Probá, y después decime si te gusta o no (I):
http://www.poringa.net/posts/relatos/3433516/Proba-y-despues-decime-si-te-gusta-o-no-I.html
Todo lo que sucedió después de aquel primer orgasmo no lo recuerdo en forma ordenada. Más bien tengo como imágenes sueltas en mi cabeza de aquel encuentro donde el deseo de penetrar y ser penetradas fueron saciados en casi todas las combinaciones posibles. Imágenes que intentaré contar en este relato.
Mi primer orgasmo fue solo el primer eslabón de la cadena de placer de aquella noche. Me tocaba retribuir el gozo recibido. Así que estando ella acostada, yo arriba de ella y él a un costado de ambas, fui bajando lentamente. Realicé un recorrido con mis labios y mi lengua, pasando por su cuello, deteniéndome especialmente en sus tetas, su ombligo, su vientre, su pubis, hasta llegar a su clítoris. Se estremeció al contacto con mis labios. Gimió, se retorció, me apretó contra ella con sus manos. Mi lengua no dejó centímetro sin humedecer, sumando a la humedad propia que emanaba de aquella suave y deliciosa cavidad. Mis labios apretaron ese clítoris excitado mientras acariciaba sus muslos con mis manos.
Él miraba la escena con su pija siendo devorada por ella. Lo sentí moverse y luego detrás mío, haciendo uso de sus dedos y lengua para empapar aún más mi entrepierna, que era solo la preparación para ser penetrada por uno de sus sex toy. No pude evitar gemir ante invasión de ese grueso pedazo de silicona en mi interior. En ese momento la sentí acabar a ella, estremeciéndose, agarrándose de las sábanas, y llenándome de su acabada mis labios.
Sentí también, solo por un breve momento, el vacío que dejó al sacar el juguete del lugar que ocupaba. Rápidamente me volvió a invadir esta vez con su pija. Comenzó a bombear rápido y profundo, mientras yo subí a la boca de mi compañera de cama. Turnaba mi boca entre sus labios, su cuello y sus tetas. Y aquel juguete se encargó en ese momento de volver a encenderla. En un rápido movimiento intercambiamos posición y fue ella la que, estando en cuatro, fue embestida por el marido, mientras yo seguía entretenida en ese par que poseía. Ese par que me dejó loca de calentura.
Por último, ella subió arriba de él y lo cabalgó frenéticamente mientras yo turnaba mis besos y lengua entre los labios de él y de ella. Él, garrándola firmemente de la cintura a ella, lanzó un gemido marcando el final, inundando de su blanca secreción el interior de ella.
Caímos exhaustos los tres, entre risas y respiraciones agitadas. Cada uno tomó su turno para ducharse y volvió a la cama, donde retomamos la película que había quedado sin verse.
http://www.poringa.net/posts/relatos/3433516/Proba-y-despues-decime-si-te-gusta-o-no-I.html
Todo lo que sucedió después de aquel primer orgasmo no lo recuerdo en forma ordenada. Más bien tengo como imágenes sueltas en mi cabeza de aquel encuentro donde el deseo de penetrar y ser penetradas fueron saciados en casi todas las combinaciones posibles. Imágenes que intentaré contar en este relato.
Mi primer orgasmo fue solo el primer eslabón de la cadena de placer de aquella noche. Me tocaba retribuir el gozo recibido. Así que estando ella acostada, yo arriba de ella y él a un costado de ambas, fui bajando lentamente. Realicé un recorrido con mis labios y mi lengua, pasando por su cuello, deteniéndome especialmente en sus tetas, su ombligo, su vientre, su pubis, hasta llegar a su clítoris. Se estremeció al contacto con mis labios. Gimió, se retorció, me apretó contra ella con sus manos. Mi lengua no dejó centímetro sin humedecer, sumando a la humedad propia que emanaba de aquella suave y deliciosa cavidad. Mis labios apretaron ese clítoris excitado mientras acariciaba sus muslos con mis manos.
Él miraba la escena con su pija siendo devorada por ella. Lo sentí moverse y luego detrás mío, haciendo uso de sus dedos y lengua para empapar aún más mi entrepierna, que era solo la preparación para ser penetrada por uno de sus sex toy. No pude evitar gemir ante invasión de ese grueso pedazo de silicona en mi interior. En ese momento la sentí acabar a ella, estremeciéndose, agarrándose de las sábanas, y llenándome de su acabada mis labios.
Sentí también, solo por un breve momento, el vacío que dejó al sacar el juguete del lugar que ocupaba. Rápidamente me volvió a invadir esta vez con su pija. Comenzó a bombear rápido y profundo, mientras yo subí a la boca de mi compañera de cama. Turnaba mi boca entre sus labios, su cuello y sus tetas. Y aquel juguete se encargó en ese momento de volver a encenderla. En un rápido movimiento intercambiamos posición y fue ella la que, estando en cuatro, fue embestida por el marido, mientras yo seguía entretenida en ese par que poseía. Ese par que me dejó loca de calentura.
Por último, ella subió arriba de él y lo cabalgó frenéticamente mientras yo turnaba mis besos y lengua entre los labios de él y de ella. Él, garrándola firmemente de la cintura a ella, lanzó un gemido marcando el final, inundando de su blanca secreción el interior de ella.
Caímos exhaustos los tres, entre risas y respiraciones agitadas. Cada uno tomó su turno para ducharse y volvió a la cama, donde retomamos la película que había quedado sin verse.
14 comentarios - Probá, y después decime si te gusta o no (II)
Hermosa historia
Hermosa velada!!!!