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Los cambios de mi esposa 2

Los cambios de mi esposa 2

   Faltaban dos semanas para mi cumpleaños, Mara no quiso tener relaciones por casi cinco días, era raro porque estábamos teniendo relaciones casi día por medio. El viernes me esperaba para ir a cenar, estaba con un vestido entallado que no dejaba nada librado a la imaginación, unos aros con forma de corazón, pintados los labios de un rojo fuerte, estaba deliciosa.
-Hola papi... te gusta como me arreglé... estoy linda...?
-Estas deliciosa... me siento el hombre más afortunado del planeta...
-Bueno... no es para tanto... -se acercó y me dio un beso metiéndome la lengua, mientras me apretaba el bulto sobre el pantalón.- no te calentés demasiado... que después te vacias enseguida...
-Me tenes en ayunas hace casi una semana... y verte así todavía me excita demasiado...
-Preferís que me vista más de entrecasa...? o te gusta que otros hombre me vean así...? p... producida... ja, ja, ja...
   Le comí la boca y traté de calmarme, no quería otra vez dejarla caliente y acabar enseguida, pero ya sentía que era como algo inevitable, muchos días sin coger y ahora ella superproducida. Yo manejé hasta el restaurante al que solemos ir, los mozos la miraban casi sorprendidos, ella nunca se arreglaba demasiado, era como si la vieran por primera vez, y obviamente les encantaba lo que veían.
   La cena transcurría como una cena normal, charlábamos de trabajo, sus estudios, ella me servía abundante vino, y eso me desinhibía como siempre, y ella también tomaba. Cerca del postre, noté su mirada penetrante, sentía que algo se avecinaba.
-Cuando te estabas bañando el otro día... me dijiste que invitara a los chicos a tu cumple... y agregaste a Matías..., yo te conté que Matías me acarició el culo... y me encantó... y me comió la boca y me encantó... para que querés que lo invite...?
Me quedé callado, salió con los tapones de punta, estaba excitadísimo, la abstinencia de varios días, el alcohol, su producción, me tenían con las defensas por el piso.
-Tenes ganas de que tenga un amante...? a mi ganas no me faltan... y un pendejo como Mati... me puede dar unas cuantas alegrías creo... además tiene novia... solo sería mi amante...
Sentía mi pija durísima, notaba que ella estaba excitada con sus propias palabras y que el alcohol también la desinhibía y le soltaba la lengua. Yo no podía contestar.
-Si no me contestas lo voy a tomar como un sí.... y voy a aprovechar en la semana para ir preparándolo para tu cumple... digo... que se sienta más en confianza..., los padres de la novia viven en el interior de Buenos Aires, y ella casi todos los fines de semana se va... le puedo ir pidiendo que venga... quizás después lo puedo acercar a la casa con el auto.., vos te excusas que no te sentís bien... y yo lo llevo hasta la casa y me quedó un rato charlando con el... que te parece...?
   Me sentía como un boxeador contra las cuerdas, y además mi excitación era incontrolable.
-Queres que sea mi amante...? o preferís no saber... y que me lo garche a escondidas...
-Que hija de puta... me volves loco... me muero de celos... pero siento que no te cojo como antes...
-Yo también lo siento... te amo... y quiero poder coger mejor... con hombres que me hagan llegar... y sentirme como su puta... te gusta que me haga la puta de otros...?
  Sentía mi pija palpitar dentro de mi boxer.
-Me volves loco... estoy enamoradisimo de vos...
-Entonces vamos a probar... tengo muchas ganas... después de tu cumple lo voy a llevar a la casa... y charlaré un rato con él...
Levantó su copa y brindo conmigo
-Por mis amantes... y mi marido...
Levante mi copa y además me acerque para besarla.
Volviendo en el auto me llevó mi mano a su entrepierna, y me hizo que la acariciara todo el viaje
-Que bueno que me dejes tener amantes...
-Me asusta bastante...
-Siempre te voy a amar... y a mis amantes también claro...
-Que hija de puta que sos...
-Quiero que me vuelvan a coger bien fuerte... bien calientes... y me vuelve loca que vos lo sepas y lo consientas...
Ella no quiso hacer el amor, sólo me masturbo, mientras me masturbaba me decía.
-No me parece bien que me cojas... porque vos vas a llegar enseguida y yo me voy a quedar caliente... no...?
-Si mi amor...
-Está muy bien... entonces si sale todo bien... el domingo a la mañana me coges... después que me hayan dejado bien satisfecha eh... -dijo mientras aceleraba su paja y me hacía acabar montones de semen en su mano.
El sábado siguiente era la reunión, vinieron algunos amigos, mis hijos estuvieron un rato y se fueron a la casa de unos amigos. Cuando mis amigos se estaban yendo llegaron los amigos de Mara. Pusimos un poco de música, mucha cerveza, Mara vino a besarme y me dijo.
-Es el momento que digas que no te sentís bien, te disculpes y te vayas al cuarto... con la luz apagada podes mirar lo que pasa acá... yo  después lo voy a llevar a Mati a la casa... querés... pero no te toques... espianos sin pajearte... te quiero bien caliente mañana cuando vuelva?
-Lo que vos digas mi reina...
-Si tardo un poco no te hagas problemas... eh... -me dio un profundo beso.
Pasó un rato y me disculpé con los chicos diciéndoles que no me sentía muy bien, que me iba a acostar. Desde la obscuridad de la pieza miraba al living, Mara bailaba con Matías, le daba la espalda y movía el culo sensualmente, el la tomaba de la cintura y la apoyaba bien duro, en un momento, le acariciaba los pechos mientras bailaban, Mara se separó de él, estaban sus compañeros delante, de a poco se fueron yendo, Mara le dijo a Matías que lo podía llevar a la casa, vi la sonrisa del pendejo, sonrisa de triunfo. Cuando se fueron me acosté y para mi, todo fue espera. Me costó pero finalmente me quedé dormido. Cerca de las siete de la mañana escuche la puerta, Mara entró al cuarto solo en ropa interior, yo ya había encendido el velador.
-Que preciosa estas... -le dije.
-Es que coger bien te relaja y te cambia el animo... -me dijo con cara de perversa. Querés que te haga una pajita... porque estoy cansada...
-Contame que paso...
-Desnudate...
Se acomodó entre mis piernas y me empezó a pajear despacio.
-Ahora solo te voy a decir que la pase barbaro... -me hablaba mientras apuraba la pja.- que nunca te había sido infiel... ahora tampoco... porque elegiste ser cornudo... -sintió que estaba cerca de llegar, aceleró la paja y dijo- sólo te voy a decir que me echo tres... -poniendo cara de puta mientras mi pija escupía chorros de leche que caían en mi panza, con su lengua tomo un poco de semen y me beso.
-Te amo... cornudo...

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