Papi y yo hemos vividosolos desde que yo era pequeña. Él es un hombre de 46 años, mientras que yotengo 24. Mi papa siempre me ha cuidado y mimado el que más al faltar mi madre.Siempre he sido muy celosa en cuanto a mi papi se refiere, es decir que siemprehe espantado a sus novias y me ponía celosa si alguna amiga se acercaba a él.
Al final descubrí que estaba enamorada de mi padre y que queríaque él fuera mi hombre, por lo que decidí seducirle. Y así empezó en que empecéa mostrarme cada vez más mimosa con él, a ir por casa con menos ropa cada vez.yo veía como el me miraba muchas veces cuando iba con mis pantalones cortos ymi camiseta de tirantes que dejaba entrever mis pechos pequeños pero que yaparecían dos pequeñas mandarinas.
Un día en el que llegué a casa más temprano de lo acostumbradome encontré a mi papa oliendo mis braguitas usadas mientras se masturbaba y esoacabó por decidirme. De esa noche no pasaba que no fuera mío.
Por lo que para la cena decidí vestirme realmente sexy para él.Con un jersey que se pegaba a mi cuerpo como una segunda piel y una falditacortita para que pudiera ver que no llevaba nada debajo.
-Guau cielo, cada día estás más hermosa y mayor – me dijo mipapa cuando me vio y yo me sonrojé de gusto.
-Gracias papi, tú también te ves muy bien – dije acercándome y besándolecerca de sus labios con una sonrisa.
Pude notar como todo él se tensó al sentir mi cercanía.
Mientras estábamos cenando traté de mostrarme más cariñosa de lonormal, apretando los bracitos para que mis pechos se marcaran más y el noperdia vista de ellos.
-Realmente te estás haciendo una mujer muy bella – me dijomirando hacía mis pechos.
Yo me reí de una forma algo tonta.
-¿Tú crees papi? – me levante y me mordí el labio.
-C-Claro que sí – carraspeo sin dejar de mirarme.
-¿Te gusto papi? – Murmuré acercándome a él y sentándome en suregazo – porque tú a mí sí…
-C-claro que me gustas hija, ¿cómo no ibas a hacerlo? – preguntóponiendo una mano sobre mi rodilla.
-Entonces hazme tu mujer – susurre mirándolo a los ojos yacercando mis labios a los suyos.
Él por un momento se quedó parado, pero no tardó en responder.Sentí la lengua de mi papi entrar en mi boca y saborearme al igual que yo lohice con él.
-Ummh… – gemí al sentir como su mano subía por mi muslo y merozaba mi cosita.
-No llevas bragas… Que putita eres cielo – me dijo y eso hizoque me pusiera más cachonda si cabe.
-Soy tuya papi – le dije mientras me refregaba contra él.
-Ven, vamos a mi cuarto – me cogió en volandas y me llevo a suhabitación dejándome sobre la cama para luego quitarme el jersey y observar mispechos desnudos a los cuales no tardo en meter mano – dios cielo, estás tanrica…
-Oh si papi, chúpame… – gemía yo al sentir su lengua sobre missensibles pezones.
Su una de sus manos viajó a mi entrepierna y empezó a sobarme.
-Zorrita estas chorreando… – murmuro con voz ronca mientras seguíadevorándome los pechos.
-Sí papi… soy tuya – gemía.
Llevé mi mano a su paquete y empecé a sobarlo por encima de lospantalones.
-Eso putita sóbame, toca la polla de tu padre – me decía refregándosecontra mi mano mientras no dejaba de tocarme y lamerme.
-Oh papi creo que me voy a correr – le dije al sentir como susdedos entraban en mí.
Estaba súper excitada, no quería que parara.
-Sí, córrete zorra, córrete para tu papi – me decía hundiendosus dedos más adentro de mí.
Y así lo hice, me corrí como nunca antes lo había hecho, sintiendolos dedos de mi papi dentro de mí, moviéndose sin cesar.
Él se separó de mí y se desabrochó los pantalones, se los quitójunto con sus calzoncillos dejando ver una polla grande y gruesa. Mi cositavolvió a latir de deseo en cuanto la vi.
-Ven zorrita, ven a lamerme la polla, lame la polla de papi – medijo acercándome su pene a mi cara.
Yo la cogí con una mano, era la primera vez que veía una en vivoy en directo y su tacto me asombro.
-Esta dura papi…
-Sí, es por ti, anda chupármela – me dijo agarrando mi nuca yllevando su pene a mi boca.
Yo como buena hija abrí mi boquita y empecé a chupársela comohabía visto en videos. Traté de hacerlo lo mejor que pude. Lamí su glande y sorbífuerte tratando de darle placer, luego me la metía dentro lo más que podía y elme apretaba la nuca para que cupiera más. A veces me ahogaba, pero él no cejabaen su intento de querer meterme toda su polla en la boca.
-Así, así… ahí que bien la chupas, chúpasela a papi, así, así… –gemía él viendo como entraba en mi boca.
Al final me agarro la cabeza con las dos manos y literalmenteempezó a follarme la boca con su pene. Juro que creí que me ahogaba, pero mepuso aún más cachonda si cabe que me tratara de esa manera.
-Ya basta o me correré antes de tiempo – dijo sacándome tandulce caramelo de mis labios – ven, túmbate y ábrete de piernas que te voy ahacer una verdadera putita.
-Si papi, seré tu putita – gemí tumbándome encima de la cama y abriéndomede piernas para él – pero ten cuidado que aún soy virgen…
-¡Solo faltaría! Pero tranquila zorrita, que papi te cuidará.
Se tumbó encima de mí, sentí su pene rozar mis partes. ¡Dios quebien se sentía!
-Follame papi.
-¿Eso quieres? ¿Quieres que papi te folle?
-Sii!!
-Dímelo, ruégame que te folle zorra.
-¡Follame papi, quiero que me folles que me metas tu polla…
Y eso hizo. Sentí como entraba dentro de mí. Sinceramente mehacía daño, pero no quería que parara, quería que me tomara cual ramera.
-Eso putita, relájate… aah dios, que estrechita estas…. – gemíaél. De pronto entro de golpe, rompiendo así mi himen y yo grité aunque sí que sangré un poquito. lo que sentí esa noche fue algodificil -¡AAAAHHHH!!! Ya papi, sal, que me haces daño – dijeentre lágrimas al sentir tanto dolor.
-Ahora aguanta puta, verás que te va a gustar y vas a venir pidiéndomemás polla – dijo mientras se apretaba más contra mí – esto es el paraíso.
-Papi duele… – gimoteé.
-Relájate y no te dolerá tanto – me beso largo rato hasta queempecé a acostumbrarme – ahora si viene lo bueno.
Y empezó a moverse, al principio lo hizo despacio, pero luegoempezó a follarme con fuertes embestidas que casi me partían.
-Aaah si papi follame no pares!! aaahhh siii siii..
-¿Te gusta verdad? ¿Te gusta como papi te folla? si… claro quesí, eres una zorra… – me decía mientras no dejaba de embestirme con fuerza.
-Síiii… no pares, me encanta! dame más! más!!!!!
Y lo hizo. ¡Me estaba volviendo loca! Juro que sentía como mepartía pero quería más y más. Sentía el cuerpo sudoroso de papa sobre el mío yme encantaba. Él no dejaba de decirme palabras obscenas al oído mientras nodejaba de follarme, de follarse a su niñita.
-Ohh me voy a correr, siéntelo putón, siente como me corrodentro de tí – me dijo dando estocadas secas y sentí su leche caliente bañandomi interior haciendo que me viniera con él de un modo que jamás creí posible-AAAahh siiiiiii!!
-Ahhhhh papiiiii – me abracé a él al sentir tal placer.
Luego de eso nos calmamos un poco y el seguía dentro de mí.
-Cielo, a partir de ahora tú vas a ser mi única mujer.
-Sí papi, solo tuya.
Desde entonces lo hacemos todos los días y algunas repetidasveces. Mi papa también estreno mi culito el día que le pedi que me diera alprimero de nuestros hijos , pero eso es otra historia.
Al final descubrí que estaba enamorada de mi padre y que queríaque él fuera mi hombre, por lo que decidí seducirle. Y así empezó en que empecéa mostrarme cada vez más mimosa con él, a ir por casa con menos ropa cada vez.yo veía como el me miraba muchas veces cuando iba con mis pantalones cortos ymi camiseta de tirantes que dejaba entrever mis pechos pequeños pero que yaparecían dos pequeñas mandarinas.
Un día en el que llegué a casa más temprano de lo acostumbradome encontré a mi papa oliendo mis braguitas usadas mientras se masturbaba y esoacabó por decidirme. De esa noche no pasaba que no fuera mío.
Por lo que para la cena decidí vestirme realmente sexy para él.Con un jersey que se pegaba a mi cuerpo como una segunda piel y una falditacortita para que pudiera ver que no llevaba nada debajo.
-Guau cielo, cada día estás más hermosa y mayor – me dijo mipapa cuando me vio y yo me sonrojé de gusto.
-Gracias papi, tú también te ves muy bien – dije acercándome y besándolecerca de sus labios con una sonrisa.
Pude notar como todo él se tensó al sentir mi cercanía.
Mientras estábamos cenando traté de mostrarme más cariñosa de lonormal, apretando los bracitos para que mis pechos se marcaran más y el noperdia vista de ellos.
-Realmente te estás haciendo una mujer muy bella – me dijomirando hacía mis pechos.
Yo me reí de una forma algo tonta.
-¿Tú crees papi? – me levante y me mordí el labio.
-C-Claro que sí – carraspeo sin dejar de mirarme.
-¿Te gusto papi? – Murmuré acercándome a él y sentándome en suregazo – porque tú a mí sí…
-C-claro que me gustas hija, ¿cómo no ibas a hacerlo? – preguntóponiendo una mano sobre mi rodilla.
-Entonces hazme tu mujer – susurre mirándolo a los ojos yacercando mis labios a los suyos.
Él por un momento se quedó parado, pero no tardó en responder.Sentí la lengua de mi papi entrar en mi boca y saborearme al igual que yo lohice con él.
-Ummh… – gemí al sentir como su mano subía por mi muslo y merozaba mi cosita.
-No llevas bragas… Que putita eres cielo – me dijo y eso hizoque me pusiera más cachonda si cabe.
-Soy tuya papi – le dije mientras me refregaba contra él.
-Ven, vamos a mi cuarto – me cogió en volandas y me llevo a suhabitación dejándome sobre la cama para luego quitarme el jersey y observar mispechos desnudos a los cuales no tardo en meter mano – dios cielo, estás tanrica…
-Oh si papi, chúpame… – gemía yo al sentir su lengua sobre missensibles pezones.
Su una de sus manos viajó a mi entrepierna y empezó a sobarme.
-Zorrita estas chorreando… – murmuro con voz ronca mientras seguíadevorándome los pechos.
-Sí papi… soy tuya – gemía.
Llevé mi mano a su paquete y empecé a sobarlo por encima de lospantalones.
-Eso putita sóbame, toca la polla de tu padre – me decía refregándosecontra mi mano mientras no dejaba de tocarme y lamerme.
-Oh papi creo que me voy a correr – le dije al sentir como susdedos entraban en mí.
Estaba súper excitada, no quería que parara.
-Sí, córrete zorra, córrete para tu papi – me decía hundiendosus dedos más adentro de mí.
Y así lo hice, me corrí como nunca antes lo había hecho, sintiendolos dedos de mi papi dentro de mí, moviéndose sin cesar.
Él se separó de mí y se desabrochó los pantalones, se los quitójunto con sus calzoncillos dejando ver una polla grande y gruesa. Mi cositavolvió a latir de deseo en cuanto la vi.
-Ven zorrita, ven a lamerme la polla, lame la polla de papi – medijo acercándome su pene a mi cara.
Yo la cogí con una mano, era la primera vez que veía una en vivoy en directo y su tacto me asombro.
-Esta dura papi…
-Sí, es por ti, anda chupármela – me dijo agarrando mi nuca yllevando su pene a mi boca.
Yo como buena hija abrí mi boquita y empecé a chupársela comohabía visto en videos. Traté de hacerlo lo mejor que pude. Lamí su glande y sorbífuerte tratando de darle placer, luego me la metía dentro lo más que podía y elme apretaba la nuca para que cupiera más. A veces me ahogaba, pero él no cejabaen su intento de querer meterme toda su polla en la boca.
-Así, así… ahí que bien la chupas, chúpasela a papi, así, así… –gemía él viendo como entraba en mi boca.
Al final me agarro la cabeza con las dos manos y literalmenteempezó a follarme la boca con su pene. Juro que creí que me ahogaba, pero mepuso aún más cachonda si cabe que me tratara de esa manera.
-Ya basta o me correré antes de tiempo – dijo sacándome tandulce caramelo de mis labios – ven, túmbate y ábrete de piernas que te voy ahacer una verdadera putita.
-Si papi, seré tu putita – gemí tumbándome encima de la cama y abriéndomede piernas para él – pero ten cuidado que aún soy virgen…
-¡Solo faltaría! Pero tranquila zorrita, que papi te cuidará.
Se tumbó encima de mí, sentí su pene rozar mis partes. ¡Dios quebien se sentía!
-Follame papi.
-¿Eso quieres? ¿Quieres que papi te folle?
-Sii!!
-Dímelo, ruégame que te folle zorra.
-¡Follame papi, quiero que me folles que me metas tu polla…
Y eso hizo. Sentí como entraba dentro de mí. Sinceramente mehacía daño, pero no quería que parara, quería que me tomara cual ramera.
-Eso putita, relájate… aah dios, que estrechita estas…. – gemíaél. De pronto entro de golpe, rompiendo así mi himen y yo grité aunque sí que sangré un poquito. lo que sentí esa noche fue algodificil -¡AAAAHHHH!!! Ya papi, sal, que me haces daño – dijeentre lágrimas al sentir tanto dolor.
-Ahora aguanta puta, verás que te va a gustar y vas a venir pidiéndomemás polla – dijo mientras se apretaba más contra mí – esto es el paraíso.
-Papi duele… – gimoteé.
-Relájate y no te dolerá tanto – me beso largo rato hasta queempecé a acostumbrarme – ahora si viene lo bueno.
Y empezó a moverse, al principio lo hizo despacio, pero luegoempezó a follarme con fuertes embestidas que casi me partían.
-Aaah si papi follame no pares!! aaahhh siii siii..
-¿Te gusta verdad? ¿Te gusta como papi te folla? si… claro quesí, eres una zorra… – me decía mientras no dejaba de embestirme con fuerza.
-Síiii… no pares, me encanta! dame más! más!!!!!
Y lo hizo. ¡Me estaba volviendo loca! Juro que sentía como mepartía pero quería más y más. Sentía el cuerpo sudoroso de papa sobre el mío yme encantaba. Él no dejaba de decirme palabras obscenas al oído mientras nodejaba de follarme, de follarse a su niñita.
-Ohh me voy a correr, siéntelo putón, siente como me corrodentro de tí – me dijo dando estocadas secas y sentí su leche caliente bañandomi interior haciendo que me viniera con él de un modo que jamás creí posible-AAAahh siiiiiii!!
-Ahhhhh papiiiii – me abracé a él al sentir tal placer.
Luego de eso nos calmamos un poco y el seguía dentro de mí.
-Cielo, a partir de ahora tú vas a ser mi única mujer.
-Sí papi, solo tuya.
Desde entonces lo hacemos todos los días y algunas repetidasveces. Mi papa también estreno mi culito el día que le pedi que me diera alprimero de nuestros hijos , pero eso es otra historia.
3 comentarios - Por Celosa!!! Pt.-1
Cinta el primer anal 10+