Soy Marcos y hace unos días llegamos a Venezuela, estoy con mi mejor amigo Antonio. La razón para visitar dicho país es que pensamos en que era una gran oportunidad para nosotros, pues con la crisis que se vive en el país hemos escuchado de conocidos que han vivido experiencias muy interesantes, aunque claro que siempre tomamos con cautela dichas historias nos llamaron mucho la atención y quisimos intentar, pues al final de cuentas no perdemos nada.
Me explico mejor, cuanto logramos juntar una cantidad importante entre Antonio y yo decidimos hacer un viaje durante nuestras vacaciones, pero según nos contaron el dinero en Venezuela se puede multiplicar hasta veinte veces según el tipo de cambio y pensamos que tal vez las historias que nos contaron unos conocidos podía ser verdad. Resulta que según ellos al obtener tales cantidades de dinero por el tipo de cambio en automático se convirtieron en gente influyente en los lugares que visitaban, porque lo que en su país era algo normal en cuestión de precio en Venezuela equivalía a una semana de trabajo completa dependiendo de que se tratara.
Dicen que lograron convencer a chicas guapas de tener sexo con ellos a cambio de dinero, pero no eran prostitutas eran chicas normales que incluso algunas eran mujeres casadas que se sacrificaban por sus hijos y en algunas ocasiones lograron algunas fantasías como tríos o tener sexo con una mujer frente a su marido, así que decidimos intentar corroborar esas historias. Llegamos a Venezuela y pronto nos dimos cuenta de la difícil situación del país, buscamos hospedaje y los lugares estaban casi vacios en su mayoría, pensando en nuestro plan encontramos un lugar muy económico para poder tener mayor oportunidad de convencer a alguna chica.
Éramos los únicos huéspedes del lugar y parecía que había problemas, pues con la poco gente que visitaba el lugar y la crisis general del país parecía que pronto cerrarían y nos dimos cuenta, porque nos trataron como reyes, aunque era un poco incomodo la verdad en momentos. De entre todas las empleadas que tenía el lugar la chica que nos llamó la atención se llama Isabella, rápidamente comenzamos a conocerla para ver nuestras posibilidades con ella, aparentemente tienen problemas en el lugar y ya han despedido personal, tenía miedo de perder su trabajo, porque tiene a su madre enferma y su padre está ausente desde que era niña y es el único sustento de su casa.
Luego de conocer todo esto esperamos el momento indicado para actuar, sabíamos por nuestra estadía que pasadas las 8 de la noche sólo se quedaba en el lugar el guardia de seguridad y la encargada de limpieza, pero siempre alguna persona debía quedarse en el área de juegos y en este caso le toco a Isabella quedarse y vimos la oportunidad perfecta. Fuimos a “jugar billar” y en efecto estaba ella a cargo, la saludamos y hablamos de manera casual, finalmente ya nos conocía por lo que hemos hablado con anterioridad, le dijimos que queríamos jugar billar y le pedimos la mesa más lejana a la entrada, cuando estaba preparando a mesa preguntamos por varias cosas para hacer ambiente hasta que preguntamos por su madre a ella le cambio el semblante de las risas se quedo seria y nos contó que estaba mal la situación, porque ya no podía con los medicamentos por lo complicado que es conseguirlos y lo costosos que son.
En ese momento soltamos la bomba, le dijimos que nosotros pensábamos dejar el país al día siguiente, pero que podíamos ayudarla si ella estaba dispuesta, claro que le llamó la atención nuestras palabras, pero pregunto que fuéramos más específicos, le contamos que nos gustaba y que queríamos algo de compañía, que nosotros estábamos dispuestos a pagar muy bien si nos hacía sentir bien. Claro que se disgusto y se confundió con esto, pero le dijimos que no se preocupará que nosotros no le obligaríamos a nada, pero que lo que ella hiciera seria bien recompensado.
Cuando pregunto que nos interesaba hacer le dijimos que los queríamos tener sexo con ella y grabar o tomar evidencias de lo ocurrido, claro que no le convenció, pero acepto juguetear con nosotros a cambio de dinero, nosotros nos la jugamos y aceptamos, así que cerró el local para estar más tranquilos.
Jugueteamos con ella y al poco rato logramos convencerla luego de decirle la suma que pagaríamos por todo. Ella sólo pidió que lo hiciéramos uno por uno y aceptamos, aunque nos hubiera gustado hacerlo al mismo tiempo con ella. Pensándolo bien seguramente acepto, porque no sólo necesitaba el dinero y que era una suma muy importante, sino que ya no nos vería más y somos de otro país.
La acción comenzó y luego de que hice con ella lo que quise para correrme finalmente en su hermosa cara fue el turno de mi amigo Antonio, era una situación muy morbosa, porque logramos que una chica normal, con buenos valores aceptara tal acción y que grabáramos todo fue épico, además ver a mi mejor amigo penetrarla cuando ya estaba cansada y ser más agresivo con ella (tal vez por la excitación) no lo olvidaré.
Ahora que descubrimos que es posible vamos a intentar buscar a alguna chica más por ahí mientras aún tenemos una importante cantidad de recursos.
Me explico mejor, cuanto logramos juntar una cantidad importante entre Antonio y yo decidimos hacer un viaje durante nuestras vacaciones, pero según nos contaron el dinero en Venezuela se puede multiplicar hasta veinte veces según el tipo de cambio y pensamos que tal vez las historias que nos contaron unos conocidos podía ser verdad. Resulta que según ellos al obtener tales cantidades de dinero por el tipo de cambio en automático se convirtieron en gente influyente en los lugares que visitaban, porque lo que en su país era algo normal en cuestión de precio en Venezuela equivalía a una semana de trabajo completa dependiendo de que se tratara.
Dicen que lograron convencer a chicas guapas de tener sexo con ellos a cambio de dinero, pero no eran prostitutas eran chicas normales que incluso algunas eran mujeres casadas que se sacrificaban por sus hijos y en algunas ocasiones lograron algunas fantasías como tríos o tener sexo con una mujer frente a su marido, así que decidimos intentar corroborar esas historias. Llegamos a Venezuela y pronto nos dimos cuenta de la difícil situación del país, buscamos hospedaje y los lugares estaban casi vacios en su mayoría, pensando en nuestro plan encontramos un lugar muy económico para poder tener mayor oportunidad de convencer a alguna chica.
Éramos los únicos huéspedes del lugar y parecía que había problemas, pues con la poco gente que visitaba el lugar y la crisis general del país parecía que pronto cerrarían y nos dimos cuenta, porque nos trataron como reyes, aunque era un poco incomodo la verdad en momentos. De entre todas las empleadas que tenía el lugar la chica que nos llamó la atención se llama Isabella, rápidamente comenzamos a conocerla para ver nuestras posibilidades con ella, aparentemente tienen problemas en el lugar y ya han despedido personal, tenía miedo de perder su trabajo, porque tiene a su madre enferma y su padre está ausente desde que era niña y es el único sustento de su casa.
Luego de conocer todo esto esperamos el momento indicado para actuar, sabíamos por nuestra estadía que pasadas las 8 de la noche sólo se quedaba en el lugar el guardia de seguridad y la encargada de limpieza, pero siempre alguna persona debía quedarse en el área de juegos y en este caso le toco a Isabella quedarse y vimos la oportunidad perfecta. Fuimos a “jugar billar” y en efecto estaba ella a cargo, la saludamos y hablamos de manera casual, finalmente ya nos conocía por lo que hemos hablado con anterioridad, le dijimos que queríamos jugar billar y le pedimos la mesa más lejana a la entrada, cuando estaba preparando a mesa preguntamos por varias cosas para hacer ambiente hasta que preguntamos por su madre a ella le cambio el semblante de las risas se quedo seria y nos contó que estaba mal la situación, porque ya no podía con los medicamentos por lo complicado que es conseguirlos y lo costosos que son.
En ese momento soltamos la bomba, le dijimos que nosotros pensábamos dejar el país al día siguiente, pero que podíamos ayudarla si ella estaba dispuesta, claro que le llamó la atención nuestras palabras, pero pregunto que fuéramos más específicos, le contamos que nos gustaba y que queríamos algo de compañía, que nosotros estábamos dispuestos a pagar muy bien si nos hacía sentir bien. Claro que se disgusto y se confundió con esto, pero le dijimos que no se preocupará que nosotros no le obligaríamos a nada, pero que lo que ella hiciera seria bien recompensado.
Cuando pregunto que nos interesaba hacer le dijimos que los queríamos tener sexo con ella y grabar o tomar evidencias de lo ocurrido, claro que no le convenció, pero acepto juguetear con nosotros a cambio de dinero, nosotros nos la jugamos y aceptamos, así que cerró el local para estar más tranquilos.
Jugueteamos con ella y al poco rato logramos convencerla luego de decirle la suma que pagaríamos por todo. Ella sólo pidió que lo hiciéramos uno por uno y aceptamos, aunque nos hubiera gustado hacerlo al mismo tiempo con ella. Pensándolo bien seguramente acepto, porque no sólo necesitaba el dinero y que era una suma muy importante, sino que ya no nos vería más y somos de otro país.
La acción comenzó y luego de que hice con ella lo que quise para correrme finalmente en su hermosa cara fue el turno de mi amigo Antonio, era una situación muy morbosa, porque logramos que una chica normal, con buenos valores aceptara tal acción y que grabáramos todo fue épico, además ver a mi mejor amigo penetrarla cuando ya estaba cansada y ser más agresivo con ella (tal vez por la excitación) no lo olvidaré.
Ahora que descubrimos que es posible vamos a intentar buscar a alguna chica más por ahí mientras aún tenemos una importante cantidad de recursos.
3 comentarios - Visitamos Venezuela-Quería ayudar a su madre enferma