Esto fue undía de semana, que arranqué supertemprano porque debía levantarme para ir atrámites muy temprano. Tenía que estar en Olivos a eso de las 9, así que metenía que levantar tipo 8 para desayunar y tomar el colectivo. No sé por qué mequedé dormido y cuando vi el reloj, decía las 8.30. Puteé como loco, me levantécon un toco de sueño, me vestí, desayuné rapidísimo y me fui. Y anduve porOlivos de acá para alla´con el colectivo, que para colmo me dejó mal y tuve quecaminar dos cuadras hasta donde iba. Tras varios quilombos, volví a casa a esode las 12 y media, Y ahí, para completar el culo, me enteré de que justo habíaparo de transportes. La concha puta de su madre, dije. Qué suerte del orto,justo con el sueño que tenía.
Pero se meprendió la lamparita, y por qué no la excitación: llamé a Estela desde mi celu,la pelirroja me atendió, le expliqué que estaba parado ahí y la dulce meofreció ir a su casa a almorzar y luego me llevaba en su auto a Carapachay.Genial, así fue, veinte después me pasó a buscar en su auto, me dio un beso yaunque no estaba maquillada ni de cuero, me excité igual y la manoseé unpoquito para sentir su cuerpo, cómo me gusta, encima la otra se copa. Y bueno,Estela me llevó nomás a su casa y tras convidarme queso y fiambre de entrada,me preparó unos suculentos canelones con salsa blanca que disfruté con ella.Mientras comíamos y charlábamos y yo le contaba de mi periplo, ella me mimaba yacariñaba bien, y me daba ganas de darle, pero no sabía si Ernesto, su marido,venía o qué, o si venía alguien, así que por ahora me quedaba en el molde.Luego, flan con dulce de leche de postre, y como me vio cansadísimo de larápida levantada, Estelita me ofreció re dulce ir a dormir una siestita conella y luego me llevaría en su auto a mi depto. Acepté nomás, me fui a lapieza, me puse cómodo y me metí en la cama como me gusta.
Y claro, de lajornada extenuante me quedé dormido de una, casi que roncaba del cansancio.Cómo sería que ni vi a Estela entrar a la pieza, ponerse cómoda y con tremendocamisón y bombacha meterse en la cama de al lado. Pero media hora después medesperté, y cuando me despierto me agarra la excitación. Y si la veo a Estela,más. Y no sólo la vi, sino que estaba acostada, en camisón y encremadita,seolía el aroma riquísimo de la humectante. Me levanté loco, me acerqué, noté queno estaba dormida, y cuando la pelirroja me preguntó qué pasaba, le dije de una"mmm, mamita, dejame compartir tu cama" y tras levantar el acolchado,me le metí de una. Estela encantada me hizo entrar, me abrazó, mimoseó yapretujó contra su cuerpo perfecto y su piel con aroma a cremita.
Y pasó loimaginable. Loco de furia sexual y con el almuerzo, la siesta y el aroma acrema me la comí cruda. Y me la cogí cruda: la manoseé, la toqueteé toda, tetas,culo, le exigí sacarse el camisón, la ayudé a sacarse, le desprendí el corpiño,le exprimí las tetas preciosas, se las chupé y le pedí que me sacara el calzón.Y Estela, gaucha y agitada por las ganas, me puso en bolas, me acarició el peneque me creció un salchichón grueso, gordo y largo. Estela me lo vio, se le hizoagua la boca, se sacó la bombacha, abrió las piernas y me la cogí penetrándoladurísimo por su ancha y preciosa vagina. Y tras cepillarla duro con locura, lallené eyaculando mi monstruoso semen. La saqué, se la puse en la boca, Estelalamió y tragó, pidió más y le di por cola, derramé semen en sus tetas, se lochupé de ahí, ella me dio su flujo, pegó alaridos y gemidos de placer, besos,chupada de todo, le metí los dedos y le acaricié el clítoris, ella volvió alargar líquido y tras ponerse en cuatro,se comió de nuevo mi salchichón terriblemente. Excitadísimo, furioso por elaroma a cremita y su cuerpo perfecto y delgadito, se la metí y froté con furiahasta acabar terrible semen de nuevo. Estela disfrutó loca mi semen, me lavolvió a chupar bien y luego, nos lavamos y vestimos, nos quedamos haciendofiaca en la cama, y ella me ofreció la merienda. Y me hizo nomás en bata cafécon leche, tostadas, queso y mermelada. Y tras la merienda nutritiva, leagradecí, le di un beso en la boca y chocho volví a casa. Vieron qué buenolevantarse para laburar, si estás con sueñito andate a lo de Estela, que te daalmuerzo, descanso y una buena sesión de sexo. Qué más. Y con Estela.
Pero se meprendió la lamparita, y por qué no la excitación: llamé a Estela desde mi celu,la pelirroja me atendió, le expliqué que estaba parado ahí y la dulce meofreció ir a su casa a almorzar y luego me llevaba en su auto a Carapachay.Genial, así fue, veinte después me pasó a buscar en su auto, me dio un beso yaunque no estaba maquillada ni de cuero, me excité igual y la manoseé unpoquito para sentir su cuerpo, cómo me gusta, encima la otra se copa. Y bueno,Estela me llevó nomás a su casa y tras convidarme queso y fiambre de entrada,me preparó unos suculentos canelones con salsa blanca que disfruté con ella.Mientras comíamos y charlábamos y yo le contaba de mi periplo, ella me mimaba yacariñaba bien, y me daba ganas de darle, pero no sabía si Ernesto, su marido,venía o qué, o si venía alguien, así que por ahora me quedaba en el molde.Luego, flan con dulce de leche de postre, y como me vio cansadísimo de larápida levantada, Estelita me ofreció re dulce ir a dormir una siestita conella y luego me llevaría en su auto a mi depto. Acepté nomás, me fui a lapieza, me puse cómodo y me metí en la cama como me gusta.
Y claro, de lajornada extenuante me quedé dormido de una, casi que roncaba del cansancio.Cómo sería que ni vi a Estela entrar a la pieza, ponerse cómoda y con tremendocamisón y bombacha meterse en la cama de al lado. Pero media hora después medesperté, y cuando me despierto me agarra la excitación. Y si la veo a Estela,más. Y no sólo la vi, sino que estaba acostada, en camisón y encremadita,seolía el aroma riquísimo de la humectante. Me levanté loco, me acerqué, noté queno estaba dormida, y cuando la pelirroja me preguntó qué pasaba, le dije de una"mmm, mamita, dejame compartir tu cama" y tras levantar el acolchado,me le metí de una. Estela encantada me hizo entrar, me abrazó, mimoseó yapretujó contra su cuerpo perfecto y su piel con aroma a cremita.
Y pasó loimaginable. Loco de furia sexual y con el almuerzo, la siesta y el aroma acrema me la comí cruda. Y me la cogí cruda: la manoseé, la toqueteé toda, tetas,culo, le exigí sacarse el camisón, la ayudé a sacarse, le desprendí el corpiño,le exprimí las tetas preciosas, se las chupé y le pedí que me sacara el calzón.Y Estela, gaucha y agitada por las ganas, me puso en bolas, me acarició el peneque me creció un salchichón grueso, gordo y largo. Estela me lo vio, se le hizoagua la boca, se sacó la bombacha, abrió las piernas y me la cogí penetrándoladurísimo por su ancha y preciosa vagina. Y tras cepillarla duro con locura, lallené eyaculando mi monstruoso semen. La saqué, se la puse en la boca, Estelalamió y tragó, pidió más y le di por cola, derramé semen en sus tetas, se lochupé de ahí, ella me dio su flujo, pegó alaridos y gemidos de placer, besos,chupada de todo, le metí los dedos y le acaricié el clítoris, ella volvió alargar líquido y tras ponerse en cuatro,se comió de nuevo mi salchichón terriblemente. Excitadísimo, furioso por elaroma a cremita y su cuerpo perfecto y delgadito, se la metí y froté con furiahasta acabar terrible semen de nuevo. Estela disfrutó loca mi semen, me lavolvió a chupar bien y luego, nos lavamos y vestimos, nos quedamos haciendofiaca en la cama, y ella me ofreció la merienda. Y me hizo nomás en bata cafécon leche, tostadas, queso y mermelada. Y tras la merienda nutritiva, leagradecí, le di un beso en la boca y chocho volví a casa. Vieron qué buenolevantarse para laburar, si estás con sueñito andate a lo de Estela, que te daalmuerzo, descanso y una buena sesión de sexo. Qué más. Y con Estela.
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