Buenas gente, los nombres están cambiados por las dudas, si a alguien le interesa la foto de la chica en cuestion envieme mp y se la paso. Espero que disfruten el relato.
Esta historia comienza un día cualquiera en el que recibí un mensaje de una excompañera de trabajo (Juliana) con quién hice una buena amistad y hasta el día de hoy sigo hablando con ella, después de varios años que dejamos de trabajar en el mismo lugar.
El motivo del mensaje era pedirme ayuda para una conocida de ella con su trabajo, la idea era que una chica fuera a mi departamento y me mostrará algunos productos que vendía; por ejemplo el filtro para el agua de la canilla y algunas cosas más por el estilo; si bien le dije a Juli que no me interesaba y que no quería hacerle perder el tiempo a la chica, me insistió tanto y me dijo q con solo recibirla ya la estaba ayudando así que terminé aceptando, obviamente advirtiéndole que lo más probable es que no comprara nada. Después ya en joda le pregunté que si era linda la chica y me respondió que sería mi tipo, lo q ya hizo que en mi cabeza se abriera un lugar para el morbo.
Pasados varios días cuando ya casi me había olvidado el tema recibí una llamada de una chica que se presentó como Marta, diciéndome que era la amiga de Juli y que me llamaba para ver cuándo podía pasar por casa; acordamos para un dia a la mañana que yo no tenía que trabajar.
Llegó el día y Marta timbró a la hora indicada, cuando bajé a abrirle la puerta y la vi, me pareció una chica muy linda aunque mayor de lo que pensaba, nunca supe su edad exacta pero calculo que tendría alrededor de 38 años, yo en ese momento 30. Marta era una mujer de una cabellera rubia natural, 1,75 de estatura aprox, un cuerpo que se veía trabajado por el ejercicio y llevaba un vestido corto que dejaba ver sus lindas y blancas piernas. Ojos claros, linda cara con rasgos de cansancio y una gran cantidad de maquillaje. En general una hermosa milf.
Yo soy un chico de 1,85 mts, ojos marrones, atlético, morocho, bastante normal digamos.
Una vez que Marta entró al departamento la invite a sentarse y le ofrecí algo de tomar, empezamos a charlar naturalmente de nuestras vidas y pasó casi una hora así. Ella se mostraba muy sonriente y buena onda, aunque yo no estaba seguro si lo hacía porque después iba a querer venderme algo, sin embargo la conversación se dió así naturalmente, incluso hablando de cosas personales. Yo le conté que me había separado hace poco, después de una larga relación y ella me contó que llevaba sola hace algún tiempo, me decía que tenía mucho trabajo porque todos los días viajaba de un lugar a otro de Buenos Aires haciendo lo mismo que iba a hacer a mi casa y que a las noches no tenía ganas de salir sino quedarse en casa descansando.
Marta era una mujer de profesión médica pero nunca había podido ejercer y ese trabajo que tenía era su única opción por el momento para ganar dinero, lo cual me dio un poco de pena por ella.
Pasado un largo rato me empezó a contar de los productos que vendía, me dijo q no hacían publicidad en la tele porque preferían hacerlo de forma personalizada a través de referidos, así como llegó a mi casa a través de Juli.
Los productos puntualmente eran para purificar el agua. El que vendían principalmente era el filtro para poner en la canilla de la cocina, pero también tenía filtro para la ducha, para el lavarropas, para la tina, vasos de material especial para tomar agua, y otras cosas mas q no me acuerdo.
Y acá empieza la verdadera historia, me dijo q me iba a dejar de prueba el purificador para ponerlo en la cocina y que en una semana pasaba a retirarlo o ver si lo quería comprar, a lo cual yo acepté sin reparos.
Cuando Marta quiso conectar el filtro a la canilla de la cocina se dio cuenta que no ajustaba correctamente, probó con varios tipos de conectores que tenía de diferentes tamaños pero ninguno enganchaba, estuvimos un rato probando conectarlo pero perdía agua; ya casi resignados a que no lo iba a poder probar le dije q me esperara un momento fui a ver a las herramientas a ver si encontraba algo q nos pudiera ayudar, mientras estaba revisando las herramientas Marta se fue a la cocina e intentó engancharlo con tanta fuerza que se desprendió el grifo del caño, y empezó a brotar violentamente agua por toda la cocina.
Cuando escuché el ruido más el grito de Marta fui rápidamente a ver qué había pasado, la veo a ella tratando de volver a poner el grifo en el caño, con el agua saliendo a toda potencia empapándole toda la parte de arriba del vestido. En ese momento supe que tenía que cerrar la llave de paso para detener el agua, pero al ver que sus pezones se le habían marcado a través del vestido, lo que atiné a hacer fue agarrar la canilla sacándola de sus manos y tratar de engancharla de la misma forma que ella, pero sutilmente haciendo q el agua que salía a presión fuera directamente a ella empapándola más, también apuntaba un poco a mi mismo para que no se diera cuenta jaja. Después de varios intentos fallidos y los dos totalmente mojados cerré la llave de paso y dejó de brotar agua pero mi problema con los caños del depto recién empezaba, aunque esa es otra historia que a nadie la interesa.
Una vez q se calmaron las aguas no pude evitar enojarme y empezar a secar cosas de la casa sin decirle una palabra a Marta, quién no podía ocultar su vergüenza por lo que había pasado pero sin llegar a emitir palabra alguna. Ella empezó a ayudarme a secar lo que se había mojado y estuvimos unos minutos así, secando el piso q era lo más importante ya que era piso flotante, y también algunos muebles de madera de la cocina.
Yo realmente estaba enojado por lo que había pasado, pero mientras la veía limpiar con el vestido mojado y pegado a ese cuerpo esbelto y provocativo el enojo se me iba convirtiendo en calentura, además que se veía muy apenada por la situación; ahí me di cuenta que tenía una oportunidad para aprovechar lo que estaba sucediendo.
Por otra parte ya sabía de antemano que los caños del edificio y del depto eran demasiado viejos así q le culpa no era totalmente de ella, y si bien se me pasó rápido el enojo, aparenté seguir enojado para conseguir mi objetivo. Primero ella se ofreció a pagar lo que se necesitara para el arreglo, yo le dije que tenía las cosas necesarias en las herramientas para solucionarlo temporalmente pero q iba a necesitar ayuda.
Como estábamos totalmente mojados yo le dije que me iba a cambiar de ropa y que si quería ella también hiciera lo mismo, me dijo que no llevaba más ropa y que con esa iba a tener q andar todo el día porque tenía que ir a varios lugares. Yo me ofrecí a prestarle algo para ponerse mientras se le secaba el vestido, se negó varias veces pero después de insistirle terminó accediendo porque seguramente no quería andar con el vestido mojado todo el día. Le dije q le podia prestar una remera mía que me quedaba grande, y al ser alto a ella le iba a quedar como un vestido, ella al ver que era una remera bastante larga aceptó sin inconvenientes.
Pasó al cuarto a cambiarse y yo hice lo mismo en el baño, tardó un poco en salir y cuando la vi se veía totalmente sexy, descalza y con mi remera. Yo también me puse cómodo con un short y una camiseta de futbol, al ser verano no había problemas con el frío.
Una vez que fuimos a la cocina a empezar con los arreglos, veo q seguía con el corpiño mojado y ya había mojado mi remera, la convencí que le podía hacer mal, que se lo sacara y le prestaba otra remera seca, y que podía colgar el corpiño en el baño con el vestido para que se le secara; esta vez le di una remera un poco más corta. Fue al baño a cambiarse y en cuanto la vi ya quería sacarle la remera de nuevo y verle esas hermosas tetas que ya querían asomarse.
Pero bueno me contuve y fuimos a la cocina ahora sí a arreglar la canilla (ella sabía más de plomería que yo jaja), en la parte que se había roto el caño no llegaba una buena iluminación, así que estaba ella alumbrando con el celular y yo delante de ella un poco inclinado para llegar hasta esa parte, mientras me iluminaba para poder llegar bien ella me rozaba desde atrás con su cuerpo; lo q menos me importaba en ese momento era arreglar el tema del agua, y le pedía que me alumbrara más cerca para ver mejor. Al ser pequeña la cocina y por el ángulo de la luz era necesario que se acercara bastante, no sé qué pasaba por su cabeza pero yo estaba a punto de darme vuelta y comerle la boca al sentir los roces de su piel.
Se dio cuenta q yo no sabía muy bien lo q hacia y me dijo que la dejara intentar a ella y que yo le alumbrara con el celular, ella se puso adelante mío y se inclinó un poco lo q me volvió loco al ver como ese hermoso culo quedaba parado frente a mi. Era ahora o nunca pensé, me acerque un poco para alumbrar y la apoyé levemente, ella se veía que realmente quería arreglar el inconveniente que había ocasionado, yo desde atrás le hablaba de cómo seguir arreglándolo y la apoyaba un poco más cerca con mis piernas, ya para ese momento estaba al palo yo, así que me decidí y le apoye la pija en su culo sin decir nada, sentí su sorpresa al sentir mi pija dura pero no puso reparo, así que la mantuve así apoyada unos segundos; ya era todo muy evidente así que me animé a levantar un poco la remera que ella tenía puesta para verla mejor, en ese momento dio vuelta su cara y yo solo pude decir: “No me pude controlar teniendo esa linda cola frente a mi”.
Ella se quedó mirándome por unos segundos con cara de desconcierto, yo empecé a masajear sus glúteos y la miré fijamente, con esa mirada no hizo falta decir nada más, empecé a comerle la boca en la misma posición que estábamos, con una mano le tocaba su hermoso orto y con la otra empecé a tocar sus tetas y fui bajando hasta llegar a su concha que para ese momento estaba totalmente mojada.
Estuve un rato masajeando su concha sin llegar a introducir mis dedos y ahí ya la notaba q estaba muy caliente, así que la llevé al living y tras acostarla en el sofá, aparté su tanga y empecé a comerle la conchita lentamente, por sus pequeños gemidos y movimientos espasmódicos se notaba que lo estaba disfrutando, y yo obviamente también de ver su cara de placer.
Sus jugos ya recorrían mi boca, dediqué mi lengua a su clítoris con movimientos rápidos, le metí un dedito en su concha tratando de que sintiera un orgasmo que ya se veía venir.
Terminó empapando mi sofá, nuevamente me dejaba mojado el depto ☺☺, yo la seguía chupando porque debo confesar que me gusta demasiado hacerlo, y empecé a introducir otro de mis dedos por su culito, con la humedad que había no costó para nada.
Después de un rato más así, me paré, le saque la remera, me saqué mi ropa, me puse un preservativo que ya tenía listo desde el momento que se fue a cambiar, al ver a esa mujer acostada desnuda frente a mí no pude menos que sentirme feliz (ese pequeño momento que llaman felicidad jaja)
Me puse sobre ella y en la típica posición de misionero le di fuerte y rápido hasta que ella tuvo otro orgasmo, yo estaba a punto de terminar ya que sus gemidos me hacían excitar mucho; en ese momento me dijo que le terminara en las tetas, me saque el condón y lo tiré al piso, me puse arriba de ella, casi sentado sobre su vientre pajeandome para derramar mi leche caliente sobre su cuerpo, acerque un poco más mi pene hasta su cara y me la estuvo chupando un rato. Después me pajeó hasta que le terminé en sus pechos una gran cantidad de semen.
Nos quedamos acostados sin decir nada un rato con miradas de complicidad que hasta hoy recuerdo. Después se duchó y se fue, quedamos en repetirlo; pero después de unos cuantos intentos fallidos por encontrarnos nunca nos volvimos a escribir.
7 comentarios - Como me garché a la médica del agua