You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Mi vecina y la virginidad (III)



Post anterior
Post siguiente



😂

¡Lo más chistoso de todo es que mi marido ni siquiera se quejó porque Brenda estuviera ahí!

Fue a ella la que le dieron ganas locas de irse.

😆

Pero a mí me daba gusto la mirada de mi vecina.

Porque se nota que también le gusta mucho mi marido y que la prende entera.

Y yo también viví eso, de no saber cómo decírselo.

😍

Obvio que le conté a mi mejor amigo lo que conversamos y para variar, me dijo que eso que ella lo mirara, era cosa mía.

Que para ella, él era el papá de las peques y su vecino y nada más.

Pero yo le respondí que, las veces que se queda cuidando a las peques y se queda dormida, mi marido la tapa,mientras que su pololo u otro de seguro que le correrían mano hasta el infinito o la mirarían cuando duerme.

:/

Y eso igual te marca.

Porque así lo viví yo con mi mejor amigo.

😆

La cosa fue que el jueves de esa semana, volvió por mi casa y súper educada, me recordó que yo le había preguntado algo.

Ese día, como estaba nublado y hacía frío, las niñas estaban jugando a hacer fiestas y me pidieron si les podía calentar un poquito de leche con chocolate, para tomar en sus tacitas.

😊

Nos sentamos a conversar y le pregunté de nuevo si de verdad se sentía enamorada.

Si acaso no le pasaba algo cuando besaba a su chico.

😕

Porque está bien: es un chico buenmozo y todo.

Pero cuando yo empecé a besarme con mi mejor amigo, yo sentía cosas…

😍

Le conté que cuando yo conocí a mi esposo, él era un universitario nerd (Y ella se rió, pero yo no me enojé) y que yo era un poquito más joven que ella.

Y le dije que en esos tiempos, yo no me llevaba bien con los hombres.

😞

Le conté de cómo los amigos borrachos de mi papá nos trataban de manosear a mí y a mi hermana del medio y cómo tenía que corretearlos a mordidas y arañazos.

Y también, lo poco querida que me sentía por mi papá, que nunca se interesó para nada en mí.

Hasta que llegó el día donde el perrito regalón de mi vecina se metió a mi jardín.

😆

Ese día, vino un vecino joven y extraño, que yo no conocía y que saludó con mucho respeto a mi mamá y le pidió permiso para entrar al jardín, para buscar al perrito de la abuelita que vivía al lado de mi casa.

Él entró, con una tremenda mochila al hombro, fue donde estaba Pepito y el perro lo mordió súper fuerte.

😩

Todavía me acuerdo cómo se le cerraron los ojos del dolor y mi mamá le preguntó si estaba bien, a lo que él nos explicó que el perrito estaba nervioso y que por eso, le había mordido.

Salió de mi casa, se llevó al perrito y se llevó también, mi corazón.

😍

Le conté a Brenda que al principio, me sentía súper pendeja por haberme enamorado a primera vista de mi mejor amigo.

Y que también, como él iba en la universidad y yo todavía estaba en la escuela, ni siquiera me atrevía a conversarle.

:/

Pero le conté también que, mientras más lo iba conociendo, me fue gustando más y más.

😍

Él saludaba a todos muy cortés (incluso, a mi hermana y a mí XD) y se notaba que era un chico bueno, porque no salía a fiestas, ni nunca le vi una polola o una amiga (Solamente, la vaquita pechugona de Margarita, que vivía al frente de mi casa y que menos mal que con ella, solo conversaban XD) y que un día, me saludó y me empezó a meter conversa.

😂

¡Todo fue tan entretenido y sus ojitos lindos me volvieron loca, loca, loca!

XD

Porque me miraba a mí, como persona.

Le dije a Brenda que cuando él me vio y me habló, me hizo sentir como adulta.

¡¡Y no quería que se terminara jamás!!

😫

Le conté a Brenda que a mí, me pasaba al revés que a ella.

Yo QUERÍA que mi chico me tocara.

Pero él era tan genial, tan educado, taaaan pero taaaan lindo conmigo, que no se daba cuenta.

Y que así como así, de un día para otro, compartimos nuestro primer beso.

😚

Le conté que le tuve que pedir disculpas a mi mejor amigo, pero era algo que quería hacer por mucho, mucho, muuucho tiempo.

Y su respuesta fue un beso más rico todavía.

😘

Le contaba yo que su beso fue tan, pero tan rico.

Porque su lengua se movía suavecito en mi boca y cuando se encontraba con la mía, como que había corriente.

Le decía que sentía como si él hiciera cariñitos con su lengua y su boquita y sus labios tenían un saborcito tan dulce y eran tan agradablemente largos, que me dejaban sonriendo solita.

:D

Y le contaba que con besos como esos, yo ya sentía mi conchita mojada y mis pechos duritos.

😕

Le contaba yo a Brenda que yo también pensaba como ella.

Que yo también, quería llegar virgen al matrimonio.

Pero que cuando te besan así, tu cuerpo como que te traiciona.

😊

Y es que claro, nos besábamos y sentíamos cómo nuestros cuerpos querían más y más todavía.

Pero como él me quería y me respetaba, me pedía que parara.

:/

O sea, él siempre dejaba sus manitas en mi espalda, en la cintura, entre los pechos y tu trasero y nada más me sujetaban, cuando yo sentía esa picazón por la que me tocara la cola.

😫

Pero a mi marido le preocupaba mucho que se estuviera aprovechando de mí y que cuando sentía que su erección le empezaba a molestar, me pedía que paráramos.

Y le dije que todo eso fue tan lindo, porque yo no lo vine a saber hasta un día que, al igual que le pasó a ella con su pololo, mi marido no pudo esconder su erección.

😳

Le conté que al igual que ella, también estaba interesada por esa forma tan curiosa en su pantalón y como ya lo quería y sabía que tenía que estar por siempre jamás con él, le pedí si me la mostraba.

¡Y fue tan, pero tan rico!

😲

Porque a diferencia de su pololo, mi marido no quería que le viera así, pero su salchichón se veía tan imponente y grande, que, bueno…

 A mí, me daba hambre.

😏

Y le dije que fue una sensación tan increíble tratar de cerrar bien la mano y masajearla despacito, de arriba a abajo, al chico que más quieres y más lindo te ha tratado.

Y la manera tan linda y agradecida que los ojitos se le cerraban.

😩😫

Le conté que se hacía más grande.

Más palpitante.

Más venosa.

Y él me pedía que parara.

Que por favor, él no podría aguantarse y tendría que acabar.

😰

Y le conté a Brenda que para mí, eso era un problema.

Porque para mí, ya era gran cosa que mi mejor amigo viera películas haciéndome cariñito por la noche y que me castigaran y no me dejaran hacerlo nunca más, me parecía terrible.

Así que estaba yo todavía masajeando y masajeando…

Hasta que se me ocurre usar la boca.

😅

Le dije que el sabor no me parecía mal.

Y que en esos momentos, no tenía muchas opciones.

:/

Que conocía bien a mi chico y que sabía lo limpio que era y que, aunque sabía que por ahí, mi amigo hacía pipi, la verdad que no se sentía mal.

Y o sea, claro que las primeras veces que subí y bajé mi cabeza, le pasé a llevar con mis dientes, pero es que nunca me había metido algo tan grande en la boca.

Y obvio, aunque a ratos, me costaba respirar, el sabor era bastante rico, junto con el juguito que empezaba a aparecer.

😩  😲

Y tenerlo ahí, diciéndome “No, Marisol,no me puedo aguantar”, mientras mi cabeza subía y bajaba, probando ese sabor tan extraño y atrayente, era algo que no podía yo parar.

Y que cuando él se vino en mi boca, fue impresionante.

💦💦 💦

Le dije que nunca me había llenado la boca de esa manera.

Eso, de sentir que las mejillas se te hinchan como ardilla y que sientes que si no tragas, manchas.

Porque eso pasaba: estaba en el living de mi casa y si dejaba que una gotita se escapara, manchaba y se acabarían las visitas nocturnas de mi pololo.

Así que hice lo único lógico que encontré en esos momentos: tragármelo.

😆

Y fue genial.

Porque como dice la jefa de mi esposo, “Tiene como sabor a sopita” y es tan rico y espeso.

XD

Y obvio que el sabor me gustó mucho y que le lamí un poco más el pene, para sacarle los restos.

Y que su carita de sorpresa porque me lo había tragado era tan, pero tan linda, que me sentí súper contenta y orgullosa.

😊

Por eso, le pregunté a Brenda si acaso no le pasaban cosas cuando su pololo la besaba.

Porque mi cuerpo sabía que tenía que perder la virginidad con ese chico.

Y lo que le sorprendió más todavía a mi vecina: que ese chico tan lindo, tierno y serio y tan buen amigo mío, iba a perder su virginidad junto conmigo.

😉

Post siguiente

2 comentarios - Mi vecina y la virginidad (III)