Más encuentros con mi vecina madura

 
 
Los días después de nuestro primerencuentro hot en el pasillo, nos cruzamos con mi vecina madura varias veces,con miradas cómplices, ya que siempre alguno de los dos estaba con alguien ohabía un vecino dando vueltas. Se notaba la tensión sexual que había cuando noscruzábamos y que había ganas de más.
Un día a la tardecita coincidimos en laentrada. Ella estaba con una amiga. Venían del gimnasia porque estaban concalzas y muy deportivas. Subimos juntos charlando los tres y después cada uno asu departamento.


La amiga estaba buena, era parecida a ellapero rubia y con algo menos de curvas y tetas. Me calentó la imagen de las dos,de calzas y para joder a mi vecina le mande un mensaje. “No sé con cuál mequedo…”
Unas horas más tarde me contesta. “A mísola, pendejo, vos todo mía”.


-         Ya se fue tu amiga?
-         No, salió a comprar algo paracomer. Duerme acá porque se peleó con el novio.
-         Uhhh…y que hago con esto yo?
Y le mande una foto de mi pija parada.
-         Esperame un rato que voy y tesaco la leche. ¿Querés?
-         Dale…no se cuánto aguanto.
Y le mande un video mío pajeándome.
-         Me encanta que te zarpes asípendejo…guardame la leche.


Una media hora después. Escucho por elpasillo la voz de ella que decía “voy y le pido al vecino”. Y toca el timbre.Abro y estaba ella.
-         Hola vecino, necesito que meprestes un poco de pimienta.
-         Si pasá que la busco. No sedonde está. Pasá y esperame.


Ni bien cerré la puerta me llevó contra lapared, me puso su boca pegada a la mía y me metió la mano por el short. Meagarró la pija y me dijo “Me guardaste la leche, no pendejo?”


Me empezó a pajear y besarme. Me metía lalengua hasta el fondo. Yo estaba entregado. Me dejé hacer. Al igual que elprimer encuentro se agachó y empezó a chupármela. Me pasaba la lengua y sepajeaba, abriendo la boca.


-         “Dame pendejo, dale. Dame laleche que me tengo que ir”
Y aceleraba y me pajeaba más y más rápido.
-         Ay….si vecina, trágatela, laguardé toda para vos.
-         Acabás? Ahora? Avisame que nome puedo ir manchada. La quiero tragar. Dale pendejo. Otro día te hago la turcaque tanto te gusta y me la dejás en las tetas.
-         Si, si…ahhhh… ahí acabo. Pudedecir entrecortado por lo caliente que me tenía pajeándome así.
-         Ella se la metió en la boca yse la trago toda.
 
Se levantó y me dijo “Mellevo la pimienta. Mañana te la devuelvo”, y me guiñó un ojo mientras se iba.