Mi suegro me hizo suya antes que su hijo.

Conocí a mi suegro antes que a su  hijo, mi pareja.


Yo era promotora. Trabajaba muchoen stands de exposiciones, en general unos de autos de una marca conocida. Paramuchos la vida de promotora puede ser sacarificada. Tacos altos, parada muchashoras, siempre con una sonrisa. Las calzas son cómodas, las prefiero a laspolleras cortas que me pedían que me pusiera. Una tiene que adaptarse aluniforme que le imponen.


Por el stand pasan muchaspersonas. Hombres con sus esposas que la miran a una de reojo, tratando devitar que la mujer se dé cuenta, algunos de ellos se las ingenian para pasarmas tarde solos y preguntar cualquier cosa para acercarse… otros con sus noviasy finalmente los que pasan solos y hacen gestos, guiñan ojos y te adulan.


Como promotora una recibe muchaspropuestas y conoce mucha gente. Algunas propuestas son interesantes: cenar,tomar algo, aceptar un regalo, pero siempre una sabe que el final de lahistoria es la cama. Ese es el objetivo de ellos… lo que nos saben es quetambién era mi objetivo en los casos que aceptaba salir con ellos. Los hombresson así, les gusta saberse ganadores.


Una tarde paso él… se mantuvoprimero a la distancia, como observando el stand. Tenía unos 36 años, deaspecto cuidado y bien vestido. A los minutos se acercó, comenzó a hacermepreguntas sobre los autos y a mirarme el escote. Finalizando la breve charla meinvito a cenar. Me dijo: “termino unas cosas y en una hora paso para que medigas si aceptas. Pensalo:”. Mis compañeras promotoras me alentaban a aceptar.Pero yo decía que no, yo recién había cumplido 20 años y ese hombre tenía unos36. Me insistieron y me quedé pensando…


A las dos horas pasó por elstand. Le respondí que sí. Esa noche me pasó a buscar en su auto. Nunca voy a olvidarsu perfume. Me llevó a cenar a un lugar muy lindo. Charlamos mucho, me preguntópor mi novio, cuanto hace que salía con él, la relación y esas cosas.


Me encantaban los ojos de esehombre de 36 que miraban en detalle el físico de esta chica de 20. Lo descubrívarias veces mirándome las tetas… sonreía y desviaba la vista. Después de cenarfuimos a su auto. Yo esperaba que me avanzara, estaba segura que una vez dentrodel auto, se me acercaría y me besaría. Nada de eso paso. Me llevó a mi casa. Albajar del auto e dijo: “la pase muy bien, mañana te llamo”. Entre a mi casa sinentender lo que había pasado. Ni me había besado!...


Una semana después me llamo alcelular. Pensé en no atenderlo, luego en no aceptar su invitación… pero acepte.Esa noche salimos. Pero me llevó a su casa: “cociné especialmente para vos”, medijo. Entramos. Llegamos a la cocina yme dijo: “mi hijo no está, vuelve mañana”. Se acercó me tomo de la cintura y mebesó. Sentí sus labios, su lengua buscando la mía… sus manos bajando por mi espalda...me puso contra la mesa y comenzó a tocarme y besarme… y me encantó. Sentí sus labios por mi cuello,cerré los ojos… y sus manos comenzaron a tocar mi cola… me exitó. Dije no dosveces… pero no podía evitar disfrutar de las cosas que me hacía… comencé a respirar rápido y a sentir deseos de comerle la boca. Sentí sus manos tocándome lospechos sobre mi remera. Mis pezones duros se notaban debajo de la ropa. Me sacóla remera y observó mis pechos dentro del corpiño (sostén) grandes, firmes ysuaves. Paso su mano por ellos, sentí la punta de sus dedos acariciandorepetidas veces mis pezones, mientras me besaba la boca y el cuello. De prontosu boca bajo bruscamente hasta mis tetas y comenzó a chuparme los pezones sinpiedad… me volvió loca.



Me llevo a la cama. Se sacó laropa. Su pecho se notaba estaba acostumbrado al gym. Se sacó el pantalón. Su bóxermarcaba su bulto. Estaba muy exitado. Me beso y sentí como me había inclinarsobre la cama y como poco a poco estaba sobre mí.


Sus manosapretaban mis pechos mientras los devoraba con su boca. Comencé a humedecerme ya sentir sus dedos entre mis piernas. Me sacó la colaless y con sus manos comenzóa tocarme entre mis piernas. Gemí… sentí como mis pezones se transformaban enrocas de lo duro que se ponían. Fue besándome hasta el ombligo. Luego sus manosabrieron mis piernas y sentí su lengua… sus labios…. Y comencé a gemirdescontrolada.


Luego de variosminutos se puso de pié. Se bajó su bóxer y vi ese gran bulto estirarse. Seagigantaba libre… lo acercó a mi boca y comencé a chupárselo. La tenia grande ydura. Mientras se la chupaba él acariciaba mi nuca y me decía… “nena no pares,seguí chupándola”…


Después vinosobre mí. Sentí como sus manos abrían mis piernas y como su pedazo rozaba miconcha húmeda. Y al fin me la clavó. Fuerte sentí como abría en dos mi concha.Como su pija entraba y salía mientras mis manos acariciaban su espalda. Y luegocomenzó más fuerte y más… y más…!! Ese hombre de 36 me estaba cogiendo y yogemía d placer… hasta que le acabé…. Dos veces.


Seguimosviéndonos. Me convenció de trabajar en su empresa, como su secretaria. Allíconocí a su hijo. Tiempo después comenzamos con el hijo a salir y nos pusimosde novio. El papá me decía “lo veo muy contento a mi hijo… estoy seguro que loestás matando en la cama”. Yo me reía y entonces el me besaba y me decía… “mecalienta más cogerte” y me puso varias veces sobre el escritorio y me cogía.
Hoy, 5 añosdespués todavía disfruto del padre…. y del hijo.