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Sin pensar me cogí a mi cuñada.

Que tal amigos de poringa, voy a contarles lo que me ha pasado hace apenas un par de días. Antes que nada me presento, soy alto, delgado y no me considero una persona atractiva.
Estoy en pareja hace poco más de 4 años, tengo 3 cuñadas, pero solo una tiene un buen par de retas y un culo que cualquiera querría coger, no es muy alta así que sus atributos son más notables. Desde el primer día le tuve ganas, pero era bastante mala onda con todos.
Siempre ha sido así, hasta hace unos meses que nos mudamos a su casa por cuestiones de fuerza mayor. Ahí comenzó a hablarme más, a contarme algunas cosas como que le gustaba de un hombre o que le gusta que le hagan, según ella nunca se lo habían hecho anal. Todos con los que estuvo se la querían meter de una y ahí quedaba la cosa. A todo eso ya se me había parado la cerca y ella como que se ha dado cuenta y se reía. Pasaron varios días de este tipo de charlas cuando quedábamos solos.
Ayer llegue a la casa cerca el mediodía y al parecer no había nadie, voy a entrar al baño, que por refacciones solo tiene una cortina. Abro la cortina y la veo a ella, desnuda, que ganas de saltar sobre ella y chupar esas hermosas tetas y su conchita prolijamente depilada. Salí sin decir nada y escucho que me dice
-pasá, si ya me has visto. Aparte estamos solos hasta las 16.
No lo pensé 2 veces, la agarre, le comí la boca dos segundos y baje a sus exquisitas tetas. Más se me endurecía la pija al escucharla gemir. Pase mi mano por esa concha que deseaba, la noté caliente, metí un dedo y estaba toda húmeda. La levanté y la hice acomodar sobre el lavarropas y entré a chupársela.
Su aroma y el sabor de su entrepierna me ponían loco. Al ratito de estar así noto como me agarró fuerte el brazo y lanzó un gemido al tiempo que su cuerpo temblaba. Que lindo recibir su acabada en mi boca.
En un abrir y cerrar de ojos me sacó la ropa, se arrodilla y comienza a chupármela. Que manera de hacerlo, se la metía toda en la boca y me mira a con esa carita de putona.
La hice parar y puse de espaldas para admirar su culito, no me resistí y le di lengua por ese agujerito virgen, se notaba que estaba cerradito. Más estiraba la cola cuando se la besaba. Me incorporo y se la voy metiendo despacito, así comencé un mete y saca lento mientras amasaba sus pechos y apretaba sus pesones.
Le dije que quería probar su cola, como toda respuesta la empinó más. Se la saque y chupé su culo para dilatarlo, lo llené de saliva y apoye la punta de mi verga, hice presión de a poco para ir metiendola pero era difícil. Entro la cabeza y me dijo que le dolía, se la deje un rato sin moverme para que se acostumbre, probé meter un poco más y decía que no, que otro día lo volveríamos a hacer. Le hice caso porque no quería perder oportunidad de volver a tenerla. Entre en su vagina nuevamente, que estaba más caliente y mojada, nos comenzamos a mover sincronizadamente hasta que empezó a gemir como loca y apure los movimientos, acabó mojandome toda la verga y al toque le acabe adentro. Se la saco y me la dejo limpia con su boca. Luego de todo eso me dijo que ella no se cuidaba, que iba a tener que comprar la pastilla del día después, pero que le encantó y la próxima me daría su cola.
En eso escuche una voz que me hablaba, me recuperé y la vi desnuda mientras me decia- pasá, si ya me has visto. Aparte estamos solos hasta las 16.
Saludos amigos, espero les haya gustado.

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