Mi ex pareja tenía un amigo que era muy parecido a mi, el hecho de que sea tan parecido y tan amigo de mi novia me hacia odiarlo, pero por esas cosas de la mente humana me atraía muchísimo. Soñaba con cojermelo en 4, que se coja a mi jermu, cojerle la mujer. Era terrible lo que me causaba. Tanta fue la insistencia de las juntadas que terminamos llevándonos bien. Un día se puso en pedo y lo tuve que meter en la ducha, lo desnude, y lo duche yo, aproveche para tocarle bien la pija y el disfrutaba, se hacia el boludo, lo bueno es que la tenía más chica que yo.
Un día en un vestuario, empezamos a cambiarnos, nos fuimos a duchar y fue tanta la tension que se creo que terminamos los dos con la pija parada mirandonos.
Eramos muy parecidos físicamente.
Un día salimos solos y por la bebida y la noche terminamos en un puterio con la idea de hacer un trío, la.previa fue fenomenal, era como si hubiéramos franeleado entre nosotros pero con la mina en el medio, nos rozabamos, nos mirábamos, nos deseábamos. En un momento decidimos hacerle una doble penetración. Los dos sabíamos que era para sentir al otro, queríamos que nuestras pijas se rocen, nos teníamos muchísimas ganas, en el momento ese pude sentir como nuestras pijas se frotaban dentro de la mina y como sus testículos me hacian cosquillas en los míos. Acabamos juntos, cuando nos estábamos cambiando yo le agarre la pija y se la acaricie, el también hizo lo mismo, las frotamos, pagamos y nos fuimos.
Nunca más nos volvimos a juntar.
Un día en un vestuario, empezamos a cambiarnos, nos fuimos a duchar y fue tanta la tension que se creo que terminamos los dos con la pija parada mirandonos.
Eramos muy parecidos físicamente.
Un día salimos solos y por la bebida y la noche terminamos en un puterio con la idea de hacer un trío, la.previa fue fenomenal, era como si hubiéramos franeleado entre nosotros pero con la mina en el medio, nos rozabamos, nos mirábamos, nos deseábamos. En un momento decidimos hacerle una doble penetración. Los dos sabíamos que era para sentir al otro, queríamos que nuestras pijas se rocen, nos teníamos muchísimas ganas, en el momento ese pude sentir como nuestras pijas se frotaban dentro de la mina y como sus testículos me hacian cosquillas en los míos. Acabamos juntos, cuando nos estábamos cambiando yo le agarre la pija y se la acaricie, el también hizo lo mismo, las frotamos, pagamos y nos fuimos.
Nunca más nos volvimos a juntar.
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