Para mayor comprensión de esta segunda parte visiten este link:
http://www.poringa.net/posts/relatos/3424124/Orgullo-de-ser-SD.html
Paso casi 1 año y medio de que empezamos a tener una relacion mas formal, yo conoci a sus abuelos, de mi novia ya que ellos la habian educado, ellos se sorprendieron de mi edad, ya que esperarían que su hija se casara con alguien de su edad, pero bueno llegue yo que le vamos a hacer, asi fue que el dia que ella termino su carrera de leyes, decidi hablar con sus abuelos y pedirle su mano todos estuvieron de acuerdo incluso estaban muy alegres ya que me consideraban un hombre exitoso y que era bueno para su nieta.
Asi que para acortar el tiempo y cumplir con los requisitos del registro civil, le pedi a mi empresa de analisis clínicos que si podían darme un Certificado Medico Prenupcial, asi que lo recuerdo bien nos casamos el 24 de octubre solo 1 semana despues de que le entregara el anillo.
La fiesta no fue muy grande solo familiares y amigos cercanos talvez a lo mucho éramos entre 20 o 25 personas.
He despertado, aun estas aquí te veo no te puedo dejar de contemplar...…….. fin
Y ahora viene a mi mente todo lo que 24 horas atrás comencé a hacer para estar aquí contigo. Me levante de la cama sabiendo que sería mi último día como soltero, Pronto serías mi esposa y sólo horas me separaban de ese momento que he esperado toda mi vida, me pongo mi mejor traje uso la mejor colonia que tengo aquella que tú me regalaste, mi Madre me da muchos consejos, mi tía y me abuela hacen bromas y una hora después voy camino para desposarme contigo ante los ojos de los hombres y sus leyes; te espero estoy ansioso por verte , por oír decir que quieres ser mi esposa.
Cinco minutos después llegas tu Estas preciosa luces un vestido azul ceñido al cuerpo, te ves muy muy atractiva, ya quiero meterte en mi cama y verte desnuda, pero soy un caballero y tengo que esperar. Entramos a la notaria y nos casamos por lo civil y ante las leyes de los hombres, nuestros labios se juntan en un tierno y breve beso. Nos separamos prometemos vernos en un par de horas para la ceremonia religiosa; te marchas y yo también, solo Ronda por mi mente todo lo que voy a vivir contigo : el sexo, los hijos la casa el auto y todas esas simplicidades que hacen maravillosa la vida de casados.
Despedimos alos invitados y nos apuramos a tomar el auto para llegar al aeropuerto rumbo a nuestra luna de miel, me comian las ganas de nuestra noche de bodas y no es que no hubiera tenido sexo con anterioridad, si no que seria la primera noche con mi ya esposa.
Asi que como pude me quite la ropa lo mas rapido que pude, mientras ella se quedaba en su lenceria, era momento de hacerle el amor, seria nuestra primer noche como marido y mujer.
Sin darle tiempo a reaccionar ni a girar, empecé a besarle el cuello, ella precio no poner resistencia dejarse llevar. Le pasé una mano por detrás de la cabeza para acariciarle y sujetar su pelo, mientras seguía mordiéndole suavemente su oreja. Ella por fin se giró hacia mí con intención de besarme, pero yo la sujete del pelo y no la dejé, solo rozaba sus labios con los míos sin dejar que me besara.
Con lo tímida que era mi esposa, yo sabía que ella nunca llevaría la iniciativa, así que buscara mis labios me sorprendió y no dejarla besarme supuse que le daría vergüenza te pondría más tensa. En ese momento, mientras aún seguíamos con la tensión de nuestros labios rozándose, empecé con la otra mano sus muslos por debajo del liguero.
Empecé a besarle la mejilla muy cerca de sus labios pero sin tocarlos, en dirección a volver a buscar su cuello para seguir rozándolo con mis labios, con la misma intención de lo que le había hecho segundos antes en su boca, solo rozarle, intentar que se le pusieran los pelos de punta de sentir el roce y que nunca llegaban los besos ni el contacto más directo, solo quería que el tiempo se le hiciera interminable y que cada vez deseara más empezar a sentirme.
Mientras tanto seguía con mi mano tocándole el interior de sus muslos cada vez más cerca de su tanga de encaje, solo acariciando por encima un poquito, mientras seguía jugando por su cuello y oreja y me pareció que empezaba a arquear su cuerpo y se le escapaba un leve gemido como deseosa de que no fuera tan despacio y pasará al siguiente nivel.
Dejé de acariciarle su entrepierna por un momento para bajar la mano acomodarnos mejor en la cama para tener más espacio y estar más cómodos, cuando acabe esta maniobra me pasé por encima hasta su cuerpo y me tumbe encima de ella para rozar su entrepierna con la mía. Mientras me rozaba contra ella para que notará que mientras intentaba calentarla yo también me estaba poniendo y mi polla estaba a punto de explotar. Quería alargar esto lo máximo posible, sabía que si me apuraba a penetrarla y dejaba libre mi calentura más temprano que tarde iba a intentar metérsela y no quería eso, quería hacerla disfrutar y sufrir a la vez, y que tuviera que acabar suplicándome si quería sentirla dentro. Por otro lado, estaba deseando besar y disfrutar esos pechos grandes que solo podía ver debajo de su sujetador, empecé a bajar mi boca y besarle e intentar mordisquearle el pezón con suavidad, pero a la vez tirando un poquito de ellos.
Tuve que parar de rozar mi cuerpo contra el suyo porque corría el riesgo de ponerme más de la cuenta… y me separé de ella decidiendo que era buen momento para bajar mi cabeza entre sus piernas. Empecé a besar y rozar mi boca contra sus braguitas un rato, cuando noté que estaba bastante mojada y subí otra vez para ponerme a su altura, aparte las a un lado las bragas sin ni siquiera quitarlas, y le metí un poquito la puntita, y solo la puntita, así empecé a meterla a un ritmo muy muy lento. Quería que fuera teniendo cada vez más ganas de sentirme y que acabara pidiéndome ella las cosas. Mientras seguía metiendo y sacando la puntita la notaba cada vez más húmeda y caliente.
Volví a parar en seco, y bajar entre sus piernas, no quería correrme tan pronto y si seguía con ese jueguecito de meterle y sacarle la puntita acabaría haciéndolo…
Esta vez sí empecé a pasar mi lengua con su tanga apartidándola solo de un lado, incluso dándole pequeños mordiscos para que notará una mezcla de placer y dolor suave, a la vez aproveche sus flujos para introducir un par de dedos dentro de ella, y no hasta el fondo sino en la misma entrada a mover los dedos buscando su punto más sensible mientras con la lengua aceleraba el ritmo. Solo deseaba verla descontrolarse y notarla correrse y no apartar mi boca en ningún momento.
De pronto noté como mi esposa volvía a arquearse ligeramente, levantando su cuerpo hacia mí, supuse que estaba a punto de correrse, volví a parar en seco y sacar los dedos, me incorporé encima de ella. Se quedó mirándome con una cara mezcla de placer y de ganas de matarme por dejarla a medias. Volví a ponérsela en la entrada y le susurré al oído:
– ¿Qué quieres te haga?
Ella no hablaba, no sé si por timidez o porque espera que aún sin responderme yo no resistiera la tentación y acabara haciéndolo sin que me lo pidiera, pero yo insistí y volví a meterle solo la puntita quedándome así parado unos segundos que se hicieron eternos
– Si no me pides que te la meta la vuelvo a sacar…
Mientras le decía esto, volví a mi juego anterior y metí y saqué varias veces muy despacito la puntita hasta que por fin me dijo:
– Meterla ya entera, que me vas a matar… follame ya que no aguanto más.
En ese momento fue el detonante para de una embestida metérsela de golpe seco hasta el fondo y dejarla así dentro, le metí las manos por debajo del culo para agarrarla bien y poder dar más fuerza a las embestidas que pensaba darle, ya se había acabado el ritmo lento y pausado, para dar paso a un ritmo salvaje, aunque no sabía cuánto tiempo aguantaría así… Pero para asegurarme no acabar antes que ella le dije:
– Solo te dejo que me beses cuando vayas a correrte…
Entre el ritmo, la calentura anterior y lo que me ponía oír como se le escapaban algunos gemidos supe que no tardaría en correrme.
-¿Quieres que pare? – le dije
– Ni se te ocurra o te mato – me contesto muy rápida
Y en ese momento empezó a besarme, esta vez sí la dejé, pues sabía lo que suponía, que estaba a punto de acabar otra vez, no sabía si fruto del ritmo con el que seguía embistiéndole o por todo lo que le decía. Pero nos besamos, le mordí el labio inferior, y su lengua, sus besos fueron increíbles, supongo que por el momento de placer en el que nos lo dimos y por las ganas contenidas. No podía aguantar más y noté que iba a tener uno de las corridas más intentas que recuerdo.
– Córrete conmigo – le dije
Ella ni contestó, solo volvió a besarme y a apretar sus piernas contra mi.
Pasamos unos segundos así abrazados, yo con mi cabeza en sus increíbles pechos, tratando de recuperar el aliento. Cuando pude recuperar algo de fuerza me quite de encima suya, y le baje las braguitas sin decir nada.
– ¿Ahora me las vas a quitar? Eso tenías que haberlo hecho antes.
Si no las quiero manchar con mi semen quiero que se quede todo adentro, sabíamos que tarde o temprano tendríamos hijos.
-Pensé que tendríamos hijos cuando no se despues del año de casados.-
-No de una vez que aun estas joven y yo no muy viejo.-
Asi fue nuestra primer noche de bodas de ahi casi a los 10 meses de casados tuvimos a un nene, nos hicimos análisis clínicos en mi clínica, ahi fue donde descubrí que mi esposa era mi hija, me sorprendí mucho por que eso significa que mi novia de la adolescencia salio preñada y nunca me dijo nada, es un secreto que le he callado a mi esposa, es algo que prefiero callar a perderla a ella y a nuestro hijo. Y bueno al final y al cabo ella no la veo como una hija sino como mi mujer, y no me siento culpable ni responsable de ocultarle esto despues de ya 3 años de haberme enterado.
No es una tragedia pero si es algo que no quiero que nadie mas sepa o conozca por el bien de los 3.
Además que mi mujer, mi nena tiene una linda carrera como abogada en mi empresa de análisis clínicos y el bebe, es a mi parecer muy feliz...
http://www.poringa.net/posts/relatos/3424124/Orgullo-de-ser-SD.html
Paso casi 1 año y medio de que empezamos a tener una relacion mas formal, yo conoci a sus abuelos, de mi novia ya que ellos la habian educado, ellos se sorprendieron de mi edad, ya que esperarían que su hija se casara con alguien de su edad, pero bueno llegue yo que le vamos a hacer, asi fue que el dia que ella termino su carrera de leyes, decidi hablar con sus abuelos y pedirle su mano todos estuvieron de acuerdo incluso estaban muy alegres ya que me consideraban un hombre exitoso y que era bueno para su nieta.
Asi que para acortar el tiempo y cumplir con los requisitos del registro civil, le pedi a mi empresa de analisis clínicos que si podían darme un Certificado Medico Prenupcial, asi que lo recuerdo bien nos casamos el 24 de octubre solo 1 semana despues de que le entregara el anillo.
La fiesta no fue muy grande solo familiares y amigos cercanos talvez a lo mucho éramos entre 20 o 25 personas.
He despertado, aun estas aquí te veo no te puedo dejar de contemplar...…….. fin
Y ahora viene a mi mente todo lo que 24 horas atrás comencé a hacer para estar aquí contigo. Me levante de la cama sabiendo que sería mi último día como soltero, Pronto serías mi esposa y sólo horas me separaban de ese momento que he esperado toda mi vida, me pongo mi mejor traje uso la mejor colonia que tengo aquella que tú me regalaste, mi Madre me da muchos consejos, mi tía y me abuela hacen bromas y una hora después voy camino para desposarme contigo ante los ojos de los hombres y sus leyes; te espero estoy ansioso por verte , por oír decir que quieres ser mi esposa.
Cinco minutos después llegas tu Estas preciosa luces un vestido azul ceñido al cuerpo, te ves muy muy atractiva, ya quiero meterte en mi cama y verte desnuda, pero soy un caballero y tengo que esperar. Entramos a la notaria y nos casamos por lo civil y ante las leyes de los hombres, nuestros labios se juntan en un tierno y breve beso. Nos separamos prometemos vernos en un par de horas para la ceremonia religiosa; te marchas y yo también, solo Ronda por mi mente todo lo que voy a vivir contigo : el sexo, los hijos la casa el auto y todas esas simplicidades que hacen maravillosa la vida de casados.
Despedimos alos invitados y nos apuramos a tomar el auto para llegar al aeropuerto rumbo a nuestra luna de miel, me comian las ganas de nuestra noche de bodas y no es que no hubiera tenido sexo con anterioridad, si no que seria la primera noche con mi ya esposa.
Asi que como pude me quite la ropa lo mas rapido que pude, mientras ella se quedaba en su lenceria, era momento de hacerle el amor, seria nuestra primer noche como marido y mujer.
Sin darle tiempo a reaccionar ni a girar, empecé a besarle el cuello, ella precio no poner resistencia dejarse llevar. Le pasé una mano por detrás de la cabeza para acariciarle y sujetar su pelo, mientras seguía mordiéndole suavemente su oreja. Ella por fin se giró hacia mí con intención de besarme, pero yo la sujete del pelo y no la dejé, solo rozaba sus labios con los míos sin dejar que me besara.
Con lo tímida que era mi esposa, yo sabía que ella nunca llevaría la iniciativa, así que buscara mis labios me sorprendió y no dejarla besarme supuse que le daría vergüenza te pondría más tensa. En ese momento, mientras aún seguíamos con la tensión de nuestros labios rozándose, empecé con la otra mano sus muslos por debajo del liguero.
Empecé a besarle la mejilla muy cerca de sus labios pero sin tocarlos, en dirección a volver a buscar su cuello para seguir rozándolo con mis labios, con la misma intención de lo que le había hecho segundos antes en su boca, solo rozarle, intentar que se le pusieran los pelos de punta de sentir el roce y que nunca llegaban los besos ni el contacto más directo, solo quería que el tiempo se le hiciera interminable y que cada vez deseara más empezar a sentirme.
Mientras tanto seguía con mi mano tocándole el interior de sus muslos cada vez más cerca de su tanga de encaje, solo acariciando por encima un poquito, mientras seguía jugando por su cuello y oreja y me pareció que empezaba a arquear su cuerpo y se le escapaba un leve gemido como deseosa de que no fuera tan despacio y pasará al siguiente nivel.
Dejé de acariciarle su entrepierna por un momento para bajar la mano acomodarnos mejor en la cama para tener más espacio y estar más cómodos, cuando acabe esta maniobra me pasé por encima hasta su cuerpo y me tumbe encima de ella para rozar su entrepierna con la mía. Mientras me rozaba contra ella para que notará que mientras intentaba calentarla yo también me estaba poniendo y mi polla estaba a punto de explotar. Quería alargar esto lo máximo posible, sabía que si me apuraba a penetrarla y dejaba libre mi calentura más temprano que tarde iba a intentar metérsela y no quería eso, quería hacerla disfrutar y sufrir a la vez, y que tuviera que acabar suplicándome si quería sentirla dentro. Por otro lado, estaba deseando besar y disfrutar esos pechos grandes que solo podía ver debajo de su sujetador, empecé a bajar mi boca y besarle e intentar mordisquearle el pezón con suavidad, pero a la vez tirando un poquito de ellos.
Tuve que parar de rozar mi cuerpo contra el suyo porque corría el riesgo de ponerme más de la cuenta… y me separé de ella decidiendo que era buen momento para bajar mi cabeza entre sus piernas. Empecé a besar y rozar mi boca contra sus braguitas un rato, cuando noté que estaba bastante mojada y subí otra vez para ponerme a su altura, aparte las a un lado las bragas sin ni siquiera quitarlas, y le metí un poquito la puntita, y solo la puntita, así empecé a meterla a un ritmo muy muy lento. Quería que fuera teniendo cada vez más ganas de sentirme y que acabara pidiéndome ella las cosas. Mientras seguía metiendo y sacando la puntita la notaba cada vez más húmeda y caliente.
Volví a parar en seco, y bajar entre sus piernas, no quería correrme tan pronto y si seguía con ese jueguecito de meterle y sacarle la puntita acabaría haciéndolo…
Esta vez sí empecé a pasar mi lengua con su tanga apartidándola solo de un lado, incluso dándole pequeños mordiscos para que notará una mezcla de placer y dolor suave, a la vez aproveche sus flujos para introducir un par de dedos dentro de ella, y no hasta el fondo sino en la misma entrada a mover los dedos buscando su punto más sensible mientras con la lengua aceleraba el ritmo. Solo deseaba verla descontrolarse y notarla correrse y no apartar mi boca en ningún momento.
De pronto noté como mi esposa volvía a arquearse ligeramente, levantando su cuerpo hacia mí, supuse que estaba a punto de correrse, volví a parar en seco y sacar los dedos, me incorporé encima de ella. Se quedó mirándome con una cara mezcla de placer y de ganas de matarme por dejarla a medias. Volví a ponérsela en la entrada y le susurré al oído:
– ¿Qué quieres te haga?
Ella no hablaba, no sé si por timidez o porque espera que aún sin responderme yo no resistiera la tentación y acabara haciéndolo sin que me lo pidiera, pero yo insistí y volví a meterle solo la puntita quedándome así parado unos segundos que se hicieron eternos
– Si no me pides que te la meta la vuelvo a sacar…
Mientras le decía esto, volví a mi juego anterior y metí y saqué varias veces muy despacito la puntita hasta que por fin me dijo:
– Meterla ya entera, que me vas a matar… follame ya que no aguanto más.
En ese momento fue el detonante para de una embestida metérsela de golpe seco hasta el fondo y dejarla así dentro, le metí las manos por debajo del culo para agarrarla bien y poder dar más fuerza a las embestidas que pensaba darle, ya se había acabado el ritmo lento y pausado, para dar paso a un ritmo salvaje, aunque no sabía cuánto tiempo aguantaría así… Pero para asegurarme no acabar antes que ella le dije:
– Solo te dejo que me beses cuando vayas a correrte…
Entre el ritmo, la calentura anterior y lo que me ponía oír como se le escapaban algunos gemidos supe que no tardaría en correrme.
-¿Quieres que pare? – le dije
– Ni se te ocurra o te mato – me contesto muy rápida
Y en ese momento empezó a besarme, esta vez sí la dejé, pues sabía lo que suponía, que estaba a punto de acabar otra vez, no sabía si fruto del ritmo con el que seguía embistiéndole o por todo lo que le decía. Pero nos besamos, le mordí el labio inferior, y su lengua, sus besos fueron increíbles, supongo que por el momento de placer en el que nos lo dimos y por las ganas contenidas. No podía aguantar más y noté que iba a tener uno de las corridas más intentas que recuerdo.
– Córrete conmigo – le dije
Ella ni contestó, solo volvió a besarme y a apretar sus piernas contra mi.
Pasamos unos segundos así abrazados, yo con mi cabeza en sus increíbles pechos, tratando de recuperar el aliento. Cuando pude recuperar algo de fuerza me quite de encima suya, y le baje las braguitas sin decir nada.
– ¿Ahora me las vas a quitar? Eso tenías que haberlo hecho antes.
Si no las quiero manchar con mi semen quiero que se quede todo adentro, sabíamos que tarde o temprano tendríamos hijos.
-Pensé que tendríamos hijos cuando no se despues del año de casados.-
-No de una vez que aun estas joven y yo no muy viejo.-
Asi fue nuestra primer noche de bodas de ahi casi a los 10 meses de casados tuvimos a un nene, nos hicimos análisis clínicos en mi clínica, ahi fue donde descubrí que mi esposa era mi hija, me sorprendí mucho por que eso significa que mi novia de la adolescencia salio preñada y nunca me dijo nada, es un secreto que le he callado a mi esposa, es algo que prefiero callar a perderla a ella y a nuestro hijo. Y bueno al final y al cabo ella no la veo como una hija sino como mi mujer, y no me siento culpable ni responsable de ocultarle esto despues de ya 3 años de haberme enterado.
No es una tragedia pero si es algo que no quiero que nadie mas sepa o conozca por el bien de los 3.
Además que mi mujer, mi nena tiene una linda carrera como abogada en mi empresa de análisis clínicos y el bebe, es a mi parecer muy feliz...
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