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Chantaje a la Profesora

Marta miró su reloj, faltaban dos minutos para las 11 de mañana, se dirigía acelerada por el pasillo hacia los baños de profesores, entró en el de mujeres, comprobó que ninguna de las dos cabinas estuviese ocupada,  -menos mal que no hay nadie- se dijo, mientras entraba en la cabina del fondo y ponía el cerrojo de la puerta. Sus manos subieron su falda negra hasta la cintura, se bajó las bragas hasta las rodillas, se sentó en la taza del wc y separó las piernas.
 
Llevaba su móvil en la mano, seleccionó el Whatsapp y se dispuso a mandar el mensaje de voz que todos los días enviaba a las 11 en punto de la mañana:
 
-Mensaje de Marta hoy viernes, dia 14 de junio de 2019. Quiero decirle a mi dueño que su hembra Marta está caliente, mojada y dispuesta, para lo que quiera, cuando quiera y donde quiera. Mi dueño no necesitará una perra, porque yo soy su perra, la más fiel y obediente que pueda encontrar. Mi dueño no necesitará una puta porque yo soy su puta, más complaciente y dispuesta que ninguna. Tu eres mi dueño y yo tu hembra, por eso te enviaré este mensaje cada dia para que no lo olvides jamás- pulso el botón de enviar y espero
 
Apenas unos segundos después, sonó el pitido de la respuesta -muy bien, así me gusta, me apetece verte, ponmela dura, si se la pones dura a tu hombre podrás tocarte zorrita-, Marta pulso la opción de videollamada, cogio el movil con la mano izquierda, extiende el brazo para facilitar una panorámica lo más amplia posible, enfoco a sus pies, llevaba unos zapatos negros de tacón no excesivamente alto, medias negras altas al muslo, subió un poco más el enfoque de la cámara, su falda arremangada a la cintura dejaba ver sus piernas abiertas, todo lo que permitían sus bragas blancas tensadas a la altura de las rodillas.
 
-Quítate las bragas joder, no puedo verte bien el coño- se oyó
 
Marta se apresuró a bajarlas con su mano derecha sin dejar de enfocar y se las saco del todo.
 
-Guardalas en el bolso, no las necesitas- y ella obedeció
 
Ahora abrió las piernas por completo y enfocó la cámara del móvil directa a su entrepiernas, sus medias negras altas al muslo dejaban paso a su piel morena, muy bronceada pero justo a la altura de su entrepierna se notaba muy claramente la marca del bikini y aquel bronceado intenso pasaba a ser un blanco puro que hacía resaltar más si cabe la abundante mata de pelo negro de su pubis, recortado justo a ras de las ingles, aquel generoso felpudo ocultaba por completo su sexo disimulando la entrada de su vagina.
 
-Abreme el coño con los dedos, quiero ver a MI PUTA  bien abierta para mi-
 
Marta obedeció y con dos dedos de su mano derecha separa los labios del coño para dejar ver una entrada sonrosada de su vagina, brillante por la humedad, sus dedos se empaparon tan solo de rozar sus labios vaginales, estaba mojada, muy mojada, le excitaba sobre manera saber que a su Dueño se la ponía dura verla así.
 
-Sacate las tetas
 
Marta soltó los labios de su sexo y subió la mano, llevaba una blusa blanca, abotonada hasta arriba de forma discreta, la blusa era un poco amplia pero se le ceñía bastante a la altura del pecho por la presión que ejercían sus generosas tetas, fue soltando los botones uno a uno hasta dejarla completamente abierta, un sujetador blanco de aros, cerrado, no muy sugerente pero que le recogía bastante su abundante pecho quedo a la vista.
 
-Sabes que a tu dueño le gusta que vayas sin sostén, me gusta ver como se te menean las tetas cuando andas, pareces una mojigata con esa coraza-
 
Marta bajó la cabeza, no le gustaba contradecir los caprichos de su Dueño, pero el sabia perfectamente que eso no podía hacerlo, era profesora de instituto, nunca le había gustado llamar la atención y menos con sus alumnos adolescentes. Estaba contratada en un colegio religioso donde se mantenía la enseñanza segregada, clases solo de chicos o de chicas, la imagen en el centro era muy importante, los alumnos llevaban todos uniformes, las profesoras eran una clara minoría en un claustro de profesores de maduros varones.
 
Ensimismada en sus pensamientos, una frase la hizo reaccionar-Te he dicho que te saques las tetas ZORRA-  Marta dirigió su mano al cierre central del sujetador, había decidido comprarlos con cierre delantero después del primer día que su Dueño le pidió un numerito parecido en el baño, Marta usaba una talla 100 de generosa copa D, soltó el cierre y la presión de sus tetas las dejo completamente a la vista. Resaltaba la marca del bikini, el contraste de su piel tan bronceada con aquellas tetas tan blancas, que definían perfectamente el contorno de la línea que ocultaba el bikini cuando tomaba el sol
 
-me gusta verte desnuda, ver claramente lo que ven y lo que no ven los demás, es muy excitante ver este felpudo negro enmarcado en esa piel tan blanca, igual que el culazo y las tetas, te resaltan sobremanera- le decía su dueño habitualmente cuando la veía cada tarde desnuda, y a ella le encantaba sentirse deseada, ver cómo su cuerpo ponía tan dura la polla de su amante aquel macho dominante la volvía loca de deseo.  Por eso, a pesar de sus reticencias iniciales no tardó en dejarse convencer de posar desnuda para su amante que la grababa en video y le hacía fotos, indistintamente, en todo tipo de poses obscenas, con ropa, sin ropa, con disfraces que cada semana le regalaba, de criada, de enfermera, de secretaria, la fantasía de aquel hombre no tenía fin, y a ella le encantaba ser su objeto de deseo.
 
A sus 36 años mantenía un pecho firme, nada fácil debido a su considerable tamaño, era mujer muy aficionada al deporte y asidua al gym, gracias a eso y a su dieta se conservaba muy delgada, lo que hacia resaltar mas sus curvas, su generoso pecho y sus caderas anchas daban paso a unas poderosas nalgas, desde luego sus curvas muy a su pesar  llamaban mucho la atención. Las areolas de sus pechos eran grandes, oscuras, parecían dos galletitas terminadas en dos pezones grandes, puntiagudos, que ahora mismo tenía duros, muy duros, le dolían por la excitación.
 
-Con esa falda negra y esa blusa blanca pareces una camarera- le dijo el hombre -pero no una camarera como me gusta, me gusta verte ayer,  con aquel disfraz de camarera sexy, con aquella faldita negra tan cortita que dejaba ver tu culo y tu coño y aquel escote tan grande que casi se te salían las tetas, mmm asi si me gusta verte puta mia.-
 
-Este es  el uniforme del colegio- dijo Marta resignada -sabes que cuando puedo me gusta ponerme todo lo que te pone cachondo, mi Dueño- añadió
 
-Las camareras al menos van más escotadas para motivar a los clientes, no me gusta verte tan abrochada, pareces una monja, suéltate un par de botones para dejar ver el canalillo, los chicos lo agradecerán-
 
-Sabes que no puedo, lo siento- dijo resignada de nuevo
 
De repente Marta escuchó el sonido de la puerta de los baños, alguien entraba, los nervios se apoderaron de ella y sin pensarlo dos veces corto la videollamada. Segundos después recibió un mensaje en su whatsapp -Hoy me has negado dos deseos y me has colgado sin pedir permiso, estoy muy cabreado, ni se te ocurra volverte a poner las bragas, no quiero excusas, nadie sabrá si las llevas o no y pienso comprobarlo cuando salgas-
 
-Perdona, alguien entró en los baños- respondió Marta, algo alterada por la interrupción
 
-No me toques los huevos, primero soy yo, luego los demás, si tienes que cortar pides permiso, si no estás dispuesta a pedirme permiso para lo que tengas que hacer no me vales como hembra, quiero saber si estas dispuesta con todas sus consecuencias a ser mi hembra, mi perra y mi puta, no me vale que me lo digas cada día si luego no lo cumples-
 
-Me esfuerzo, lo intentó, todo esto es nuevo para mi, deseo complacerte, pero tienes que entender que tengo una vida personal y profesional- le respondió Marta
 
-Tu marido es un calzonazos, un oficinista de medio pelo, sin carácter, te tiene insatisfecha sexualmente desde hace mucho tiempo, te la mete cada quince días para correrse él a los cinco minutos, jamás has tenido un orgasmo con él, te conoci salida perdida buscando un macho que te empotrase bien, te hacía mucha falta y desde entonces estas bien follada, todos los días tienes tu ración de polla que deseas tanto. Te corres como una perra salida desde que tienes el macho dominante con el que fantaseaban. Se que ahora mi PUTA tiene el coño chorreando porque te mojas cuando te llamo. ¿Tienes una vida? YO SOY TU VIDA, no lo olvides o volverás a estar sola como la perra callejera que me encontré-
 
Marta se quedo bloqueada al leer el mensaje, él tenía razón, su marido era una buena persona pero jamás había sabido satisfacerla en el sexo y de repente había aparecido en su vida el macho con el que ella siempre fantaseaba cuando se masturbaba. Un macho dominante que la hacía sentir viva, deseada, que la montaba con fuerza como siempre había soñado, aquellos azotes en sus nalgas que él sabía medir tan bien,  el filo del dolor y el placer era muy estrecho y aquel hombre sabía perfectamente hacerla caminar por ese filo que la estremecía de placer. Se casó a los veinte años, embarazada de su única hija, del único hombre que había conocido íntimamente hasta ahora, hasta que hace dos meses conoció al que ahora llamaba “dueño”.
 
Recordó aquella tarde, una reunión de padres de alumnos con los profesores del centro que se celebraban periódicamente, su hija Silvia se acercó para presentarle un amigo del colegio Rubén, que iba  acompañado de su padre Juan, recién separado, un hombre que rondaría los 40, alto, fuerte, moreno, elegantemente vestido, atento, conversador. Precisamente su conversación fue lo que la cautivo, tenían tantas cosas en común, aficiones, gusto por la misma música, los viajes, parecía un alma gemela y Marta quedo prendada. Se intercambiaron los teléfonos y al día siguiente recibió una llamada para tomar un café a la salida de clase, una cosa llevó a la otra y un par de horas después estaban en una habitación de hotel follando como conejos y teniendo un orgasmo tras otro, como nunca había tenido. Desde aquel día, la situación se repitió todos los días entre semana al terminar las clases.
 
-Tu eres mi vida- respondió escuetamente Marta mientras recordaba las escenas vividas durante los últimos dos meses. Pero no obtuvo respuesta, seguía sentada en el baño, con las piernas separadas, estaba excitada, muy excitada, pero no se atrevía a tocarse, su dueño no le había dicho que lo hiciera, sabía que solo podía hacerlo cuando el se lo pedía y deseaba tanto que lo hiciera, buff. El tiempo del descanso estaba a punto de terminar y tendría que volver a dar clase,  después del descanso le tocaba dar la clase en la que estaba Rubén el hijo de su amante.
 
Marta no apartaba la vista del móvil esperando como casi todos los días la orden de que se tocase, de que se corriese pensando en su dueño, pero esa orden no llegaba -maldita sea, no me va a dar tiempo- pensó Marta, él conocía sus gustos perfectamente, nunca necesitaba decírselo, pero hoy parecía dispuesto a castigarla y eso aumentaba más si cabe las ganas por tocarse, por correrse pensando en él y se decidió a escribir
 
-Tu hembra está mojada, tu puta necesita correrse, ¿Puedo tocarme?- nunca lo había pedido, miro el mensaje antes de atreverse a enviarlo, por fin pulso la tecla de enviar….
 
-Maldita zorra caprichosa, solo piensas en ti, desde hoy pensaras en mi, en lo que le apetece a tu Dueño y hoy no me apetece que lo hagas, no volverás a correrte hasta que no me demuestres todo lo que estas dispuesta ha hacer por mi, por tu DUEÑO.-
 
-¿Qué quieres que haga?, me gusta complacerte, siempre lo hago- respondió angustiada Marta
 
-Mi hijo me ha llamado, se ha caído en el recreo jugando a fútbol, ya sabes cómo son estos críos, creo que se ha hecho daño, le han dado un fuerte balonazo o algo asi,  quiero que vayas a clase les pongas tareas a los alumnos y lo lleves a la enfermería para curarle.-
 
-Claro, no sabía nada, ahora mismo voy, no te preocupes- respondió Marta, preocupada porque el chaval no se hubiese hecho mucho daño
 
-Bien, no esperaba menos, hoy no llevarás bragas, guardalas en el bolso, no te hacen falta, quiero que sigas mojada, caliente y dispuesta para MI- Marta leyó este último mensaje, tenía las  bragas en el bolso ya le había dicho antes que las guardase, se puso de nuevo el sostén, abotonó la blusa correctamente y salió del baño, dirigiéndose a la clase.
 
Entró, 25 chavales formaban la clase de bachillerato, revoltosos,  en plena adolescencia, no podían disimular que todos tenían las hormonas revolucionadas, pero ella estaba acostumbrada a lidiar con esto, llevaba ya 10 años de profesora en el colegio y se había ganado el respeto de todos sus compañeros y alumnos. Por algo tenía fama de dura y la apodaban “la sargento”.
 
Busco con la mirada a Rubén, estaba sentado en la primera fila, como le había pedido su padre cuando la conoció “quiero que lo tengas controlado”, le dijo. -Ruben me han dicho que te has hecho daño en el recreo- este asintió con gestos de dolor en la cara y las manos cogiéndose la entrepierna, parecía que el balonazo se lo habían dado en los testículos.
 
Bastantes chicos de clase no disimulaban sus risas y burlas por el lugar donde se quejaba -Venga chicos, tranquilos, es una zona que duele mucho, SILENCIO TODOS,  vais a preparar un resumen de la clase de ayer, venga la revisare luego y puntuará para la evaluación… Y tú Rubén sígueme, vamos a la enfermería.-
 
Se hizo el silencio en la clase, todos abrieron sus libros, Rubén se levantó y encogido sin apartar las dos manos de la entrepierna salió de la clase acompañado de su profesora. Salieron de la zona de clases y cruzaron el patio del recreo, la enfermería estaba junto al gimnasio, a esa hora no había nadie, ya que todas las clases de gimnasia se hacían en las primeras horas de la mañana.
 
Marta saco una pequeña llave maestra del bolso, todos los profesores tenían una para cerrar las clases y abrir algunas zonas comunes como el gimnasio o la enfermería. La enfermería era un pequeño cuarto, una camilla pegada a la pared, un armario con las curas más urgentes para golpes, caídas y pequeñas heridas. También tenía una pequeño congelador donde se guardaban bolsas de gel helado muy adecuadas para contracturas, golpes, que evitaban la inflamación propia de las contusiones.
 
-Túmbate en la camilla Rubén, lo mejor será que te apliques una bolsa de gel helado sobre el pantalón, el frío evitará la inflamación del golpe, no creo que tengas herida-
 
Rubén es un chaval guapo de cara,  delgado, alto, deportista, fibrado, moreno como su padre, el típico chaval del que se enamoran las jovencitas de su edad, un poco revoltoso y caradura pero nada que no estuviese acostumbrada Marta a controlar.
 
-Herida no creo, pero inflamado bastante- dijo el chaval tumbandose en la camilla y bajandose el pantalon del uniforme y el slip, al tiempo que Marta de espaldas a el cogia una bolsa del gel del congelador.
 
-Tranquilo, un ratito con esta bolsa encima y veras como se te calma- decía Marta al tiempo de girarse, pero cuál fue su sorpresa al ver que el chaval se había bajado el pantalón y el slip hasta las rodillas y lucía una tremenda erección.
 
-¿Pero qué broma es esta, que te has creído jovencito?, vístete ahora mismo- dijo enfadada la profesora
 
El chaval llevaba su móvil en la mano y mientras Marta cogió la bolsa de gel helado había llamado a su padre -ponte al teléfono, es mi padre- dijo serio sin hacer intención de vestirse
 
-Por muy hijo tuyo que sea no le consiento este descaro, que se ha creído este niñato, dile ahora mismo que se vista y salga de aquí, no quiero dar parte a dirección para que lo expulsen……” pero la voz de Juan la hizo callar
 
-Tranquila Marta, relájate y escúchame bien…”, Marta no estaba por la labor, seguía insistiendo en decirle que le hiciese vestirse y marcharse…-”CALLATE, TE HE DICHO QUE ME ESCUCHES, JODER”,   por fin parecía más calmada, se había dado la vuelta para no mirar a Rubén
 
-Ya sabes que yo tengo mucha confianza mi hijo, mucha, somos como colegas, compartimos muchas cosas, incluso no te lo había dicho pero me lo he llevado más de una vez de putas conmigo y se ha comportado como un verdadero semental, estoy muy orgulloso de él. Mi hijo necesita mucho cariño desde que nos dejó su madre...”  decía Juan
 
-”Porque me cuentas todo eso, no me importa nada vuestra relación padre hijo, no soy quién para inmiscuirse en ella, aunque no me parece nada bien lo que me estás contando, nuestra relación es al margen de tu hijo al igual que lo es al margen de mi familia…”respondió Marta
 
-”ESCUCHAME JODER…” gritó Juan -el chaval está en la edad de tener fantasías con su profesora y mas desde que sabe que su padre se la folla, el chico me pregunta y le he tenido que decir lo buena que eres en la cama y lo caliente que te pone que te trate como una perra, como una puta, buff no veas como se puso cuando se lo conte…..”
 
-Pero, pero...eres un cerdo, como te atreves a contarle esas cosas a tu hijo y más sabiendo que es mi alumno, ¿estas loco? noooo loco no, estas enfermo-
 
-CALLATE, te he dicho que me escuches, ZORRA..- bien, eso está mejor, hace un rato me pedías permiso para tocarte, para correrte pensando en mí, pues bien quiero que lo hagas ahora, quiero que te sientes frente a la camilla, te abras de piernas, te saques las tetas y te toques el coño hasta que te corras, el chaval solo tiene la fantasía de hacerse una paja viendo a su profesora y le voy a dar ese capricho…-
 
.Ni lo sueñes, ¿estas loco?, que te has creído que soy, una puta de las pagas para follartela con tu hijo, ahora mismo voy a dirección, te juro que haré que lo expulsen,.......-
 
-Tu lo has dicho eres una puta como las que pagó, con la diferencia que ati no te pago, porque tu lo haces porque te gusta como las buenas zorras, TU ERES UNA PERRA MARTA, una PUTA a la que he grabado todos los encuentros en el hotel, todas las cochinadas que has hecho y has dicho, TODAS,  tienes dos opciones,
si sales de la enfermería ahora yo me encargare que todos esos videos los vean todos los alumnos del colegio, sus padres, los profesores, tu hija, tu marido… TODOS los que conoces, tengo todos tus contactos de tus redes sociales, de tu teléfono, tengo copia de todo, y todos se pajearan viendo lo puta que eres, te echarán del trabajo y posiblemente perderás a tu familia.
o bien, te quedas, te masturbas para que mi hijo se pajee viendote y cumpla su fantasía y todo seguirá igual, nadie lo sabra
PIENSATELO BIEN, MUY BIEN, tu decides…-
 
Marta sabía perfectamente que era capaz de cumplir su amenaza, lo sabía muy bien, estaba entre la espada y la pared, tenía ganas de gritar de rabia, de salir corriendo, de llorar, se arrepentía de haber caído en las redes de aquel enfermo y engañar a su marido, a su familia, pero ahora ya era demasiado tarde, estaba atrapada….
 
-Espabila, no tienes mucho tiempo, te recuerdo que tienes a tus alumnos solos en clase, podría ir alguien...me parece que no valoras mucho tu trabajo, tu familia, tu vida…-
 
-Maldito cerdo claro que lo valoro, no puedes obligarme a hacer esto, es una locura, por favor, por favor, dime que solo intentas asustarme...dimelo-
 
-Ya estás asustada, si que puedo obligarte y se que lo vas ha hacer, vas a ser una buena PUTA, muy buena, te vas a sentar ahora mismo en la silla, mi hijo te dará ahora una venda para taparte los ojos y que no le veas pajearse, le da vergüenza, jajaja,  te abrirás bien de piernas para que te vea bien tu coño peludo y te sacaras las tetas, luego te masturbaras hasta que te corras, igual que lo haces para mi cuando te lo pido y dirás lo mismo, exactamente igual, que cuando estas conmigo y te comportas como una perra en celo, HAZLO YA, PUTA-
 
Ruben escuchaba perfectamente la conversación sin necesidad de manos libres, la pequeña sala en silencio facilitaba que así fuera, sacó del bolsillo una venda negra, -siéntate, yo te la pongo, no me fio de que no la pongas bien-
 
Marta sin alternativas, se sentó en pequeña silla que había en la habitación y dejó que el chico le pusiera la venda en los ojos, después el chico le pidió que le diese el móvil y escucho como este hablaba con su padre-papá lo dejó en manos libres, ya tiene la venda puesta- El chico cogio el movil y lo puso en modo video para grabar la escena sin que Marta por supuesto supiese nada de eso -Empieza- dijo el chico
 
Marta no tenía opción, igual que antes en el baño separó las piernas, dejando a la vista aquel coño peludo para continuar desabotonando la blusa y abriendo el sostén igual que en el baño, dejando a la vista aquellas dos grandes tetas, completamente abierta, expuesta para que aquel chaval se pajearse a gusto viendo a su profesora, humillada, obligada por las amenazas de su amante
 
El chaval se pajeaba con ganas, si dejar de grabarla desde varios ángulos, de arriba abajo, de lado, de abajo arriba, primeros planos, planos generales,  -ya puedes tocarte PUTA y decir lo mismo que le dices a mi padre, el nos escucha con el manos libres, no intentes engañarme, di lo mismo que le dices a él, LO MISMO PUTA- el chico subió el tono de voz, como si fuese su padre, de tal palo tal astilla
 
Marta sin otra opción intentaba pensar que estaba en el hotel con su amante y no en el colegio con el hijo de este, necesitaba pensar en su amante como tantas tardes había hecho para recordar las palabras que repetía tantas tardes cuando se masturbaba para él antes de que la montase, asi que comenzo a deslizar los dedos de la mano derecha sobre su sexo despacio al tiempo que con su otra mano acariciaba sus tetas, las manoseaba, apretaba sus pezones, su mente le llevaba a la habitación del hotel donde tenía sus encuentros, por un momento consiguió pensar que estaba allí, con su amante, sus caricias se hicieron mas fuertes, movimientos más rápidos y comenzó a hablar…
 
-Tu hembra está caliente, mojada y dispuesta, para lo que quieras, donde quieras y cuando quieras, Mi dueño no necesitará una perra porque yo soy su perra, la mas fiel y obediente que pueda encontrar. Mi dueño no necesitará una puta porque yo soy su puta, la mas caliente y dispuesta. Tu hembra va a correrse para ti, tu perra va a correrse para ti, tu puta va a correrse para ti. Soy una guarra, una zorra, una puta, tu golfa, puedes hacer lo que quieras conmigo, solo me correré cuando tu lo digas, pidemelo y lo haré, PÍDELE A TU PUTA QUE SE CORRA, pideselo -  decía Marta que por un momento tenía su mente en la habitación del hotel y olvidada donde estaba, realmente excitada y a punto de correrse aceleraba los movimientos esperando la orden de su dueño, ansiosa, sudorosa, con el coño empapado a punto de estallar
 
-CORRETE PUTA - dijo Rubén, el chaval también estaba a punto de correrse y se pajeaba compulsivamente, - CORRETE YA PUTA-
 
Marta presiono con fuerza su clítoris, alternando con dos dedos que entraban y salían de su vagina con fuerza
 
-SIII, ME CORRO, TU PUTA SE CORRE- un fuerte orgasmo que le produjo varios espasmos que la hicieron balancearse y sacudir todo su cuerpo,  al tiempo que su sexo producía un escandaloso squirting, como si se estuviera meando un gran chorro de flujo mezclado en orina salpicó toda la sala dejando el suelo empapado.
 
-Levántate PUTA, levántate y date la vuelta quiero verte el culo para correrme, separa bien las piernas, ábrete bien las cachas con las dos manos, quiero verte el ojete, inclínate hacia adelante,  así ZORRA, asi, mmmm, que puta eres profe, que PUTON, me voy a correr joder, me corroooo- mientras decía esto con su mano izquierda no dejaba de grabar a su profesora, primeros planos del culo abierto, de sus tetas colgando, planos generales de la habitación para que se viese que estaba en la enfermería, mientras con su mano derecha se machacaba la polla con fuerza…...
 
Ruben viendo aquel culo abierto en primer plano y aquellas tetazas colgando de su profesora no aguanto mas y se corrió estando de pie frente a Marta, sin dejar de grabar como varios chorros de semen caían al suelo sobre el charco dejado por su profesora
 
-joder que pajote, menuda puta estas hecha, tenía razón mi padre, estas salida como una perra, nunca había visto ni en internet a nadie correrse así, joder- soplaba el chico subiéndose el pantalón y finalizando la grabación de aquel video que guardaría  como oro en paño.
 
El chico se acercó a Marta y le quitó la venda de los ojos guardándosela -Me voy a clase, limpia todo esto PUTA- dijo sin esperar respuesta

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