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De vuelta a casa

3 PM y mi vuelo acaba de aterrizar, fue un viaje bastante largo pero estoy ansioso de poder verla. Ya son varios meses los que llevamos hablando vía online y con cada día que pasa aumenta más mi deseo por ella, voy rumbo al hotel donde me voy a quedar, se siente raro volver al país después de tanto tiempo pero a la vez me siento en casa y con mucho morbo de lo que puede pasar esta noche.
Me encargue de reservar una suite en el mejor hotel de la ciudad con una vista espectacular, jacuzzi, cama king, una vista envidiable. Todo debía ser perfecto quiero que ella se sienta muy cómoda y que disfrute al máximo, con tantas cosas en mi cabeza había olvidado avisarle que ya estaba en la ciudad. Le envío un mensaje directo con la hora a la que voy a pasar por ella y me responde: voy a estar lista para ti 😏, ya desde ese momento mi calentura empezó a aumentar ella sabía cómo seducirme y estaba seguro que iba a usar algo muy sexy para la ocasión.
Ya empezaba la noche y me dirigía rumbo a su casa, tenía todo preparado para que fuese una noche inolvidable, tocó el timbre y me abre ella con una sonrisa un poco tímida y con esos huequitos en sus mejillas que tanto me gustan que hacían contraste con sus ojos en los cuales podía ver el deseo y la lujuria que me calentaban tanto, llevaba un vestido blanco pegado al cuerpo que resaltaba su figura y un gran escote que dejaba al descubierto sus enormes senos, por un momento me quedé clavado con esa vista, era un mujer muy sexy que sabía cómo llamar la atencion, cuando por fin desperte de ese momento me dice ella en su acento: Ey no me piensas saludarme cómo se debe? Solo pude reírme y tratar de arreglar las cosas diciéndole: te ves muy hermosa lo siento, le di un beso y la abrase fuertemente, desde ese preciso momento ya mi calentura empezaba a crecer al sentir su cuerpo, su olor, su mirada.
Nos dirigimos hacia un lugar bastante popular en la ciudad donde podíamos comer, tomar y bailar, eso que tanto nos gustaba y hablábamos durante horas por chat, a medida que las horas iban pasando entrábamos mucho más en confianza y dejábamos a un lado esos nervios de vernos por primera vez, con cada trago y roce de su cuerpo junto al mío ya no podía disimular la calentura que llevaba mi pene ya estaba bastante duro y ella podía sentirlo pero parecía que eso la calentaba también porque me bailaba muy sexy y se ponía de espaldas a mí, yo no aguante más y sin mucho rodeo la agarre de la cintura y la bese, fue un beso especial pude sentir el sabor de sus labios gruesos , la calidez de su lengua con la mía y el deseo que cada uno tenía desde hacía tanto tiempo, me miró y me dijo: por qué tardaste tanto en hacerlo? Me moría de ganas por besarte y volvió a besarme apasionadamente, en ese momento solo estábamos ella y yo en ese lugar, nadie más existía alrededor fue algo mágico.
Ya estaba todo listo para seguir con la noche y disfrutarla al máximo le dije que quería que me acompañara al hotel que tenía algo preparado para ella que sabía que le iba a encantar, sin dudarlo me dijo que sí y nos subimos a un Uber rumbo a mi hotel, por el camino no parábamos de besarnos y yo quería arrancarle el vestido, estaba muy excitado y empeze a subir mi mano por su pierna, la sensación de sentir su piel, sus besos, la química que transpirabamos era de otro mundo, mientras subía por su pierna pude sentir como ligeramente ella las abría para que yo pudiera llegar hasta su vagina, inmediatamente accedí y sentí lo mojada que estaba, era la gloria para mí, pase mis dedos unos segundos y me dijo al oído: ya vamos a llegar aguanta un poco y apartó mi mano de ella, yo solo pude reírme y trate de controlarme un poco, el conductor nos miraba manera extraña por el retrovisor.
Cuando llegamos al lobby del hotel pedí mis llaves en recepción y subimos directo en el ascensor, el viaje iba a ser un poco largo ya que era el piso 35 así que debíamos aprovechar la espera, nos abalanzamos el uno sobre el otro, los besos eran frenéticos y las ganas de comernos ya eran imposibles de controlar, yo agarraba sus nalgas con fuerza y ella tocaba mi pene por encima del pantalón el cual ya iba a explotar con la erección que llevaba.
Al llegar a la habitación estaba todo tal cual lo había pedido velas, el jacuzzi encendido, las luces tenues y una serie de aceites que había comprado para llevar todo al otro nivel. Ella se sorprendió al ver la sorpresa y dijo: no puede ser más perfecto, nos besamos apasionadamente y yo empezar a bajar el cierre de su vestido, al caer pude ver el hermoso juego de encajes que llevaba color blanco el cual ella sabía era mi favorito, confieso me centre en sus grandes senos el encaje podía dejar ver sus pezones los cuales eran grandes y estaban muy duros, pase mi lengua suavemente por ellos mientras ella gemía y tocaba su vagina por encima del cachetero, eran los senos más deliciosos que había tenido en mi vida no paraba de chuparlos y jugar con ellos, ella se revolcaba de placer y gemía le encantaba que lo hiciera, en un momento mordí suavemente sus pezones y se estremeció, volví a besarla y estaba convertida en otra persona empezó a arrancarme la ropa y me besaba frenéticamente, me pidió que me pusiera de pie y se puso de rodillas, bajo la cremallera de mi pantalón me miró fijamente y se mordió los labios, sacó mi pene del boxer y empezó a chuparlo como nunca nadie lo había hecho, no dejaba de mirarme mientras lo hacía y eso me calentaba mucho mas, lo introducía todo hasta su garganta y pasaba suavemente su lengua por toda la cabeza, yo ya ido por la situación la tomé del cabello y la ayudaba con los movimientos de su cabeza para que lo hiciera cada vez más fuerte, mejor lubricado no podía estar así que la tire a la cama y arranque su cachetero el cual estaba muy mojado, abrí sus piernas y comencé a chupar su vagina la cual ya estaba totalmente empapada de sus fluidos, el sabor era delicioso introduje mi lengua hasta lo más profundo y solo escuchaba sus gemidos intensos, su vagina pedía a gritos ser penetrada pero yo quería jugar un poco más con ella, así que introduje dos dedos mientras lamía su clítoris, ella no paraba de gemir y me tomaba del cabello fuertemente, en un momento empezaron a temblar sus piernas y sabía que venía su primer orgasmo, me pidió que no parará y puse sentir como se estremecía el sabor de sus fluidos era la gloria para mi. Se levantó y me dijo quiero que me penetres no aguanto más, y se subió sobre mi, con lo lubricados que estábamos mi pene entró suavemente, era increíble ver cómo entraba de a poco, me pidió que me acostara  y empezó a cabalgar salvajemente, sus senos saltaba de un lado a otro y ella gemía como loca, la sensación de estar dentro de ella verla tan caliente y ver sus enormes senos eran indescriptibles, en un momento comenzó a cachetearme y me pedía que le diera más duro, eso me calentaba aún más, el sonido de nuestros cuerpos y gemidos era muy fuerte yo apretaba sus senos fuertemente mientras la penetraba sin compasión alguna, después de unos minutos la tomé fuerte y le di la vuelta quedando ella debajo, subí sus piernas en mis hombros y empecé a penetrarla con todas las fuerzas que tenía mientras la tomaba fuerte por el cuello, a ella le encantaba esto y se masturbaba mientras yo bombeaba su vagina, ella disfrutaba el sexo salvaje tanto como yo, fue cuestión de minutos cuando me dijo que se iba a venir en esos momentos me tomo de las nalgas y ella misma con su fuerza se penetraba y me miraba fijamente me decía: dame más duro voy a venirme, cuando en un momento su vagina explotó con su flujo y tuvo un hermoso squirt, sus flujos empaparon toda la cama y todo mi cuerpo éramos un baño de placer, luego de esa increíble escena la tomé fuerte por la cintura y la puse boca abajo levanté su cola y comenzé a penetrarla en 4 mientras le daba unas fuertes nalgadas, la tomé del pelo y con la ayuda de ella mi pene entraba hasta lo más profundo de su cuerpo, pero ya no podía aguantar más necesitaba venirme y que mejor que en esos hermosos senos así que saque mi pene y le dije que me masturbara que me iba a venir, ella tomó mi pene y lo puso en medio de sus senos y empezó a masturbarme con ellos mientras pasaba su le gusta por mi glande y me decía: quiero que me llenes de leche, yo no aguante mucho más y me vine como nunca antes lo había hecho eran chorros y chorros de semen por toda su cara y sus senos, ella solo se relamía y esparcía el semen por todos sus senos mientras me miraba y sonreía de placer.
Los dos terminamos exhaustos y nos metimos al jacuzzi para descansar un poco y tomarnos una botella de vino, esa noche nunca la podré olvidar.

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