La noche había caído, el miraba por la ventana el pasar de los autos, las personas caminando hacia sus casas después de un día de trabajo. Él la había estado esperando todo el día a que ella llegara, la imaginaba desnuda, con sus piernas abiertas en su cama comiéndose su clítoris mientras sus manos tomaban sus hermosas tetas.
Pero en cambio solo estaba esa soledad que le hacía plantearse escenarios surrealistas. En uno de estos viajes de imaginación estaban juntos en un bar swinger tomándose unas copas, el ambiente era oscuro, adecuado para los amantes furtivos, para que los cuerpos se acercaran sin temor. Iván se acerco un poco mas de lo permitido legalmente en un bar, aunque en ese lugar todo estaba permitido. Deslizo su mano por los muslos de Marcela, ella lo miraba a los ojos complacida por la forma en que se sucedían las cosas. Al tratar de abrazarlo por error tumbo su celular que se encontraba sobre la mesa. Iván se agacho a recogerlo, pero estaba muy lejos, contra el soporte de la mesa, se tuvo que agachar mucho mas y gateando llego al celular, cuando se disponía a salir de debajo de la mesa vio como Marcela abría completamente las piernas y con sus manos le indicaba su nueva tarea. Él gateo hacia ella y metió su cara entre las piernas de ella, y con su lengua le arranco un gemido de placer el cual era rápidamente apagado por la música del lugar. Comenzó a disfrutar del delicioso clítoris y cuando ella se deslizo sobre la silla, el pudo penetrarla con su lengua. Estaba completamente mojada y se escuchaba como gemía de placer, así que uno a uno, fue metiendo sus dedos en la vagina mientras se comía el clítoris, ya tenia 4 dedos en su interior cuando un chorro de placer lleno su boca mientras las piernas de Marcela se movían de forma espasmódica.
En ese momento un tipo se sienta en la mesa y su compañera se sienta al lado
- ¿Estás sola?
- ¿Qué te hace pensar eso?
- No veo a nadie que te acompañe y con mi esposa pensamos que, si quieres, podemos divertirnos
Yo seguía debajo de la mesa y después de escuchar la conversación, comencé a hacerle de nuevo sexo oral a mi mujer. Ella inicialmente se sentía incomoda porque intento cerrar sus piernas, pero le ganaron las ganas de placer, y sentí como se inclinaba hacia donde estaba el tipo y le tomaba el bulto entre sus piernas, la mujer que estaba con él le soltó el pantalón y entre las dos comenzaron a masturbarlo. Yo desde debajo de la mesa podía ver como una mano del tipo se perdía dentro de la vagina de su acompañante y supongo que la otra debía estar en las tetas de mi mujer, la cual tiene unas hermosas tetas. Marcela gemía de nuevo y nuevamente llego en mi boca, pero esta vez mojo mi camisa también. El tipo estaba excitado y vi como su mano deslizaba hacia la vagina de mi mujer. En ese momento salí de debajo de la mesa, el tipo y su acompañante se quedan mirándome y miran a mi mujer. Ella solo dice
- Nunca dije que estuviera sola y pienso que mi marido también quiere participar de lo que está sucediendo
Ellos nos miran alternativamente y la acompañante del tipo dice
- Por mi no hay problema, pero busquemos un lugar más amplio
Nos dirigimos entonces a una cama gigante, mi mujer y yo íbamos de la mano por detrás de la otra pareja, ella me tomaba con fuerza, le gustaba lo que estaba pasando. Al llegar a la cama ellos se pararon frente a nosotros y el tipo nos dijo
- ¿Puedo?
Él quería tocarla, yo solo le dije que le preguntara a ella refiriéndome a mi mujer. Ella lo acerco y lo beso mientras su mano se perdía en el pantalón de él, su acompañante se agacho, me abrió el pantalón y comenzó a hacerme sexo oral, mientras yo con una de mis manos tocaba los senos de mi mujer y con la otra tomaba el cabello de la otra mujer. El tipo comenzó a desvestir a Marcela, ella lo ayudo, cuando estaba completamente desnuda, la acompañante se incorporó y comenzó a besar a mi mujer mientras ambas comenzaban a masturbarse entre ellas. Nosotros comenzamos a quitarnos la ropa hasta quedar desnudos, ellas se acostaron boca arriba sobre la cama y cada uno penetro a su pareja, mi mujer me miraba, estaba feliz, solo se percibía un vai ven de cuerpos moviéndose al ritmo de las penetraciones. No pasaron 5 minutos y escuchamos gemir al tipo que venía con la mujer, después de lo cual su mujer se acerco a besar nuevamente a mi mujer, ella le correspondió con un gran beso y ella comenzó a comerse las tetas de mi mujer. Yo para hacerle más fácil el acceso a mi mujer me acosté y ella de sentó sobre mi verga penetrándose por el culo, gimió de placer al sentir como se deslizaba mi verga en su interior y de esa forma su clítoris quedo expuesto. Ella comenzó a comérselo poniéndose en 4, mientras que su acompañante le hacía sexo oral, dándole tiempo a que su verga respondiera nuevamente. Mi mujer gemía aún más, yo la tomaba fuerte de la cintura para que no quedara un centímetro de mi verga fuera de su culo y así llego nuevamente.
El otro tipo ya estaba listo para un siguiente round, su mujer se acostó boca arriba y el comenzó a penetrarla por la vagina, Mi mujer estaba muy excitada y al ver esto se acostó encima de ella y comenzaron a chuparse el clítoris entre ellas. Eso era alucinante, me encontraba muy excitado me hice detrás de Marcela dispuesto a penetrarla nuevamente, pero la otra mujer se comió toda mi verga de un movimiento, nada quedo por fuera de su boca. En el momento que ella va a respirar, la retiré de su boca y comencé a penetrar a mi mujer, por el movimiento de la cabeza de mi mujer pude intuir que ella alternaba comerse la verga del tipo y el clítoris de la mujer mientras este la penetraba. Así duramos un rato.
Ya se había armado un grupo que veía como nos dábamos placer mientras se tocaban. Nos separamos un momento, yo me acosté nuevamente y Marcela se sentó dándome la espalda de nuevo, dejando que mi verga se deslizara por su culo. El tipo se incorporo y mi mujer se comió toda su verga, mientras la otra mujer nuevamente se le comida el clítoris. El tipo le hace una señal a su pareja y cambian de posición, ella se incorpora y acerca su sexo a mi mujer. Marcela se come el clítoris de la otra mujer, se lo come con deseo y fue cuando sentí como la verga del tipo se deslizaba dentro la vagina de mi mujer, de ella salió un gemido largo y profundo, comenzando a moverse más rápido al sentirse doblemente penetrada, gemía mucho y se detuvo solo cuando sentí como mis piernas se mojaban con el placer de mi mujer, había llegado de una forma increíble. Se giro para verme, la mire a los ojos, estaba feliz, cansada, pero excitada. La otra mujer al ver lo que paso con mi mujer quería lo mismo con ella. Se sentó sobre la verga de su pareja penetrándose por la vagina dándole la espalda, me cogió de la verga y me acerco a su vagina y procedí a penetrarla también por la vagina, mi mujer al ver esto se incorporo y le puso su clítoris en la boca a la mujer y mientras se comía el clítoris de mi mujer ella llego en una fuerte explosión de placer. Para ese momento ya me doy cuenta de todo lo que pasa alrededor y varias manos tocan a Marcela y a la otra mujer, así como mi cuerpo era blanco de otras manos. Yo me siento un poco intimidado, las personas se acercan más, quieren participar, esto ya es una orgia. Mi mujer me mira, tiene dudas de lo que pasa, pero aun así toma una verga en cada mano, mientras otras manos recorren sus hermosas tetas …
Suena un timbre, regreso de mi sueño vivido, mi pantalón me incomoda tengo una gran erección y afuera está el señor que quiere leer la lectura del contador de la luz.
Pero en cambio solo estaba esa soledad que le hacía plantearse escenarios surrealistas. En uno de estos viajes de imaginación estaban juntos en un bar swinger tomándose unas copas, el ambiente era oscuro, adecuado para los amantes furtivos, para que los cuerpos se acercaran sin temor. Iván se acerco un poco mas de lo permitido legalmente en un bar, aunque en ese lugar todo estaba permitido. Deslizo su mano por los muslos de Marcela, ella lo miraba a los ojos complacida por la forma en que se sucedían las cosas. Al tratar de abrazarlo por error tumbo su celular que se encontraba sobre la mesa. Iván se agacho a recogerlo, pero estaba muy lejos, contra el soporte de la mesa, se tuvo que agachar mucho mas y gateando llego al celular, cuando se disponía a salir de debajo de la mesa vio como Marcela abría completamente las piernas y con sus manos le indicaba su nueva tarea. Él gateo hacia ella y metió su cara entre las piernas de ella, y con su lengua le arranco un gemido de placer el cual era rápidamente apagado por la música del lugar. Comenzó a disfrutar del delicioso clítoris y cuando ella se deslizo sobre la silla, el pudo penetrarla con su lengua. Estaba completamente mojada y se escuchaba como gemía de placer, así que uno a uno, fue metiendo sus dedos en la vagina mientras se comía el clítoris, ya tenia 4 dedos en su interior cuando un chorro de placer lleno su boca mientras las piernas de Marcela se movían de forma espasmódica.
En ese momento un tipo se sienta en la mesa y su compañera se sienta al lado
- ¿Estás sola?
- ¿Qué te hace pensar eso?
- No veo a nadie que te acompañe y con mi esposa pensamos que, si quieres, podemos divertirnos
Yo seguía debajo de la mesa y después de escuchar la conversación, comencé a hacerle de nuevo sexo oral a mi mujer. Ella inicialmente se sentía incomoda porque intento cerrar sus piernas, pero le ganaron las ganas de placer, y sentí como se inclinaba hacia donde estaba el tipo y le tomaba el bulto entre sus piernas, la mujer que estaba con él le soltó el pantalón y entre las dos comenzaron a masturbarlo. Yo desde debajo de la mesa podía ver como una mano del tipo se perdía dentro de la vagina de su acompañante y supongo que la otra debía estar en las tetas de mi mujer, la cual tiene unas hermosas tetas. Marcela gemía de nuevo y nuevamente llego en mi boca, pero esta vez mojo mi camisa también. El tipo estaba excitado y vi como su mano deslizaba hacia la vagina de mi mujer. En ese momento salí de debajo de la mesa, el tipo y su acompañante se quedan mirándome y miran a mi mujer. Ella solo dice
- Nunca dije que estuviera sola y pienso que mi marido también quiere participar de lo que está sucediendo
Ellos nos miran alternativamente y la acompañante del tipo dice
- Por mi no hay problema, pero busquemos un lugar más amplio
Nos dirigimos entonces a una cama gigante, mi mujer y yo íbamos de la mano por detrás de la otra pareja, ella me tomaba con fuerza, le gustaba lo que estaba pasando. Al llegar a la cama ellos se pararon frente a nosotros y el tipo nos dijo
- ¿Puedo?
Él quería tocarla, yo solo le dije que le preguntara a ella refiriéndome a mi mujer. Ella lo acerco y lo beso mientras su mano se perdía en el pantalón de él, su acompañante se agacho, me abrió el pantalón y comenzó a hacerme sexo oral, mientras yo con una de mis manos tocaba los senos de mi mujer y con la otra tomaba el cabello de la otra mujer. El tipo comenzó a desvestir a Marcela, ella lo ayudo, cuando estaba completamente desnuda, la acompañante se incorporó y comenzó a besar a mi mujer mientras ambas comenzaban a masturbarse entre ellas. Nosotros comenzamos a quitarnos la ropa hasta quedar desnudos, ellas se acostaron boca arriba sobre la cama y cada uno penetro a su pareja, mi mujer me miraba, estaba feliz, solo se percibía un vai ven de cuerpos moviéndose al ritmo de las penetraciones. No pasaron 5 minutos y escuchamos gemir al tipo que venía con la mujer, después de lo cual su mujer se acerco a besar nuevamente a mi mujer, ella le correspondió con un gran beso y ella comenzó a comerse las tetas de mi mujer. Yo para hacerle más fácil el acceso a mi mujer me acosté y ella de sentó sobre mi verga penetrándose por el culo, gimió de placer al sentir como se deslizaba mi verga en su interior y de esa forma su clítoris quedo expuesto. Ella comenzó a comérselo poniéndose en 4, mientras que su acompañante le hacía sexo oral, dándole tiempo a que su verga respondiera nuevamente. Mi mujer gemía aún más, yo la tomaba fuerte de la cintura para que no quedara un centímetro de mi verga fuera de su culo y así llego nuevamente.
El otro tipo ya estaba listo para un siguiente round, su mujer se acostó boca arriba y el comenzó a penetrarla por la vagina, Mi mujer estaba muy excitada y al ver esto se acostó encima de ella y comenzaron a chuparse el clítoris entre ellas. Eso era alucinante, me encontraba muy excitado me hice detrás de Marcela dispuesto a penetrarla nuevamente, pero la otra mujer se comió toda mi verga de un movimiento, nada quedo por fuera de su boca. En el momento que ella va a respirar, la retiré de su boca y comencé a penetrar a mi mujer, por el movimiento de la cabeza de mi mujer pude intuir que ella alternaba comerse la verga del tipo y el clítoris de la mujer mientras este la penetraba. Así duramos un rato.
Ya se había armado un grupo que veía como nos dábamos placer mientras se tocaban. Nos separamos un momento, yo me acosté nuevamente y Marcela se sentó dándome la espalda de nuevo, dejando que mi verga se deslizara por su culo. El tipo se incorporo y mi mujer se comió toda su verga, mientras la otra mujer nuevamente se le comida el clítoris. El tipo le hace una señal a su pareja y cambian de posición, ella se incorpora y acerca su sexo a mi mujer. Marcela se come el clítoris de la otra mujer, se lo come con deseo y fue cuando sentí como la verga del tipo se deslizaba dentro la vagina de mi mujer, de ella salió un gemido largo y profundo, comenzando a moverse más rápido al sentirse doblemente penetrada, gemía mucho y se detuvo solo cuando sentí como mis piernas se mojaban con el placer de mi mujer, había llegado de una forma increíble. Se giro para verme, la mire a los ojos, estaba feliz, cansada, pero excitada. La otra mujer al ver lo que paso con mi mujer quería lo mismo con ella. Se sentó sobre la verga de su pareja penetrándose por la vagina dándole la espalda, me cogió de la verga y me acerco a su vagina y procedí a penetrarla también por la vagina, mi mujer al ver esto se incorporo y le puso su clítoris en la boca a la mujer y mientras se comía el clítoris de mi mujer ella llego en una fuerte explosión de placer. Para ese momento ya me doy cuenta de todo lo que pasa alrededor y varias manos tocan a Marcela y a la otra mujer, así como mi cuerpo era blanco de otras manos. Yo me siento un poco intimidado, las personas se acercan más, quieren participar, esto ya es una orgia. Mi mujer me mira, tiene dudas de lo que pasa, pero aun así toma una verga en cada mano, mientras otras manos recorren sus hermosas tetas …
Suena un timbre, regreso de mi sueño vivido, mi pantalón me incomoda tengo una gran erección y afuera está el señor que quiere leer la lectura del contador de la luz.
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