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#8 Fútbol con mi padre (incesto y amigos)

Eran las nueve de la noche y recién llegaba a la casa. Hace horas ya debía de haber llegado. Después de salir de la escuela, Eli había ido a casa de Alejandra, su bella amiga la había invitado a pasar, comieron algo y luego la hora fue volando viendo películas.
Ahora llegaba y bastante tarde. Si su madre había estado en la casa, o sí se enterase de las horas que llegaba de seguro la castigaba. Eli amaba demasiado a su madre, no hacía esas cosas por preocuparla, solo estaba en la edad de hacer travesuras. Quizá el hecho de la ausencia de su madre fuese la razón de sus deslices. La madre de Eli viajó de urgencia, una de sus amigas había sufrido un accidente y estaba grave. Así que Eli había quedado en casa de su padre. 
Sus padres estaban separados desde hace tiempo. Aveces se aparecía en algún cumpleaños o mandaba dinero. Aparte de eso no había mucha relación. Eli no le guardaba rencor aunque cuestionaba todas las cosas que él le había hecho. De todas formas no había otro lugar donde quedarse y su mamá no iba a dejarla sola en casa.
Cuando entró, el recibidor y la sala estaban a oscuras, a excepción del televisor, que estaba encendido y a máximo volumen. Su padre estaba sentado en un sofá individual y a su alrededor estaban 5 amigos más, sentados en sillas y en el sofá de mayor tamaño.
<Demonios, fútbol, lo olvidé.> De haberlo recordado Eli hubiera entrado por detrás, siempre sus amigos la piropeaban y a su padre no parecía molestarle.
Intentó cruzar a la cocina, la única forma era pasar por donde estaban ellos. Lo hizo así, todos estaban concentrados en la pantalla, cuando estuvo cerca pudo ver que el equipo de su padre estaba perdiendo por 1 a 0. De sus cinco amigos, dos eran del mismo equipo, los que sobraban se la pasaban molestando, como en éste caso, apoyando al equipo contrario.
Cuando llegó a la cocina abrió el refrigerador para ver que podía cenar. <Me muero de hambre, ceno y me largo a la habitación> pero sus ideas se vieron interrumpidas.
-Elizabeth, tráeme una cerveza- la voz de su padre se notaba tensa.
<Está de mal humor, su equipo está perdiendo> Eli se apresuró a agarrar un botella y llevársela. No quería que él se enfadara con ella o que la sermonee frente a sus amigos.
Volvió a la sala y dejo la botella en la mesita, al lado del sofá donde estaba su papá.
Él la sujetó de la muñeca.
-Ven aquí- su padre la atrajo hacía él, Eli cayó sobre su regazo y terminó sentada, cruzada en el sofá.
Llevaba su ropa de escuela, la camisa blanca le sobresalía de la falda, la corbata ya se la había aflojado. La falda era tableada, cuadrille en tonos rojos y grises. Más corta de los general, ella misma y otras amigas se la habían acordado. Traía medias blancas hasta las rodillas y en los pies guillerminas negras.
-Éstas no son horas de llegar, mereces un castigo nena- el olor a alcohol llegaba a la nariz de Eli, había más botellas en la mesa que estaban vacías.
-No, Pa, acá no- susurró Eli. Intentaba pararse pero él no la dejaba, sentada como estaba se le subía la falda y se le notaban los muslos. Se le notaba incluso más.
-Shh callada- colocó la mano sobre una pierna de Eli que se intenaba tapar de las miradas lascivas de los amigos y comenzó a acariciarla.
De inmediato su papá comenzó a hablar con sus amigos, hablaban al unísono y Eli no los entendía. Intentaba taparse todo lo que podía, los amigos la miraban y ella se puso toda colorada de la vergüenza. Era medio tiempo del partido de fútbol y ellos aprovechaban para conversar. En medio de la cacofonia de voces Eli se enteró que su padre volvió a apostar. <Uno de los motivos por la que ma te dejó. Quizás hasta apostaste a tu hija no?> De pronto la idea era mucho más factible que hace sólo un segundo.
De nuevo Eli intentó levantarse. Esta vez su papá la dejó aunque no la soltó de la muñeca.
-Asi es, un castigo. No vas a hacer lo que quieras y dejarme mal en frente de ellos- Sus amigos asentian y decían palabras de apoyo.
<Con que así es, este castigo solo es para cubrir la apuesta que va perdiendo>
-Anda, ve allí, frente al televisor y date la vuelta.
Eli dudó. Sentía humillación, quería ir corriendo pero no le convenía hacer enojar a su papá. Accedió <que tan malo puede ser?> Pensaba mientras daba la espalda a su padre y a sus amigos y se colocaba frente al televisor.
-Muy bien, ahora muéstranos esa cola- los vítores y gritos siguieron tras las palabras. Eli abrió los ojos y se quedó congelada.
Le llegaron trozos de nachos y palomitas. Le estaban tirando basura. La humillaban.
-Que te pasa? Acaso quieres que me levante?- la voz de su padre se volvió mas seria.
<Puede ser muy malo> el pensamiento pasaba mientras Eli levantaba la falda y dejaba al aire sus nalgas. Blanquitas, redondas pero no tan grandes. Con ese espectáculo sus espectadores comenzaron a gritar.
-Muy bien nena! Muy bien. Ahora quítate la braga, ahí mismo.
Eli obedeció. Se tomó la braga, eran de tipo cheeky, rosadas y con delicados encajes. Se lo agarró por los costados con ambas manos y tiró. A medida que bajaba ella, se inclinaba hacía abajo, sin flexionar las rodillas.
La imagen de sus nalgas junto a su coño debió ser mejor que la imagen anterior pues las risas y gritos fueron peores. Acompañados de groseras exclamaciones.
Cuando llegó a los pies se quitó su cheeky primero por un pie y luego por otro. Apurada, volvió a levantarse y se tapó de nuevo con la falda.
-Bien hija ahora ven aquí- su padre agarró la braga de sus manos y se la tiró al amigo de la derecha. -Toma, aquí tienes la apuesta. Por ahora ganas.
<Infeliz, espero que sea solo eso lo que hayas apostado>
-Ahora el espectáculo que prometí- las esperanzas de Eli desaparecieron cuando su papá la jaló hacia abajo, quedando arrodillada frente a él, entre sus piernas.
La cola se le salía por debajo de la falda, así que se sentó con las piernas de costado, para evitar los comentarios obscenos. "Que lindo culo amor" "estas hermosa nena" "si fueras mi hija". Se le ponía la piel de gallina al escucharlos.
<Espectáculo? Que espectáculo?> Eli no decía nada, la humillación y vergüenza mantenían sus mejillas rojas y su lengua bien quieta.
La respuesta le llegó de inmediato. Su papá se metió la mano a la bermuda y se quitó el pene.
<No, otra vez no, la última vez fue hace tiempo. Aquí no, entre sus amigos, me vas a humillar así?>
La tomó por los cabellos con delicadeza pero con presteza. Enredó sus dedos entre sus pelos y la atrajo hacía su miembro, que sostenía con la otra mano. La puso en sus labios y empujó. No tardó en entrar a su boca. Eli cerró los ojos y empezó a chupar.
Su padre acompañaba su movimiento con la mano y enseguida se convirtió en una verdadera mamada.
<Con que éste es el espectáculo, sexo en vivo> pensó Eli al mismo tiempo que el pene de su papá le entraba en la boca. Sentía sus pliegues rozar por su lengua. El pene era grande, apenas metía la mitad ya le llegaba al fondo. Su papá era considerado y el blowjob seguía delicadamente sin mucha saliva ni arcadas.
<Bueno, a decir verdad, no está nada mal> 
El segundo tiempo comenzó, los comentarios seguían de vez en cuando, en torno al partido de fútbol. También había comentarios acerca de ella. Eli no se atrevía a abrir los ojos, sentía las miradas sobre ella y apenas pensaba en eso se sonrojaba exageradamente. Pero también la calentaba y sentía la humedad entre las piernas.
-Penal!
El gritó la quitó de su ensoñación. Su papá la agarró y metió todo lo que podía en su boca intentando quitarla de la TV, dejó su verga ahí mientras la atajaba.
-Penal! La puta madre!- exclamó su papá, uno de sus amigos se levantó y saltaba mientras repetían la palabra- Penal! Penal!
-Va a fallar- comentó uno de los opositores.
-Queres ver?
-500 a que falla.
Toda la conversación se hacía mientras Eli se atragantaba con la garganta llena de verga.
-Si mete me la follo.
Eli paró la oreja. En serio sería capaz de hacerlo? La verdad era que no lo dudaba ningún segundo.
El equipo de su papá empató cuando convirtió el penal en gol. Entre gritos de alegría su papá extrajo el pene de la boca de Eli. Todo el tiempo que tardó en ejecutarse el penal ella había aguantado la garganta profunda.
Su padre la tomó de la cintura e hizo que se sentará a horcajadas sobre él. Ella dobló las piernas a su costado, abriéndose para él. Lo abrazó por el cuello y enterró la cabeza en su hombro.
-Pa, por favor, aquí no- comenzó a sollozar Eli -aquí no, para, por favor, después lo haré...
-Mejor reza para que mi equipo gane el partido hija- por la cintura la agarraba con una mano y con la otra dirigía el pene a su vagina -porque si pierde serán ellos quienes te usen.
Sus palabras fueron un golpe. <De verdad me ha apostado, no ha cambiado nada> también sintió otro golpe, pero éste fue físico, al penetrarle la verga y chocar contra el cervix cuando se sentó de una sobre su papá.
-Tápate con la falda hija y no te preocupes, vamos a ganar.
La vagina de Eli se abría para dejar paso al pene. Empezó a moverse, de arriba a abajo lograba que se le saliera y le entrara. También movía la cadera en círculos y de adelante para atrás. Sentía el enorme falo rozando y empujando por sus paredes interiores. Eli seguía sin levantar el rostro, ahora más que nunca sabía que todos la miraban, todos estaban callados, solo se escuchaba el relato de la TV y el sonido que hacía ella al montar. Miraban sus movimientos, como montaba y se dejaba penetrar por su papá. También miraba sus nalgas moverse haciendo desaparecer el miembro erecto cada vez que baja sobre él.
Con una mano trató de bajarse la falda e intentar taparse un poco. Fue prácticamente en vano, cada vez que se movía sus nalgas saltaban.
Los minutos pasaban y el partido de fútbol ya iba a terminar. Eli seguía dando saltitos sobre la verga de su padre. Era larga y gruesa, ninguna vez había salido de ella y cuando se apretaba contra él lo sentía muy muy dentro. Transcurrieron como 30 minutos de lenta y delicada montada cuando Eli ya se preguntaba si iba a acabar alguna vez.
<Siempre tardó una barbaridad en correrse, encima está concentrado en el televisor, cuánto tiempo más tendré que estar así. Y si llega a perder...> Eli se preocupaba más por eso. Escuchaba el relato porque no había levantado la miraba. Su corazón saltaba cada vez que los equipos se atacaban. 
Hasta que por fin llegó el momento. Los amigos fueron los primeros en levantarse.
Luego los siguió su papá, con Eli encima.
Había metido un gol.
En la euforia su papá la había levantado con él. La sostenía con las manos en sus nalgas. Eli se sujetó más fuerte de él con sus brazos al cuello. Sus piernas intentaron rodearlo pero solo quedaron colgadas a sus costados.
-GOOOOOOL!!!
El que gritaba era su papá. Eli también estaba tan feliz como no había esperado estar. Incluso levanto la vista y vió a los amigos con las pollas fuera. <Se estaban masturbando, idiotas ahora no podrán tenerme> cuando se disponía a emitir un grito por la emoción su padre se concentró en ella y el grito se ahogó en su garganta cuando él la besó.
La sujetó más fuerte, la levantó un poco más y empezó a mover la cadera salvajemente al tiempo que metía la lengua en la boca de ella.
La estaba follando ahí mismo, frente a todos, sosteniéndola entre sus brazos.
La penetración era fuerte y rápida, el sonido era tan fuerte como la TV. Todos dejaron de gritar y comenzaron a masturbarse con la escena.
Paf! Paf! Paf!
Sonaba la vagina y todo su cuerpo.
Paf! Paf! Paf!
Eli gozaba con la penetración. El pene de su papá salía y entraba sin parar de ella. Se hundía hasta el fondo. Su ingle chocaba con el de su papá y sus nalgas temblaban entre sus manos. Al instante volvía a salir, solo el glande quedaba dentro y sin respiro volvía a enterrarse dentro de ella. Sus piernas se agitaban en el aire, una gillermina salió volando.
Eli perdió el control. Comenzó a gemir, cerró los ojos otra vez y un orgasmo le recorrió de pies a cabeza. Su padre aumentó aún más la velocidad, sus cogidas eran brutales. Eli ya estaba gritando, no aguantaba más. Bajó una de sus piernas y luego otra pero su papá la siguió agarrando y quedaron colgadas abiertas entre la cintura de su padre.
En ese instante el árbitro pitaba el final. También lo marcaba su papá, pues acabó igualmente. Eli sintió cada chorro de semen, lo sintió bien en el fondo cuando, entre espasmos violentos, el líquido caliente embestía las paredes de su vagina.
Volvieron a sentarse, sin separarse. Se sentaron en la misma posición y el pene aún estaba bien enterrado en ella. Sentía el semen ahí, en su interior y también sentía como le bajaba lentamente cuando salía de ella.
Eli ocultó la cara y no volvió a levantar el rostro. Escuchaba como sus amigos se despedían y se iban retirando. Incluso uno de ellos, uno de los fanáticos como su papá, le dió una nalgada sonora.
Cuando se quedaron solos aún estaban unidos, aunque había más semen fuera de ella. Sentía el pene, flácido en ese momento, dentro de la vagina.
-Lo has hecho bien hija.
-Hemos ganado, papá.
-Así es. Ganamos- la abrazó- quieres algo más?
-Si papá. Cenar.


###### gracias a todos por el apoyo de siempre. Este relato incestuoso fue idea de un seguidor. Si tienes alguna idea o algún relato que contarme puedes hacerlo! En los comentarios o mándame un mensaje. Los leo a todos! Gracias y besos!

5 comentarios - #8 Fútbol con mi padre (incesto y amigos)

Si-Nombre +1
Excelente muy bueno gracias por compartir
00FM
Increíble, impecable. Cómo siempre
eli_zorch
Gracias cariño.
barnum77
Así el fútbol es mucho más entretenido!!!
Quieres ver un partido conmigo??
TiziOeste666
Me hubiera gustado q sus amigos la cojieran