decidimos contratar a un taxi boy y luego de seleccionar al que más le gustaba nos decidimos por uno que parecía de buena presencia y nos conformaba.
Así fue que nos embarcamos en un camino del que creo no volveremos nunca más, ya que fuimos al departamento de éste chico y comenzamos con la aventura.
Lo primero que hizo fue poner música suave y empezamos a charlar en un sofá, hasta que empezó a acariciarla y a hablarle suavemente, cosa que al principio puso a mi esposa bastante nerviosa, pero con el tiempo se fue soltando hasta que se animó a darle el primer beso, después de unos minutos estaban los dos desnudos casi recostados en el sofá, en un momento mi esposa se suelta del abrazo y me desviste a mí con lo que quedamos los tres desnudos sobre el sofá.
mi esposa nos sentó uno al lado del otro y nos empezó a hacer sexo oral a los dos, yendo y viniendo con su boca por los dos penes. Ahí empecé a sentirme muy morbosos de ver a mi esposa con un trozo de otro hombre en la boca, pero fue todo placentero y no sentí ninguna mala sensación.
Antes de acabar el chico la sacó de su verga, la levantó y le abrió las piernas en el sofá, cuando estaba lista para recibir el trozo el chico se puso un condón y la empezó a meter despacio, al principio se la veía bien, pero bastante recatada, pero en unos minutos empezó con un jadeo mirándome a mí que me calentó muchísimo, y en un instante la hizo explotar de un orgasmo.
Seguido a esto me pidió que la penetre en cuatro patas, y pidió al chico que se pare enfrente para hacerle sexo oral (que era la fantasía que tenía cuando hacíamos el amor nosotros), y empecé a darle por atrás mientras ella le chupaba la verga a este chico, parecía una perra en celo de la forma que se movía y la forma que le chupaba la verga al desconocido, hasta que con otros gritos similares al anterior tuvo en pocos momentos otros dos orgasmos.
Luego de esto se liberó de una forma , y le pidió al desconocido que me haga sexo oral a mí, cosa que accedió sin problemas, yo hasta ahí estaba con la verga a mil, y empezó a chuparme la verga el desconocido y se sumó mi esposa también, yo miraba ese espectáculo y no aguantaba más el choque de lenguas entre ellos alrededor de mi verga, hasta que sentí que me empezó a meter un dedo atrás, cosa que jamás siquiera me había intentado hacer cuando estábamos solos…
Al principio me incomodó, pero después empecé a gozar de una forma increíble, hasta que le guió el dedo al desconocido para que lo meta en mi culo, ya ahí el dedo más grande lo sentí con algo de dolor, pero estaba tan excitado que no quería salir más de esa situación, hasta que me fue acomodando de una forma que nunca imaginé.
Me empezó a poner boca abajo y me iba abriendo las piernas, hasta que quedé en cuatro patas con las nalgas expuestas y con los dedos de mi esposa y el desconocido jugando en mi ano (ya sin dolor), yo sin haber tenido nunca relaciones homosexuales no podía creer lo que estaba gozando de esa situación, hasta que mi esposa agarra un condón y se lo pone al desconocido, hasta estuve a punto de salir de esa postura, pero estaba gozando de una forma increíble, hasta que el desconocido me agarra con ambas manos y mi esposa le dirige su verga a mi ano apenas dilatado y me la apoyó.
Yo sentía un goce absoluto y con voz entrecortada le pedí que fuera despacio, me hizo caso y empezó a tratar de introducirla, el dolor era insoportable y le pedía que la sacara, él la sacaba, y una vez afuera volvía a intentar hasta que logró meter la punta, la sensación era indescriptible, pero apenas intentaba meterla más el dolor era insoportable, así que dejó solo la punta unos segundos, la sacamos y no intentamos más.
A todo esto yo estaba con la verga que me estallaba, y fue cuando mi esposa le pide al desconocido que le gustaría ver como yo lo penetraba, el desconocido accedió enseguida, se lubricó con vaselina y se puso en cuatro con las piernas abiertas, mientras mi esposa me puso el condón y me pidió que la meta, al principio tampoco me convencía, pero era tal la calentura que lo único que quería era coger, así que se la metí…
Al principio mostró un poco de dolor, pero luego entró toda y empecé con el vaivén, estaba tan caliente que le empecé a dar con mucha fuerza que parecía que lo rompía todo pero era obvio que ese culo tenía experiencia, a todo esto mi esposa empezó a mamarle la verga al desconocido.
En un momento no aguanté m
ás y acabé con todas las fuerzas casi juntamente con el desconocido, que le llenó la boca y la cara de semen a mi esposa. La saqué exhausto, el desconocido dijo que estuvo a punto de decir basta porque le había dado con todo, nunca creí que gozaría tanto dándole por el culo a otro hombre, luego nos bañamos junto a mi esposa en el baño del departamento y partimos a casa.
Fue una experiencia increíble y volveremos a hacerla, gocé viendo a mi mujer cogiendo con otro, logré una sensación increíble tener una punta de un hombre jugando en mi ano, y fue muy atrapante la experiencia de penetrar a otro hombre mientras jadea como una mujer.
Esta vez mi esposa me prometió que el próximo trío lo haremos con una mujer…
Así fue que nos embarcamos en un camino del que creo no volveremos nunca más, ya que fuimos al departamento de éste chico y comenzamos con la aventura.
Lo primero que hizo fue poner música suave y empezamos a charlar en un sofá, hasta que empezó a acariciarla y a hablarle suavemente, cosa que al principio puso a mi esposa bastante nerviosa, pero con el tiempo se fue soltando hasta que se animó a darle el primer beso, después de unos minutos estaban los dos desnudos casi recostados en el sofá, en un momento mi esposa se suelta del abrazo y me desviste a mí con lo que quedamos los tres desnudos sobre el sofá.
mi esposa nos sentó uno al lado del otro y nos empezó a hacer sexo oral a los dos, yendo y viniendo con su boca por los dos penes. Ahí empecé a sentirme muy morbosos de ver a mi esposa con un trozo de otro hombre en la boca, pero fue todo placentero y no sentí ninguna mala sensación.
Antes de acabar el chico la sacó de su verga, la levantó y le abrió las piernas en el sofá, cuando estaba lista para recibir el trozo el chico se puso un condón y la empezó a meter despacio, al principio se la veía bien, pero bastante recatada, pero en unos minutos empezó con un jadeo mirándome a mí que me calentó muchísimo, y en un instante la hizo explotar de un orgasmo.
Seguido a esto me pidió que la penetre en cuatro patas, y pidió al chico que se pare enfrente para hacerle sexo oral (que era la fantasía que tenía cuando hacíamos el amor nosotros), y empecé a darle por atrás mientras ella le chupaba la verga a este chico, parecía una perra en celo de la forma que se movía y la forma que le chupaba la verga al desconocido, hasta que con otros gritos similares al anterior tuvo en pocos momentos otros dos orgasmos.
Luego de esto se liberó de una forma , y le pidió al desconocido que me haga sexo oral a mí, cosa que accedió sin problemas, yo hasta ahí estaba con la verga a mil, y empezó a chuparme la verga el desconocido y se sumó mi esposa también, yo miraba ese espectáculo y no aguantaba más el choque de lenguas entre ellos alrededor de mi verga, hasta que sentí que me empezó a meter un dedo atrás, cosa que jamás siquiera me había intentado hacer cuando estábamos solos…
Al principio me incomodó, pero después empecé a gozar de una forma increíble, hasta que le guió el dedo al desconocido para que lo meta en mi culo, ya ahí el dedo más grande lo sentí con algo de dolor, pero estaba tan excitado que no quería salir más de esa situación, hasta que me fue acomodando de una forma que nunca imaginé.
Me empezó a poner boca abajo y me iba abriendo las piernas, hasta que quedé en cuatro patas con las nalgas expuestas y con los dedos de mi esposa y el desconocido jugando en mi ano (ya sin dolor), yo sin haber tenido nunca relaciones homosexuales no podía creer lo que estaba gozando de esa situación, hasta que mi esposa agarra un condón y se lo pone al desconocido, hasta estuve a punto de salir de esa postura, pero estaba gozando de una forma increíble, hasta que el desconocido me agarra con ambas manos y mi esposa le dirige su verga a mi ano apenas dilatado y me la apoyó.
Yo sentía un goce absoluto y con voz entrecortada le pedí que fuera despacio, me hizo caso y empezó a tratar de introducirla, el dolor era insoportable y le pedía que la sacara, él la sacaba, y una vez afuera volvía a intentar hasta que logró meter la punta, la sensación era indescriptible, pero apenas intentaba meterla más el dolor era insoportable, así que dejó solo la punta unos segundos, la sacamos y no intentamos más.
A todo esto yo estaba con la verga que me estallaba, y fue cuando mi esposa le pide al desconocido que le gustaría ver como yo lo penetraba, el desconocido accedió enseguida, se lubricó con vaselina y se puso en cuatro con las piernas abiertas, mientras mi esposa me puso el condón y me pidió que la meta, al principio tampoco me convencía, pero era tal la calentura que lo único que quería era coger, así que se la metí…
Al principio mostró un poco de dolor, pero luego entró toda y empecé con el vaivén, estaba tan caliente que le empecé a dar con mucha fuerza que parecía que lo rompía todo pero era obvio que ese culo tenía experiencia, a todo esto mi esposa empezó a mamarle la verga al desconocido.
En un momento no aguanté m
ás y acabé con todas las fuerzas casi juntamente con el desconocido, que le llenó la boca y la cara de semen a mi esposa. La saqué exhausto, el desconocido dijo que estuvo a punto de decir basta porque le había dado con todo, nunca creí que gozaría tanto dándole por el culo a otro hombre, luego nos bañamos junto a mi esposa en el baño del departamento y partimos a casa.
Fue una experiencia increíble y volveremos a hacerla, gocé viendo a mi mujer cogiendo con otro, logré una sensación increíble tener una punta de un hombre jugando en mi ano, y fue muy atrapante la experiencia de penetrar a otro hombre mientras jadea como una mujer.
Esta vez mi esposa me prometió que el próximo trío lo haremos con una mujer…
5 comentarios - el morbo de mi mujer , me lleva a hacer locuras