De nuevo Eli pensaba en como llegó ahí. Ayer respondía el mensaje de la Sra. María, mally de cariño, cariño que lo ganó años atrás cuando la señora la acogió, protegió y apoyo económico en tiempo de crisis. La había salvado la vida, juró que le debía todo, juramento que llevó a pronunciar <lo que sea, lo haré> llegó a decir aquella vez.
Error o no ahí estaba, fiel a la palabra dicha. Cumpliendo la deuda pero no precisamente como se lo imaginaba.
No tardó en llegar, vestida elegantemente, tampoco tardó en iniciarlo. Una bofetada la sacó de sus pensamientos.
- Muy bien, puta, ésto te va a gustar y a doler, pero no importa, lo que importa es que hagas lo que te digo.
No respondió. Otra bofetada.
-Es.. está bien, señora- las lágrimas de Eli bajaron por sus mejillas adoloridas.
Comenzó a tocarlas, acariciarla. Con los guantes de terciopelo negro acariciaba su piel, retorcía sus pezones, los agarraba. Bajaba hasta su vulvia, los recorría. Le daba pequeños golpecitos. -todo esto te va a encantar puta, tengo juguetes para ti, eres toda mía.
El sonida de las nalgadas retumbaban en las paredes, golpes rápidos, consistentes y fuertes atormentaban a Eli, que aparte de soportarlo estaba caliente. Lo cierto es que las caricias, la situación y los golpes le producían un morbo tremendo.
Después de muchas nalgadas no tardaron en quedarse rojas sus nalgas.
-estas lista puta?
-pa..-una nalgada la interrumpió- para que?
El golpe fue más fuerte -dime señora, puta- y para corroborar la orden le siguió otra nalgada más.
-para que señora?
-para ésto.
Lo de los juguetes era cierto. Lo vió de repente, un objeto largo y grueso, que vibrababa con fuerza. Cuándo se decidía a que decir ya lo tenía la mitad por dentro de la boca. Se debatió pero no tardó en tenerlo todo dentro. Arcadas interrumpieron la faena, pero Mally no tuvo piedad. La sujeto del cabello e introducía el vibrador.
-pensé que querrías mojarlo- le decía mientras la acostó en el sofá- para lubricación.
El pánico floreció en Eli. Intentó retirarse pero no la dejó. <La promesa me lo hiciste, me lo debes> las palabras la tranquilizaron. Después de todo ¿Qué tan malo podría ser? Cerró los ojos.
Fue muy malo. La penetración fue repentina. La penetró de una, sin pausas. Volvió a retirarse y a entrar. El ritmo rápido no se detuvo. Pero era extraño, no vibraba, lo sintió más caliente. Tardó en comprender lo que pasaba.
Era una verga, abrió los ojos y lo vió. Era el marido de Mally, estaba penetrándola salvajemente. Ondas de placer la recorrían. El pene era de buen tamaño y entraba en su vagina por completo.
Un orgasmo llegaba y Eli se retorció, gimió y... Paró. La polla salió de ella y Mally la sujetó del pelo.
-te gusta no? Te gustó puta. Di que te gustó y quieres más.
-anda puta, estás mojada - los dedos de terciopelo se introducían en su vulva- di que lo quieres.
Eli veía la verga, gruesa, deseaba que la penetrará. La vergüenza de la situación pudo más y no dijo nada
Mally se levantó, se quitó la tanga que traía, y la estampó contra el rostro de Eli -puta, yo se que la quieres- metió dentro de la boca la prenda y la sujetó del pelo.
-Dilo. Puta.
Eli sentía el olor de la señora, su tanga estaba húmeda, no había duda que disfrutaba haciendola sufrir. Cuando quito las bragas de su boca siguió callada. La abofeteó.
-no lo tendrás si...
-La quiero.
Bofetón. -dime señora, y dime que quieres.
-quiero la pija de su marido, señora.
En los ojos de Mally de encendieron llamas tras las palabras, se diría que el solo oírlas la calentaba. Sujetó por el pelo a su ex protegida, abrió si boca y la acercó a la verga de su marido.
Introdujo hasta el fondo de su garganta. La dejó ahí por un tiempo. La quitó. Y volvió a meterla. El sabor era algo amargo, mezclado con el dulce sabor de su propia vulva, donde había estado. La señora deleitó a su esposo. La obligo a hacerlo profundo. La hizo chuparle la verga, sacando y metiendo. La obligó a lamerle las bolas.
En poco tiempo todo se aceleró. Mally la penetraba con el juguete por la vagina. La vibración era tal que no tardó en llegarle el orgasmo.
El marido la sujetaba y cuando le llegó el segundo orgasmo empujó su polla hasta el fondo.
Estuvieron media hora así, penetrándola con el vibrador, por la vagina, la boca. Intercalando entre el pene y el juguete. Incluso Mally se metía al ciclo chupando la polla de su esposo, sujetando el vibrador y chupandolo también.
La recostaron en el sofá. El marido ocupó su lugar y la volvió a penetrar. En cambio, Mally se montó sobre su rostro.
-Ahora dame placer a mí putita.
No esperó respuesta, comenzó a saltar y moverse. Pasando la concha por el rostro de Eli. Ambos estaban udando su cuerpo, atada de brazos solo podía sacar la lengua y abrirse de piernas.
Las cogidas se volvieron brutales, la señora intercalaba entre su vagina, el vibrador y sus propios dedos en la boca de Eli. El marido intercambiaba entre su vagina y su culo. Estaba acostumbrada al sexo anal, pero la penetración al comenzar igual le fue dolorosa, de todas formas no tuvo tiempo en pensarlo con todas las cosas que iban pasando.
La afixiaban, la penetraban. Perdió el contro de orgasmos, si es que de ponía a contarlos. El esposo la obligó a arrodillarse y a chuparle el pene después de haberlo sacado de su ano. Sabía a eso, mezclado con el sabor de su vagiba y algo más, a hombre. Debió de haberle ejaculado en el culo, o en la vagina, la verdad la yo estaba segura. Lo que sí estaba segura era que el resto semen llenaba su boca.
La señora se divertía al verlo todo. Pero no tardó en unirse. A Eli la colocaron de cuatro. La señora se ocupó de ella, mientras si esposo por fin parecía acordarse de su matrimonio.
Eli sentía el vibrador en su culo, bien puesto hasta el fondo. Mientras era el culo lo que elegía también el marido, el de su señora.
Los gritos de Mally eran gemidos. Eli pensó en la verdadera puta era la señora y no ella. Disfrutaba de todo eso entre gritos de pasión.
El vibrador le salió del culito y cayó el piso. Eli ya no podía apretarlo más, estaba muy dilatada. La señora recuperó el jueguete y la penetró por la vagina, dejando el vibrador dentro de ella. Estaba totalmente enloquecida.
La locura la pagó Eli por supuesto.
Antes de la penetración el señor la sujeto del pelo y la acercó hacia Mally. Era obvio lo que debía hacer.
-Lubricame el culo. Puta. Házlo y ya se acaba.
Quisiera o no las mano la llevaron entre sus piernas, la apretaron por el culo y entre lamidas lo chupo. Su lenga entraba perfectamente. Sentía el sabor de Mally juntó con ro ya conocido sabor del señor.
Con el culo bien mojado, Mally montó a su señor esposo. Las mondas iban interrumpidas por lapsos en los que Eli debia trabajar. El saca y mete entre el agujero de atrás y su boca se le volvió eterno.
Aún sintiendo orgasmos por culpa del vibrador a Eli la obligaron a mucho más. Tuvo que deborar la vagina de Mally. Introducía su lengua dentro, lamía el clitoris y le producía igualmente orgasmos a la señora, aunque no tantos como los que sentía ella.
El esposo comenzó a quejarse, iba a terminar. Mally tenía ideado lo que seguía después. Sujetó a Eli contra ella. Agarró el pene de su marido y comenzó a masturbarlo con una mano. El semen no tardó en fluir. Con la otra sujetaba a Eli bien cerca del glande.
-Abre bien la boca puta- ordenó a Eli mientras la sujetaba con sus piernas, con sus manos. -tragalo todo.
Era mucho semen, no quería tragarlo. Sabía fatal, temía que si lo derramaba le iba a ir peor, pero cuando agarraba valentía la señora le metió unos dedos en la boca, casi la mano entera.
-vamos puta, tragalo- los dedos se movían jugando con el semen en su boca. -dale puta o verás que pasa.
Las náuseas llegaron, sobrevino una arcada y una gota de semen se derramó. Mally enfureció, tapó su boca y se dirigió a su marido.
-Es una malagradecida cariño. Follala, por la boca, que lo tragué, yo la sujeto.
Y así se cumplió
La tiró para atrás y la sujetó por el cuello. Agarró con sus manos si cabeza y le abrió la boca. El marido metió su verga dentro. Eli forcejeó y el vibrador salió disparado de su vagina. Intentó zafarse pero Mally le rodeó el cuello con sus pies. No había forma de salir.
El semen resbaló por su garganta a medida que el pene lo abría. Tras unos minutos ya no tenía ni un poco en su boca. Pero el esposo no se detenía.
Es más, aceleraba. La follaba con violenta, gemía como un animal y Eli solo podía aguantar m intentaba respirar cuando salía un poco de su garganta, momento qie no duraba mucho pues apenas retrocedía volvía a chocar sus bolas por su mentón, con todo el falo dentro de su boca y garganta. Las arcadas eran muchísimas pero no vomitó.
El esposo gimió aún más y la embistió con todas sus fuerzas. Se hundió un el regazo de Mally y la polla en su garganta explotó. El esposo no se movió de ahí hasta que el último espasmo terminó y Eli tuvo queie tragar la última ejaculaba para no ahogarse.
Cayó al suelo, cansada. Después de minutos volvió a levantarse. Mally estaba sentada en el regazo de su marido. Ambos brindando y felices.
-feliz aniversario mi amor- oyó decir a la señora, quien al darle un beso a su amado la vió ahí tirada -lo hiciste bien Eli, ya no me debes nada.
Estaba tan exhausta que no respondió nada. Por un lado el placer fue indescriptible. Tuve miles de orgasmos seguidos. Pero por otro se sentía usada y humillada. La señora María fue como una madre, pero Eli pensaba que eso acabó.
-Ya puedes irte. Puta -apoyo su pie en la cabeza de Eli y pateó.
Definitivamente acabó. La deuda estaba saldada. Eli cayó al suelo, cerro los ojos y sonrió. La verdad fue que el pago fue demasiado caro. Tanto que quizás al final, Mally le debía algo.
Gracias a todos por la buena onda. En especial gracias al usuario @00FM por darme la idea de edte pequeño encuentro. Déjenme sus opiniones al inbox o en los comentarios m michas imágenes? Hago más corto? No uso imágenes?
Si tienen alguna idea, relato o algo que comentarme no dejen de decirmelo y para la idea que use hay premios. Gracias a todos los el apoyo, me motiva a seguir escribiendo.
Error o no ahí estaba, fiel a la palabra dicha. Cumpliendo la deuda pero no precisamente como se lo imaginaba.
No tardó en llegar, vestida elegantemente, tampoco tardó en iniciarlo. Una bofetada la sacó de sus pensamientos.
- Muy bien, puta, ésto te va a gustar y a doler, pero no importa, lo que importa es que hagas lo que te digo.
No respondió. Otra bofetada.
-Es.. está bien, señora- las lágrimas de Eli bajaron por sus mejillas adoloridas.
Comenzó a tocarlas, acariciarla. Con los guantes de terciopelo negro acariciaba su piel, retorcía sus pezones, los agarraba. Bajaba hasta su vulvia, los recorría. Le daba pequeños golpecitos. -todo esto te va a encantar puta, tengo juguetes para ti, eres toda mía.
El sonida de las nalgadas retumbaban en las paredes, golpes rápidos, consistentes y fuertes atormentaban a Eli, que aparte de soportarlo estaba caliente. Lo cierto es que las caricias, la situación y los golpes le producían un morbo tremendo.
Después de muchas nalgadas no tardaron en quedarse rojas sus nalgas.
-estas lista puta?
-pa..-una nalgada la interrumpió- para que?
El golpe fue más fuerte -dime señora, puta- y para corroborar la orden le siguió otra nalgada más.
-para que señora?
-para ésto.
Lo de los juguetes era cierto. Lo vió de repente, un objeto largo y grueso, que vibrababa con fuerza. Cuándo se decidía a que decir ya lo tenía la mitad por dentro de la boca. Se debatió pero no tardó en tenerlo todo dentro. Arcadas interrumpieron la faena, pero Mally no tuvo piedad. La sujeto del cabello e introducía el vibrador.
-pensé que querrías mojarlo- le decía mientras la acostó en el sofá- para lubricación.
El pánico floreció en Eli. Intentó retirarse pero no la dejó. <La promesa me lo hiciste, me lo debes> las palabras la tranquilizaron. Después de todo ¿Qué tan malo podría ser? Cerró los ojos.
Fue muy malo. La penetración fue repentina. La penetró de una, sin pausas. Volvió a retirarse y a entrar. El ritmo rápido no se detuvo. Pero era extraño, no vibraba, lo sintió más caliente. Tardó en comprender lo que pasaba.
Era una verga, abrió los ojos y lo vió. Era el marido de Mally, estaba penetrándola salvajemente. Ondas de placer la recorrían. El pene era de buen tamaño y entraba en su vagina por completo.
Un orgasmo llegaba y Eli se retorció, gimió y... Paró. La polla salió de ella y Mally la sujetó del pelo.
-te gusta no? Te gustó puta. Di que te gustó y quieres más.
-anda puta, estás mojada - los dedos de terciopelo se introducían en su vulva- di que lo quieres.
Eli veía la verga, gruesa, deseaba que la penetrará. La vergüenza de la situación pudo más y no dijo nada
Mally se levantó, se quitó la tanga que traía, y la estampó contra el rostro de Eli -puta, yo se que la quieres- metió dentro de la boca la prenda y la sujetó del pelo.
-Dilo. Puta.
Eli sentía el olor de la señora, su tanga estaba húmeda, no había duda que disfrutaba haciendola sufrir. Cuando quito las bragas de su boca siguió callada. La abofeteó.
-no lo tendrás si...
-La quiero.
Bofetón. -dime señora, y dime que quieres.
-quiero la pija de su marido, señora.
En los ojos de Mally de encendieron llamas tras las palabras, se diría que el solo oírlas la calentaba. Sujetó por el pelo a su ex protegida, abrió si boca y la acercó a la verga de su marido.
Introdujo hasta el fondo de su garganta. La dejó ahí por un tiempo. La quitó. Y volvió a meterla. El sabor era algo amargo, mezclado con el dulce sabor de su propia vulva, donde había estado. La señora deleitó a su esposo. La obligo a hacerlo profundo. La hizo chuparle la verga, sacando y metiendo. La obligó a lamerle las bolas.
En poco tiempo todo se aceleró. Mally la penetraba con el juguete por la vagina. La vibración era tal que no tardó en llegarle el orgasmo.
El marido la sujetaba y cuando le llegó el segundo orgasmo empujó su polla hasta el fondo.
Estuvieron media hora así, penetrándola con el vibrador, por la vagina, la boca. Intercalando entre el pene y el juguete. Incluso Mally se metía al ciclo chupando la polla de su esposo, sujetando el vibrador y chupandolo también.
La recostaron en el sofá. El marido ocupó su lugar y la volvió a penetrar. En cambio, Mally se montó sobre su rostro.
-Ahora dame placer a mí putita.
No esperó respuesta, comenzó a saltar y moverse. Pasando la concha por el rostro de Eli. Ambos estaban udando su cuerpo, atada de brazos solo podía sacar la lengua y abrirse de piernas.
Las cogidas se volvieron brutales, la señora intercalaba entre su vagina, el vibrador y sus propios dedos en la boca de Eli. El marido intercambiaba entre su vagina y su culo. Estaba acostumbrada al sexo anal, pero la penetración al comenzar igual le fue dolorosa, de todas formas no tuvo tiempo en pensarlo con todas las cosas que iban pasando.
La afixiaban, la penetraban. Perdió el contro de orgasmos, si es que de ponía a contarlos. El esposo la obligó a arrodillarse y a chuparle el pene después de haberlo sacado de su ano. Sabía a eso, mezclado con el sabor de su vagiba y algo más, a hombre. Debió de haberle ejaculado en el culo, o en la vagina, la verdad la yo estaba segura. Lo que sí estaba segura era que el resto semen llenaba su boca.
La señora se divertía al verlo todo. Pero no tardó en unirse. A Eli la colocaron de cuatro. La señora se ocupó de ella, mientras si esposo por fin parecía acordarse de su matrimonio.
Eli sentía el vibrador en su culo, bien puesto hasta el fondo. Mientras era el culo lo que elegía también el marido, el de su señora.
Los gritos de Mally eran gemidos. Eli pensó en la verdadera puta era la señora y no ella. Disfrutaba de todo eso entre gritos de pasión.
El vibrador le salió del culito y cayó el piso. Eli ya no podía apretarlo más, estaba muy dilatada. La señora recuperó el jueguete y la penetró por la vagina, dejando el vibrador dentro de ella. Estaba totalmente enloquecida.
La locura la pagó Eli por supuesto.
Antes de la penetración el señor la sujeto del pelo y la acercó hacia Mally. Era obvio lo que debía hacer.
-Lubricame el culo. Puta. Házlo y ya se acaba.
Quisiera o no las mano la llevaron entre sus piernas, la apretaron por el culo y entre lamidas lo chupo. Su lenga entraba perfectamente. Sentía el sabor de Mally juntó con ro ya conocido sabor del señor.
Con el culo bien mojado, Mally montó a su señor esposo. Las mondas iban interrumpidas por lapsos en los que Eli debia trabajar. El saca y mete entre el agujero de atrás y su boca se le volvió eterno.
Aún sintiendo orgasmos por culpa del vibrador a Eli la obligaron a mucho más. Tuvo que deborar la vagina de Mally. Introducía su lengua dentro, lamía el clitoris y le producía igualmente orgasmos a la señora, aunque no tantos como los que sentía ella.
El esposo comenzó a quejarse, iba a terminar. Mally tenía ideado lo que seguía después. Sujetó a Eli contra ella. Agarró el pene de su marido y comenzó a masturbarlo con una mano. El semen no tardó en fluir. Con la otra sujetaba a Eli bien cerca del glande.
-Abre bien la boca puta- ordenó a Eli mientras la sujetaba con sus piernas, con sus manos. -tragalo todo.
Era mucho semen, no quería tragarlo. Sabía fatal, temía que si lo derramaba le iba a ir peor, pero cuando agarraba valentía la señora le metió unos dedos en la boca, casi la mano entera.
-vamos puta, tragalo- los dedos se movían jugando con el semen en su boca. -dale puta o verás que pasa.
Las náuseas llegaron, sobrevino una arcada y una gota de semen se derramó. Mally enfureció, tapó su boca y se dirigió a su marido.
-Es una malagradecida cariño. Follala, por la boca, que lo tragué, yo la sujeto.
Y así se cumplió
La tiró para atrás y la sujetó por el cuello. Agarró con sus manos si cabeza y le abrió la boca. El marido metió su verga dentro. Eli forcejeó y el vibrador salió disparado de su vagina. Intentó zafarse pero Mally le rodeó el cuello con sus pies. No había forma de salir.
El semen resbaló por su garganta a medida que el pene lo abría. Tras unos minutos ya no tenía ni un poco en su boca. Pero el esposo no se detenía.
Es más, aceleraba. La follaba con violenta, gemía como un animal y Eli solo podía aguantar m intentaba respirar cuando salía un poco de su garganta, momento qie no duraba mucho pues apenas retrocedía volvía a chocar sus bolas por su mentón, con todo el falo dentro de su boca y garganta. Las arcadas eran muchísimas pero no vomitó.
El esposo gimió aún más y la embistió con todas sus fuerzas. Se hundió un el regazo de Mally y la polla en su garganta explotó. El esposo no se movió de ahí hasta que el último espasmo terminó y Eli tuvo queie tragar la última ejaculaba para no ahogarse.
Cayó al suelo, cansada. Después de minutos volvió a levantarse. Mally estaba sentada en el regazo de su marido. Ambos brindando y felices.
-feliz aniversario mi amor- oyó decir a la señora, quien al darle un beso a su amado la vió ahí tirada -lo hiciste bien Eli, ya no me debes nada.
Estaba tan exhausta que no respondió nada. Por un lado el placer fue indescriptible. Tuve miles de orgasmos seguidos. Pero por otro se sentía usada y humillada. La señora María fue como una madre, pero Eli pensaba que eso acabó.
-Ya puedes irte. Puta -apoyo su pie en la cabeza de Eli y pateó.
Definitivamente acabó. La deuda estaba saldada. Eli cayó al suelo, cerro los ojos y sonrió. La verdad fue que el pago fue demasiado caro. Tanto que quizás al final, Mally le debía algo.
Gracias a todos por la buena onda. En especial gracias al usuario @00FM por darme la idea de edte pequeño encuentro. Déjenme sus opiniones al inbox o en los comentarios m michas imágenes? Hago más corto? No uso imágenes?
Si tienen alguna idea, relato o algo que comentarme no dejen de decirmelo y para la idea que use hay premios. Gracias a todos los el apoyo, me motiva a seguir escribiendo.
2 comentarios - #5 Esclava y amiga. Se paga las deudas