Para quienes quieren hilvanar la historia, aquí les dejo la primer parte:
http://www.poringa.net/posts/relatos/3415026/Cuidando-de-mi-ahijada-resubido.html
Como decía, no pasó mucho tiempo para que volviésemos a estar juntos. Por razones de trabajo mi mujer debía viajar a Mendoza el martes a la noche y volvería el viernes, es decir que por 72 hs. tendríamos la casa a nuestra disposición.
Llevamos a mi esposa a la terminal de ómnibus y la despedimos: un "... pórtense bien ..." de despedida hizo que sintiera algo de culpa por lo que indefectiblemente iba a suceder.
Luego de despedirla le propuse ir a comer algo a un bar, cosa que Rocío aceptó con gusto ... estaba con un vestido amplio muy hippie y se había hecho una gran trenza en su cabello, la frescura de sus años hacía poner duro al "amigo" en forma constante.
Después de una pizza y un par de cervezas emprendimos el camino a casa. Rocío se acomodó en el asiento y antes de hacer tres cuadras me pidió que parase en una plaza... se subió apenas el vestido para liberar movimiento y se sentó encima mío, de frente a mí, y me tomó la cara con sus manos y me besó profundamente.
Yo acariciaba sus piernas y su culo ... ella se movía suavemente sobre mi pija ... eran las 8 de la noche y aún estaba claro por lo que le pedí que esperásemos a estar solos en casa ya que alguien nos podría ver ... ella sonrió y llevando su mano a su concha mojó sus dedos y los puso en mi boca "... mirá como estoy ... no te gusta el peligro ? ..."
Lamí uno a uno sus dedos y con una mano saqué un pecho y lo comencé a chupar y morder ... ella gemía y acelerando los movimientos de su cadera acabó, mojando no solo su bombacha sino parte de mi pantalón.
" ... me hacés acabar sin tocarme ..." dijo. "... vamos a tu casa así estamos juntos sin que nadie pueda vernos..."
Fuimos directamente a mi habitación, en segundos nos despojamos de nuestras ropas y mientras nos besábamos caímos en la cama.
Parafraseando a Arjona "le besé hasta la sombra", literalmente ... ella gemía, gritaba, lloraba ...todavía no había sido penetrada y ya había acabado dos..tres veces ...
Busqué un preservativo en el cajón y me dispuse a entrar en su interior... pero antes de que lo pusiera ella se la había metido en la boca y chupaba a mil revoluciones por minuto, lo que hizo que la llenara con mi leche.
Nos quedamos acostados abrazados durante unos 20 minutos ... sus elogios a mi tarea me hacían sentir un macho alfa: seguramente los pendejos que se había comido lo habían hecho mejor que yo, pero ella tenía ese encanto de hacerme sentir el mejor.
Ya recobrada mi dureza, la puse en cuatro patas ...volví a lamer y morder su clítoris haciendo que pegara gritos de placer ... lamí su culo, intentando dilatarlo... me dijo que era virgen, que tuviese cuidado ...llevé la cabeza de mi pija hacia su hoyito pasándola de arriba a abajo como un pincel, mojándolo con sus propios jugos, pero la resistencia era grande ... intenté cien veces pero no entraba más allá de una cuarta parte y por pedido de ella y para no arruinar el momento, dejé de insistir.
Abrí más sus piernas y empujé su cintura hacia abajo para que quedara más expuesta su concha... metí en un solo movimiento cabeza y tronco quedándome allí un rato ... agarré su trenza con mis dos manos y ella estiró sus brazos tomándose de los barrotes del respaldar de la cama ... y comencé un meta y saque regulando ritmos, tironeando y aflojando su cabello hasta que descargué mi leche en su totalidad.
Después de unos besos nos duchamos juntos.
Eran las 3 de la madrugada y yo entraba a trabajar a las 7 ... me esperaba una larga jornada y 48 horas más de placer.
http://www.poringa.net/posts/relatos/3415026/Cuidando-de-mi-ahijada-resubido.html
Como decía, no pasó mucho tiempo para que volviésemos a estar juntos. Por razones de trabajo mi mujer debía viajar a Mendoza el martes a la noche y volvería el viernes, es decir que por 72 hs. tendríamos la casa a nuestra disposición.
Llevamos a mi esposa a la terminal de ómnibus y la despedimos: un "... pórtense bien ..." de despedida hizo que sintiera algo de culpa por lo que indefectiblemente iba a suceder.
Luego de despedirla le propuse ir a comer algo a un bar, cosa que Rocío aceptó con gusto ... estaba con un vestido amplio muy hippie y se había hecho una gran trenza en su cabello, la frescura de sus años hacía poner duro al "amigo" en forma constante.
Después de una pizza y un par de cervezas emprendimos el camino a casa. Rocío se acomodó en el asiento y antes de hacer tres cuadras me pidió que parase en una plaza... se subió apenas el vestido para liberar movimiento y se sentó encima mío, de frente a mí, y me tomó la cara con sus manos y me besó profundamente.
Yo acariciaba sus piernas y su culo ... ella se movía suavemente sobre mi pija ... eran las 8 de la noche y aún estaba claro por lo que le pedí que esperásemos a estar solos en casa ya que alguien nos podría ver ... ella sonrió y llevando su mano a su concha mojó sus dedos y los puso en mi boca "... mirá como estoy ... no te gusta el peligro ? ..."
Lamí uno a uno sus dedos y con una mano saqué un pecho y lo comencé a chupar y morder ... ella gemía y acelerando los movimientos de su cadera acabó, mojando no solo su bombacha sino parte de mi pantalón.
" ... me hacés acabar sin tocarme ..." dijo. "... vamos a tu casa así estamos juntos sin que nadie pueda vernos..."
Fuimos directamente a mi habitación, en segundos nos despojamos de nuestras ropas y mientras nos besábamos caímos en la cama.
Parafraseando a Arjona "le besé hasta la sombra", literalmente ... ella gemía, gritaba, lloraba ...todavía no había sido penetrada y ya había acabado dos..tres veces ...
Busqué un preservativo en el cajón y me dispuse a entrar en su interior... pero antes de que lo pusiera ella se la había metido en la boca y chupaba a mil revoluciones por minuto, lo que hizo que la llenara con mi leche.
Nos quedamos acostados abrazados durante unos 20 minutos ... sus elogios a mi tarea me hacían sentir un macho alfa: seguramente los pendejos que se había comido lo habían hecho mejor que yo, pero ella tenía ese encanto de hacerme sentir el mejor.
Ya recobrada mi dureza, la puse en cuatro patas ...volví a lamer y morder su clítoris haciendo que pegara gritos de placer ... lamí su culo, intentando dilatarlo... me dijo que era virgen, que tuviese cuidado ...llevé la cabeza de mi pija hacia su hoyito pasándola de arriba a abajo como un pincel, mojándolo con sus propios jugos, pero la resistencia era grande ... intenté cien veces pero no entraba más allá de una cuarta parte y por pedido de ella y para no arruinar el momento, dejé de insistir.
Abrí más sus piernas y empujé su cintura hacia abajo para que quedara más expuesta su concha... metí en un solo movimiento cabeza y tronco quedándome allí un rato ... agarré su trenza con mis dos manos y ella estiró sus brazos tomándose de los barrotes del respaldar de la cama ... y comencé un meta y saque regulando ritmos, tironeando y aflojando su cabello hasta que descargué mi leche en su totalidad.
Después de unos besos nos duchamos juntos.
Eran las 3 de la madrugada y yo entraba a trabajar a las 7 ... me esperaba una larga jornada y 48 horas más de placer.
5 comentarios - Cuidando a mi ahijada (2° parte)
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