Vi Como Mi Viejo Se Coge a mi Tía y Me Prendió El Comienzo 1
Con el Sello de Placer y Morbo…
Modificada
Papá se cogió a mi tía, así de golpes se los digo, porque así pasó, de golpe se la cogió y yo lo vi. Me llamo Victoria y soy una chica de 18 años. Una mujer madura ya. Yo la adoraba, es mas era mi heroína, la tenía como ejemplo a mi tía Savannah, la quiero mucho, es mi adoración la verdad, me la llevo muy bien con ella, es la segunda hermana menor de mi madre, mi madre tiene dos hermanas menores Savannah es la segunda de ellas la menor de todas es Sofía pero eso será otra historia, bueno, Savannah es la protagonista de esta historia. La admiro, quiero ser como ella, la imito en todo lo que puedo, su actitud con los hombres están increíble, es siempre tan superior, la verdad me fascina, forma de vestirse, es una mescla de sexy y elegante, es única ella siempre me decía.
--Victoria amor… los hombres están para ser dominados por nosotros, son pura hormonas y deseo, esa es su naturaleza, y nosotras somos cerebro así de simple. -Yo la quería mucho, era mi mejor amiga.
Les describiré a mi tía Savannah, para seguir con el relato; es blanca bronceada, de ojos azulados con algo verdoso, y son naturales, labios carnosos sexy, tetas recién operadas, grandes redondas dura perfección, yo se las había tocado, me habían entrado ganas de ponérmelas también, ella se había ofrecido a pagarme la operación si convencía a mis padres, pero volviendo a sus tetas créanme se las he visto y tocado, y gracias al Gym, tiene una cola bien redonda y paradita que vuelve locos a los hombres; además a sus 27 años está en la edad ideal, y una estatura de 1.76, en tacones con ese cuerpazo, se veía de infarto, y no hay hombre que no se la cruce y no piense encogérsela. No solo tiene un cuerpazo, sino que lo muestra sin problemas y le encanta provocar a los hombres, me divertía mucho cuando estaba con ella y ella hacía que los hombres se volvieran como unos simples perros por ella. Yo lo veía cada vez que venía a una reunión familiar o cuando me quedaba en su casa, si tenía su propia casa con carro y todo, me encantaba eso, lo autosuficiente que era ella, tenía un buen trabajo, le iba bien, tenía un enamorado que la complacía en todo, en fin, su vida era la vida que yo quería tener algún día, ella era mi modelo a seguir. En fin en las fiestas reuniones familiares, notaba como todos los hombres estaban re babosos con ella. Yo miraba a Savannah y parecía no importarle, andaba en tacones negros muy lindos que resaltaban su lindo culito, y con unos escotes que mostraban lo bien que le habían quedado las lolas. Siempre andaba sexy; su caminar, siempre parando la cola y moviéndola de un lado al otro, le gustaba inclinarse y dejar ese hermoso culo a disposición de quien quiera verlo, tenía su cabella suelto con ese vestido color salmón que le lucia bien con su color de piel, sus medias son 98-61-110, de grandes curvas por su buen trabajo en el Gym a diario con mucha dieta, con piernas carnosa, cola parada redondita y bien parada, en forma de corazón con un abdomen plano, y senos es firmes, como ya saben. En cada reunión familiar todos los hombres se peleaban por estar al lado de ella, sin importarle estar con sus esposas e hijos, salvo mi padre que siempre la trataba con educación la estrechaba de mano, jamás le daba un beso en la mejilla, lo hacia pero era muy raro, y siempre con una solemnidad increíble, siempre mirándola a los ojos al hablar con ella, mi papi era si de hecho con todas las mujeres, salvo mi madre, que era muy cariñoso con ella, yo le pregunte porque mi padre no. Ella una vez me dijo.
--Bueno amor… tu padre… tu padre… como decir tu padre es de los que yo digo, que hace tiempo murieron por dentro, seguro él no tiene deseo sexuales, solo le interesa hacer dinero y vivir tranquilo… no te preocupes por él, el es así. -Yo asentí, me dio lastima por mis padres, pero era normal muchas parejas caía en lo común en lo habitual y se hacia su forma de vivir y se olvidaban de sexo y otras cosas placenteras.
Una noche en una fiesta familia en mi casa, descubrí algo nuevo que no sabía algo que mi tía, me había ocultado, algo que me hirió, porque la consideraba mi mejor amiga y ella no ebria de tener secretos conmigo, así como yo no tenía con ella. Ya era tarde, muchos de los invitados se habían ido, tengo una casa grande con un patio enorme una sala linda en donde puede entrar muchas personas. Savannah iba a la cocina, y alguno iba detrás de ella a ayudarla. Pobres perros, como ella les decía. Y eso parecía unos perros tras su amo. En una de esas reuniones, se me dio por seguir a mi tía, y observarla escondida. Mi tía estaba en la cocina, cuando de repente apareció mi papa, se puso a buscar algo en nevera. Ella no se percato de su presencia, ¿o sí?, no lo pude saber, pero inmediatamente se agacho buscando algo en una cajo de abajo, parando bien la colita, que se le marcaba bien en su pequeña tanguita. En esa posición estaba, cuando mi papa lo noto, vi algo nuevo, el miro a todos lados y frotaba sus mano en su bulto, el cual lo note enorme, entre sus piernas se veía de verdad grande, eso me paralizo, mi padre es un hombre que jamás haría algo así, sin decir nada, se acerco de atrás de ella y se la re apoyo, tomándola de la cintura y apretándola contra su bulto. Savannah se levanto rápidamente.
--¡Eeeeeeee! ¿Qué hace Humberto?
Ese era mi padre. El señor Humberto; un hombre de unos 49 años, un hombre con algunas canas en su pelo y en su barba que por cierto estaba perfectamente cortada, la verdad, mi padre una conservaba su galanura, como decía mi madre, era de ojos verdes, piel blanca algo quemada por el sol, alto, media como 1.88. en fin no estaba tan mal, no era de eso viejos barrigones, hacia mucho Ejercicio, trotando cada vez que podía. En fin ese era mi padre un hombre conservador educado y correcto, que estaba pegado al trasero de mi tía Savannah, así de repente con tanta naturalidad.
--¡Como me gusta tu culito! -Dijo mi padre, era la vos de mi padre y si era mi padre, pero era una forma diferente de verlo.
--La manito. -Dijo Sava tratando de sacarle la mano de la cintura. --¡¿Que pasa Humberto el alcohol te atrofio el cerebro?! -Hay estaba mi tía sin pelos en la lengua para decir las cosas.
--No seas mala, si venís así vestida para calentarnos a todos ¿o no? -Retruco mi viejo.--¡Ho mejor dicho a calentarme a mí en particular! ¡En mi casa, delante de mi mujer he hija! ¡Eres una niña mala!
--Puede ser. -Respondió ella. --Pero suéltame. -Sus palabras me hacían temblar el alma, ella dijo puede ser, con vos seductora sonriéndole a mi padre guiñándole el ojos, ella le estaba coqueteando a mi padre.
--Sabes cómo me pones. -Dijo mi padre. --Es un crimen lo que tú haces, debes de pagar por tus actos.
--No.-dijo mi tía cortante.
--Tengo la verga durísima, puedes sentirla. -Dijo mi papa y tomándola de la mano se la apoyo sobre su bragueta. Sava rápido la saco. --Dale, me muero de ganas de cogerte.-Insistió papa. --Y sé que tu también lo quieres, no digas que no.
--Soy la hermana de tu esposa. -Dijo mi tía tratando de hacerlo entrar en razón.
--¿Y? Ella no se tiene que enterar. -Dijo mi padre. --Eso no te importo en el pasado. -Yo me quería morir lo que decía mi padre era una locura. --Recuerda lo mucho que gozábamos esas encontradas he…. No me vengas a decir que se te olvido.
--No, estás loco. -Yo miraba la escena sorprendida, mi padre trataba de convencer a mi tía de cogérsela, no lo podía creer.
Papa no se daba por vencido, la tenía pegada a el mesón de la cocina, con una mano le acariciaba sus entre piernas, que mi tía intentaba serrar, pero igual la mano de mi padre encontraba su camino, por otro lado su potra mano había tomado posesión de una de sus tetas.
--Las tienes duras y redondas… Mmnnn… son perfectas para mí, no te he cogido con estas tetas nuevas, he. -Dijo mi padre yo no me lo creía, no daba reparo en lo que escuchaba y veía.
--Mnnn haaaa Mnnn haaaa. -Mi tía gemía, eso era increíble, se retorcía en los brazo de mi padre, pero no pida zafarse de él.
--Porque te engañas si sabes que lo quieres, mi polla dentro de ti, deseas que te acaba adentro y que te haga gritar como nadie jamás lo había hecho.
--Noooo, basta estás loco Humberto. -Decía mi tía con su cara roja, su pelo hecho un desastre. --Nos vera alguien.
--Si eso es lo que te preocupas, porque no nos vamos a un hotel, o a tu casa, hay estaremos sin problemas no.
--Mnnnn Mnnn haaaa, haaaa, ha, ha, ha, ha. -Mi tía seguía gimiendo ya no podía tanta defensa para que mi padre la tocara.
--Dale, si se nota que andas necesitando verga, yo te la puedo dar. -Mi viejo la había arrinconado, y ya tenía sus manos bien puestas en mi tía Savannah. --Tu novio no está en la ciudad no.
--No, no está.
--Es perfecto entonces.
--Como me calientas, me muero por romperte ese culo otra vez. -Mi padre dijo otra vez, eso era claro, ya se lo había roto, vi la cara de mi tía, era placer puro, al sentir a mi padre, tan cerca de ella y al escuchar lo que le decía, soy mujer, se de eso, no soy una experta en el sexo, pero si he tenido mis aventuras con mis novios, pero esto me prendía más que cualquier cosa. --¡Que tanto te gusta mostrar! -le decía mi papa ya muy caliente.
--¡Soltadme Humberto por favor! -Decía mi tía.
Mi padre le empezó a apretar sus tetas y su trasero, estoy seguro que hay deseo tener más manos.
--Decime ¿Cuántos te tocaron las tetas ya? -preguntó él.
--Algunos.-Respondió Savannah.
--Que putita. -Mi padre preguntaba. --Tu noviecito ya te las toco.
--Si. -Mi tía respondía.
--Huuu pero que suerte tienen ese tipo. -Dijo mi padre riendo. --¿Y ya te las llenaron de leche?
--No.-dijo mi tía.
--Entonces me gustaría ser el primero.
--Hayyyyy Humberto tu si eres. -Dijo mi tía como unan niña pequeña yo me quede de piedra. Mi padre se saco de su cierre su polla. Me quede paralizada al verla.
Era enorme, no solo enorme , eran muy enorme, era gigantismo, era muy grande venuda algo morena venuda y muy gruesa, estaba semi-erecta, el se las masturbo un poco, solo 4 subidas y bajas, y luego la acomodo entre las nalgas mi tía le había subido el vestido a mi tía, ella se abrió las nalgas, y se hecho para un lado su tanguita pequeña, mi padre metió su polla por la concha de mi tía, hasta hay vi eso, luego veía la espalda de mi padre y como la tomaba de la cintura y le daba con fuerza, mi tía gemía.
--Haaaa, ha, haaaa, ha, haaaa, haaaa, ha, haaaa, haa, ha, haaaaa… no…. Haaaaa, ha, ha, ha, haaaa, haaaaa no… ha, ha, ha, ha, ha, ha, hay, haaaaaa hay, hay duro…. Hay no verán ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha. -Gemía mi tía querida como una loca.
--¡¡¡Cállate puta!!!
--Ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, hay, ha, hay, ha, hay, haa, ha, ha, haaaa, ha, ha, ha, ha, ha, haaaa… nos van ha, ha… Ha, ha, ha… nos van ha ver Humberto, hay que rico hoooo haaaaaaaaaaa.
--Dije que te calles perra. -Mi padre le ordenaba mientras mi tía gemía como una perra, yo estaba caliente te la rabia, o tal vez de la calentura de lo que veía, no me di de cuanta cuando me tocaba mi concha, yo traía una falda corta, así que se me hiso fácil, meter mi mano entre mi braga y acariciarme un poco.
--Si.-Dijo mi tía sumisa, no lo creía todo lo que ella me había dicho se venía abajo. --Ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha.
--¡¡¡¡Savannah!!!!-Escuchó del living la voz de mi mamá.
Continuara…
Con el Sello de Placer y Morbo…
Modificada
Papá se cogió a mi tía, así de golpes se los digo, porque así pasó, de golpe se la cogió y yo lo vi. Me llamo Victoria y soy una chica de 18 años. Una mujer madura ya. Yo la adoraba, es mas era mi heroína, la tenía como ejemplo a mi tía Savannah, la quiero mucho, es mi adoración la verdad, me la llevo muy bien con ella, es la segunda hermana menor de mi madre, mi madre tiene dos hermanas menores Savannah es la segunda de ellas la menor de todas es Sofía pero eso será otra historia, bueno, Savannah es la protagonista de esta historia. La admiro, quiero ser como ella, la imito en todo lo que puedo, su actitud con los hombres están increíble, es siempre tan superior, la verdad me fascina, forma de vestirse, es una mescla de sexy y elegante, es única ella siempre me decía.
--Victoria amor… los hombres están para ser dominados por nosotros, son pura hormonas y deseo, esa es su naturaleza, y nosotras somos cerebro así de simple. -Yo la quería mucho, era mi mejor amiga.
Les describiré a mi tía Savannah, para seguir con el relato; es blanca bronceada, de ojos azulados con algo verdoso, y son naturales, labios carnosos sexy, tetas recién operadas, grandes redondas dura perfección, yo se las había tocado, me habían entrado ganas de ponérmelas también, ella se había ofrecido a pagarme la operación si convencía a mis padres, pero volviendo a sus tetas créanme se las he visto y tocado, y gracias al Gym, tiene una cola bien redonda y paradita que vuelve locos a los hombres; además a sus 27 años está en la edad ideal, y una estatura de 1.76, en tacones con ese cuerpazo, se veía de infarto, y no hay hombre que no se la cruce y no piense encogérsela. No solo tiene un cuerpazo, sino que lo muestra sin problemas y le encanta provocar a los hombres, me divertía mucho cuando estaba con ella y ella hacía que los hombres se volvieran como unos simples perros por ella. Yo lo veía cada vez que venía a una reunión familiar o cuando me quedaba en su casa, si tenía su propia casa con carro y todo, me encantaba eso, lo autosuficiente que era ella, tenía un buen trabajo, le iba bien, tenía un enamorado que la complacía en todo, en fin, su vida era la vida que yo quería tener algún día, ella era mi modelo a seguir. En fin en las fiestas reuniones familiares, notaba como todos los hombres estaban re babosos con ella. Yo miraba a Savannah y parecía no importarle, andaba en tacones negros muy lindos que resaltaban su lindo culito, y con unos escotes que mostraban lo bien que le habían quedado las lolas. Siempre andaba sexy; su caminar, siempre parando la cola y moviéndola de un lado al otro, le gustaba inclinarse y dejar ese hermoso culo a disposición de quien quiera verlo, tenía su cabella suelto con ese vestido color salmón que le lucia bien con su color de piel, sus medias son 98-61-110, de grandes curvas por su buen trabajo en el Gym a diario con mucha dieta, con piernas carnosa, cola parada redondita y bien parada, en forma de corazón con un abdomen plano, y senos es firmes, como ya saben. En cada reunión familiar todos los hombres se peleaban por estar al lado de ella, sin importarle estar con sus esposas e hijos, salvo mi padre que siempre la trataba con educación la estrechaba de mano, jamás le daba un beso en la mejilla, lo hacia pero era muy raro, y siempre con una solemnidad increíble, siempre mirándola a los ojos al hablar con ella, mi papi era si de hecho con todas las mujeres, salvo mi madre, que era muy cariñoso con ella, yo le pregunte porque mi padre no. Ella una vez me dijo.
--Bueno amor… tu padre… tu padre… como decir tu padre es de los que yo digo, que hace tiempo murieron por dentro, seguro él no tiene deseo sexuales, solo le interesa hacer dinero y vivir tranquilo… no te preocupes por él, el es así. -Yo asentí, me dio lastima por mis padres, pero era normal muchas parejas caía en lo común en lo habitual y se hacia su forma de vivir y se olvidaban de sexo y otras cosas placenteras.
Una noche en una fiesta familia en mi casa, descubrí algo nuevo que no sabía algo que mi tía, me había ocultado, algo que me hirió, porque la consideraba mi mejor amiga y ella no ebria de tener secretos conmigo, así como yo no tenía con ella. Ya era tarde, muchos de los invitados se habían ido, tengo una casa grande con un patio enorme una sala linda en donde puede entrar muchas personas. Savannah iba a la cocina, y alguno iba detrás de ella a ayudarla. Pobres perros, como ella les decía. Y eso parecía unos perros tras su amo. En una de esas reuniones, se me dio por seguir a mi tía, y observarla escondida. Mi tía estaba en la cocina, cuando de repente apareció mi papa, se puso a buscar algo en nevera. Ella no se percato de su presencia, ¿o sí?, no lo pude saber, pero inmediatamente se agacho buscando algo en una cajo de abajo, parando bien la colita, que se le marcaba bien en su pequeña tanguita. En esa posición estaba, cuando mi papa lo noto, vi algo nuevo, el miro a todos lados y frotaba sus mano en su bulto, el cual lo note enorme, entre sus piernas se veía de verdad grande, eso me paralizo, mi padre es un hombre que jamás haría algo así, sin decir nada, se acerco de atrás de ella y se la re apoyo, tomándola de la cintura y apretándola contra su bulto. Savannah se levanto rápidamente.
--¡Eeeeeeee! ¿Qué hace Humberto?
Ese era mi padre. El señor Humberto; un hombre de unos 49 años, un hombre con algunas canas en su pelo y en su barba que por cierto estaba perfectamente cortada, la verdad, mi padre una conservaba su galanura, como decía mi madre, era de ojos verdes, piel blanca algo quemada por el sol, alto, media como 1.88. en fin no estaba tan mal, no era de eso viejos barrigones, hacia mucho Ejercicio, trotando cada vez que podía. En fin ese era mi padre un hombre conservador educado y correcto, que estaba pegado al trasero de mi tía Savannah, así de repente con tanta naturalidad.
--¡Como me gusta tu culito! -Dijo mi padre, era la vos de mi padre y si era mi padre, pero era una forma diferente de verlo.
--La manito. -Dijo Sava tratando de sacarle la mano de la cintura. --¡¿Que pasa Humberto el alcohol te atrofio el cerebro?! -Hay estaba mi tía sin pelos en la lengua para decir las cosas.
--No seas mala, si venís así vestida para calentarnos a todos ¿o no? -Retruco mi viejo.--¡Ho mejor dicho a calentarme a mí en particular! ¡En mi casa, delante de mi mujer he hija! ¡Eres una niña mala!
--Puede ser. -Respondió ella. --Pero suéltame. -Sus palabras me hacían temblar el alma, ella dijo puede ser, con vos seductora sonriéndole a mi padre guiñándole el ojos, ella le estaba coqueteando a mi padre.
--Sabes cómo me pones. -Dijo mi padre. --Es un crimen lo que tú haces, debes de pagar por tus actos.
--No.-dijo mi tía cortante.
--Tengo la verga durísima, puedes sentirla. -Dijo mi papa y tomándola de la mano se la apoyo sobre su bragueta. Sava rápido la saco. --Dale, me muero de ganas de cogerte.-Insistió papa. --Y sé que tu también lo quieres, no digas que no.
--Soy la hermana de tu esposa. -Dijo mi tía tratando de hacerlo entrar en razón.
--¿Y? Ella no se tiene que enterar. -Dijo mi padre. --Eso no te importo en el pasado. -Yo me quería morir lo que decía mi padre era una locura. --Recuerda lo mucho que gozábamos esas encontradas he…. No me vengas a decir que se te olvido.
--No, estás loco. -Yo miraba la escena sorprendida, mi padre trataba de convencer a mi tía de cogérsela, no lo podía creer.
Papa no se daba por vencido, la tenía pegada a el mesón de la cocina, con una mano le acariciaba sus entre piernas, que mi tía intentaba serrar, pero igual la mano de mi padre encontraba su camino, por otro lado su potra mano había tomado posesión de una de sus tetas.
--Las tienes duras y redondas… Mmnnn… son perfectas para mí, no te he cogido con estas tetas nuevas, he. -Dijo mi padre yo no me lo creía, no daba reparo en lo que escuchaba y veía.
--Mnnn haaaa Mnnn haaaa. -Mi tía gemía, eso era increíble, se retorcía en los brazo de mi padre, pero no pida zafarse de él.
--Porque te engañas si sabes que lo quieres, mi polla dentro de ti, deseas que te acaba adentro y que te haga gritar como nadie jamás lo había hecho.
--Noooo, basta estás loco Humberto. -Decía mi tía con su cara roja, su pelo hecho un desastre. --Nos vera alguien.
--Si eso es lo que te preocupas, porque no nos vamos a un hotel, o a tu casa, hay estaremos sin problemas no.
--Mnnnn Mnnn haaaa, haaaa, ha, ha, ha, ha. -Mi tía seguía gimiendo ya no podía tanta defensa para que mi padre la tocara.
--Dale, si se nota que andas necesitando verga, yo te la puedo dar. -Mi viejo la había arrinconado, y ya tenía sus manos bien puestas en mi tía Savannah. --Tu novio no está en la ciudad no.
--No, no está.
--Es perfecto entonces.
--Como me calientas, me muero por romperte ese culo otra vez. -Mi padre dijo otra vez, eso era claro, ya se lo había roto, vi la cara de mi tía, era placer puro, al sentir a mi padre, tan cerca de ella y al escuchar lo que le decía, soy mujer, se de eso, no soy una experta en el sexo, pero si he tenido mis aventuras con mis novios, pero esto me prendía más que cualquier cosa. --¡Que tanto te gusta mostrar! -le decía mi papa ya muy caliente.
--¡Soltadme Humberto por favor! -Decía mi tía.
Mi padre le empezó a apretar sus tetas y su trasero, estoy seguro que hay deseo tener más manos.
--Decime ¿Cuántos te tocaron las tetas ya? -preguntó él.
--Algunos.-Respondió Savannah.
--Que putita. -Mi padre preguntaba. --Tu noviecito ya te las toco.
--Si. -Mi tía respondía.
--Huuu pero que suerte tienen ese tipo. -Dijo mi padre riendo. --¿Y ya te las llenaron de leche?
--No.-dijo mi tía.
--Entonces me gustaría ser el primero.
--Hayyyyy Humberto tu si eres. -Dijo mi tía como unan niña pequeña yo me quede de piedra. Mi padre se saco de su cierre su polla. Me quede paralizada al verla.
Era enorme, no solo enorme , eran muy enorme, era gigantismo, era muy grande venuda algo morena venuda y muy gruesa, estaba semi-erecta, el se las masturbo un poco, solo 4 subidas y bajas, y luego la acomodo entre las nalgas mi tía le había subido el vestido a mi tía, ella se abrió las nalgas, y se hecho para un lado su tanguita pequeña, mi padre metió su polla por la concha de mi tía, hasta hay vi eso, luego veía la espalda de mi padre y como la tomaba de la cintura y le daba con fuerza, mi tía gemía.
--Haaaa, ha, haaaa, ha, haaaa, haaaa, ha, haaaa, haa, ha, haaaaa… no…. Haaaaa, ha, ha, ha, haaaa, haaaaa no… ha, ha, ha, ha, ha, ha, hay, haaaaaa hay, hay duro…. Hay no verán ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha. -Gemía mi tía querida como una loca.
--¡¡¡Cállate puta!!!
--Ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, hay, ha, hay, ha, hay, haa, ha, ha, haaaa, ha, ha, ha, ha, ha, haaaa… nos van ha, ha… Ha, ha, ha… nos van ha ver Humberto, hay que rico hoooo haaaaaaaaaaa.
--Dije que te calles perra. -Mi padre le ordenaba mientras mi tía gemía como una perra, yo estaba caliente te la rabia, o tal vez de la calentura de lo que veía, no me di de cuanta cuando me tocaba mi concha, yo traía una falda corta, así que se me hiso fácil, meter mi mano entre mi braga y acariciarme un poco.
--Si.-Dijo mi tía sumisa, no lo creía todo lo que ella me había dicho se venía abajo. --Ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha.
--¡¡¡¡Savannah!!!!-Escuchó del living la voz de mi mamá.
Continuara…
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