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Cariño y lujuria

Hoy siento unas ganas inmensas de arrancarte la ropa y desnudar tu espíritu, de hacerte mía con todo y alma, se ser el afortunado ser que se deleite con el sabor de tus labios y morir una y otra vez en un bucle de pasión, lívido y deseo...pero sobretodo amor, un amor inconmensurable.

Es así como traviesamente me acerco a ti y te quito lentamente la ropa mientras te beso y me embriago con tu perfume, tus temblores y tus suspiros de excitación, a la vez me quitas la camisa, me bajas el pantalón y disfrutas del mutuo deleite al rozar tu piel con la mía y sentir ese rico calor que produce el tacto de nuestros cuerpos.

Tus besos saben a universo, tu calor es como un sol de extasis, tu cuerpo es la superficie en la que quiero quedarme y tu voz es el canto de los ángeles.

Beso tu cuello, acaricio tu espalda, bajo lentamente a tu pecho y mis labios tibios se pegan en tus senos cuyos pezones se endurecen, gimes y me acaricias el cabello. Succiono tus pechos con tantas ganas que sientes un placer indescriptible, te mojas y mis manos se posan ahora en tus nalgas, apretándolas, acariciándolas, el calor de tu piel incrementa al mismo tiempo que el deseo y volvemos a unir nuestros labios en un beso lleno de lujuria y pasión.

Ahora mi mano llega a tu entrepierna y aún estando de pie te abres un poco obsequiándome el permiso de tocarte, acto seguido tu mano se posa sobre mi miembro erecto y firme, lo presionas y comienza a mover tu mano adelante y atrás, te acercas a mí y muerde mi hombro sin medir palabras, te masturbo y me masturbas, ambos nos perdemos en las ganas... y entre besos, gemidos, risas y mordiscos terminamos juntos de una forma majestuosa, deliciosa y libidosa.

Sin embargo esto solo es el principio, te tomo en mis brazos y de llevo a la cama sin dejar de mirarte a los ojos, te acomodo ahí y te beso nuevamente con deseo, chupo tus pechos, y por fin llego a tu sensible y mojada panocha, sin mediar palabras le doy un beso a tu clítoris y mi lengua penetra tu caliente cavidad que al sentir ese tacto te hace gemir, intento llevar mi lengua a lo más profundo que pueda, mis dedos juegan con tu clítoris y tú acaricias mi cabeza mientras gimes y disfrutas del placer que te brindo.

Juegas con tus pechos, te retuerces y ríes. Verte así me hace feliz, me pone a mil, me hace desearte más y me incita a darte el máximo placer. Inspirado te chupo como nunca, mi lengua y mis dedos se esmeran en hacerte explotar de gusto y tras una deliciosa labor lo consigo llevándote al orgasmo por segunda vez, te quedas sin aliento, tu mirada perdida y tu sonrisa de gusto me excitan aun más y sin perder tiempo pongo mi miembro a juguetear con tu clítoris, y la calentura vuelve a apoderarse de ti, juego hasta que me imploras que lo meta y obedeciendo tus deseos lo meto todo de golpe hasta el fondo, y comienzo a penetrar hasta lo más profundo, dejándote gozar de cada centímetro de mí. Tus gemidos no se hacen esperar, tu profundo calor tan delicioso envuelve mi miembro y me dan ese placer tan único que jamás me cansaría de sentir, a la vez que sientes el calor de mi dura herramienta derritiendo cada rincón de tu panocha, llenandote y dándote un gusto indescriptible que solo puedes sentir y disfrutar como loca.

Tenerte ahí de piernas abiertas y penetrarte, mientras me miras es una de las mejores cosas de la vida, bajo a besarte con desdén, como si fuera la última vez y me abrazas, tus piernas presionan mis glúteos contra ti para sentirme aún más adentro y en ese instante tan rico y magnífico lleno de lujuria nos sentimos en el cielo, nos olvidamos del mundo, solo existimos tú y yo.

Nuestros cuerpo unidos, tan pegados, llenos de calor, sudando, gozando, vibrando en el sexo más delicioso que existe, somos uno y nos follamos el alma. Te mueves a ritmo con mis embestidas y sin parar nos cogemos mutuamente hasta que llega ese instante para el que no existen palabras que lo definan, llevados por el más grande extasis nos pegamos y sin dejar de movernos llegamos al orgasmo más rico y único... lo mejor que el ser humano pueda llegar a sentir... tus ojos de apagan, tu respiración se detiene y en ese instante de infinito placer, nuestras almas se vuelven una sola. Nos dejamos caer extasiados y recuperamos el aliento, nos reímos y nos miramos mutuamente con la seguridad de que somos tal para cual.

Tal vez dos minutos después volvemos a acomodarnos y me incitas a probarte una vez más, con ese encanto pícaro y sensual que hay en tu mirada, tu voz tan única, tu piel tan caliente, tu energía tan atractiva. Te pones a cuatro patas y meneas tu trasero pidiendo más, eso me encanta, me enloquece...

Acto seguido sientes todo mi miembro entrar dentro de ti y comienzo a embestirte otra vez con fuerza hasta el fondo, una y otra y otra vez sin parar, tus gestos y tus movimientos hacen del acto lo mejor de lo mejor, estamos sincronizados y tomando tu cadera te acerco a mi cada vez que lo meto hasta el fondo de tus entrañas y te doy el calor de mi miembro todo para ti, eres la mejor, te mereces todo de mi. Levanto tu torso para alcanzar a besarte y tus pechos se hacen objetivo de mis manos que juegan con ellos apretandolos y pellizcando tus duros pezones, todo es deliciosa contigo, nos movemos sin parar y nos besamos, te penetro rítmicamente y me hago dueño de tu piel, poco a poco puedo notar que te acercas al orgasmo y acelero la velocidad y aumento la fuerza si acaso es posible, y unos segundos después gimes por última vez antes de perderte en el extasis nuevamente, el calor que emana de tu interior me lleva a mil y de forma incontenible termino en chorros de mi caliente esperma inundando tu panocha, nos dejamos caer nuevamente y nos quedamos pegados, yo aún después de haber terminado sigo moviéndome traviesamente hasta que me detengo y beso tu espalda, ambos sonreímos y disfrutamos del momento para recuperar el aire y la energía... luego a ducharse.

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