qué paradójico q las minas q están buenas suelen estar mal o directamente nada atendidas 😱
brunik89 +1
buen relato... hay fotos?
Elsanjunino88
tremendo relato. soy de san juan fijate si karla no le interesa una fiestita y nos juntamos los 3