Apoyada en el tren. Crossdresser

Hoy me pasó algo tremendo. Tenía que ir al centro y me puse un conjunto de tanga y corpiño celeste, medias negras y camiseta de lycra negra.
Después fui a comer, a las cuatro a buscar al nene al jardín y después tenía que ir a la zona sur en tren. Pensaba ir a casa, cambiarme y después viajar, pero todo se complicó. Se me hizo tardísimo, tuve que ir directo en el tren de las 17. 56 a Burzaco. El andén estaba repleto, cuando llegó el tren todos se abalanzaron, cuando entré, la marea humana me llevaba.
Un detalle importante es que el jean no es muy ajustado y con las medias de lycra se va "resbalando" , así que tengo que estar atenta a no quedar mostrando el culo, entangada en el medio de la calle.
Cuando el tren arrancó estaba tan lleno que no podía moverme y apenas me sostenía con el pasamanos del techo.
El tren arranca y al rato siento que atrás tengo a un tipo enorme , más alto y macizo. Al rato un roce en la cola, al rato otro, yo pensaba inocentemente, no está lleno, el vaiven del tren y otras excusas pelotudas. Al rato me apoya y se queda apoyandome. Después de un lapso se empieza a balancear con el vaiven del tren, pero apenas perceptible era que su apoyada era con más fuerza de la que tenía el bamboleo del tren.
No sé de qué tela era su pantalón, pero en un momento empecé a sentir el bulto en el culo. A veces se refregaba, a ceces era un vaiven y otras una apoyada más intensa.
La situación me recalentó, yo apoyé mi cara sobre el brazo quw agarraba el pasamanos, para que no se me escape un gemido.
Ahi ya volaba de la calentura y dije má, sí y empecé a apretar el culo contra su pija. Me levanté un poco la camisa y bajé un poquito el pantalón ofreciéndole mi culo entangado y envuelto en medias de lycra.
Después de eso ya los dos nos frotamos uno contra otro y el parecía que me cogía sin metermela
En um momento sentía un cosquilleo que me subía del culo por la espalda, casi llego al orgasmo sintiendo el roce de la pija contra las nalgas, pasó como media hora y en un momento siento algo tibio, el hijo de puta se pajeó con mi culo y me tiró la leche encima, me quedé dura, sentí el calor que me hervía en la cara, me puse bordó. Sentí como se corría la leche entre la tanga, las medias y mi culo, el tren llega a Adrogué, movimiento de gente que baja y que sube y ahí siento la mano que me toca el orto y después la nada.
Me encantó que me pasara algo así, y cuando llegué a casa vi que mi tanga y mi pitito estaban pegoteados con mi propio precum.